Luca se tranquilizó, claramente estaba aterrado, pero, sabía que Giulia tenía razón, debía de haber una explicación por la cual había logrado embarazarse...

Había salido de la casa Marcovaldo desde hace aproximadamente unos 15 minutos, estaba llegando a la casa donde actualmente se estaba quedando con su esposo, tenían un par de semanas de vuelta en Portorosso, solamente estaban de vacaciones, pues la joven pareja se había mudado a Genova después de haberse casado.

Luca entró a la casa, aún seguía incrédulo, era difícil asimilarlo, se sentó en una silla frente al comedor y permaneció inmóvil...

-¿Como fue posible esto? -(Susurró)

Pronto escuchó como alguien abrió la puerta principal.

-¡Amore estoy de vuelta!

Era la voz de  Alberto, la puerta se cerró y el Chico de tez morena entró a la cocina encontrándose con su esposo en el comedor.

-Hola -( Saludó)

- E-eyy.... -(Mencionó Luca un tanto nervioso)

Alberto se acercó a él, pasó sus brazos por sus hombros y lo abrazó cariñosamente dándole un beso en la mejilla.

-¿Cómo estuvo tu día? Volviste a sentirte mal?

-Amm.. No, y-ya me siento mucho mejor

-Seguro?, Porque si no es así, podemos ir con un médico para saber que es lo que tienes

-¡NO! -( Luca gritó repentinamente)

Alberto levantó una ceja mirándolo un tanto extraño, su esposo se giró hacía él, estaba sumamente nervioso.

-No es necesario -( Le dió una sonrisa forzada)

Alberto siguió mirándolo extrañado, Luca se levantó de la silla alejándose un poco de él.

-¿Seguro que estás bien? Te noto.... Un tanto nervioso y extraño, acaso ocurrió algo que deba saber?

-Amm.. ¡No!, no, todo... Todo está más que bien -(volvió a sonreír)

-Okeyyy entonces.... supongo que no debería preocuparme por ello?

Luca río nervioso...

-Queeee... ¡Pero por supuesto que no!, todo está más que bien

Luca cruzó sus brazos a la altura de su pecho mientras inflaba sus mejillas como si estuviese conteniendo el aire, Alberto siguió mirándolo, definitivamente su esposo estaba actuando extraño.

-Aahhh bien, ajá... entonces... Quería preguntarte, te gustaría un poco de pasta para cenar?

-¿Que si me gustaría?, Eso definitivamente me encantaría -(Volvió a sonreír nervioso)

-Muy bien, entonces iré a comprar lo que necesitamos

Se acercó a Luca dándole un beso en la frente...

-Vuelvo en unos minutos

Luca asintió, Alberto lo tomó de la barbilla y le dió un pequeño beso en los labios.

-Te amo

- Y yo a ti

Ambos se dedicaron una linda sonrisa, Alberto salió de la cocina y seguido salió por la puerta principal, El chico de tez blanca soltó un suspiro bajando su mirada hacía su abdomen.

45 Minutos después....

Alberto regresó con un par de bolsas de compras, las colocó en la mesa de la cocina y empezó a sacar las cosas que venían dentro.

Después de unos minutos comenzó a preparar la cena para él y su esposo,
puso la pasta en agua hirviendo para luego tomar el cuchillo, estaba a punto de rebanar algunos ingredientes extras, cuando de un momento a otro escuchó como su esposo estaba vomitando nuevamente.

Alberto se dirigió hasta el baño, tocó suavemente la puerta esperando una respuesta, y al no recibirla, este solamente optó por abrir la puerta.

-Luca estás bien? -(Preguntó preocupado mientras se inclinaba hacía él)

-S-si solo... Ughh*... Son un poco de náuseas, eso es todo

Alberto suspiró...

-Amor, llevas semanas así, ¿En verdad no quieres que vallamos al médico?

-¡No! Ya te lo dije, estoy bien Ughh* - (colocó una mano sobre su estómago)

Alberto volvió a suspirar, lo ayudó a levantarse, lo llevó hasta su habitación y lo sentó sobre la cama.

No dijo una sola palabra, Luca lo miró mientras Alberto acomodaba las sábanas para que estuviera más cómodo.

-Alberto...

Giró su mirada hacía Luca.*

-En verdad.... Estoy bien -(Sonrió delicadamente)

Alberto suspiró, se acercó un poco más a él, tomó con una de sus manos su mejilla y la acarició.

-Necesitas descansar -(Mencionó suavemente)- Te traeré la cena a la cama

Le dió una sonrisa, seguido se alejó de él en dirección hacía la puerta y salió de la habitación.

Luca se dejó caer sobre la almohada, observó el techo por un instante, colocó sus manos sobre su pancita y la acarició de forma suave.

-Una explicación... Solo necesito una explicación.