1.01

────❛mala fiesta❜

                      EDWARD RODEÓ con sus manos el estómago de Casandra y apoyó su barbilla sobre su hombro, ambos admirando en la oficina de Carlisle un cuadro. Bella estaba detrás de ellos, tomando la mano de Jacob. Había un aire algo incómodo, ya que debían mantenerse ahí hasta que Alice los dejé bajar para la fiesta "sorpresa".

—¿Quiénes son?

Casandra dijo, admirando la pintura al óleo del siglo xviii. En un balcón alto, cuatro figuras tranquilas contemplaban la bacanal; dos de cabello negro, uno blanco como la nieve y uno de cabello dorado... Bella se acercó tirando de Jacob ante eso.

—Lo más parecido que mi mundo tiene a la realeza... —explicó Edward —Francesco Solimena lo pintó; a menudo representaba a los Volturi como dioses.

—¿Es ese... Carlisle? —preguntó Bella.

—Sí. Vivió con ellos durante algunas décadas. Los describe como muy refinados, para asesinos. Los Volturi también son lo que podríamos llamar ejecutores.

—¿De qué? —inquirió ahora Casandra.

—De laa única regla que tienen: mantener en secreto la existencia de los de nuestra especie —explicó el cobrizo, tomando ahora las manos de Casandra entre las suyas.

—y de las demás criaturas —se quejó Jacob y lo observaron. Él señaló al rey rubio —Ese es Caius, mató a casi todos los metamorfos de lobo por confundirlos con licantropos. El maldito nos llevó a la extinción, por eso nos ocultamos —gruñó molesto, mirando a Edward que solo veía a su novia —por eso sabemos de él. De Aro y Marcus —señaló al compás de decir sus nombres.

—Por eso no los desafíamos —asintió el cobrizo —No hacemos espectáculos de nosotros mismos, ni matamos de manera notoria, a menos que queramos morir. —un escalofrío recorrió a Casandra.

—Tienen cara de estirados —habló divertida —¿Y por qué ellos son reyes y no otros? Cómo yo, amaría ser reina de los murciélagos.

—es... —Edward rió —ellos son los más viejos de nuestra especie.

—¿cómo se transformaron entonces? —preguntó curiosa su novia —espera, ¿dijiste “nuestra” especie? ¿hay más de una?

—Es una larga historia —negó Edward, besando su mejilla.

—no tanto —lo interrumpió Jacob —ellos son una plaga que se extendió, una variación de los verdaderos vampiros. Ellos —señaló a los Volturi —solo controlan a su especie porque sino se extinguen. Son inferiores a... —miró entre las paredes hasta señalar un cuadro —ellos.

Se giraron a ver, era un símbolo real. Con una “M”.

—Jacob —le pidió Edward —suficientes historias de terror antes de su cumpleaños.

—queremos oirlas —negó Bella —aun queda tiempo. —Edward suspiró.

—Hace mucho tiempo, hubo una bruja poderosa que no toleraba la idea de perder a sus hijos, entonces usó su magia oscura y los transformó en lo que se conoce como los vampiros originales —miró la “M” pintada de plateado —sin embargo, ellos se camuflaban con los demás, eran como cualquier otro humano. Hasta que demostraban que eran más fuertes, rápidos y sedientos de sangre humana. Si ves a alguien pálido de ojos rojos o amarillos, sabes que es uno de nosotros. Pero con ellos es muy difícil saberlo.

—¿Y por qué no eres como ellos? —murmuró confundida Casandra.

—porque las brujas... Buenas, por decirlo así, las de la naturaleza, no les gustó lo que hizo la bruja original. Así que tomaron el hechizo que usó y lo cambiaron, creando una versión diferente —murmuró con amargura —vampiros que son fáciles de diferenciar y parecen lo que son, monstruos. Más fuertes por un tiempo, pero no lo suficiente. Por eso los neofitos son más fuertes por un año, era el promedio de vida que nos daban. Sin embargo, no éramos lo suficiente para acabar con los originales, así que nos dieron dones.

—entonces... ¿Las brujas los crearon para exterminar a los otros vampiros y les salió mal? —preguntó Bella.

—si, ya que Aro, Marcus y Caius decidieron llegar a un acuerdo con ellos. Las dos especies se mantendrían a parte del otro, mientras no se expongan o amenazen entre si —se encogió de hombros —los Volturi se tomaron esa tarea más en serio, ya que todos saben que son los reyes. Pero nadie sabe de los originales, no controlan a su especie, solo se centran en ellos mismos. Mas... Son superiores a los Volturi. Los vampiros entre más viejos, más parecemos disecados. Y ellos... Entre más viejos, más fuertes.

—Ya no me gustó, no hables de eso. Me da pánico que te hagan daño. Los Volturi o los originales o cualquier otro —negó Casandra, abrazando a su novio.

—¿Quién más me haría daño? —Edward habló preocupado, abrazándola.

—¿La pelirroja resentida tal vez? —obvió escondida en su pecho.

