ii. Ratas de barril.
(...)
Para Morgana el conciliar el sueño esa noche fue desastroso, no le molestaba el dormir en el suelo del taller de Wylan. Lo que le preocupaba tenía nombre y rostro, un rostro lleno de deseos de venganza, cuando la pelirroja conoció a Brekker este le dejo en claro que cualquier negocio relacionado con Pekka o los leones moneda eran su problema y el se encargaría de eso, desde ese momento Morgana entendió la rivalidad y el odio de Kaz hacia Rollins. Pero apesar de todo no entendía las razones, no sabía que tanto daño le había hecho Pekka a Kaz.
— Ah que bien, comenzaba a creer que me había equivocado de lugar — murmuró Jesper al ver a Inej y Morgana llegar juntas a la posada. La Sulli se colocó a un lado del Zemini Morgana justo en medio de ambos sirviéndose un vaso con agua.
— Aquí es donde Kaz pidió que nos encontraramos — aseguro la pelirroja mientras le daba un sobró al agua.
— ¿Escucharon?, Hoy está peor — les comento la Sulli en un susurro, era peligroso hablar y que los reconocieran.
— Pero, ¿cómo? — cuestionó el Zemini — dormimos en el piso de ese novato este cuerpo necesita una cama decente.
— Disen que matamos a un guardia — Morgana casi se atraganta con el agua al escuchar a Inej — solo son rumores.
— Tengo muchas preguntas, ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿Quién?, ¿Dónde?, ¿Cuando?...si son muchas preguntas — el Zemini alzo sus hombros y bebió de su vaso de agua, la pelirroja le sonrió débilmente.
— Anoche cuando escaparon del carro, al guardia lo mataron con su arma — contó la Sulli mirando a ambos con severidad, estos rumores solo los pondrían aún más en la mira — la stadwatch está hablando con cada informante que conocen.
— Jamás mataría a alguien con su arma — aseguro el Zemini, incluso parecía ofendido por los rumores — y no sería un buen montaje...¿Han visto a el jefe?.
Morgana negó, lo que había sucedido la noche anterior había sido sin duda algo que les costará aceptar, no había visto a Kaz desde entonces.
— No quiere escuchar preguntas — comento la Sulli.
— No de mi, ni de ti — aseguro el Zemini, se giro para mirar a la pelirroja con un tono acusatorio — pero, tal vez...
— Te equivocas, no lo he visto desde anoche — respondió con rapidez, la sonrisa de Jesper era un poema, pero su rostro se endureció al recordar el tema a tratar.
— ¿Destruir el club cuervo?.
— Te hace pensar que más destruiría — respondió Inej con seriedad. Morgana bajo su mirada, no quería sentir decepción ni dudar de Brekker pero en estos momentos le era difícil.
No podía simplemente acercarse y preguntar, Kaz podría molestarse con ella por intentarlo. Pero tenía curiosidad, quería saber cuánto daño Pekka, le había hecho a Brekker. Los golpeteos de un bastón llamaron la atención de la pelirroja quien cayó en cuanta que se trataba de Kaz, cuando apareció en su campo de visión no pudo evitar no mirarlo, se veía más serio que de costumbre. Detrás de el lo seguían Nina y Wylan ambos eran nuevos miembros del grupo oficialmente.
— ¿Revisaron que no los siguieran? — cuestionó el castaño con seriedad, se sentó junto a Inej y Jesper. Mientras que los nuevos miembros se sentaron junto a la pelirroja quien saludo a Wylan con una pequeña sonrisa.
— Siempre — respondió la ravkana de igual forma, Kaz asintió.
— Uh, ¿Aún sirven desayunos aquí? — escucho a la mortificadora, la mujer tomo el menú y comenzó a darle una mirada.
— Jess, tiene una pregunta que hacerte — hablo la Sulli rompiendo el silencio que se había formado. Kaz miro a su amigo zemini esperando sus preguntas.
