𝟎𝟎𝟏 | 𝐒𝐢𝐧 𝐑𝐨𝐫𝐲

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Domingo en la noche.

-No te veré mañana en todo el día. -exclamó decaída Olive desde el piso del porche de su casa donde se encontraba sentada en frente del sillón en el que su madre y hermana estaban sentadas.

-Lo sé. Será muy raro no verte en los pasillos. -dijo Rory después de tomar una porción de la lata de crema batida que tenía entre sus manos. -¿Por qué insistes en hacer esto? -pregunta a su madre quien pintaba sus uñas de los pies desde el otro extremo del sillón.

-Porque mañana empiezas en una escuela privada. -respondió Lorelai dando otra pincelada con la brocha del esmalte.

-Si, pero voy a usar zapatos. Nadie verá mis pies.

-Sí, pero se sabe que las chicas que van a escuelas privadas son malas.

-Y las chicas malas siempre usan esmalte de uñas rojo. -completó Olive con una sonrisa juguetona tomando la lata de crema que Rory le pasaba.

-¿Estás nerviosa? -preguntó Lorelai.

-Aterrada. -respondió Olive con una mueca.

-Me refería a Rory. -dijo su madre dirigiéndole una mirada. -¿Tú por qué estarías nerviosa?

-Rory no va a estar. Y nunca he ido a la escuela sin Rory. -dijo seria.

-Eso es cierto. -concordó su hermana enderezándose en su lugar. -¿Con quién voy a almorzar? No habrá nadie que conozca. -cuestionó con tono alterado. -No estará Olive, no estará Lane. ¿Qué voy a hacer?

-Bien, bien. Las dos van a estar bien. -tranquilizó su madre. -No tienen nada de que preocuparse, más de las chicas malas de escuelas privadas. -bromeó mirando a Rory. Ella y su hermana sintieron dedicándose una sonrisa entre las dos.

Olive no tendría a Rory al día siguiente, y aunque esto la asustaba un poco, sabía que mañana en la tarde la vería otra vez.

Era extraño imaginarse ir a la escuela sin Rory. Siempre eran las dos, las dos Gilmore. Olive recordaba perfectamente cuando ambas solían compartir salón de clases y volteaban a la vez al escuchar "Stra. Gilmore". Rory siempre estuvo con ella; estuvo en su primer recital de piano, en las fallidas estatales de ajedrez, cuando ganó un concurso de belleza en Hartford, cuando creía que los gnomos de Babbette se subían al techo y decidió atraparlos con una red a altas horas de la noche, estuvo con ella todas las noches de estudio en las múltiples semanas de exámenes, cuando arregló todos los uniformes del equipo de voleibol para un partido importante, y muchas veces más. Era difícil imaginar que Rory alguna vez ya no estaría, y Chilton era el primer paso. Olive sabía que su madre y abuela no tenían una buena relación, y que cuando Lorelai quedó embarazada las cosas empeoraron. Olive no quería o mismo para Rory y ella. En algún momento Rory se iría, iría al mundo, ella iría a Harvard y Olive a Yale y ambas estarían separadas oficialmente. Pero Olive pensaba que para entonces ella sabría manejarlo, sería natural. Sin embargo, ahora Rory ira a Chilton y Olive se quedaría en Star Hallow y las cosas cambiarían, el primer paso. Yale no sería quien las separaría, la vida lo haría. Poco a poco lo haría. Ahora es Chilton, pero quién sabe qué más vendría.

°*• ❀ •*°

-Te ves fantástica. -dijo Olive con una sonrisa desde la cama donde estaba sentada.

Era lunes en la mañana, el primer día en Chilton de Rory, y ambas hermanas estaban preparándose para la escuela en su habitación. Olive desde su cama veía a Rory con su nuevo y serio uniforme.

-¿Tú crees? -preguntó dudosa Rory mirándose en el espejo de la cómoda una vez más.

-Por supuesto, Rory. -Olive sonrió. -Te irá genial. Quiero todos los detalles cuando vuelvas.

-Hecho. -dijo su hermana volviendo se a ella con una sonrisa. -¿Qué hora es? -preguntó repentinamente preocupada.