—¿Victoria? Si algún día. Pero Alice la verá venir. Y ella no ganará. —negó seguro.

—Odio no poder protegerte más que con mis dulces encantos y mi brillante cerebro —se quejó. Casandra solo quería vivir en paz con su novio en alguna cabaña alejados, felices hasta que ella envejezca.

—Pero tú sí me proteges... —la alejó y acunó su rostro entre sus manos, besó su nariz —Del aburrimiento... —besó sus labios y Jacob se quejó, alejándose con Bella —Y de la soledad... —volvió a besarla —Me das una razón para permanecer... Vivo. Pero es... mi trabajo; para protegerte... —Casandra sonrió enamorada —...de todos menos de mi hermana.

La puerta se abrió y por allí entró Rosalie extendiendo sus brazos para ir directo a abrazar a Casandra.

—estas hermosa —susurró la despampanante rubia.

—lo sé, tu igual —rieron juntas y Alice entró lista a tomar a Bella.

—¡es hora!

Rosalie tiró de Casandra que se dejó arrastrar. Rosalie y ella compartían el gran ego y el fanatismo por arreglar autos, así que no fue sorpresa para nadie cuando ella llegó al pie de las escaleras.

Casandra observó encantada la decoración, todos estaban bien vestidos al bajar las escaleras y esperándola. Chilló feliz y se giró a tomar la mano de Edward para obligarlo a ponerse a su lado. Entrelazó sus brazos y bajaron como la realeza. Bella y Jacob fueron detrás. Había cientos de velas rosas y cuencos de cristal llenos de rosas.

Al bajar, Esme y Carlisle abrazaron cálidamente a Casandra que se quedó unos instantes allí, reconfortada. Su padre era el mejor, pero no había comparación cuando se trataba de Esme y René. La matriarca Cullen le había brindado mucho que su madre no.

—Feliz cumpleaños, princesa —le dijo Esme antes de alejarse —luces hermosa.

—es un placer pasar esta fiesta contigo, feliz cumpleaños —Carlisle secundó y se abrazó a su esposa, luego miraron a Bella que estaba pegada a Jacob —Perdón por todo esto. Intentamos controlar a Alice.

—Como si eso fuera posible. Feliz cumpleaños Bella. —rio antes de abrazarla.

Casandra chilló y notó a Alice señalar su cámara, así que asintió y la vampiro la tomó. Casandra tiró de Edward y se colocó frente a los regalos, alzando una pierna que él tomó. Ella sonrió radiante y él la observó,  luego ¡destello! Y Alice tomó la foto de ambos.

—perfectos —alagó feliz y Cass le dió un besito a su novio antes de dejarlo ir.

Emmett se puso al lado de Edward y le dió un codazo.

—Saliendo con una mujeres mayores. Excelente. —alagó sonriente y Cass captó eso y Edward le dió un fuerte codazo —¡Auch! ¿qué?

—no nos equivoquemos, aquí yo soy la asalta tumbas, no él ¿Okey? —habló clara.

—si, y en setenta años, él será el asalta asilos —bufó Jasper, Alice lo miró con regaño —¿qué? Es cierto.

—pues seré la envidia de las viejas, me verán con un jovencito apuesto y millonario que masticará mi comida porque no tendré dientes —habló orgullosa antes de ir a un lado de Bella.

Otro destello y Alice les sacó una foto a ambas hermanas.

—Para tu álbum de recortes. ¡Ahora abran sus regalos! —pidió antes de devolverle la cámara a Cass que le tomó una foto a Jacob mirando a Bella.

Alice arrastró a Bella hacia una mesa con regalos envueltos elaboradamente, un pastel enorme y una gran pila de platos de porcelana.

—Alice, somos los únicos que comen pastel. Esa cosa podría alimentar a cincuenta —señaló apenada el pastel.

—habla por ti —Jacob sonrió viendo el pastel —puedo comer para cuarenta de los cincuenta.

—y yo seré los otros diez —alabó Cass con su estómago rugiendo —¿Puedo comer un pedacito ahora?

—no —negó Alice pero Jasper le dió un alfajor a Cass que sonrió feliz —¡Jasper!

—mirala, parece muerta de hambre —se excusó el vampiro.

—mis regalos —pidió ansiosa la mayor de las mellizas y Bella le dió un codazo. Alice trajo a Rosalie.

—ten —le tendió una caja a Bella —es un collar, Alice lo escogió —se alejó sin interés y Bella sonrió incómoda. Mientras que Rose se giró a Cass y le tendió un sobre —este si lo elegí yo.

Cuando lo abrió, se encontró con un cheque con dinero. Abrió la boca sorprendida y sonrió encantada mientras veía pícara a Rosalie que le guiñó el ojo.

—money, money, money, must be funny —susurró guardando el sobre en el escote de su vestido.

—Tomen, este es de Emmett.

Los demás se apiñaron a su alrededor… Jasper un poco alejado. Bella tomó apenada el regalo y sacudió a un lado de su oído varias veces. Cass lo abrió y notó una caja de radio de auto vacía.

