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CAPÍTULO CATORCE
• VENGANZA POR REGGIE •
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— ¡Lestrange! ¡Necesito tu ayuda!
La pelinegra se detuvo y volteó a verlo y tuvo que aguantarse en no reír al ver que lleva una gorra más la capucha de la túnica tapando su cabeza confirmándole que su broma ya empieza a hacer efecto.
— Malfoy, que sorpresa escucharte pedir ayuda, ¿y por qué tan tapado?
— Cállate y dime si conoces algún producto para el cabello.
— ¿Y esperas que así te ayude? Háblame bien.
Malfoy respiró hondo viéndola con odio y ella no pudo evitar sonreír divertida en su propia cara mientras se cruza de brazos y lo ve fijamente esperando que la trate bien, algo que nunca lo hace ya que para él ella es como un simple adorno que será su esposa para mantener la pureza de la sangre y que le dé hijos, si supiera que ella no quiere casarse ni tampoco quiere hijos, con él ni con nadie.
— Ven conmigo — le ordenó el rubio.
— ¿Dónde?
— Solo sígueme.
— No gracias, no confío para nada en ti, mira si me llevas en un lugar lleno de hombres esperando hacerme algo en contra de mi voluntad.
— No seas estúpida, serás mi esposa, no dejaré que nadie más que yo te toque.
Némesis rodó los ojos y ella misma empezó a caminar haciéndole una seña para que la siga y así fue. Si van a hablar en privado al menos será en un lugar que ella conoce a la perfección, y eso es uno de los armarios, por ende se metió en el y esperó a que el rubio lo haga, este observó el lugar con asco pero como está desesperado entró cerrando la puerta tras de sí y realizando un Lumos.
— ¿Y bien? ¿Qué le sucede a tu cabello? — preguntó fingiendo no saber.
— Ni se te ocurra reírte.
— No prometo nada.
Resopló fastidiado ante su respuesta pero no le quedó de otra más que quitarse la capucha y luego la gorra revelando por fin su cabello largo en donde en varias zonas hay mini huecos pelados. Némesis se tapó la boca tratando de aguantarse pero no pudo tanto y empezó a reír a carcajadas haciendo que él se cruce de brazos maldiciéndola en silencio pero sin hacer nada porque sabe que de lo contrario no le ayudará, después de todo sí la conoce un poco.
— Por Merlín, ya te vas a parecer al Voldy — se burló medio riendo aún.
— No lo nombres — dijo rápidamente con un ligero miedo en su voz.
— Ya, ya — respiró hondo tratando de calmar su risa — ¿Cómo se supone que yo te ayudaré? O mejor aún ¿por qué crees que lo haría? Me caes tan mal que amaría ver que te quedes completamente calvo.
— Vete al carajo Némesis.
— Un lugar muy bonito en donde me han mandado tantas veces — bromeó relajada recostándose por la pared — Como sea, mi ayuda te costará muy caro solo por ser tú.
— No me importa, te daré la suma que quieras pero consígueme algo que detenga la caída de mi cabello, no sé por qué de un momento a otro empezó a caerse, siempre uso los mismos productos — dijo bastante desesperado volviendo a taparse todo la cabeza.
— Quizás tienes una enfermedad y vas a morirte pronto...Llevaré flores negras para tu ataúd.
Lucius se quedó mirándola fijamente planteándose realmente la idea de padecer un enfermedad maligna que acabe con su vida pero toda expresión de duda se convirtió en molestia al recordar que ella no puede tomarse las cosas en serio y bromea solo para fastidiar.
— Cierra la boca, no moriré y te atormentaré toda mi vida.
— Uy, que miedo, mira como tiemblo — le mostró sus manos fingiendo temblar mucho.
— No juegues conmigo Lestrange porque ya me estoy cansando — dijo serio.
— Y yo estoy cansada de ver tu rostro todo el día pero no me ando quejando como tú.
Malfoy resopló con rabia pareciendo un toro y Némesis simplemente se lo quedó viendo con esa sonrisa de lado burlona que tanto él odia. No queda duda que a ella le encanta fastidiarle a ciertas personas al punto de que se enojen, una actitud insoportable para muchos pero que a ella le da completamente igual.