-Las 7:10 am. -dijo Olive mirando el reloj de la mista de noche. En cuanto volvió a ver a Rory, esta se encontraba saliendo de la habitación a prisa en dirección al segundo piso. Encogiéndose de hombros, Olive empezó a arreglarse para la escuela, esta empezaría dentro de una hora, así que le daba tiempo de tomar un café en Luke's.

-¡Son las 7:18! -escuchó a Rory gritar mientras bajaba las escaleras. Una vez que Olive estuvo lista, salió en su encuentro al final de las escaleras. -Ella no estaba despierta. -exclamó indignada Rory a su hermana. -Voy a llegar tarde en mi primer día. -se lamentó. A los segundos se escuchaban los pasos de su madre bajando rápidamente las escaleras. -Son las-

-Ni pienses en terminar es frase. -dijo Lorelai terminando de bajar y peinar su alborotado cabello en una coleta. Rory y Olive la vieron con seños fruncidos. -¿Qué?

-Dime por favor que no llevaras eso. -pidió seriamente Olive viendo el atuendo desaliñado de su madre. Pantaloncillos cortos y botas vaqueras. Lorelai suspiró derrotada.

-No tengo ropa limpia. Iba a pasar a la lavandería por ella y-

-¡Es tarde! -exclamó con desespero Rory interrumpiéndola.

-Es todo. Llevo las fotos de bebé. -dijo tomando las fotos de la ojiazul que se encontraban en la entraba.

-¡No! Lo siento. -decía Rory siguiéndola afuera de la casa.

-¡Hey! ¿No me quieres dejar en la escuela? -preguntó Olive a su madre con la esperanza de no tener que usar su bicicleta, pero la mayor ya se encontraba en el auto junto a Rory, ambas dirigiéndose a Chilton. Suspiró.

A los minutos, Olive se encontraba tomando su ya fiel bicicleta pedaleando hacia el centro de Star Hallow. El otoño se acercaba y con él el frío, haciendo que la castaña sintiera la suave, pero fresca, brisa que el día otorgaba. Oficialmente empezaba su día sin Rory, el comienzo de la separación.

-Café, por favor. -pidió Olive al llegar y tomar asiento en la cafetería que tenía como destino.

-¿Es tu desayuno? -preguntó Luke seriamente desde el otro lado del mostrador. Olive asintió dudosa por la pregunta. Luke suspiró para después retirarse hacia la cocina y tomar un plato, que entregó a Olive, con huevos y tocino. -Toma.

-P-pero no traigo dinero para un desayuno, solo café, por favor. -protestó Olive sin querer tocar el plato.

-Olive. -llamó seriamente el hombre. -Te doy de comer diario, y sé que nunca desayunas bien. Come, yo invito. -declaró acercando el platillo a la menor y después retirarse hacia una mesa que necesitaba de su atención. Olive sonrió mirando el plato frente suyo. Luke tenía razón. El hombre la alimentaba desde que la chica tenía memoria, sabía todos sus hábitos alimenticios, incluyendo su salto del desayuno. La comida más importante del día su culo. Olive no desayunaba y eso estaba mal. Solía ser por tardar en despertar o por distraerse con otras cosas, pero pasaba muy a menudo. Su intención nunca a sido evitar desayunar, solo pasaba.

Al terminar el desayuno y el café que Luke termino por servirle después de reprenderla por el consumo de cafeína, Olive tomó camino hacia la escuela publica de Star Hallow. Su primera clase era literatura. Así que después de una breve parada a su casillero por lo necesario, Olive estaba en el aula correspondiente a la materia.

-¿Entonces? -preguntó Kovy en cuanto vio a Olive. Estouchkovych era el mejor amigo de Olive. Rory tenía a Lane, Olive tiene a Kovy. El chico era de orígenes rusos y poseía un acento marcado haciendo que todo lo que dijese sonara brusco e indiferente. Ambos se conocían desde hace tres años; la Stra. Patty le había pedido a Olive su participación para una demostración de su clase, ahí conoció a Kovy. El chico era un bailarín nato y asistente de la Srta. Patty en la actualidad. Sin embargo, hace tres años él había llegado a Star Hallow junto a su familia por un traslado de trabajo de parte de su padre, y al enterarse de la escuela de danza de la Srta. Patty, el chico no dudo en asistir y tratar de ser parte de la presentación que se daba en invierno. La Srta. Patty estuvo encantada de tener a un joven tan talentoso y apuesto como Kovy, pero era demasiado avanzado para sus clases, por lo que le hizo asistente, y como asistente él fue parte de la demostración de un Cheshire cat lift, donde conoció a Olive. Y una vez compartiendo el escenario, compartieron su corazón, decía siempre Olive. Ambos eran inseparables.

