002

⋆✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆✰ ⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆

002. Ser la mejor

No había nada mejor que la adrenalina de correr un auto de fórmula uno, nada.

Para ella correr era un escape de toda la realidad de su vida, de el desastre que la rodeaba.

De lo jodida que estaba, no era capaz de mantener una relación estable con nada ni nadie más que su auto.

Su madre siempre había dicho que estaba destinada para cosas grandes y por eso algún día serie campeona del mundo.

Esa era la verdadera razón por la que no podría retirarse, cuando fuera campeona del mundo lo consideraría, hasta entonces no era discutible.

—¡Excelente práctica!— Christian—¿cómo sientes el auto?

—Inestable— dijo directo al punto— en las curvas altas la parte trasera se siente inestable y eso causa sobreviraje.

Mar se había asegurado de aprender con los años todo sobre los autos, era muy divertida y le gustaba vivir la vida loca según sus amigos, pero en realidad la mayoría de su tiempo libre mientras crecía se la pasaba aprendiendo con los ingenieros o entre algún libro.

Debía ser la mejor, ese era su plan de vida.

Horner maldijo—No es nada que evitara que haga mi trabajo pero hay que trabajarlo.

Red Bull para ella no era donde ganaría un campeonato, no podría nunca como segundo piloto, pero eran los que le habían dado las oportunidades siempre y no se había ido porque sentía que tenía cosas por cumplir en el equipo todavía.

Tenía récords importantes, no solo era la primera mujer en hacer un podio, era la más joven de la historia, si había superado a Max por algunos 100 días en su momento, cuando las reglas lo permitían.

También era la piloto más joven en hacer puntos, por lo que estaba muy claro que Marina Gálvez era de las mejores pilotos de su tiempo.

Soltó su pelo por fin, mantenía todo en una trenza que no salía de su casco—¿Max?

—Creo que está discutiendo con su padre por ahí— informó Nadia, su ingeniera de carrera, uno de sus requisitos es que quería a una mujer.

No le importaba que le habían dicho, tienes que tener al mejor sea hombre o mujer, quería lo mejor y sería mujer y punto.

En efecto Nadia era mejor que cualquier hombre con el que había trabajado.

Paso a ducharse y cambiarse queriendo evitar todo lo que estaba pasando fuera, eran días de prácticas y todo el mundo quería o demostrar que su monoplaza estaba perfecto o fingir que estaba jodido, esas estrategias le parecían estúpidas.

(...)

Noah y Gian reían del otro lado del teléfono— Les dije a todos que eres la mejor piloto del mundo— informó la menor de seis años.

—Lo es— continuó Gian de trece años.

Sus padres la habían tenido joven, muy joven, a los diecinueve y luego de eso decidieron ir por el segundo cuando Mar tenía doce años.

No querían más y de la nada llegó Noah, cuando sus padres tenían treinta y ocho. Meses después llegó el cancer también.

—Todavía no soy la mejor— les guiño un ojo— en unos días paso a visitar— aviso haciendo que la menor corriera donde su padre a contarle—¿cómo estás mi sol?

Su madre decía que Mar era su luna, Gian su sol y Noah su estrella.

Cosa que había seguido con sus hermanos, era una forma de recordarles a su madre, ya que Noah no la recordaba para nada y Gian muy poco.

—Estoy bien— sonrió—¿cómo estás tú?

—Cuando os veo estoy inmediatamente mejor—era totalmente cierto—¿cómo va la escuela?

La respuesta fue puro silencio, lo que hizo que la chica se sentara en la cama mirando fijamente a su hermano por la cámara—¿qué sucede?

—No es nada— le restó importancia.

—Gianluca— reto utilizando su nombre completo.

—Unos chicos molestos—comenzó a explicar— me molestan por ser tu hermano, dicen que correr es para hombres y que solo estás ahí para cumplir "la cuota feminista"

No era la primera, ni sería la última vez que escuchaba algo así—Son unos tontos—respondió.

—es cierto— rio feliz— papá dijo que no les haga caso.

