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|| We don't talk anymore ||

Oscar había estado encerrado la mayor parte del tiempo en estos meses.

El tema de Lila lo había afectado mucho; en su trabajo, su día a dia, su humor y sus emociones. Principalmente cuando se dio cuenta que todo había terminado, un ruptura devastadora a decir verdad. Fue algo inesperado y nupcial, terminaron sin haberlo hablado ni siquiera. Eran unos cobardes.

La gente lo notaba.

¿Porqué no vemos a Lila en los GPS?

¿Ellos terminaron?

¿Porqué terminaron?

Se ve mejor sin ella.

Se ve terrible sin ella.

Los rumores comenzaban a afectarle, no había una sola publicación donde no mencionarán a Lila o preguntarán por ella. Y como no hacerlo, en cualquiera de los casos no se veía con ánimos.

Al realizar entrevistas con sus compañeros el era el más callado siempre, no hablaba a menos que hicieran alguna pregunta acerca de su monoplaza o estrategias. Y generalmente se la pasaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados; en redes sociales circulaban fotos de el sobre pensando o mirando a la nada.

Y esto estaba llegando bastante lejos.
Había hablado con su madre, incluso lloro en sus brazos, y era algo que no hacía desde que cumplió los diez años. Intentaron animarlo, pero no podían creer que ese vínculo había terminado. Quizá ella está confundida eran las palabras de su mamá..

Y no era así.
Ella no quiso regresar a el.

Ese día, después de esa noticia que fue tan inesperada para el y le cayó como un balde de agua fría, se quedó ahí y sin saber que hacer o como actuar.

Sus hermanas habian llegado casi cayendo el sol, demasiado felices. Contándole a su madre que ella había regresado, que incluso les trajo unos regalos. Estaban tan felices.
Mientras el se sumerjia en un pozo profundo de pensamientos.

"No fue culpa únicamente de ella. Pudiste haber echo mejor tu trabajo". Su hermana, Hattie, hablaba mirando su plato y jugando con la cena.

Ella era una de las más resentidas.
Después de la ruptura sin consentimiento, el contacto con las dos familias había roto casi completamente.

Oscar solo rodó los ojos. Estaba enojado con la actitud de su hermana, no es como si el hubiera querido que esto pasará. "No sabes ni lo que hablas, Hattie".

Le tensión en la mesa era algo seca.
Sin embargo, Nicole había tomado sus manos, tranquilizando a sus dos hijos malhumorados.

"Por alguna razón te dejo". Hattie solto con rencor. Y la paciencia de Oscar estaba llegando a su límite.
"¿Qué hiciste, eehh?".

"Hattie...".
Nicole intento intervenir pero Oscar ya se había levantado de la mesa.

"¿Quieres saberlo? Fue cobarde, porque al momento que intente volver a intentarlo ni siquiera tomo mis llamadas o intento volver a llamarme. Y deja de estar extrañandola, ella seguramente se habrá follando a algún idiota en su viaje. Y nosotros lamentando esto".

A este punto todos se habían levantado de la mesa. Mae intentaba calmar a Oscar, y Nicole estaba a punto de llorar.

Por otro lado, Eddie solo observaba incrédula. Y solo soltó, "Deberías hablar con ella".

"Ahora tu... Sabes que mamá, disculpame ¿si?, pero creo que es mejor que me vaya".
Oscar camino hacia el sofá tomando su mochila y desconectando su cargador del enchufé cercano.
"Habla con tus hijas, tienen un serio problema con defenderla".

"No, Oscar...".
Ni siquiera había terminado de convencerlo. El había salido de la casa con prisa y todas ellas se habían quedado ahí.

Hattie con los brazos cruzados. Mae mirando su celular sin mucha importancia y Eddie intentando no reír. Nicole mirando a sus hijas negando con su cabeza.

La navidad había llegado al mundo, llena de prosperidad y paz..
Habían celebrado en familia y con una armonía como ninguna.


Las palabras de la madre de Lila mientras comian la dejaron
sorprendida y casi se atraganta con su comida.

¿Año nuevo con los Piastri's?

"Mamá, no bromees". Río mirando a su madre con gracia pero ella no lo decía bromeando.

Su madre le había dado la noticia de una reunión con los Piastri's, una propuesta de las abuelas.

MacFadyen - Van dijk

Oscar - Lila

Las abuelas maternas de cada uno de ellos eran amigas; buenas amigas. Y propusieron festejar año nuevo juntos en un mansión cerca del mar y al parecer era de las últimas en enterarse, no tenía ningún problema, por supuesto que no.

Pero la tomo por sorpresa y bueno, quien le dice que no a sus abuelas.