-¿Entonces qué? -preguntó Olive tomando asiento en el banquillo a lado del chico.

-¿Lloraste? -preguntó seriamente sin quitarle los ojos azules que poseía de encima. Olive lo miró consternada.

-¿Por qué haría eso?

-Por Rory. -contestó simplemente.

-¿Qué? No. -dijo. Kovy la miró desconfiado. -Ganas no me faltaron. -murmuró avergonzada por la confesión que su amigo escucho claramente. El chico asintió comprensivo y le tomó el brazo en modo de apoyo. Olive suspiró. -Solo espero que mamá no interactúe con nadie de Chilton.

-¿Por qué lo dices? -preguntó Kovy mientras apuntaba lo que el profesor escribía en la pizarra al frente del aula. Ambos jóvenes hablaban al fondo del aula sin ser detectados por el profesor que se dedicaba a explicar el tema del día.

-Es día de lavandería. -dijo. Kovy hizo una mueca.

-Odio los días de lavandería. -se quejó. -Mi abuela usa su traje de baño todo el día. -se estremeció aterrado por la imagen que llegó a su mente. Olive rio.

-Me la imagino usando uno de esos trajes viejitos, tipo de los 50's, que a veces tienen botones. -dijo entre risas pensando en lo graciosa que se vería la malvada anciana que la aterrorizaba.

-Oh no. A Nona le gustan los bikinis. -dijo con una cara de asco que contagió a Olive una vez se la imaginó.

Kovy y su familia siempre han hecho sentir bien recibida a Olive, a excepción por su abuela. Nona era una anciana rubia que no hablaba inglés y solía tocar el piano para los ensayos de la Srta. Patty. Tenía una cara de desprecio hacia el mundo todo el tiempo. A Olive la espantaba.

-Señorita Gilmore. -llamó el señor Matthew, el maestro de la materia, dejando en su banco el examen que presentaron la semana pasada. -Señor Belov.

-¿Cómo te fue? -preguntó su amigo una vez el maestro le entregó el suyo también.

-¡Tengo una 'C'! -exclamó Olive con una sonrisa. Kovy sonrió dándole los cinco. -¿Tú?

-Una 'B'. -sonrió el rubio.

El chico era un genio. Kovy era un artista; bailaba, sacaba buenas notas, tiene un acento exquisito y es muy apuesto. Olive no podía creer que el chico fuera soltero.

Olive Gilmore bailaba, saltaba, leía, exponía, cantaba, cocinaba, contaba, hacía de todo. Ella sacaba una 'C', una 'D', con suerte una 'B'. Rory sacaba 'A', Rory nunca sacaba menos de una 'B'.

La sonrisa de Olive decayó.

Saber tocar piano, jugar beisbol, ser parte del grupo de francés; no provoca una 'A'.

-¿Ocurre algo? -preguntó Kovy viendo a su amiga.

-¿Qué?

El rubio la miró confundido.

-¿Está todo bien, Olive? -dijo preocupado.

-Oh, sí. ¿Por qué?

-Emm. Por nada. -dijo su amigo aún preocupado, pero decidiendo dejar atrás su preocupación y mirar al frente hacia el profesor.

Una 'C' no te lleva a Yale, una 'A' sí.

°*• ❀ •*°

-¿Iras a ayudar al amor de mi vida con lo del desfile de día de gracias? -preguntó Kovy a su amiga a su lado mientras ambos adolescentes caminaban hacía el casillero del rubio. Kovy tenía un enamoramiento plenamente platónico con la Srta. Patty. Desde que la reconoció del espectáculo de Broadway en el que la mujer participó, el chico quedó totalmente flechado por su talento. La señorita Patty habituaba sonrojarse siempre que Kovy le hacía un cumplido, cumplidos sumamente exagerados en la opinión de Olive. Olive rio.

