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Único
Jungkook se apresuró en volver a su habitación, sin siquiera decir nada a nadie en cuanto llegó.
Comenzó a desnudarse, y en lo que mientras lo hacia buscaba con la mirada su pijama. Se detuvo en cuanto sintió el tacto de la seda en su piel.
Estaba temblando. Los últimos minutos los había pasado tratando de contener su enojó, la cancelación del partido lo tenía frustrado. No iba a poder dormir durante un largo rato.
Arrastrando la sudadera, se dirigió a la ventana que daba al patio; en donde se encontraba una cancha de fútbol.
Abrió la ventana y asomó la cabeza junto a la parte de su torso. La noche era sorprendentemente tibia y tranquila. La ciudad poco a poco se silenciaba; y unas cuantas casas aún se veía luz haciéndose saber que todavía algunos se encontraban despiertos.
Antes de llegar a su casa, había estado con Taehyung hablando de los últimos acontecimientos, y al igual que él; se encontraba indignado por la cancelación del torneó.
Habían entrenado por un mes para un partido amistoso, el cual habían cancelado, y ni siquiera habían dado una justificación por la falta; simplemente no se hacia y punto.
Suspiró molestó.
Miró el buró. Allí habían unas píldoras para dormir que su madre le había entregado.
No. No iba a tomar ninguna estúpida pastilla.
Sacudió la camisa del pijama e iba a pasar la mano por la abertura de sus brazos, cuando miró hacia la derecha. Fijó su mirada en el horizonte de esa dirección.
A unas calles estaba el edificio donde vivía Jennie, desdé esa distancia no podía distinguir el departamento, pero sabía perfectamente donde se encontraba y como era exteriormente; hasta interiormente.
Estaba en medio de la oscuridad de su cuarto, a penas alcanzado por las luces exteriores de la calle.
Jungkook bajó el brazo, la camisa quedó colgada en su brazo izquierdo; quedando lo demás colgado en su espalda. Aún continuaba viendo hacia la dirección del departamento de Kim, como si de un momento a otro el edificio se alzase y finamente lo pudiese ver. Más dejó su observación y se volvió para luego colocarse la prenda lentamente.
Sintió la fría seda rozar su cuerpo desnudó. Se la abotonó hasta la cintura y entró rápidamente a su habitación, cuando se aproximó a su cama todo aquello relacionado con el partido había desaparecido de sus pensamientos. Consternado, se encontró pensando en Jennie.
Jennie.
Jennie Kim.
Su nombre repiqueteo en su cerebro y despertó el recuerdo de su cuerpo.
Pasó una hora, y seguía despierto. La casa de la chica no estaba muy lejos, de hecho; ahora que lo pensaba y analizaba, estaba cerca.
Ella dormía pacíficamente en su cama y él no podía ni pestañear. Y ahora, pensaba que conseguirla sería como aliviar la sed de uno de sus partidos extenuantes.
Pero pasar un tiempo con ella fue como tomar alguna droga. La deseaba más que nunca. No habían pasado más de dos días desde que él había dormido con ella.
Sí, dos días; hacia dos días se había envuelto por la increíble seducción de esa muchacha que con su simple inocencia lo había provocado a tal grado de no contener sus deseos hacia ella.
Solo habían ido a hacer un trabajó de investigación a su casa, pero después de un rato él la estaba besando con una pasión desenfrenada. Al separarse, ella lo miró sonrojada y exaltada a la vez.
Nuevamente la besó despertando aquella necesidad animal que mantenía oculta. Jennie ante la cercanía del joven término por ceder por el deseó de ambos.
Jungkook sintió como su corazón se aceleraba al igual que su respiración al recordar la primera vez de su relación física. La castaña tenía un cuerpo exquisito, su piel era blanca y suave al primer contacto; su cintura fina y delgada seguida de sus redondeadas caderas.