De echo, ese mismo día había recibido un texto de Hattie:

¡Estoy muy emocionada, quiero verte pronto otra vez! Jamás te librarás de mi, pudiste haber terminado con mi hermano pero yo soy de tu sangre. Te quiero <3".

Una carcajada salió de ella, amaba el humor de la chica.

Y finalmente, año nuevo llegó.

Toda la familia se encontraba acomodandose en las sillas del gran comedor esa noche. Algunos recién llegaban y otros estaban ansiosos por estar ahí. La vista era increíble; una mansión al estilo Ibiza la cuál tenía grandes ventanas de cristal con vista al mar oscuro.

Oscar estaba sentando hasta el otro extremo de la mesa, con sus hermanas ordenadolo y dividendo espacio hacia el otro lado, en el cual debería ir la otra familia.

El miraba su celular sin muchas ganas mientras todos platicaban entre ellos. Vestía una camisa de lino blanca y un short de la misma tela, junto a unos tenis blancos.

No tenía mucho estilo, era básico en pocas palabras. Y sobre todo porque no tenía los ánimos, ni que fuera a algúna pasarela o algo asi; es piloto.

La mayoría de la otra familia había llegado pero había una excepción, Lila y sus padres aún no llegaban.

No hasta unos minutos después ellos habían llegado y se levantó de su asintió, sintiendo la necesidad de hacerlo. Nadie se dio cuenta, algunos estaban de pie por lo que no era al único.
La miraba con cierto resentimiento, ella estaba más hermosa de lo que imaginaba, tomada de la mano con su padre y junto a ella más familiares. Habían llegado con postres en sus manos y algunos regalos, recibiéndolos con gratitud.

Ella tenía la sonrisa más grande y más bonita, su rostro...

Sin embargo, estaba al otro extremo de la mesa; riendo junto a sus padres de quién sabe que. Y después de una cena grandiosa todos se encontraban conversando, Oscar tenía una necesidad de mirarla de reojo por cada movimiento que hacía.

Habían dado las doce, un nuevo año y nuevas metas. Prosperidad, paz, éxito, luz y más.. habían comido las doce uvas y realizado un brindis. Dándose abrazos y bendiciones.

Después de un rato la vio salir hacia el mar sola, pensó que regresaría pero llevaba tiempo ahí, y el no tuvo más opción que ir detrás de ella. Preocupado por lo que podría pasar, en un lugar que no conocía y sin mucha iluminación..

No hasta que la vio.

De rodillas en la arena, sacándose fotos ahí... sin importarle mucho la poca iluminación que había, puesto que llevaba flash. Su pies descalzos junto a sus sandalias a su lado.

Al escuchar ruido, volteó encontrándose a Oscar; quien la veía nervioso y agotado. "Lo siento, no quería molestar... solo, te habías tardado". Hablo nervioso intentando justificarse mientras ella se incorporaba.

"Hola..". Ella sonrió tomando sus sandalias de la arena blanca.

El la miro mientras tragaba saliva rápidamente, "¿Podemos hablar?".
Soltó sin más, nervioso y con sus ojos parpadeando rápidamente, y ella solo asintió.

Se dirigieron a unos camastros los cuales se encontraban frente al mar. Con la arena entre sus tenis y sus pies descalzos, con el sonido tan majestuoso de las olas en la noche y el movimiento del aire sacudiendo sus cabelleras.

Así se encontraban conversando profundamente desde hace media hora.

Oscar coloco sus brazos en toda la estancia del sillón, con una pierna arriba de la otra y su rostro mirando hacia el cielo, acompañado de sus ojos con lágrimas.

Lila con sus cabeza hacia el otro lado, evitando mirarlo mientras sus lágrimas caían en la arena suave.

Se contaron sus problemas pero sin embargo, no se justificaron. Sabían que no tenía caso hacerlo.. fue tan profunda que incluso comenzaron a llorar. "Lo siento...", susurro ella finalmente mirándolo, con sus ojos un poco rojizos y sus labios temblando.

"Lo siento lila... Se que podríamos haber echo más, que lo podíamos hablar y saber nuestras diferencias".
El seguía con la cabeza inclinada hacia arriba, mordiéndose los labios por dentro y con su ceño fruncido. "Se que estuvimos mal. Pero no quiero otra cosa, solo volver a hablar".

Después de unos minutos más, podían sentirse como la primera vez que hablaron. Otra vez se estaban conociendo, quizá no intentarlo otra vez... Pero la compañía de el uno al otro era significativa.

Se volverían a conocer, de eso estaban seguros. Miraban las estrellas, era un buen inicio.

Y las risas con lágrimas se escuchaban lindas.










¡Hola!
Espero le haya gustado, realmente no tuve mucha imaginación pero supongo estuvo bien...

Sin más que decir, no se olviden de votar..
¡Tengan un excelente día!
Te amo,































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