-Creo que sí. -dijo. -Le dejé unos libros que usaría para la postura con las niñas, así que en algún momento tendré que volver por ellos. -se situó a su lado mientras el chico abría la casilla. -Pero, primero tengo que ir a casa para dejar todo esto. -apuntó a los libros que llevaba en brazos. -¿Seguro no quieres venir?

-Muy seguro. -dijo cerrando su casillero. -Usar leotardos es una cosa. Pero los pantaloncillos de educación física son un crimen nacional. -exclamó viéndola con ojos bien abiertos. Olive rio.

-Bien. Entonces te veo con la Srta. Patty, ¿sí?

-Sip. -dijo resaltando la "p" para después despedirse y ambos separarse.

Educación física; el enemigo mortal de las chicas Gilmore, decía su madre. Pero Olive era la excepción. Lorelai solía compararla con un mono cuando era pequeña. Ella brincaba, saltaba, daba volteretas todo el tiempo; como un mono. Desde chica participó en los deportes. Empezando por atletismo. Sentir el viento en el rostro, tener un objetivo, una meta, una recompensa. Eso buscaba Olive. Cada deporte le daba algo que no tenía, un objetivo. Entrar a Yale no es un objetivo. Ni siquiera sabe qué estudiaría ahí. Que seas bueno en algo no proporcionaba una pasión por lo mismo. Saber sumar y dividir no significaba ser un contador. Saber cada elemento químico no la convertía en una científica.

Ese era un problema.

Olive sabe, y sabe muy bien. Olive conoce. Y Olive es buena. Pero eso no la hacía sentir el viento en la cara, no la hacía sentir la falta de respiración o esfuerzo en sus músculos.

Olive no quería ser una deportista. El deporte es el enemigo de las Gilmore. Olive era una Gilmore.

Olive buscaba una pasión.

¿Balé? No.

¿Voleibol? No.

¿Ajedrez? No.

¿Canto? ¿Piano? ¿Cocina?

Nada.

Olive sabía.

Podía llegar a la nota más alta en una noche de karaoke. Podía jugar golf y pasar horas y horas jugando un juego considerado como el más aburrido del mundo. Podía recitar Shakespeare de principio a fin. Podía tocar los bongos mientras miraba televisión. Ella podía. Ella sabía.

Pero ¿realmente sabía?

¿Cómo saber si no sabes?

Olive no sabía de pasiones. No sabia de esa emoción de encontrar lo que realmente quieres hacer por el resto de tu vida, aquello que te hace feliz.

¿Qué hace feliz a Olive?

Olive sonreía cuando dibujaba estrellas en sus pantalones. Era feliz cuando escuchaba a Kovy desvivirse por la atención de la Srta. Patty. Era feliz cuando iba a Luke's, cuando intercambiaba desayunos con Rory, o cuando sabía que Luke cambiaba el café regular de su madre por uno descafeinado.

¿Era eso una pasión?

¿Eso podría llevarla a Yale?

¿Podría estudiar las diferentes rarezas que abarcaban Star Hallow en la universidad?

No.

°*• ❀ •*°

-Samantha es una tonta. -declaró Olive refunfuñando, entrelazando su brazo con el de Kovy mientras ambos caminaban a su próxima clase. -Me dio en la cara haciendo un remate. -hizo un puchero.

-Oh, pobrecita. -lamentó su amigo dándole palmaditas en la cabeza con su mano libre. -Ya ya. ¿Quién es una buena niña?

-Púdrete.

Kovy se carcajeo por el insulto de su amiga mientras ella se separaba de él enfadada.

-Oh, vamos. Todos sabemos que Samantha está ciega. No es su culpa nacer miope. -dijo cuando su risa se aminoró. Ambos se detuvieron en la puerta del aula.

-Sí, pero yo no merezco un balonazo en el rostro. -se quejó frunciendo el ceño al recordar lo sucedido en la clase de educación física. -Ni siquiera era del equipo contrario. -Kovy volvió a reír. Olive rodó los ojos y se dirigió dentro del aula. -¿Tengo rojo? -le preguntó a su amigo señalando su mejilla derecha cuando ambos estuvieron sentados lado a lado.

-Mmm. Un poco, pero nada grave. -le dijo echando un vistazo al cachete que desprendía un color rosado. Olive hizo una mueca.

-Hubiera preferido un moretón para que viera lo que ocasionó el que no usara sus gafas. -refunfuñó entre dientes la castaña.

