1.03

────❛embarazo sobrenatural❜

                  ANGELA TENÍA esparcidos por el suelo muchísimos fragmentos de diarios, libros o demás cosas. Junto a Bella, daban vueltas por el cuarto, buscando entre augurios de vampiros todo lo que pudieran recolectar. Pero era todo lo mismo. Cada que buscaban sobre embarazo de bebé vampiro, solo se hablaba de muerte.

—lo único que leo es “puede provocar un deterioro en la salud, o incluso hasta la muerte” Ángela —se quejó desesperada —¡no puede tener ese bebé!

—esto no es natural... —negó acomodando sus lentes —no va a tenerlo, ella está...

Pero la puerta del baño se abrió y por allí salió Casandra. No tenía su usual apariencia, no estaba sutil y perfectamente maquillada o peinada, ni siquiera bien vestida. Estaba despeinada, con el rimel corrido de tanto llanto y desarreglada.

Luego tiró los tres test de embarazo positivo en medio de ambas chicas, las dos se agacharon a tomarlo y vieron que todos decían positivo.

—no se abortó el maldito —susurró con la voz quebrada —no funcionó.

Caminó a sentarse en la cama, pensando en lo sucedido. Absorta en gritos internos ante la maldición que tenía. Edward Cullen, un vampiro que debía ser infértil por naturaleza, la había embarazado y ahora estaba desaparecido.

—voy a tener a este... Esta cosa que no sé si es humana, vampiro o unicornio —señaló su panza y las dos chicas se sentaron a su lado, tomando sus manos —¿Encontraron algo?

—no —mintió Bella, sonriendo. No quería preocuparla —seguiremos buscando.

—Mi abuela debe tener algo en sus grimorios, podría pedirle a mi hermana que me mande algo, pedirle ayuda —comenzó a hablar Ángela, mientras las hermanas Swan la miraban.

—¿tu abuela la...? —preguntó Casandra e hizo una seña de degollamiento. Sinónimo de que estaba muerta. Ángela asintió apenada.

—Vivía con mi abuela en Mystic Falls, pero... Les conté que nos enfrentamos a unos vampiros y ella no sobrevivió por un hechizo que hicimos —se encogió de hombros, acomodando sus lentes —Vine a vivir aquí con mi papá, pero Bonnie, mi hermanita, se quedó allá.

Ángela Weber, su apellido paterno era Weber, pero su apellido materno era Bennett. Proveniente de un linaje de brujas.

—Mi abuela tenía montones de hechizos en grimorios, libros de hechicería —explicó sonriendo melancólica —la cosa es que no me gusta la idea de volver a mi pueblo. Las criaturas sobrenaturales suelen vivir en pueblos escondidos como Forks o Mystic Falls, aquí hay metamorfos y vampiros de naturaleza pero allí... Allí hay más. Peor.

—Si hay una forma de salvar a Casandra y descubrir qué es lo que es el bebé, no lo pensaré dos veces —Habló Bella, ilusionada ante una solución —Ya tenemos dieciocho las tres, le avisaremos a Charlie, tomaremos la PickUp e iremos a Mystic Falls.

Ángela asintió y Casandra sonrió un poco esperanzada, feliz de que Bella busque por cielo, mar y tierra cualquier solución para salvarla.

—les explicaré el resto en el camino, nos vemos aquí en la noche.


































                         CHARLIE SUBIÓ los bolsos con cosas en la parte trasera de la Pickup y tapó todo con la lona, girandose a ver a sus dos hijas. Se acercó a Casandra y la abrazó fuertemente.

—No sé que sucede, pero si crees que esto es lo correcto, estaré feliz con eso —habló en su oído, Casandra notó como él se esforzaba en no llorar.

—Papá, ya tengo dieciocho y, si voy a ser mamá, Forks no me va a recibir bien. Ambos lo sabemos. E ir a vivir con mamá no es opción —negó escondida en su pecho como una niña —Te amo, muchísimo, pero debo hacer esto.