— Bueno, como ya me harté de estar contigo te conseguiré algo muggle para que tu cabello crezca, pero tardará unos días en llegar y el pago se hace anticipadamente.
— Bien.
— Ajá, ahora lárgate de mi vista y te haré saber por carta la suma del dinero.
Malfoy asintió y salió rápidamente dejándole a Némesis riendo por lo estúpido que es, si tan solo supiera que los muggles no son capaces de crear un producto que hace crecer rápido el cabello, la única solución sería colocar en un frasco cualquiera una poción para hacer crecer su cabello y aconsejarle que cambie sus productos para el cabello, todo tan fácil y ganará una gran suma de dinero.
Finalmente salió del armario y empezó a caminar de lo más relajada pensando en qué podría hacer ahora ya que no tiene tantas opciones y Regulus sigue encerrado en su habitación quizás aún durmiendo ya que es sábado, así que pensó a quién recurrir y el único interesante fue Remus, por ende comenzó a buscarlo bastante aburrida, y lastimosamente su camino fue interrumpido por su jefe de casa.
— Buen día Lestrange ¿Cómo amaneció?
— Buenos días profesor Slughorn, amanecí bien ¿y usted? — respondió educadamente aunque en su interior estaba diciendo "ya déjeme ir viejo".
— Un poco cansado pero todo bien. Te detuve porque me han comentando que andas faltando mucho a clases y como tu jefe de casa no puedo permitir eso, por ende me temo que tendré que castigarla.
— Pero siempre tengo las mejores calificaciones, ¿eso no es suficiente?
— No lo es, necesitas participar a clases o me veré en la obligación de notificarle a tu padre.
Némesis empezó a maldecir mentalmente tanto al profesor, a su papá y a los que le contaron que falta a clases.
Las clases le parecen tan aburrido porque ella aprende todo muy rápido y se le hace lento y tedioso, por eso suele faltar poniendo cualquier excusa pero ahora lastimosamente tendrá que asistir porque no quiere que su padre se entere, no es que le tenga miedo a él, más bien son los castigos dolorosos.
— Está bien, asistiré. ¿Ya puedo irme? — preguntó seriamente.
— Aún si me dices que irás tendré que castigarte y esto será una semana entera quedándote encerrada en un aula de 9 a 11 de la noche sin nada con lo que puedas distraerte, solo tú.
— ¡¿Qué?! Por favor no Slughorn, mejor dame algo que tenga que ver con limpiar, ordenar, buscar cosas en el bosque prohibido, lo que sea.
Tan solo de imaginar la idea de quedarse horas y horas quieta en un solo lugar ya le empieza a frustrar, y por supuesto que el profesor sabe que eso para ella sería un verdadero castigo, los otros incluso lo disfrutaría y se pondría a cantar y bailar mientras limpia u ordena como una vez la encontró haciendo.
— Ya no hay cambio señorita Lestrange, la próxima piense más antes de cometer faltas.
Con eso volteó y empezó a alejarse a lo que ella le quitó el dedo del medio molesta sin que lo vea y maldiciendo en todos los idiomas que conoce fue hacia las mazmorras para despertarle a Regulus sin importar que le tire una maldición por despertarlo.
Apenas llegó abrió la puerta con fuerza dispuesta a ir con todo contra él pero se detuvo abruptamente al oír sollozos.
— Reggie ¿Qué sucede? — se acercó a él preocupada.
— Déjame en paz.
Apenas habló escondió su cara con la almohada haciéndose bolita para que no lo vea pero aún así ella fue a sentarse a su lado sin saber muy bien qué hacer porque a este punto ya todos sabrán que no es buena consolando.
— No te dejaré solo.
— Vete ahora.
— No.
Regulus empezó a sentirse molesto ante su negación y se sentó rápidamente mirándola con odio, ella solo frunció el ceño al ver sus ojos hinchados, llenos de lágrimas y el rostro rojo.