-Hey. Si necesitaras gafas tú tampoco las usarías.

-Se las dieron por algo. -dijo indignada. -Que las use por el amor de Dios. Y claro que las usaría si las necesitara. -refutó al comentario de su amigo. -Con tal de no ser ciega, lo haría.

-Por supuesto que no lo harías. -dijo riendo Kovy. -Te harían sentir inútil y te negarías a usarlas. -aportó a su argumento sabiendo bien como era su amiga. -Tan inútil como Samantha sin ellas.

Olive rio fuertemente contagiando a su amigo a su lado. Samantha era verdaderamente inútil sin sus gafas.

-Señorita Gilmore, señor Belov. -llamó el maestro su atención entrando al aula para que ambos jóvenes guardaran silencio. Ambos chicos aminoraron sus risas, pero sin dejar de verse cómplices. -El año 1941, los estadounidenses entraron a la segunda guerra mundial el 7 de diciembre del dicho año... Señor Forester llega tarde. -dijo al ver al chico entrar al aula. Espere. Olive conocía a ese chico. Alto, castaño, lindo. Se trataba de Dean, el chico con el que su hermana pasó toda una tarde y por el que casi arruina su futuro.

El chico, después de disculparse con el profesor, camino al fondo en busca de un asiento. Y para la suerte de Olive, el chico terminó por sentarse justo detrás de ella. Olive le dirigió una mirada a Kovy, pero el rubio se veía sumergido en sus apuntes.

-Hay una frase celebre que representa la conmemoración de esta fecha. ¿Alguno la sabe? -preguntó el profesor de historia a la clase.

-"Un día que viviría en la infamia." Roosevelt. -contestó Olive.

-Correcto, Srta. Gilmore. Y, como en su reporte de la semana pasada dijo, pone al descubierto el cruento avance los grupos económicos concentrados. -dijo el profesor.

-Eso no estaba en mi reporte. -objeto Olive confundida.

-Si como no. Obtuvo una nota sobresaliente, lo recuerdo perfectamente.

-No, yo saqué una 'B'.

-Oh. -expresó el hombre viendo su error. -Entonces será el de su hermana. Hizo un trabajo excepcional. -sonrió para después seguir con el tema.

No era la primera vez que eso pasaba. Tener a dos Gilmore en la misma escuela puede causar confusiones.

Si Olive recibiera un dólar por cada vez que recibía un trabajo de Rory en lugar del propio, podría pagarle a su hermana la matrícula en Chilton.

-Tú eres la hermana de Rory. -oyó la voz de Dean detrás suyo. La hermana de Rory. Genial. Olive asintió. -Soy Dean. -se presentó sonriendo el castaño. -Conocí a Rory el otro día...

-Sí, estuve ahí. -interrumpió. -Y ya me habías dicho tu nombre. Soy Olive. -apretó los labios la chica volviéndose para mirarlo. -Dean, chicago, Oprah. -sonrió burlona repitiendo lo mismo que su hermana dijo al conocer al chico. Dean rio divertido.

-Ese mismo. Oye... -tragó -Sabes... ¿sabes si Rory me ha mencionado? -preguntó nervioso. -Digo, no buscó que me mencione o algo por el estilo, solo quiero saber si-

-¿Si tienes oportunidad? - completó divertida Olive. Dean sonrió. -¿Te gusta?

-¿Rory?

-No, el pescado. Por supuesto que Rory. -intervino Kovy en la conversación siendo sarcástico.

-Yo... Pues...-respondió el castaño evitando hacer contacto visual con la chica frente a él. Olive rio divertida. -Es... Interesante.

-¿Rory es interesante?

-Sí, Rory es interesante.

-Claro... -sonrió. -La verdad no estoy muy segura de que te haya mencionado. Tal vez un pastel me aclare la memoria. -tocó su barbilla pensativa. -Sí, un pastel redondo. -Dean sonrió por la referencia. Era claro que Rory había hablado con su hermana acerca de la tarde que pasaron juntos la semana pasada. -Pero hay un problema.

-¿Qué no tienes un pastel redondo? -jugó.