—haré los papeles de traslado de la escuela en estos días, es una pena que se pierdan los últimos días de clase —sorbió su nariz, alejándose y ella sonrió apenada. Él miró a Ángela salir de dentro de la casa, ya lista.

Casandra sabía que su embarazo sería rápido, porque con solo haber estado con Edward una vez, cuatro días después los doctores le detectaron un embarazo de casi un mes. Y temía que fuese más rápido y fuerte de lo que su cuerpo podría soportar, así que, por más que Ángela y Bella no lo quisiesen admitir, sabía que tendría la posibilidad de no sobrevivir.

Prefería decirle a Charlie que se mudaria a Mystic Falls, así si moría, él creería que solo desapareció. No podía con la idea de decirle a su papá que podría morir por una fuerza más allá del humano. Creía que era mejor mentirle con que se iría a vivir a otro pueblo con Ángela y Bella. Despidiendo el nido antes de lo previsto.

—cuidate, te amo, papá —besó su mejilla y él se apartó, yendo a despedirse de Bella.

Casandra se subió a la camioneta, luego Bella y por último Ángela, la noche adornaba Forks, pocos sabrían que ellas huían de Forks para buscar una respuesta a lo que sucedía.

El viaje a por carretera era de 946.2 millas, así que tendrían un viaje largo por recorrer.














































                         EN LA ESTACIÓN de servicio, Casandra usaba el cajero que había para sacar del cheque que le dió Rosalie todo el dinero. Una vez lo tomó, salió chocando con alguien que entraba.

—lo siento —se disculpó con la mujer que la miró. Casandra siguió de largo, yendo al auto donde Ángela subía con dulces que la había mandado a comprar —le toca a Izzie manejar.

—si, fue al baño —habló Ángela viendo a la mujer que Casandra había chocado —un consejo del mundo sobrenatural fuera de Forks: evita tocar a la gente. No sabes cuándo es una criatura. Y creo que aquella es bruja.

—eso esta cool —sonrió subiendo a la camioneta —nunca me contaste la historia completa —Angela se subió y Bella apareció a los instantes dándole unos refrescos.

Ángela suspiró y le dió unos dulces abiertos a Casandra que adoraba que le den sus antojos de embarazo.

—nací y crecí en Mystic Falls —comenzó a contar mientras Bella emprendía de nuevo el viaje —Soy hermana mayor de Bonnie. Desde pequeña supe que era bruja, pero Bonnie lo descubrió hace un año, cuando llegaron dos hermanos nuevos al pueblo.

—¿No es loco que todo pase cuando dos hermanos llegan? —Bella se quejó, manejando en la ruta.

—son igual de imanes sobrenaturales problemáticos que ustedes —alagó Ángela —la diferencia es que ellos son vampiros, pero del linaje de los originales. Y Stefan, el menor, se enamoró de Elena. Mejor amiga de Bonnie...

Ángela les contó como Stefan Salvatore se había enamorado de Elena pero anteriormente había estado con Katherine, la doppelganger de Elena. Una vampiro encerrada en una tumba que Damon Salvatore, el hermano mayor de Stefan, quiso abrir. No obstante, en esa tumba había más vampiros encerrados.

—Las únicas capaces de abrir esa tumba, éramos las brujas de linaje Bennett... —aclaró Angela, con un tono triste. Recordando todo lo malo que pasó. Pero se desconcertó al oír el ruido de Casandra sorbiendo ya su vacío refresco y la miró.

—Carajo... Suena muy loco —alagó Casandra, tirando el refresco vacío al suelo, junto con el resto.

—si, bueno, mi abuela no sobrevivió al hechizo, y vine a vivir con papá porque no aguantaba estar cerca de los hermanos Salvatore, Bonnie se quedó —se encogió de hombros —me llama cada día, me cuenta lo que pasa. De la tumba salieron muchos vampiros que mataron, pero no estaba esa Katherine.