— Oye, paso de todo anoche — recordó dándole una mirada a Morgana — supimos que perdimos nuestro hogar — la pelirroja bajo su cabeza, la explosión del club cuervo era algo dolorosa y ponía sentimental a los demás miembros del grupo — y luego tu...lo explotaste para molestar a Pekka Rollins.
— ¿Y?.
— ¿Y matamos a un oficial de la stadwatch con su arma?.
— La stadwatch de la ciudad lleva la misma arma, es la regla — respondió Brekker tratando de calmar a sus amigos — lo hizo Pekka Rollins para contraatacar.
— ¿Quien es Pekka Rollins? — pregunto Nina dejando de mirar el menú — cada vez que lo mencionas tu presión se acelera.
La pelirroja aguanto que una risa saliera de sus labios, Nina era una mujer encantadora sin duda.
— Eso no es de tu incumbencia, mortificadora — hablo Brekker con frialdad.
— Es cierto, pero suelo dar opiniones y ups está es una — hizo una pausa y sonrió — la ira nubla el juicio.
— Pekka Rollins dirige el barril — hablo la pelirroja ganándose la atención de los presentes.
— Hizo su imperio a base de farsas baratas, es una peste no un jefe — atacó Brekker sin querer.
— Lo sé — susurró Morgana, claro que lo sabía. Cuando llegó a Ketterdam tuvo la mala suerte de toparse con ese estafador quien la engaño y debido a eso estuvo a nada de vivir una vida de sufrimiento en una casa de placer en el barril, con suerte escapó y Brekker la ayudó.
— Si lo odias tanto, ¿Por qué no me pides que lo mate? — sugirió la mortificadora — ¿O por qué me contrataste?. Tu francotirador, tu espectro o la linda chica de cabellos rojos podrían eliminarlo, sencillo.
Hubo una pausa silenciosa, la pelirroja miró a Kaz quien se encontraba en un trance, luego reaccionó y miro a los presentes.
— Con matarlo no basta — soltó fríamente. Jesper y Inej se dieron una mirada no les gustaba lo que estaban escuchando — eso no limpiaria nuestros nombres, para eso los necesito para atribuirles todo, ¿Comprenden? — agrego mirando a su equipo.
— Osea que somos los peones de tu venganza personal — atacó la Sulli con seriedad, Morgana la miro de reojo.
— Los cuatro estamos bajo el mismo peligro y si nos atrapan — su mirada viajo hasta Wylan — no te protegeremos — el joven trago saliva ante sus palabras. El castaño miro a la mortificadora con más seriedad, se notaba su poca confianza — y tú irías con Pekka para ir con tu amor. Sin duda con algunas condiciones nefastas.
Jesper tomo la iniciativa queriendo saber el plan. Brekker les explico que para comenzar debían saber sobre sus negocios para tener ventaja, según sus palabras esa información podía ser obtenida de dos formas, siguiendo a su chófer o su contador personal, cada información valía y con eso en manos podia dar inicio a su jugada. Les mostró el lugar donde podían empezar, Morgana abrió la cortina de la ventana a su lado, frente al restaurante donde estaban había un edificio elegante, según palabras de Kaz ahí trabajaba el contador de Pekka solo que no sabía en qué oficina, siguió hablando sobre el plan sin notar que la mortificadora se había levantado y acercado a la barra.
— Está es la misión, parecen una típicas oficinas pero tienen sutiles elementos de seguridad — aseguro el castaño memorizado cada cosa.
— Entonces, ¿Nada a lo que pueda disparar? — pregunto Jesper sonando decepcionado.
— Dispararle a una cerradura para que no sufras — respondió la Sulli con burla. Morgana no pudo evitar dejar escapar una risa contagiosa, incluso Wylan rió.
Kaz la miro por unos segundos y luego apartó su vista tratando de conectarse en el plan.
— Te burlas de mi pero eso te saco de apuros una vez — respondió el Zemini — no te burles, Morgie.
— Lo intentaré — respondió mientras dejaba de reír.
Brekker carraspeó y continuo con su narración especial.