-No. Que no sé si eres merecedor de un pastel redondo. -entrecerró los ojos. Dean tragó nervioso. Dean no conocía a Olive, no sabía sobre su relación como hermanas; tal vez se trataba de una hermana sobreprotectora, él no sabía. -Porque los pasteles redondos son caros. -declaró con cejas alzadas. Dean frunció el ceño. -¿Quieres el pastel redondo? Tienes que ganártelo. O tiene que ser una ocasión especial para adquirir uno. Porque, por alguna rara razón, son más caros que los cuadrados. Es decir, ¿Qué clase de prestigio tienen los redondos que no tienen los cuadrados? Dime. ¿Eres merecedor de uno redondo?

-No estoy seguro de estar en la misma página que tú. -dijo Dean completamente confundido.

-Habla de que, si quieres ir por pastel, amigo. ¿De qué otra cosa estaría hablando? -dijo Kovy metiéndose una vez logrando sacarle una sonrisa a Olive.

-Síp. -dijo Olive divertida.

-Oh. Emm ¿Sí? -respondió Dean, sonando realmente como pregunta.

-Perfecto. Te vemos luego. -sonrió despidiéndose para empezar a recoger sus cosas ya que la clase había terminado con Kovy siguiéndola.

-¿Lo asusté? -preguntó divertida Olive a su rubio amigo estando una vez fuera del aula.

-Se hizo en los pantalones del miedo -respondió irónico. Olive rio.

-Tengo que conocerlo. -apuntó. -No dejaré salir a Rory con un vándalo.

-Claro, porque la policía aprobó el método del pastel en los interrogatorios.

-El pastel es fabuloso.

-Sí. -asintió el chico apoyándose a lado del casillero de su amiga.

-Y más si es redondo.

-Por supuesto.

-Es delicioso.

-Indudablemente. -Olive lo golpeó con el primer libro que tenía al alcance. -¡Oye! -se quejó. -Sí al pastel, no a la violencia. -recibió otro golpe sacándole una risa. -De acuerdo, de acuerdo. Y, ¿qué haremos con el vándalo? -preguntó remarcando la última palabra en forma burlona.

-Lo que haremos, es sacarle toda la información posible para saber si es un buen pretendiente. -respondió guardando algunos libros que necesitaría más tarde en su mochila.

-¿Pretendiente? ¿Qué eres? ¿Mi abuela?

-¡No! Dios me guarde. -se exaltó. Dios la librara de convertirse en tal abominable mujer.

-Entonces regresa al siglo XXI, porque no planeo desposarte por el simple hecho de caminar a tu lado.

-Ridículo, hablo en serio. -se quejó.

-Yo también. -alzó la voz. -Que desagradable infortunio cuando mi bellísima Patty espera en el salón. -dramatizó. Olive rio empujándolo suavemente.

-No conozco al chico. Se ve agradable, sí, pero no lo conozco y Rory tampoco. Así que mejor procurar que lamentar.

-Olive. -la llamó tomándola por el codo haciendo que ambos pararan su caminar a la puerta de salida. -Rory no a vivido. -declaró serio. Olive frunció el ceñó y abrió la boca dispuesta a responder, pero el rubio la cortó. -No lo ha hecho. Linda, tenemos 15 años y a la pobre nunca le ha llamado la atención alguien más que el príncipe Felipe. Si el tipo resulta ser un exconvicto, te concedo el honor de patearle el culo tú misma. Pero, Rory es quien debe encargarse de descubrirlo, no tú. -Olive suspiró.

-¿Eso significa que no iremos por pastel?

-¿De qué hablas? Por supuesto que iremos por pastel. Solo calladita. -la apuntó. Olive abrió la boca indignada. -Deja al ruso hablar con Chicago, no queremos que lo asustes más de lo que ya lo hiciste. -se burló. La castaña rodó los ojos.

-Bien. -cedió. -Pero ¿podrías marcar más el acento? Te hace ver como un mafioso. -rio.

-Что-нибудь еще, босс? -preguntó en ruso con una ceja alzada.

-¡Sí! -exclamó emocionada su amiga. Kovy sonrió.

°*• ❀ •*°

-...La mayoría de la gente no lo es. -estaba diciendo Luke a Lorelai cuando Olive y Kovy entraron a la cafetería.

-Hallo ihr wunderbaren Leute. -saludó la castaña en alemán mientras se sentaba a lado de su madre, Kovy haciendo lo mismo, pero a lado suyo. -Oh. -se lamentó viéndola de arriba abajo. -Un lindo atuendo desperdiciado.

