REENCONTRAR

CAPÍTULO VEINTINUEVE

Reencontrar,

Cinco años más tarde.

Ran miró a su hermano quien salía del salón, su nuevo corte de cabello le quedaba extrañamente bien, aunque no era de extrañar, su hermano era realmente apuesto, no más que él, pero lo era.
Ambos subieron al vehículo que era conducido por el chófer contratado de la organización creciente, cada uno se encontraba en su mundo, mirando por la ventana mientras pensaban probablemente en los asuntos del grupo.

— Sanzu nos pidió reunirnos en donde siempre. — Ran sacó un cigarrillo, tomándolo entre sus labios para después encenderlo. — Conduce hasta allá.

— Sí, señor.

Rindo rodó sus ojos, Ran solo sonrió, de cierta manera percibía a su hermano menor aún más amargo que antes, aunque no era de sorprender, desde que aquella chica de cabellos castaños se había marchado, Rindo simplemente se había vuelto un aburrido.
Él por su parte buscó felicidad en alguna otra cosa, no en mujeres o sexo, simplemente le bastaba con encender un cigarro y fumarlo o ir a buscar topos junto a Sanzu.

Rindo por otro lado, solamente seguía a su hermano mayor, estaba acostumbrado a estar a su lado, y no le molestaba hacerlo, pero desde que la chica que amó durante su adolescencia se marchó, no pudo volver a sentir algo tan fuerte por ninguna mujer, ya fuese en una relación o durante el sexo.
Ran en más de una ocasión intentó hablar con él sobre el tema, pero simplemente el hermano menor lo esquivaba, Ran estaba seguro de que su querido hermano de cabellos largos había generado alguna especie de dependencia por esa mujer, de quien no sabían nada hacía cuatro años, y no era difícil de comprender, a veces se encontraba a sí mismo también mirando a la nada, pensando en los felices momento que compartió con la castaña antes de que esta se marchara del país, dejando a dos jóvenes con sus corazones destrozados.

Rindo soltó un largo suspiro. Sus ojos miraban la calle sin expresión alguna, cualquiera pensaría que era solo un depresivo más, aunque no fuese así, pero al ver a una mujer familiar para él, sus ojos no pudieron evitar abrirse con sorpresa. ¿Estaba realmente pasando?

— ¡Detén el auto! — El chófer se detuvo de golpe. Ran miró a su hermano confundido, y su confusión aumentó al ver al chico bajar del vehículo y correr hacia atrás.

Ran decidió bajar también, siguiendo a su hermano hasta verlo alcanzar a una mujer y tomar su brazo. El cigarrillo entre sus labios cayó al suelo al reconocer aquel rostro también, y sus pies le arrastraron rápidamente hasta ellos dos, llamando su atención.

— Tetsu. — La chica miró a ambos hombres con su ceño fruncido, apartando de un manotazo la mano de su hermano.

— ¿Quiénes son ustedes y qué quieren? — Rindo frunció su ceño, tomando el mentón de la chica para que le mirara a los ojos.

— ¿No me recuerdas? — La castaña de ahora cabellos cortos se alejó un par de pasos.

— No sé quiénes son ustedes. — Rindo se quitó los cabellos del rostro.

— Soy yo, Rindo... Rindo Haitani. — Luchó el chico por ser recordado. Los ojos de la mujer se abrieron con sorpresa, sin poder creerlo.

— ¿Rindo...? — Tetsu giró su rostro hacia el otro hermano. — ¿Ran?

— Soy yo. — Aseguró el mayor.

— Dios mío, no los reconocí. — La chica se abalanzó hacia Rindo, abrazándolo con fuerza. — Ha pasado muchísimo tiempo.

— Cinco años ¿No? — Rindo se alejó, Ran aprovechó para girar a la chica y rodearle con sus brazos en un correspondido abrazo.

Aún no podían creer lo que sus ojos veían, realmente tenían a la castaña frente a ellos, la estaban tocando y escuchando, pero era como si simplemente no fuese real.

— Después de perder el contacto con ustedes creí que jamás volvería a verlos. — La chica se apartó, mirando a ambos hermanos con una pequeña sonrisa. — ¿Cómo han estado?

— ¿No prefieres hablar en un sitio más privado? — Rindo señaló a toda la gente que caminaba por allí, Tetsu asintió. — Ven, sígueme.

