En cuanto el agua entró en contacto con ambos chicos, su piel fue cambiando de color transformándose en escamas, se sumergieron y comenzaron a nadar hasta la isola del mare.

Claramente después de tantos años había cambiado un poco, cada verano Luca, Giulia y Alberto iban allí solo para divertirse, todas las cosas que Alberto había coleccionado poco a poco fueron desechadas, pues la gran mayoría eran basura.

Formaron una especie de casa club o "escondite", ahora la torre era totalmente habitable, cierto, no había muebles más que una pequeña mesa con cuatro sillas, la cuál utilizaban para jugar juegos de mesa, y un par de estantes de madera, donde Giulia y Luca tenían una no tan grande pero tampoco muy pequeña biblioteca, con una gran variedad de libros, no solo de astronomía sinó de otros temas en general, el lugar estaba limpio e incluso había una encimera un un ricon donde podían preparar algunas cosas para comer....

Luca y Alberto comenzaron a mirar al rededor, realmente era un lugar cómodo, estos dos días iban a ser muy agradables, solamente ellos dos, sin nadie más.

Un par de minutos después, acomodaron las cosas que Alberto había llevado previamente, no eran muchas, solamente unas mantas y un par de almohadas para poder dormir sobre el suelo, algunas cosas para comer ese día y un poco de ropa para cambiarse.

-¿Crees que el piso sea cómodo? -( Preguntó Alberto)

-Pues.... Sí, dormiremos sobre las mantas así que eso debería ayudar a qué no sea tan incómodo -(Mencionó Luca mientras terminaba de acomodar las almohadas)

-No me refería a eso -( Alberto se acercó hasta él abrazándolo por su espalda y comenzando a depositar unos pequeños besos sobre su cuello)

-Entonces a que te referías? -(el menor respondió disfrutando de los besos de Alberto)

-A que crees pececito?

Luca soltó un gemido al sentir como Alberto mordía suavemente su cuello.
El mayor lo giró recostandolo sobre las mantas para luego posicionarse encima de él inmovilizadolo, Luca lo miró con una sonrisa...

Tiempo después...

Ambos soltaron un último gemido antes de quedar rendidos sobre las mantas...

Sus respiraciones se controlaron, Luca se colocó sobre el pecho de Alberto, lo miró a los ojos mientras ambos se dedicaban una enorme sonrisa.

-Entonces.... El suelo es lo suficientemente cómodo como para volver a hacer el amor? -(El chico castaño preguntó)

Alberto acarició suavemente su cabello soltando una ligera risita...

-Lo admito, es lo suficientemente cómodo, y.... Me gustaría volver a repetirlo pero.... Necesitamos conseguir algunas cosas para la cena de hoy y el desayuno de mañana, así que tengo que regresar a Portorosso para comprarlas

Luca soltó un suspiro, posiblemente por frustración? tal vez?.....
Desvió su mirada haciendo una tierna mueca con su boca, un par de segundos después volvió a mirar a su marido.

-Uvas...

-¿Que?-( Preguntó Alberto levantando una ceja extrañado)

-Uvas, tengo un gran antojo de uvas dulces, ya sabes, como las que cosechamos en el jardín de Giulia, ¿Cres que puedas conseguir algunas?

Alberto lo miró por un instante antes de darle una sonrisa...

-Para ti, lo que sea -( Mencionó acariciando su mejilla)

Luca le dió una sonrisa antes de besarlo, Alberto correspondió...

Cuando se separaron, el mayor se levantó, tomó su ropa y se vistió de nuevo...

-Vuelvo más tarde amore -(Se inclinó hasta él para besarlo)

-Claro -( le dió una sonrisa para luego besar sus labios)- Te amo

-Y yo a ti

Se levantó del suelo para salir de la torre y dirigirse hacia el pueblo.