— ¡Que te vayas te dije! ¡No entiendes o eres estúpida! — gritó molestó empujándola de la cama — ¡Déjame solo y ve a molestar a alguien más o métete con quien sea como la puta que e....
Y no pudo continuar cuando el fuerte sonido de una cachetada se escuchó, Regulus al instante sujetó su mejilla viéndola con sorpresa pero ella solo le observó tan fríamente que él no soportó y tuvo que bajar la mirada sobando su mejilla ahora roja por el golpe.
— Te me vas a calmar en este instante Regulus Black. No sé qué carajos te sucede pero yo no soy tu maldito saco de boxeo para que te descargues conmigo ¿entendiste?
Asintió y ambos quedaron en un profundo silencio. Némesis seguía viéndolo fijamente sin expresión y el pelinegro comenzó a arrepentirse de lo que dijo sintiéndose tan avergonzado que no se anima siquiera a mirarle, no puede creer que le haya llamado de esa forma, nunca antes le había juzgado por ello y ahora simplemente se le salió sin querer.
— ¿Ya te calmaste o te doy otra cachetada? — le preguntó más relajada.
— Ya me calmé — susurró.
— Bien, ahora mírame y deja de agachar tu cabeza que eres un jodido Black, no tienes que verte sumiso ante nadie.
El pelinegro le hizo caso levantando su cabeza y conectando sus ojos con los suyos, ella se abstuvo a rodar los ojos al verlo parecer un cachorrito abandonado.
Lastimosamente a ella le lavaron el cerebro desde pequeña diciéndole que nunca debe mostrarse débil y si va a llorar que sea a solas, pero que jamás alguien debe verla en un estado vulnerable, por esa razón no toleraría que alguien más se vea así, mucho menos su amigo que siempre se muestra como una piedra andante, además no es buena dando apoyo emocional.
— Lo siento por llamarte así, no fue mi intención.
— Da igual, me han dicho cosas peores, pero igual si me vuelves a llamar así te patearé las bolas.
Aunque no lo admita sí le dolió un poco porque muchos podrán decirle así pero que su propio mejor amigo le diga lastima, indirectamente le está juzgando por la vida que ella decidió llevar, además cuando uno está enojado tiende a decir verdades ocultas y eso le indica que él sí piensa en lo profundo de sí que ella es una puta pero nunca se animó a hablar sobre ello.
— No volveré a hacerlo y perdón nuevamente.
— Ya, como sea, cuéntame lo que te sucede y te perdono.
Con toda la confianza se acostó a su lado abriendo los brazos y piernas mirando el techo fijamente, Regulus tuvo que hacerse a un lado, casi cayendo de la cama ya que agarró todo el espacio, pero como aún se siente culpable no le dijo nada.
— ¿Te acuerdas de Ava?
— Obvio niño, ni que tuviera Alzheimer para olvidar a la tejona que amas.
— Primero que nada ¿qué es Alzheimer?, y en segundo, no la amo.
— Sí claro, hasta te brillaban los ojos cuando me hablabas de ella..Ay, Ava mi amor, huyamos, casémonos y tengamos diez hijos — se burló riendo.
— ¡Yo nunca dije eso! — exclamó molesto tirándole la almohada en su cara pero aún así la otra no dejó de reír — Y si lo dijera de todas formas no pasará.
Némesis se colocó seria al instante al verlo triste y se sentó rápidamente ya dispuesta a pelear con la chica si le hizo daño.
— ¿Qué te hizo?
— Como sabrás nos veíamos a escondidas luego de que me llegó la carta y empezamos a tener algo serio...— hizo una pausa y ella asintió — La cuestión es que ayer en la noche mientras hacía mi ronda la encontré teniendo sexo con un asqueroso Gryffindor y lo peor es que dijo el famoso "No es lo que crees", literalmente estaba con las piernas abiertas y él metiéndole el pene.
— Maldita perra desgraciada, yo la mato — dijo con rabia apretando sus puños — Nadie te daña y sale ileso.
Se levantó ya con todo como para ir a buscarla y tomar venganza pero Regulus le sujetó de su muñeca tirándola y haciendo que vuelva a acostarse a su lado.