-Lo sé. -lloriqueó Lorelai. -Tonto despertador. -murmuró entre dientes.

-¿Qué haces aquí? Creí que salías más tarde. -le preguntó Kovy apoyando uno de sus codos en el mostrador.

-Sí, pero tengo que recoger a Rory. -contestó. De repente un teléfono sonó haciendo que Luke mirase duramente a Kovy.

-¿Qué? No soy yo. -Luke levantó una de sus cejas equívoco. -¡Lo juro! -expresó indignado. Luke tenía sus razones por las qué dudar del joven ruso, ya que el rubio recibía llamada tras llamada siempre que se encontraba en el local.

-Soy yo. -dijo Lorelai tomando su celular de su bolso. Kovy le sacó la lengua burlona al hombre frente suyo haciendo que este hiciera una mueca de desagrado hacia el menor. Luke le señaló el visible letrero de no teléfonos a Lorelai para que esta contestara fuera. Pero haciendo caso omiso, la mujer contestó ahí mismo. -¿Hola? Hola, Babbette. ¿Qué? De acuerdo. Gracias, voy en camino. -colgó. -Debo irme. -dijo sacando su billetera para pagar el café que había bebido.

-Déjalo. Te di descafeinado. -dijo Luke.

-¿Ocurre algo, mamá? -preguntó Olive viendo como la mujer se levantaba tomando su bolso naranja.

-Oh, no, cielo. -contestó volviéndose a ella con una sonrisa. -Voy a casa por algo e iré por Rory después.

-¿Puedes dejar esto por mí, por favor? -preguntó la menor señalando su mochila.

-Claro. Nos vemos. -se despidió dándole un beso en la cabeza a Olive para después tomar su mochila e irse del establecimiento.

-¿Pastel? -preguntó Kovy a su amiga cuando la mujer se fue.

-Pastel. -respondió. -Pero, primero un café. -se volvió a Luke que miraba a ambos adolescentes. -Café, por favor. -pidió inocentemente esperando que el hombre no se negara.

-No.

-Lo intenté.

Olive y Kovy se dirigieron a la pequeña pastelería que se encontraba en la otra esquina de la plaza pasando por el super mercado, donde encontraron a Dean que se despedía del Señor Doose, dueño de la tienda.

-Dean. -llamó Olive sonriendo. El castaño se volvió sonriéndole al reconocerla.

-Hola. -saludó a ambos. -No estaba seguro si lo del pastel era en serio. -comentó acariciando la parte trasera de su cuello.

-Oh, es enserio. El pastel no es un juego, amigo. -respondió serio Kovy.

-Es un asunto importante. -agregó Olive.

-Trascendente.

-Notable.

-Urgente.

-Creo que entendí. -cortó Dean el listado de sinónimo que ambos amigos decían.

-Perfecto. Entonces, andando. -sonrió Olive para después tomarlo del brazo para entrelazarlo con el suyo haciendo lo mismo con Kovy.

Los tres chicos caminaron ala misma pastelería que Dean reconoció de su paseo con Rory de la semana pasada. Una vez adentro el chico rubio se adelanto al mostrador para ordenar mientras que Olive dirigía a Dean a una de las mesas cerca de la ventana. Pronto el ruso se les unió sentándose a lado del castaño, frente a Olive. Los tres se sumergieron en un silencio incómodo que Olive se encargó de romper después de ver que ninguno de sus acompañantes planeaba decir nada.

-Dean, él es mi amigo Kovy. Kovy, por si no lo habías notado ya, él es Dean. -presentó señalándolos respectivamente.

-Oh, el Dean. -jugó Kovy. -Bien, Chicago, dime cómo te ha tratado Star Hallow.

-Oh, emm bien. Es agradable. -respondió. Dean frunció el ceño por el apodo, pero no puedo evitar notar algo. -¿Eres de aquí? -preguntó.

-Oh, no. Soy de la Madre Rusia. -alegó marcando extremadamente su acento haciendo sonreír a Olive.

-Genial. -dijo sonriendo Dean.

-Y, dime, Dean. ¿Quieres salir con Rory Gilmore? -preguntó el rubio rápidamente antes de que su amiga tratase de abrir la boca y posiblemente arruinar la situación y oportunidad de que la otra Gilmore consiga su primer novio.