— Ese lugar valora el anonimato, las puertas no están enumeradas, no hay nombres ni letreros. No esperan que los clientes los visiten por eso valoran la discreción. Entonces, Jesper y Wylan seguirán al chófer, Inej harás guardia en el techo — cuando el castaño se giro para mirar a Nina se dio cuenta que se habia puesto de pie y recién volvía a sentarse. Tenía un plato de waffles en su mano y un pedazo de papel en la otra, comió un pedazo de su desayuno ante la atenta mirada de Brekker que comenzaba a cansarse — tu y Morgana irán conmigo para copear los libros. Los disparos llaman la atención, pero una mortificadora...
— Tiene muchas habilidades, si — lo interrumpió mientras sonreía descaradamente — como está, segundo piso a la izquierda penúltima puerta.
Los presentes la miraron atónitos.
— ¿Que? — pregunto Brekker sin comprender que había pasado.
— La oficina de Henry — respondió como si nada — me pasas la jarra.
Inej hizo caso y tomo la jarra de vidrio para entregársela a Nina.
— ¿Cómo lo supiste? — cuestionó la pelirroja con interés.
— Le pregunté a la camarera.
— ¿Y ella como sabe? — la sorpresa en la voz de Jesper era entendible.
— Quienes trabajan en lugares como ese, comen en lugares como este — aseguro mirando a los presentes — y a veces les llevan comida, así que le dije disculpé tengo una entrega y no entiendo la dirección. Taran.
Colocó el papel en la mesa y miro triunfante a Brekker. Inej miro a sus amigos de reojo con una sonrisa en su rostro.
— Me gustaría que te quedarás aquí — hablo Jesper con entusiasmo.
— Se sincero — cuando miro a Kaz su sonrisa se fue — dijiste que vería a Mathias.
Después de la pequeña reunión, todos tuvieron que seguir con los suyo hasta el anochecer que es cuando el plan se llevaría acabo. Morgana corrió hacia el taller de Wylan y se encerró en el para perfeccionar su poder y las cosas que haría si algo llegaba a salir mal, estaría en el frente junto a Kaz y Nina con una gran probabilidad de que una bala le de o roce siquiera. Ketterdam comenzaba a cobrar vida pues la noche estaba llegando, los bares y burdeles del barril iluminaban las calles y los gritos eufóricos de la gente apostando también llenaba el ambiente, Rollins salía de el edificio junto a su contador.
— Al menos aún tiene salud — se burló Henry mientras se colocaba su sombrero listo para partir.
— Limitante a hacer tu trabajo, Henry.
Pekka estaba molesto, debido al pequeño espectáculo de Kaz tenía que reconstruir todo y eso le costaría muchos Kruges.
— Brekker, el chico debió desaparecer tras el asesinato — murmuró para si mismo — Erik, ¿Por qué no los has encontrado?.
— Seguramente están bien escondidos.
— Pero soy dueño del maldito barril, la Stadwatch cubre lo demás. El espectro saldrá la quiero con vida, traigan a Mogens para que se encargué.
— ¿El taxidermista?, Querrá un trofeo.
— Cuando ella vuelva a la casa de fieras lo tendrá — respondió con simpleza — ya le quite el club cuervo, puedo quitarle más empezando por los miembros de su pandilla, tambien a la señorita Tea fue mía desde el principio y la tendré de vuelta junto con todo lo que le pertenece — dijo entre dientes — y si esa rata de barril quiere jugar al jefe, creo que es hora de prestarle la atención debida.
(...)
Morgana subía hacia la azotea del taller de Wylan, durante su confinamiento y preparación pensó mucho las cosas, estaba por preguntarle a Kaz sobre su pasado con Pekka y si tenía suerte el se lo contaría sin más, cuando abrió la puerta hizo un ruido horrible llamando la atención de Brekker quien se giro a mirarla Pero rápidamente volvió su vista a la ciudad.
— ¿Necesitas algo? — pregunto sin voltear a mirarla, colocaba sus dos manos sobre su bastón.
— Quería saber cómo estabas — se acercó un poco pero tampoco para invadir su espacio personal — todo lo que ha pasado es una locura y no dudo que también te sientas mal.