— No le hagas nada por favor, solo déjalo pasar.
— Cariño, conmigo no existe solo déjalo pasar. Ahora mismo quiero que me digas también quién era el tipo.
— Pero...— al ver su rostro serio supo que no habría vuelta atrás, va a vengarse en su nombre — Creo que se llama Christian Cook.
— Oh...— sonríe maliciosamente — Vaya, vaya..
— ¿Qué sucede? — pregunta extrañado.
— Nada.
Christian Cook, un estudiante más que pasa desapercibido por muchos pero no para Némesis que prácticamente le conoce a todos los estudiantes tras pasar horas y horas observando todo desde primer año, por esa razón le conoce al chico y sabe que tiene novia, y si eso no es para tanto lo es el hecho de que esa novia es mejor amiga de Ava, lo que significa que hay más traición que nunca facilitándole tomar su venganza.
— No te creo nada, sé que sabes algo como siempre, lo que me hace dudar de cómo carajos es que siempre te enteras de todo, ¿acaso tienes poderes y no me contaste?
— Quizás lo tenga — sonríe burlona y se levanta de la cama como resorte — Nos vemos luego, tengo que hacer unos ajustes.
— ¿Qué? ¿Justo ahora? Al menos espera a que me vea presentable y poder ver el drama — dice indignado mientras señala su atuendo y su rostro ya suponiendo que debe estar terrible.
— Tranquilo, tú ponte lindo que todavía no comenzará lo grande.
Le guiña el ojo y sale de la habitación con los ánimos renovados pensando en dónde podría encontrarle primeramente a Ava, ya luego se encargará del resto.
Continuó pensando hasta que se le ocurrió ir al patio ya que los sábados por lo general se juntan ahí, van al lago o simplemente recorren el castillo, pero antes de eso pasó al baño para verse al espejo y vaya suerte tuvo al encontrarse ahí con ella, como si todo se pusiera a su favor para tomar su venganza.
— Vaya, vaya, mira a quien tenemos aquí.
La chica volteó inmediatamente y se asustó al ver la malicia en su expresión ya suponiendo que Regulus le contó todo, además de que la mayoría en Hogwarts sabe del aprecio que le tiene la chica a él y de cómo es ella. En varias ocasiones se pudo ver las venganzas que toma Némesis cuando hacen algo en contra suyo y no son nada agradables porque no te agrede físicamente, sino que te destruye emocionalmente o arruina algo que aprecias, por esa razón cierto porcentaje de alumnado la catalogan como malvada y prefieren mantenerse bien alejados de ella. Ahora mismo Ava se está lamentando haberle engañado a Regulus.
— Lestrange...
— ¿Sabes de lo que me enteré hoy? — pregunta acercándose lentamente a ella sin dejar de mirarla intensamente.
— Emm...n-no — murmuró insegura y nerviosa.
— Que le engañaste a mi querido Reggie — se detiene frente a ella recargándose por el lavamanos — Pero eso no es todo, sino que lo hiciste con el novio de tu mejor amiga, eso es caer bajo.
La chica se quedó tiesa de la sorpresa mientras la ve y luego empezó a ponerse más nerviosa y temerosa de que le cuente a la única amiga que siempre está para ella y le apoya en todo.
— Por favor no se lo cuentes, te lo suplico, no puedo perderla — habló desesperadamente ya lagrimeando.
— Debiste pensar eso antes de meterte con el idiota de Cook...¿No pudiste buscarte uno mejor? O quizás hasta meterte con tu mejor amiga que está más buena que su noviecito...o mejor dicho ex novio dentro de unos minutos.
— Némesis por favor no le cuentes, haré lo que sea que me pidas...Incluso volveré con Regulus si es necesario y fingiré que lo amo, pero por favor no lo hagas — habló rápidamente por la desesperación.
Estaba tan tranquila hasta que dijo algo sobre el pelinegro y en un acto impulsivo agarró su cara bruscamente y lo pegó contra el espejo manteniéndola ahí y agachándose cerca de su rostro viéndola enojada.