Sus pechos eran del tamaño perfecto, lo suficiente para que le cupieran en la boca. Y su trasero, redondo y firme; acompañado de sus esbeltas piernas.
Sonrió al recordar como es que esas suaves piernas terminaron alrededor de su cadera.
Él tenía diecinueve años, pero ya había estado anteriormente con chicas. Más nunca como Jennie. Nunca había tenido sexo con una virgen, y ella lo había sido hasta el momento en que él mismo entró en su cálido interior.
Se había sentido tan posesivo al pensar que había sido el primero en la vida de la chica, además de que la castaña lo había decidido, ella siempre mantuvo su sonrisa en todo momento y le pidió; casi rogándole, que continuará y que por nada del mundo se detuviera.
Jamás olvidaría el rostro de Jennie cuando tuvo su primer orgasmo, cada gestó y gemido lo tenía perfectamente guardado en su memoria.
Suspiro.
Se recostó de espaldas sobre el colchón y con la diestra acarició la superficie.
Rememoro sus palabras antes de que se despidiera esa noche de él.
« Jungkook-ah, fue mi decisión y voluntad. No es un compromiso ni obligación para nadie. »
Al día siguiente ella lo saludó normal como si nada hubiese pasado. Sin embargó, por el brillo que destellaban sus oscuros ojos sabía que ella lo recordaba, y perfectamente.
Quiso hablar con ella esa misma tarde, pero debido a la cercanía del supuesto partido lo dejó pasar.
Y hoy, estuvo dispuesto ha hablar nuevamente con la mayor, pero tampoco lo pudo hacer. Jennie se había ido enseguida al finalizar las clases esa tarde, y él; se marchó con frustración a la cancha.
Miró el reloj despertador sobre el buró. Las manecillas parecían congeladas, como si él tiempo no hubiese pasado.
Aún faltaban diez minutos para la medianoche, se había quedado una hora despierto rememorando lo sucedido hace dos días atrás.
El molestó tintineo no lo dejaba en paz. Sus deseos aumentaban y podía sentir ese mismo calor de esa tarde.
Se mordió la parte interna de la mejilla, aún así el dolor que sintió no sirvió de nada.
-¡Demonios!
Se des hizo de las mantas, volvió a vestirse y salió silenciosamente de su cuarto.
Regresó segundos después, para abrir el cajón del escritorio y guardar algo en su casaca.
Con sumo cuidado fue hasta la puerta principal y salió.
Una vez en la calle, caminó apresurado.
Sabía perfectamente a donde se dirigiría y que era lo que iba a hacer, ya lo tenía decidido.
🌒
Después de caminar varías cuadras, finalmente se detuvo frente al pequeño edificio.
Subió las escaleras y camino con paso seguro. Ya no había marcha atrás.
407
-¡Voy! .-se escuchó desde el interior. La puerta se abrió dejando ver a una sonriente Jennie, quien rápidamente cambió su expresión a una de sorpresa y confusión.-J-jungkook... ¿Q-qué haces aquí? .-en su voz se notaba el nerviosismo.
-Perdonadme, Noona.-entró al recibidor junto a ella y tomándola por sorpresa, la besó haciendo que se sobresaltara.
A la castaña le costo llevar el ritmo al principió, luego se relajó y rodeó el cuello del chico profundizando el besó.
El pelirrojo la cogió entre sus fuertes brazos obligándola a que enredará sus largas piernas en su cadera.
Mientras sus bodas seguían unidas, caminó a ciegas por el departamento hasta llegar a la habitación de la fémina.
Ambos cayeron al mullido colchón. Jenabe soltó un suspiró agudo cuando el menor llevó sus labios hasta su fino cuello.
Jungkook levantó la vista manteniéndola en los oscuros ojos de la chica. Le acarició la mejilla sintiendo como ella temblaba bajó él.
Jennie llevaba puesto un camisón casi transparente, cortó que dejaba mucho que imaginar, haciéndola lucir más hermosa de lo que ya era, él se apoyó en un brazo mientras con el otro le subía la parte inferior del camisón hasta la cintura. Sólo traía una diminuta braga con encaje de color negro.
