NUEVAS OPORTUNIDADES
CAPÍTULO TREINTA
Nuevas oportunidades,
— Espera. — Rindo tomó la muñeca de la chica, quien amenazaba con levantarse y probablemente huir de ellos. — No te vayas... Tetsu, juro por Dios que no te haría nada a ti.
— Ustedes... Oh dios ¿Qué hago con ustedes aquí? — La chica parecía comenzar a entrar en pánico. — ¿Mafiosos? ¿Algo así es lo que son?
— Podría decirse. — Respondió un sonriente Ran.
— No seas idiota. — Regañó Rindo. — Tetsu, está bien, no pasará nada malo.
— No puedo estar con ustedes sabiendo esto... ¿Qué pensará la justicia de mí? Se suponía que volvería a Japón para ser una ciudadana ejemplar, no para encontrarme con mis exnovios y darme cuenta de que son criminales.
— ¿Exnovios? — Ran se enderezó, mirando a la chica con una ceja elevada. — ¿Cuándo acordamos terminar nuestra relación?
— ¿Qué? — Tetsu le miró con obviedad. — ¿Quizá cuando perdimos el contacto y no volvimos a saber más del otro? Estoy segura de que ustedes también pensaron lo mismo... De seguro cada uno tiene su vida ahora, más sabiendo lo que son.
— No lo hice. — Rindo le miró con seriedad. — Nunca te olvidé, Tetsu, siempre te esperé.
La chica miró a Rindo por unos segundos antes de soltar un largo suspiro, negando. Ran tomó su mentón, haciendo que le mirase.
— Nena ¿Realmente creíste que te olvidaríamos? — El mayor sonrió. — Parece que no aprendes.
— Aun así... No puedo estar con ustedes, yo... Yo no puedo estar con criminales, eso me metería en problemas con la policía... ¿Cómo se lo diría a mis padres? ¿O a mis amigos?
— No tienen porqué enterarse. — Rindo negó. — Además, la policía es inútil en este país, nunca nos han atrapado, no debes preocuparte por eso.
— Chicos... — Tetsu negó. — Debo de irme al hotel, no puedo estar aquí.
— Está bien. — Rindo bajó la mirada asintiendo. — Te llevaré.
La castaña le miró por unos segundos antes de soltar todas sus maldiciones conocidas, tirando sus cabellos hacia atrás. ¿En serio? Había vuelto hacía poco tiempo a su país, y apenas veía a los dos hermanos se sentía extrañamente atraída y enamorada de ellos nuevamente.
Cuando perdió el contacto con los chicos, recordaba cómo lloró por varias noches pensando que ambos le habían olvidado, y pasó meses intentando superarlos hasta que creyó hacerlo.
Pero al volver a Japón y verlos simplemente había caído una vez más en los encantos de los Haitani.
Y ahora, sabiendo que eran criminales buscados por la justicia se sentía horrible por haberse enamorado de esos dos, pero en su interior no quería hacer nada más que estar con ellos de nuevo, aunque el miedo a no ser correspondida de igual manera o ser atrapada por la policía por 'Cómplice' le aterraba y detenía.
— Rindo... Ran... — Tetsu miró a ambos chicos antes de tirar de sus orejas con molestia. — Los odio tanto por hacerme esto, malditos idiotas bastardos.
— Oye, oye, duele. — Se quejó Ran, cerrando sus ojos con fuerza, Rindo solo sonrió nostálgico al ser soltados.
— Bien... Bien, supongo que no se va a acabar el mundo si lo intento ¿No?
Los ojos de Rindo brillaron por unos segundos antes de notar a la chica mirarle con una pequeña sonrisa, sonrisa que después desapareció por una expresión molesta.
— ¿Por qué demonios terminaron en este mundo? — Ran suspiró.
— No lo sé, las cosas solo sucedieron. — La chica asintió.
— ¿Y quieren dejarlo?
— No es tan fácil como decirlo, estamos ya involucrados en esta mierda, no podemos simplemente dejarlo. — Respondió Rindo, inclinándose para apoyar su cabeza sobre el regazo de la chica, quien sonrió, acariciando sus cabellos. — ¿No estás más molesta? Realmente esperaba ser golpeado por ti.
— No te golpearía, aunque quisiera. — Tetsu hizo una mueca. — Realmente quiero hacerlo.
— Hazlo. — Susurró Rindo, cerrando sus ojos. — Aún creo que no estás aquí.
— ¿Tan irreal me veo? — Yamagawa sonrió con maldad, tirando nuevamente de la oreja del hermano menor quien instantáneamente se quejó. — Bueno, ya sabes que estoy aquí.
— ¿Nos darás otra oportunidad? — Interrumpió Ran, quien parecía algo ido. — Realmente me gustaría estar contigo de nuevo... Como antes.
— Estoy sorprendida de que ustedes no tengan a otra persona ya en sus vidas. ¿De verdad no tienen pareja? ¿O alguna otra relación?
— Ran sí. — Mintió Rindo. — Se solo mi novia.
— Oye. — El hermano mayor se quejó. — Estuve con otras mujeres, pero nunca olvidé a Tetsu.
— ¿Es eso cierto? — Preguntó la chica.
— Sí.
— No.
Yamagawa rodó los ojos, mirando a Rindo quien estiró su mano, deslizando su pulgar sobre el inferior de los labios contrarios.
— No te vuelvas a ir.
— Qué cursi. — Rindo rodó los ojos también. — No me iré, me quedaré.
— ¿Y bien? ¿Tendremos sexo o algo así? — Rindo y Tetsu miraron a Ran, este solo sonrió con inocencia. — Bromeaba.
— Entre broma y broma... — Murmuró Rindo antes de colocarse de pie y sacarse el saco, tirándolo a un lado. — ¿Tienes hambre?
— No realmen- ¡Ran!
Rindo se giró, sorprendiéndose al ver a su hermano mayor como un lobo desesperado por cazar al pequeño corderito, uniéndose en un beso junto a la castaña, quien algo molesta no dudó en corresponder, enrollando sus brazos alrededor del cuello del mayor.
— ¿Por qué no lo vi venir? — Se preguntó Rindo a sí mismo acercándose a ambos para alejar a su hermano de la menor. — Contrólate, imbécil.
— ¿Controlarme? — Ran miró a la chica. — He estado esperando esto por años.
Rindo sintió como era tirado del cuello de su camisa, sus ojos se abrieron con impresión al sentir como sus labios eran unidos con los de la menor, quien comenzó un nuevo beso. Sus manos inevitablemente fueron al delicado rostro de la castaña, acercándole más a él mientras le acorralaba contra el sofá, bajando sus manos hasta la cintura de Tetsu.
— Creo que entre broma y broma realmente terminaremos teniendo sexo. — Rio Ran, tomando una de las piernas de la mujer, levantando su falda para repartir suaves besos en el interior de sus piernas.
Rindo se quejó al sentir su labio ser tirado con fuerza por la menor. Una sonrisa se estiró en su rostro, el atrevimiento de la mujer simplemente le prendía de una manera increíble.
— Creo que entre broma y broma quiero volver a tenerlos a ustedes dos para mí.
Los dos hermanos sonrieron como un felino hambriento, mirando a la chica quien esperaba deseosa por ambos.
— Qué grandiosa fiesta de bienvenida tendrás, linda.
______________________________
Dato curioso: El final de la historia ya está escrito. Lolamento.
El próximo capítulo será smut, si quieren otro capítulo por la tarde ya saben qué tienen que hacer.
D. P. F. - 5
______________________________
💐Un voto y un comentario se agradece.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top