— Escúchame bien niña...Te vuelves a acercar a Regulus o siquiera intentar hablarlo y te arrepentirás de haberlo hecho porque te haré sufrir de la manera más dolorosa por cada lágrima que él derramó por ti. Y ya vete despidiendo de la idea de estar con esa amiga tuya, no te merece.
Con eso dejó de presionar su rostro y empezó a caminar fuera del baño escuchando los sollozos de la chica pero ni siquiera sintió una pizca de pena, después de todo si influye el hecho de ser criada en una familia de sangre pura, pese a que no comparte muchos ideales algunas cosas se le quedó con ella.
Al salir del baño se topó con Marlene pero como no está de humor solo le dio una mirada seria esperando que entienda que no tiene ánimos de hablar y continuó su camino, lo que no esperaba es que ella la siga y se coloque a su lado.
— ¿Necesitas algo? — le preguntó ya cansada.
— No.
— ¿Entonces por qué caminas a mi lado?
— Solo quiero hacerte compañía.
Némesis se detuvo y se cruzó de brazos mirándola fijamente buscando qué quiere con tan solo verla o quizás meterle presión para que lo diga o de lo contrario tendría que leer su mente y eso no es tanto de su agrado.
— Ya dilo Marlene.
— ¿Por qué le hiciste eso a la chica? — preguntó curiosa.
— Porque le engañó a Reggie y nadie le hará daño sin salir ileso siempre y cuando yo exista.
— ¿Qué relación tienes con él? ¿Son novios?
— Amanecimos muy preguntona eh — rodó los ojos — No somos novios y jamás lo seremos, él es como mi hermano menor, al único que le considero familia...¿Contenta o quieres seguir preguntando?
— Es muy lindo de tu parte, y tengo una duda más, ¿Potter y tú son novios?
Y ahí fue cuando Némesis entendió todo y su repentino acercamiento a ella después de varios días sin hablarle; quiere quitarle información para ir a decirle luego a su mejor amiga, o sea Lily Evans, quiso burlarse de ella pero mejor decidió hacerse la desentendida y entretenerse un momento.
— ¿Por qué lo preguntas?
— Solo curiosidad, es que los vi muy cercanos y todos están diciendo que son pareja.
— Así que si todos lo dicen tú les crees, no esperaba eso de ti rubia, pero bueno, en caso de que así sea ¿qué dirías?
— Eso significa que tú y él sí están saliendo — preguntó confundida.
— No lo confirmé.
— ¿Entonces no?
— Quizás.
— ¡Némesis!
La susodicha soltó una risita al verla tan alterada y continuó su camino para dejarla atrás pero al parecer no se dará por vencida hasta que le confirme si salen o no ya que volvió a seguirla sin permitirla desligarse de la conversación, pero para su gran suerte justo en ese momento llegó James corriendo hacia la pelinegra y la abrazó con fuerza levantándola en el aire y dándole vueltas. Marlene al ver esto quitó sus propias conclusiones y se alejó de ambos sin saber que si se quedaba unos minutos más sabría que todo es un plan, pero ya era tarde, cuando James decidió bajarla al recibir un zape ya estaba lo suficientemente lejos de ellos como para no oír nada.
— Te dije que nada de afecto exagerado maldito cuatro ojos.
— ¡FUNCIONÓ! — gritó dando saltos de emoción — Te podría besar ahora mismo.
— Uno, explícate mejor, y dos, iugh.
— Oye, tampoco es para que reacciones así, te apuesto a que te encantaría mis besos.
Ante eso la chica le vio con asco ya que jamás podría verlo de esa manera, más bien es como el hermano molesto que nunca te deja en paz y te jode cada que tiene la oportunidad. James por su parte soltó una risita al ver su expresión.
— Tranquila que no lo haré o lunático me mata.
— Ya, como sea, cuéntame el chisme y deja de dar tantas vueltas, pero vamos a otro lado antes de que ella salga.
Sin esperar respuesta entrelazó su brazo con el suyo y empezó a caminar rápido y James solo se dejó llevar bastante confundido.