-Yo... -empezó el castaño, pero la llegada del pastel le dio más tiempo.

-Uhh, limón. -expresó felizmente Olive al ver el pay frente a ella tomando uno de los tenedores lista para ingerir un bocado del delicioso postre.

-Es su favorito. -informó Kovy a Dean. -Conviene mantenerla contenta por el momento. -sonrió. -¿Rory?

-Oh, ¿sí? -respondió dudoso.

-Excelente. Te deseo suerte. -Kovy le sonrió y se levantó de su lugar. -Andando, cariño. -dijo a Olive que se encontraba devorando el pastel con bastante entusiasmo.

-P-pero, solo es mi primera rebanada. -se quejó haciendo un leve puchero cuando su rubio amigo la tomó por el codo para ponerla en pie.

-Espera, ¿es todo? -preguntó Dean expectante.

-Así es. Hasta luego, Chicago. -se despidió Kovy con un movimiento de mano mientras arrastraba a su castaña amiga fuera de la cálida pastelería. -Ya pague, no te preocupes. Nos vemos mañana, Oprah.

-¿Qué fue eso? -preguntó Olive confundida por la actitud de su amigo a su lado. -¿Sabes que me dejaste a mitad de mi pastel favorito? ¿Sabes siquiera el descaro que es eso? ¡¿Estás enfermo?!

-Lo sé, lo siento. Te compró un café. -ofreció empezando a caminar lejos del local de postres.

-¿Un café? ¿Crees que un café compensara la experiencia religiosa que provoca degustar un simple pedazo de ese pastel? -expresó indignada siguiéndole a través de la plaza principal del pueblo. -Tienes suerte de que solo haya tenido la oportunidad de tomar uno hoy. Que quede claro que no me tiene contenta. -dijo duramente para después arrebazarlo y tomar la delantera hacia la cafetería de Luke.

-Un café, por favor. -pidió el ruso una vez que ambos entraron al establecimiento y tomaron asiento en las sillas frente al mostrador.

Luke, mirándolos duramente, sirvió el café en una taza y se lo pasó a la castaña sabiendo que era para ella a pesar de que el chico fuera el que lo haya pedido.

-Mmm... Café. -enuncia gustosa por tener en frente a la bebida caliente.

-¿Contenta? -preguntó su amigo expectante.

-Contentísima. -sonrió.


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Helloouu
¡El segundo capítulo de Olive! Yeiii

Les juro que tenía planeado actualizar desde hace una semana, pero el querer igual la cantidad de palabras que tiene el capítulo anterior me lo impedía, era lo único que me retenía. Pero al final fue inevitable que este fuera más corto que el primer capitulo, lo siento. La diferencia es como de mil palabras, pero aún así son mil palabras que no leen y eso la neta me mata el cerebro. Solo puedo escuchar una voz diciendo que no son iguales, que uno tiene dos páginas más y me estoy muriendo, en serio. Lo siento de verdad. En fin.

El primer día sin Rory. Espero que a todos les haya gustado, y que hayan podido a preciar y conocer más a Olive sin la compañía de su hermana. La vemos interactuando con Estouchkovuch, su mejor amigo. El nombre se pronuncia «Estoukoych», la primera "ch" es muda. De hecho su personaje está basado en un compañero de mi carrera que posee el mismo nombre 7u7. Solo espero que nadie que conozca lea esto lol. Estouchkovych aún no tiene ¿cara? JAJAJA me refiero a que no hay un actor al que vea como Estouchkovych, aún. Espero muy pronto agregarlo al cast y que puedan conocerlo jsjsjsjs

Les propongo algo: si llega a diez voto actualizo en cinco días. Ahora advierto que será corto, weno, más corto que este. Pero de igual forma aprecio de verdad todos los votos, comentarios y que agreguen la historia en sus listas de lectura, de verdad lo aprecio mucho.

Y les vengo a confesar que ya tengo claro de con quien voy a emparejar a Olive, y espero que en su momento a todos les guste y lo aprueben. Igual que Rory, Olive crecerá y tendrá distintas experiencias y tenemos que recordar que es un ser humano. Así que sin más que decir, nos leemos en el próximo capítulo jsjjsj

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