—papá tiene razón, ¿qué te parece si invitas a dos amigos al gran premio de España?— ideó, haciendo que su hermano la mirara emocionado.

—¿Puedo?

—Llévale el teléfono a papá, hablaré con él.

Lorenzo Gálvez tomó el teléfono sonriendo al ver a su hija—cariño— saludo—¿cómo estás?

—estoy bien papá, en una sola pieza— lo tranquilizo—quiero invitar a Gian y unos amigos a...

Su padre quitó la video llamada para colocarse el teléfono en el oído y Mar suspiró, digamos que odiaba la idea de llevar a sus otros hijos a las carreras.

—Marina— regañó de inmediato— hemos hablado de esto.

—Papá le están haciendo bullying en el colegio— reclamó— y si eso no hace que lo dejen de molestar por lo menos lo hará feliz, ya es mayor.

—Tiene trece años.

—A los trece años yo viaja sola por el mundo haciendo karting— le recordó— y en este caso estaría conmigo, le pediré a Geri que los vigile y si quieres envía a la niñera también.

Su padre suspiró—Odio esto, lo sabes.

—lo sé papá, pero así también podré verlo— básicamente suplicaba.

—Lo pensaré, no prometo nada— fueron sus palabras.

Al terminar la llamada, se escribió con Austin un poco, estaba aburrida y su idea de fingir que estaban juntos se fue por la basura cuando este le dijo que estaba hablando con alguien más, habían decidido mantenerse como amigos.

—Buenas noches— gritó Lando entrando a su habitación.

—¿Por qué te di una llave?

—Por qué me amas, ¿qué haces?

—Pensaba ver una película o salir a cenar al hotel.

—Idea, te arreglas, yo también y bajamos a cenar.

—Aveces juro que eres como mi mejor amigo gay y luego recuerdo que tienes una vida sexual muy viva con mujeres.

—Me retiraré de esa vida— confesó— quiero algo más.

—pudiste haberlo tenido— le recordó a su ex novia.

—Si, la cague— bufo recordándolo— pero no era el amor de mi vida.

—Eso no existe Norris, y si existe no vale la pena encontrarlo, la gente se va.

Lando la miro, no era la primera vez que escuchaba a Mar decir ese tipo de cosas, eran muy cercanos, diría que de la parrilla, aparte de Max y Daniel, la otra persona con quien más hablaba era Lando.

—Por esa frase depresiva necesitas salir de aquí.

(...)

Mar gemía mientras aquel castaño besaba su cuello, listo para tomar su boca con una ganas guardadas increíbles.

—¿por qué no saliste a cenar conmigo?

—no me lo pediste— respondió quitándose el vestido y lanzándose a la cama, lista para que él le hiciera todo lo que quisiera.

—mañana vas a cenar conmigo—murmuró en su oído.

—¿porque no me follas y ya?— se quejó.

El chico se desnudó, besando cada parte del cuerpo de Mar, deteniéndose en su estómago—eres hermosa—murmuró para descender hacia aquel punto sensible y atacarlo con su boca causando que la chica gimiera colocando sus manos en aquella cabellera.

—Daniel— gimió.

Si, mar y daniel eran amigos con derechos, desde hace como tres años, únicamente cuando el chico estaba soltero que gracias a Dios una vez más lo estaba.

Se entendían, era solo sexo y amistad, follaban, reían, hacían chistes y cada uno dormía en su cama.

Nunca había sido complicado y así le gustaba a Mar— estás pensando mucho— gruño el chico entrando en ella sin avisar— relájate.

—relájame— atacó, él colocó sus manos en los pezones de la chica, apretándolos y causando que esta apretara la espalda del chico.

Daniel sabía que le gustaba, así que siempre era fácil llevarla a la gloria.

(...)

SOCIAL MEDIA

maremoto dinner ready

liked by 684,728 people
283,570 comments

maxvertsappen1 marrrr quiero ir a cenar también

lando mi date
 
danielricciardo queen

usuario156 seguro se acuesta con todos

evaduboux la reina del paddock

usuario716 se acuesta con todos seguro

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top