— No tienes que preocuparte por mi — aseguro mirándola de reojo — solo preocúpate por la misión, te necesito con la mente abierta y lista.
Morgana dejo escapar un suspiro, siempre era difícil hablar con el.
— Ya tuve el suficiente tiempo para prepararme antes de subir aquí — menciono mientras se miraba las manos las cuales estaban entrelazadas, siempre hacia eso cuando estaba nerviosa — Kaz...
El castaño se giro a mirarla al notar la seriedad de sus palabras.
— ¿Que sucede?.
— Quiero saber...¿Que sucedio entre Pekka y tú? — se atrevió a preguntar, su voz no sonó nerviosa y tampoco tartamudeo tanto era así su deseo de saberlo.
Brekker la miro durante unos segundos los cuales fueron eternos.
— Tu también — acusó gritándole sin mirarla — te diré lo que le dije a Inej, solo tienes que saber que tengo una razón...eso es todo.
— Entiendo tu silencio — respondió mirándolo — cuando mi secreto eran mis poderes supe que las cosas sería difíciles y sufrí en silencio hasta que Jesper se enteró. No tienes que sufrir solo, puedes contarme.
El castaño volvió a mirarla, sus ojos, sus cejas alzadas mostrando su preocupación. ¿Cómo alguien como ella podía preocuparse por alguien como el?. No merecía nada de eso. Estuvo apunto de gritarle para que lo dejara solo, pero entonces ella lo tomó de su mano enguantada y le dió un apretón, no sintió miedo, ni repulsion a su tacto tal vez gracias al guante de cuero.
— Pekka mato a mi hermano — reveló sintiéndose vulnerable, odiaba sentirse así de nuevo pero si quería que Morgana confiara más en el debía abrirse a ella.
Su rostro se contrajo en una mueca de molestia, podía sentir su cambio de emociones en el aire.
— Y el pagará por eso — respondió apretando aún más la mano en guantada del castaño — lo prometo.
Se quedaron unos minutos en silencio y en ningún momento se soltaron la mano. Era hora del plan así que ambos emprendieron camino hacia el techo del edificio donde se verían con Inej quien los ayudaría a entrar por la ventana. La Sulli ayudó a Brekker a bajar con cuidado y cuando fue el turno de la pelirroja noto su preocupación.
— Descuida, la soga está bien ajustada — aseguro la Sulli.
— Solo no me dejes caer — sonrió mientras se sostenía de la soga.
— Pesas menos que Kaz, no tendré problema — respondió contagiando a la pelirroja de una carcajada. La Sulli hacia un contrapeso con la soga y ayudaba a la ravkana a bajar de apoco.
No fue difícil llegar, la ventana ya estaba abierta y Brekker ya estaba adentro esperándola, este le extendió la mano para ayudarla a bajar y Morgana la aceptó con gusto, el lugar estaba vacío de momento lo que podía ser una ventaja.
— Comienza a buscar en el estante de ahí — ordenó el castaño mientras el rebuscaba en un mueble cerca de la ventana, la pelirroja acato la orden sin problema.
Luego el castaño comenzó su búsqueda nuevamente en el escritorio del contador, el lugar era un desastre y la luz era poca.
— Que linda noche ¿Verdad, Brekker? — El castaño ni se inmutó, Morgana se puso en guardia y se veía más preocupada que su jefe.
Pekka apareció de entre las sombras encendiendo una bombilla de luz, detrás de la puerta principal se podían ver las sombras de dos hombres, estaban en problemas.
— Señorita Tea, siempre los encuentro juntos es una coincidencia muy escandalosa — murmuró en un tono burlón.
— Trabajando hasta tarde por lo visto — hablo Kaz con seriedad.
— Pensé en ir al grano — murmuró quitándose el sombrero y colocándolo sobre el escritorio — no puedes aparecerte en mis clubes y mis burdeles para controlarme así que...¿A donde irías?. Separaré del escritorio
— ¿Por qué?.