—¿Y esto qué? —preguntó confundida.

—Ya lo instalé en su camioneta, el anterior era usado y feo —habló Emmett —Finalmente, un sistema de sonido decente en esa pieza de...

—¡Oye! Era lo que conseguí para que al menos tenga uno —se defendió Cass y Edward la abrazó para que no se lance contra Emmett —¡Con mi bebé no!

—No odien la camioneta. Gracias, Emmett —interrumpió Bella divertida.

—de Jacob —Alice les dió el regalo, no muy animada pero sonriendo. Cass abultó su labio inferior y miró al moreno.

—¡sabía que me querías en el fondo! —lo señaló feliz y lo abrió, viendo un cuadro de una foto. Allí estaba Cass, agachada frente a la push, sacándole una foto con su cámara a al amanecer —¿Quién la tomó? —lo miró sonriendo encantada.

—yo —Angela entró al cuarto —lamento desaparecer, tu papá llamó para decir que está borracho y que luego debemos irlo a buscar o chocará en la patrulla.

—tiene que estar muy ebrio para decir eso —asintió Cass.

—Abran los de Esme y Carlisle —Pidió Alice, dándole el regalo a Cass.

Era una caja de terciopelo. Ella lo abrió y se encontró con un anillo de plata. Abrazó a ambos encantada. Tenía una pequeña flor de cristal. Luego, dejó que Bella abra el suyo.

—Algo para iluminar tú día —Comentó el patriarca sonriendole a Bella.

—Es que te he visto algo pálida —afirmó Esme.

—Bella es pálida —alagó Jacob.

—y demasiado —concordó Cass divertida.

Bella comenzó a abrirlo, mientras Casandra tomaba el regalo que le tendió Angela.

No obstante, se escuchó el sonido de un pequeño desliz, y Cass miró a su hermana que soltó un quejido.

—me corté —susurró apenada, girandose a ver a su novio. Cass iba a reír por su torpeza, pero cayó en cuenta.

Estaban tan acostumbradas a estar rodeadas de vampiros, tan monótono, que por instantes se olvidaron lo que eso en verdad significaba. Que hasta la mínima gota de sangre era un peligro.

Cass admiró el dedo de Bella, dónde apareció una gota de sangre de color rojo intenso. Jacob se tensó y soltó un gruñido, girandose a ver a quien siseó en una esquina.

Entonces todo se descontroló.

Un gruñido inquietante y espantoso alertó a todos, Angela lanzó con magia a Bella lejos para evitar dos amenazas: a Jasper Hale, el novato sin control que comenzó a verla hambriento y a Jacob Black, su novio metamorfo, que se convirtió rápidamente en lobo. Un gran lobo dentro de la casa que grandes garras.

Así, se arruinó su cumpleaños.

Jasper se lanzó hacia ella, con sus colmillos al descubierto, ojos más allá de la razón y una apariencia con la que Casandra jamás lo había visto. Jacob se lanzó en su contra, el lobo con el tamaño de un oso, agresivo.

Jasper se estrelló contra Emmett y sonó como rocas chocando, Edward corrió a sostener a Jacob, hundiéndose en el pelaje rojizo del lobo. Sin embargo,

Emmett lo empujó, fuerte; Jasper voló hacía atrás, rompiendo el piano. De levantó sin problemas y fue de nuevo, Edward no pudo controlar a la bestia y Ángela casi fue rasguñada por la cercanía y los movimientos bruscos si no fuese porque Cass se lanzó sobre ella y cayeron. Soltó un quejido al sentir las garras.

Emmett y Carlisle sostuvieron a Jasper desde un lado, arrastrándolo al suelo y Alice ayudó a sujetarlo. Edward lanzó a Jacob y Ángela le dió una aneurisma, logrando que comience a retorcerse.

—Jaz... Jaz, shh —le pidió a su novio pero se detuvo.

Su cabeza de repente se movió hacia las hermanas. Luego, los ojos de todos se dirigieron a ellas mientras captaban el olor abrumador.

Jacob volvió a su forma humana y miró al segundo a Casandra, el gran rasguño en su brazo que él le había hecho. Tres garras ensangrentadas y marcadas. Luego a Bella, que se cubría la mano.

Todos ellos ahora, incluido Edward las miraban fijamente, a su sangre, con ojos febriles. Seis vampiros repentinamente hambrientos, a excepción de Carlisle.

Angela se levantó y, antes de cualquier movimiento, les dió una aneurisma a todos. Corriendo a tomar la mano de Bella con la de Casandra y llevandolas al segundo piso, la oficina de Carlisle, y cerró la puerta, comenzando a susurrar un hechizo.

Bella corrió a tomar el brazo de su hermana que estaba helada, en shock.

—¡cass, Casandra, cass! —llamaba su atención, sacándose su saco negro para rodearlos en su herida.

Todo fue tan rápido y tan confuso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top