El chico estiró su mano, la cual Yamagawa tomó y comenzó a caminar con ellos hasta el vehículo. La castaña se sorprendió admirando por unos segundos el lujoso automóvil, después subió, sentándose en el centro, con un hermano a cada lado, como en los viejos tiempos.

— ¿Qué ha sido de sus vidas? — La menor señaló el auto. — Ni siquiera ahorrando todo un año podría conseguir esto.

— Bueno... Es complicado. — Ran rio, sacando otro cigarrillo, el cual pretendía encender.

— ¿Fumas? — El hermano mayor detuvo su acción, apagando el fuego del encendedor.

— Lo hago... ¿Te incomoda? — Yamagawa negó antes de mirar a Rindo, quien al entenderlo abrió la ventana de su lado.

— Es solo que a veces me causa un poco de tos. — Respondió la castaña. — No acostumbro rodearme de fumadores.

— Cancelado. — Ran lanzó el cigarrillo por la ventana, Tetsu sonrió. — Nen- Tetsu... ¿Qué has hecho en estos años?

— Bueno... Estudié todos estos años, y hasta hace poco conseguí un trabajo. — Contó la chica.

— ¿En dónde?

— Aquí en Tokio. — Yamagawa suspiró. — No es la gran cosa, pero claro, apenas estoy comenzando con ello... ¿Y ustedes? ¿Son alguna especie de políticos o inversionistas multimillonarios?

Ran soltó una carcajada.

— Todo lo contrario, pero creo que eso lo hablaremos adentro. — El hermano mayor señaló un lujoso edificio, la chica bajó junto a los dos y caminó hasta entrar a la construcción, siendo guiada por Rindo, quien le tomaba delicadamente de la cintura.

— Wow... — Pronunció asombrada la menor. — ¿Es un hotel de cinco estrellas? Se ve terriblemente lujoso.

— Es mío. — Tetsu se detuvo de golpe, mirando a Rindo fijamente. — ¿Qué?

— ¿Esto es tuyo? — El hermano menor asintió. — Dios mío, Rindo... ¿Qué hiciste en todos estos años?

— Ya lo sabrás. — Los tres subieron al ascensor con Ran presionando el botón del último piso.

— Tenemos una Suite aquí ¿Tienes en dónde pasar la noche?

— Bueno... Hice una reservación en un hotel por aquí para cuatro días mientras busco alguna casa o departamento.

— Puedes cancelarla y venir aquí. — Ran sonrió. — No te cobraremos, eres nuestra invitada especial.

— No, no está bien, no quiero ser un estorbo. — Tetsu sintió su mentón ser tomado delicadamente por Rindo, quien le miró a los ojos.

— Lo último que podrías ser es un estorbo. Acepta. — La castaña asintió, sintiéndose de cierta forma hipnotizada por el chico.

El ascensor dejó de subir, las puertas se abrieron dejando ver un largo y lujoso pasillo. Los tres comenzaron a caminar por él hasta llegar a una puerta de madera oscura la cual fue abierta, dejando ver la famosa Suite de la que hablaban los hermanos.

Los ojos de Tetsu brillaron, definitivamente no podría pagar eso ni aunque trabajara por diez años.

— Qué lugar tan hermoso. — Yamagawa sonrió, recorriendo el sitio con la mirada. — ¿Realmente esto es suyo?

— Lo es. Ven conmigo. — Rindo se llevó a la chica, guiándola a uno de los tres sofás que había.

Ran no pudo evitar reír, conocía a su hermano, debía de estar jodidamente emocionado en aquel momento, aunque su expresión continuara siendo seria.
Él no tardó en unirse a los otros dos tras cerrar la puerta, sentándose al otro lado de la mujer.

— ¿Me contarán entonces como consiguieron construir todo esto?

— Tetsu... — Rindo pareció dudar. Ran no lo hizo.

— Somos parte de una organización criminal, eso es todo.

Yamagawa palideció de inmediato.

______________________________

Estoy escribiendo un libro (Sanzu x Hermanos Haitani x Oc)aunque es más un Sanzu x Oc–.

Comenten aquí si quieren que lo publique, si veo apoyo lo haré pronto.

D. P. F. - 6

______________________________

💐Un voto y un comentario se agradece.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top