— No quiero sangre en los muebles — respondió con simpleza — mi contador me los cobrará y ya me haz echo gastar mucho dinero al volar mi club.
Morgana se mantenía quieta en su lugar, no conocía del todo a Pekka pero sabía que le gustaba trabajar sucio, debía esperar cualquier cosa de el.
— Mi. Club. — respondió Brekker seriamente.
— Mhm, antes de matarte quiero que sepas que contraté a un demente para capturar a tu espectro, perdón. Mi. Espectro. — su voz era demandante — también me aseguraré de llevarme a la señorita Tea conmigo tenemos asuntos pendientes desde hace años después de todo.
La pelirroja tembló en su lugar, ese hombre era un idiota. Un estruendo llamo la atención de ambos y al mirar a la ventana vieron como un hombre fortachon con una máscara subía por la cuerda que habían usado para entrar.
— Inej — susurró la pelirroja, camino hasta la ventana pero la voz de Pekka la detuvo.
— Mejor apartate de la ventana — amenazó, la pelirroja se giro a mirarlo con odio y alzo un poco sus manos.
— Morgana, no. — escucho la voz de Kaz. Casi lo arruina al mostrar sus poderes.
— Hm, prepare el sotano de la casa de fieras con los mejores grilletes que pude comprar — hablo mientras mantenía una sonrisa descarada en su rostro — y le pedí a mi hombre que le pusiera una trampa a tu pistolero.
La pelirroja sintió su respiración entre cortarse, su plan había Sido un fracaso y ahora todos estaban en peligro.
— Te gane, Brekker — Rollins sonrió triunfante — lo único que quedará será mi pequeña araña devuelta a su jaula, voy a dormir bien.
La puerta se abrió y los hombres de Pekka cayeron inconcientes.
— ¿Una mortificadora? — Pekka comenzó a caer al suelo de rodillas, Nina había llegado al rescate.
— Te presento a la nueva integrante de mi banda, dulces sueños.
Un disparo resonó en el pasillo y los hombres de Pekka dejaron de sufrir.
— ¡Nina! — Morgana grito temiendo lo peor, el castaño le hizo una seña para que se cubriera y hizo caso escondiéndose detrás del escritorio junto a Brekker.
— Se acabo, ¡Brekker! — escucho los gritos apresurados de Rollins, sus hombres disparaban a la nada ya que el escritorio los protegía a ambos.
— ¿Que haces? — pregunto la pelirroja al verlo encender una especie de bomba casera.
— Dándoles un pequeño regalo — aseguro lanzandolo hacia atrás — a la ventana.
Ambos lograron salir de ahí ilesos y sin problemas, debían llegar al velo negro para asegurarse de que los demás estuvieran bien. Fue un alivio para Morgana que al llegar a la entrada se toparse a Inej y Nina ambas se veían bien sin mencionar sus heridas, cuando se adentraron más notaron a Jesper y Wylan, la pelirroja corrio hacia su amigo Zemini y lo abrazo con fuerza.
— Parece que a ustedes también los emboscaron — menciono Jesper mientras dejaba de abrazar a la pelirroja.
— Uy fueron tantos que perdí la cuenta — aseguro Nina soltando un quejido.
— Tengo lo que necesitaba — hablo Brekker mientras caminaba y los demás lo seguían — y las bombas de Wylan hicieron el resto.
Llegaron a la entrada de una tumba, un poco tenebroso para gusto de los demás.
— Llévala adentro — sugirió Kaz hacia Nina quien ayudaba a Inej a caminar. Morgana le dió una severa mirada a así jefe antes de entrar a ayudarlas.
Morgana hizo lo que pudo par ayudar a la mortificadora con las heridas de Inej y al final solo pudieron limpiarlas y vengarlas, dándose cuenta de que no eran muy buenas curando.
Inej comenzó a hablar sobre los descuidos de Kaz y como casi mueren esa noche pero la pelirroja estaba perdida en sus pensamientos nuevamente.
¿Hasta donde llegaría para cumplir su venganza?.
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