— ¿Qué hiciste ahora?
— Nada — sonríe inocente.
— Esa sonrisa me dice lo contrario, pero lo haré pasar por esta vez para contarte que Lily se acercó a mí hoy por cuenta propia por primera vez en siete años y justo como lo dijiste me preguntó si tú y yo estábamos saliendo y obviamente le dije lo que me dijiste que le diga...
— Ok, muchas variantes de decir, ve al grano cornudo — interrumpe.
— ¿Cómo que cornudo, estúpida? — la ve indignado— haré pasar esta gran falta de respeto y continuaré...como iba diciendo, cuando le dije eso de que estoy intentando salir con otras personas, o sea tú, debiste ver su expresión...ay quiero gritar de la emoción — se quedó callado con la mirada perdida de idiota enamorado.
— Vamos a chillar juntos si quieres luego pero ya cuenta todo de una maldita vez antes de que te dé un zape.
— Tan amorosa como siempre — rueda los ojos — bueno, se le cambió toda la cara, se le veía tan celosa y entonces yo me contuve de no gritar por supuesto y le dije que no se preocupe que ya no andaría detrás suyo pero que aún así podríamos intentar ser amigos, ¿y adivina qué? ¡Aceptó!
— Lo sabía, soy una genio, deberías besarme los pies — dice engreídamente.
— Tampoco caeré tan bajo de hacer eso.
— Querido, tú ya no tienes ni dignidad.
— Hoy estás muy agresiva conmigo, ya me siento herido — dice dramáticamente colocando la mano en su pecho.
La pelinegra rodó los ojos deteniéndose al estar lo suficientemente lejos y se recargó por la pared pensando en que ya debería ir a hablarle a la amiga de Ava y está perdiendo el tiempo aquí, aunque tampoco es como si lo perdiera, porque si bien no lo demuestra realmente está contenta por James, ya era hora de que por fin se le dé lo que tanto ha querido desde hace años.
— Supongo que aquí se acaba nuestro trato.
— ¿Qué? No.
— ¿Cómo que no? — lo ve con el ceño fruncido — Ya obtuviste lo que querías, ya no es necesario que finja toda esta mierda cursi contigo.
— Solo un poco más, por favor.
Juntó sus manos mirándola suplicante y ella se quedó viéndolo fijamente por largos segundos tratando de entender por qué quiere que se alargue su falsa relación y lo único que se le ocurrió es para que no sea muy sospechoso que de un momento a otro se vuelvan a comportar como amigos sin ser cariñosos, al menos es la única razón lógica que se le ocurre.
— Solo para ser buena amiga te daré un día más, luego se acaba por completo porque debes entender que si alargamos mucho también corres el riesgo de perderle a la pelirroja de forma romántica.
— Mm..está bien — dice un poco disconforme.
— Ya, ahora me voy que debo hacer algo.
Sin esperar respuestas empezó a caminar alejándose y como era de esperarse él corrió detrás de ella hasta quedarse a su lado, algo que la hizo resoplar y mirarlo mal pero James se hizo el desentendido y continuó caminando a su lado.
— ¿Qué haremos?
— Más bien dicho haré.
— Haremos.
— Si que eres como chicle, pero te diré porque ahora que lo pienso necesito de ese mapa tuyo para que me ayudes a encontrarle más fácil a alguien.
— ¿A quién? — pregunta quitando su mochila del hombro.
— Susan Miller, debo avisarle que su mejor amiga y novio están cogiendo a escondidas.
Detiene abruptamente su búsqueda del mapa y la observa con la boca abierta, ante esto Némesis colocó su dedo índice en su mentón y le cerró la boca viéndolo divertida.
— ¡Que malditos! — exclama indignado y comienza a buscar más rápido el mapa — Aquí está, jodamosle la vida a esos dos.
— Creo que ya te corrompí miope — sonríe de lado dándole una palmada en su hombro — ahora me agradas más, en fin, búscala para advertirle antes de que Ava se vaya con otro cuento falso.