En ese lapso, la mayor no dijo nada. Se le quedó mirando fijamente como si no pudiera apartar la mirada del pelirrojo. Observó como se desnudaba ante ella, dejando a la vista su buen y trabajado cuerpo, - resultado de todos los duros entrenamientos -.
-No podía dormir pensando en ti.-dijo aspirando el perfume de la piel femenina.-Te deseó tanto, que esto me está matando. No tendría que haber venido a molestarte, pero no puedo soportarlo. Te necesitó.
Jennie le levantó el rostro para poder besarlo. Cogió el labio inferior del muchacho ente sus dientes y lo mordisqueó suavemente.
-Creó que has pensado un largo momento.
Jungkook lamió la ropa que cubría su pechoy, de repente, odió aquélla pendra. Así que, con un rápido movimiento introdujo una mano y se la quitó.
Bajando igualmente está, para después; de una sola vez deslizar la prenda íntima lejos de ella. Quedando totalmente expuesta ante él.
Tomó con su boca el pecho y lo chupó, mientras Jennie le rodeaba la cabeza con las manos apretándolo contra su piel. Jugueteó con el erecto pezón haciendo que ella se arqueara, deslizó una mano hacia su casera para llegar a la unión de ambos cuerpos.
-Abréte.-dijo con voz ronca.-Abréte para mí. Más, más.-Jungkook incrustó un dedo en la feminidad, luego dos, hasta un tercero.
-Jungkook.-gimió necesitada.
-No, todavía no.
El chico descendió hasta que sus labios presionaron contra el nido de humedad donde antes habían estado jugando sus dedos. Ella por instinto, intento cerrar las piernas; más las manos de Jeon en casa rodilla se lo impidieron rotundamente.
Jennie incrustó sus uñas en los hombros de él, sin embargó, éste besó la parte mas sensible de su cuerpo.
-No.-sentenció agitado y ronco.-Abre más las piernas.-la urgió a que separará los muslos y volvió a besarla. Su lengua fluctuó en ella y entonces sintió que intentaba cerrar nuevamente las piernas.-Relajate. Así.-le acarició la pierna izquierda con dulzura.-Siente lo que estoy haciendo. Eso es lo que deseó.
Jennie estaba tan excitada que empezó a dar sacudidas respondiendo a sus caricias. Jungkook río.
-Me gusta que me obedezcas.
Segundos después se arrepintió de haberlo dicho, porque la mayor se arqueó, alargó la mano y le cogió el miembro a través de la tela. Jungkook estuvo apuntó de gritar cuando sintió que ella lo apretaba.
Lo atacó otra vez, y fue suficiente para que él la presionará contra el colchón y la cubriera con su musculoso cuerpo.
Aún mantenía puesto su bóxer puesto, por lo que pudo sentir las afiladas uñas ser clavabas en su espalda en señal de protesta.
-El bóxer.-dijo entre dientes.
Mientras él le separaba las piernas, ella le quitó la molesta y última prenda, pero antes de comenzar con lo próximo; Jungkook se agachó y recogió su chámara - del bolsillo sacó una caja con preservativos -.
Jennie se sonrojó hasta la raíz ver la cantidad de estos, en vez de sólo uno.
Al verle aquélla expresión, Jungkook sonrió y dijo:
-Ésta noche, vamos a necesitar más de uno. Tener lo por seguro.
La fémina nuevamente se sonrojó ante sus palabras. Suspiró al darse cuenta de lo boba que de miraba.
-Jennie.-la llamó colocándole una palma en la mejilla.-Ésta noche será larga, y la recordadas por el resto de tu vida.
Una vez listo se introdujo en la calidez de su interior y luego se apartó para entrar de nueva cuenta.
Jennie exhaló un profundo suspiro que provocó que sus músculos se contrajeran. Jungkook se volvió loco.