—¿Y por qué no... Fuiste a ayudar con todo ese embrollo? —preguntó Bella confundida.

—¿Ir a un problema de brujas, doppelgangers, licántropos, vampiros y vete a saber qué más? No gracias. Sé que Bonnie dejó de contarme muchos detalles y no quiero saber —negó subiendo sus lentes morados —no me quiero involucrar, alguien siempre muere. Ahora, solo quiero salvar a Casandra.

—pero llegaremos allí y tendrás que ver a Bonnie, tarde o temprano sabrás lo que sucede allí —siguió Casandra —¿no?

—si, lo sé —suspiró jugando con sus manos —lo último que supe bien fue que Katherine estaba ocasionando problemas. Luego, Bonnie evitó decirme. Temo que haya pasado algo más grande.

—bueno, lo ignoraremos, ahora lo primordial es el bebé milagro —señaló Casandra su estómago. —es un ángel milagroso.

Asintieron, mientras Ángela cambiaba el tema a contarles sobre Mystic Falls, el pueblo en Georgia que fue fundado por unas familias. Los Gilbert, los Salvatore, los Lockwood, los Forbes y los Fell.







































































                       LOS RONQUIDOS de Casandra hacían a ambas chicas reír. Habían estacionado frente a la casa Bennett, pero la embarazada dormía plácidamente en el asiento de copiloto, contra el vidrio.

—voy a abrir la puerta —aclaró Bella, antes de que Angela la frene, abrió la puerta y Casandra casi se cae al suelo si no fuese por Bella.

—¡Bella! —se quejó despertando aturdida —animal...

—Ya llegamos.

Casandra miró la casa blanca y se bajó con cuidado, viendo el barrio tranquilo a los lados. Alzó la mirada, siendo lo que más anhelaba un lugar soleado y no con constantes lluvias como Forks.

—Viva el clima intermedio —susurró encantada.

—¡Angela!

Vieron a una morena abrir la puerta y correr a abrazar a Ángela, quien rió abrazando a quien suponían era su hermana menor.

—¡Bonnie! —la abrazó encantada y se alejó —dejame presentarte a las nuevas inquilinas estas vacaciones, Casandra y Bella Swan —señaló a cada una.

—¡es un placer! Angie me contó maravillas de ustedes.

Bonnie se acercó a estrechar la mano de Bella que aceptó tímida y luego se giró a Casandra.

En cuanto su mano rozó con la de Casandra, se aferró fuertemente a ella, perdiendo la vista unos cuantos segundos y borrando todas expresión de alegría, cambiando a una preocupada. Casandra la observó preocupada y Bonnie se alejó abruptamente como si le hubiera dado una descarga eléctrica.

—tu... —susurró sorprendida —¿Estás embarazada?

—venimos a eso —su hermana habló, acercándose.

—Sentí... —parpadeó varias veces y luego miró a los lados —entren, rápido.

No cuestionaron demasiado en sus circunstancias y entraron las cosas a la casa, Casandra yendo rápidamente al sofá a sentarse, cansada. Después de catorce horas de viaje con su estómago revolviendose.

—¿Qué es lo que no me dijiste?

—¿puedo decirle yo? —habló Casandra, alzando la mano como una niña.

—vas a decirlo de una forma brusca y sarcástica —negó Angela, abriendo un alfajor para dárselo.

—porfis —rogó y Angela suspiró. Así que chilló feliz —Bueno, Bonnie, es una historia muy chistosa.

—sientate, es larga —Angela le pidió y Bonnie se sentó frente a Casandra.

Y Casandra le iba a comenzar a contar pero sintió un revoltijo y llevó la mano a su estómago, soltando un quejido.

—¿qué pasa? —Bella se preocupo.

—no sé... —se quejó adolorida —¿Te puedo contar mientras Angie busca en los libros de tu abuela algo? —pidió y Bonnie asintió rápidamente.

Así, oficialmente estaban en tierra de Mystic Falls. Estaban en el punto de mira, sin darse cuenta.

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