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Y ahí estaban los dos y muchos otros estudiantes más presenciando la pelea a gritos entre las dos luego de que Némesis le haya contado todo y que justo en eso apareció Ava llorando y disculpándose con ella pero luego al ver que Susan no la perdonaría dejó su lado de víctima y empezó a gritarle palabras hirientes, por supuesto la otra no se quedó atrás y aquí están, en una batalla que pronto se convirtió en tirones de cabellos y golpes.
— ¡Dale más fuerte Susan! — gritó Némesis con una sonrisa divertida.
— ¡Tú puedes Susan! — gritó James siguiéndole el juego.
Ambos se voltearon a ver y soltaron una carcajada para luego comentar sobre la pelea, cosas como "uh, eso debió doler", "golpea bien", "se quedarán calvan si siguen así", entre otros, mientras tanto a lo lejos estaba Regulus viendo todo entre apenado y satisfecho. Y por otro lado Remus apareció y se colocó al lado de James.
— No deberían alentar la pelea — les regañó viéndolos.
— No seas aguafiestas lobito...¡Susan, ahí viene tu ex novio, dale su merecido!
— Esto se pone bueno — opinó James viendo como el tercer implicado se unió.
Remus negó ante eso y se quedó callado sabiendo que no los hará cambiar de parecer, así que solo se quedó mirando la ahora discusión y dudando en si debería intervenir para ayudarle a la tal Susan que está en desventaja ahora, pero decidió quedarse mejor en su lugar no queriendo llamar la atención y meterse en una discusión en donde él no tiene nada que ver.
— ¡¿Qué está pasando?! — gritó la profesora McGonagall apareciendo y haciendo que los otros se callen y la mayoría de los estudiantes se vayan.
— Bueno, este es mi llamado para retirarme, mi trabajo está hecho — informó Némesis y sin darle tiempo a que la hablen comenzó a alejarse.
Remus se quedó mirándola dudando en sí ir a hablarle o no, aunque lo quisiera. Luego de lo que pasó en la torre de astronomía continuaron teniendo sus encuentros y algunos que otros besuqueos, pero no tanto como realmente le gustaría, además hay veces que solo se besan y aparte de eso él quiere también hablar y quizás hasta conocerla más, pero lastimosamente quien tiene el control aquí es ella, no él, así que debe adaptarse, después de todo debe seguir con el trato.
— Ve tras ella — le alentó James al ver como se quedó quieto mirando en su dirección.
— Umm...mejor no — dice inseguro volteando a verlo.
— ¿Por qué no? Vivo escuchándote hablar de lo bien que te la pasas junto a ella y ahora no te quieres acercar, no te entiendo lunático.
— No seas exagerado, te hablé de ella solo cuatro veces, y no, no me iré tras ella y punto — comienza a caminar.
Al ver que se iba trotó hasta quedar a su lado mirándolo fijamente sin importarle caerse de cara en el proceso, ante eso Remus aumentó sus pasos queriendo huir del posible cuestionamiento que le hará.
— Dame una razón porque estoy comenzando a creer que tienes miedo.
— No quiero molestarla, además lo que tenemos consiste en que ella debe buscarme cuando se le apetezca, no yo a ella.
— Pero ya la buscaste en algunas ocasiones y no se molestó — se queda en silencio mirándolo aún y no pudo evitar insinuar lo qué pasó por su mente — Ahora huyes porque te está comenzando a gustar ¿verdad?
— No — respondió inmediatamente — Ahora déjame solo.
Aprovechando que en el pasillo hay un poco de tránsito estudiantil se adentró ahí escondiéndose entre el tumulto y perdiéndose de la vista de James quien se detuvo negando.
— Ya veo quién será el primero en caer — susurró para sí mismo.
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Holaa...Ha pasado bastante de que no actualizo así que me disculpo por ello, es que estoy pasando por una gran falta de inspiración y solo este capítulo me tardé un montón en escribir y eso que no quedó tan bien, más bien sería como un relleno, pero bueno, una disculpa nuevamente, trataré de no tardar tanto para el próximo capítulo.
Y solo eso quería informarles. Les deseo un buen resto del día, hasta luego <3
Ingrid.
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