Volvió a penetrarla moviéndose de una manera que monstrosa y rápida, ella desesperadamente buscó los dulces labios del menor gimiendo en estos.
Rodeó la cadera del pelirrojo y le ayudó moviendo ella también la pelvis. Ambos gruñieron ante la fricción y las embestidas se hicieron más profundas y salvajes.
En sus gemidos podía escuchar claramente su nombre, provocando en él una excitación aún mayor.
Llevó su boca hacía un seno tomándolo ahí mismo y tirando de él; estos eran perfectos, suaves y firmes.
En esos momentos sólo podía pensar en una sola cosa.
« Que Jennie Kim le pertenecía y nadie más podía tocarla; sólo y únicamente él podía disfrutarla y tenerla entre sus brazos. »
Incrédulo, escuchó una petición.
-M-más rápido.
-Joder.
Como respuesta la tomó fuertemente de las caderas y la penetró profundamente.
Jennie tembló un poco rasguñandole y haciendo marcas en la ancha espalda. Jungkook pudo sentir como el interior se contraía y sin detenerse le habló.
-Grita para mí, Noona. Grita. Necesitó oírlo de tus labios.-se retiró y entró penetrándola profundo dejándola sin aliento.
Llegaron al mismo tiempo escondiendo un furioso y profundo gemido en sus bocas. Al separarse se miraron a los ojos un instante, para después caer rendido encima de ella intentando recuperar un poco la conciencia y que lo trajera a la realidad. Esta última tardó bastante en llegar.
Hundió su rostro en el castaño caballo recuperando el aliento. Sintió caricias en su nuca y sonrió acomodándose, colocándose a su costado.
Jennie lo miraba con ojitos brillantes, con suma tranquilidad e inocencia.
Se sintió una basura un momento.
En el pasado había seducido a mujeres, pero sólo había sentido una satisfacción momentánea.
Todo lo contrario con quien tenía en frente.
Quizás había sido por compartir clases juntos, tener gustos similares, O... Sencillamente; lo más probable, es que después de compartir la cama su maldito recuerdo lo torturaba día y noche.
En pocas palabras. Jennie Kim lo había convertido en un loco pervertido.
La abrazó por la cintura a pegándola a su cuerpo. Inconscientemente le sonrió y le dio un beso en la frente.
-Deseaba que vinieras a mí.-le dijo ella con vergüenza.-Lo deseaba tanto, pero me daba miedo decírtelo; por ello de estaba evitando. Por un lado estoy contenta y por el otro confundida.
-No eres la única que pensaba en ello. En estos dos días, nunca abandonasteis mi cabeza. Durante el examen de laboratorio escribí tu nombre en vez del mío.
La chica soltó una risilla junto con un leve rubor en sus mejillas.
-Jennie.-la llamó obligándola a que lo mirase.-Escucha atentamente esto Jennie Kim, porque sólo lo diré una vez.-ella se extraño, aún así asintió. Acercó su rostro al contrario y mirándola fijo dijo.-Te amo.
Jennie iba a contestar, sin embargó, no le dio tiempo; ya que él rompió la separación entre ambos besándola de forma dulce y profunda.
Cuando se separó, ella estaba suavemente ruborizada y le sonreía de manera tierna. Movió la cabeza en señal de comprensión y, fue ella ahora quién se acercó y lo besó correspondiendo los sentimientos del chico.
Jeon sonrió entremedio, pero algo cambió. Jennie se colocó sobre él y comenzó a moverse sobre el su miembro haciendo que éste despertará rápidamente.
-Dios. Jennie, no... .-se quedó mudó al ver que ella misma rompía un envoltorio de la protección y se lo colocaba en su amigo con suavidad.-Joder, quieta.
-Tú mismo dijiste que ibas a necesitar más de uno esta noche. Ahora no te quejes.
-Madre mía.
🍃🌺🍃
Momo 🍑💞
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