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CAPÍTULO DOCE
• VENGANZA •

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Lucius Malfoy es la persona más insoportable de su edad que Némesis ha conocido y sin duda alguna su paciencia con él cada vez se está agotando más y se encuentra a punto de explotar y golpear su rostro para que cierre la boca pero no lo hace porque no quiere caer tan bajo como para pelear de esa manera.
¿Por qué sucede esto? Simple, ese lunes apenas ella entró al comedor para almorzar todas las miradas se posaron en ella y empezaron a cuchichear, al principio no entendía nada hasta que Regulus le explicó que Malfoy difundió a todo el colegio orgullosamente de que ella es su prometida, y como si no fuera suficiente mintió con que ella le suplicó arrastrándose tras él para que sea su esposo ya que su familia la considera una deshonra y la echarán si no se casa con alguien digno y honorable. Algunos ilusos creyeron pero otros que tienen una idea de como son ambas personas no se lo tomaron en serio y piensan que es solo una jugada de Malfoy para llamar la atención como tanto le gusta, además el obvio asco que demuestra la pelinegra desde segundo año hacia él dice mucho.

— No puedo creer que antes me caía bien ese idiota — murmuró para sí misma mientras escribe con rabia su tarea.

Hace varios años atrás, específicamente antes de empezar Hogwarts y cuando ella tenía nueve años le caía bien Lucius Malfoy y hasta se podría decir que era su amigo ya que en ese entonces era un niño sin ninguna pizca de maldad y egocentrismo, hasta que a los diez años empezó a cambiar volviéndose poco a poco el insoportable que es hoy en día, la principal causa de todo fue porque Sirius y él no se caían bien entonces la hizo elegir entre ambos, ella no eligió nunca pero el rubio asumió que sí cuando un día se negó a ir en su casa y descubrió que fue porque se iba a juntar con Sirius, ahí fue cuando empezó a alejarse poco a poco, pero lo que rompió todo mínimo lazo fue cuando en el primer año de Hogwarts él se burló de ella con sus nuevos amigos frente a todo el alumnado, así continuó hasta que extrañamente en sexto año su padre le comentó que él pidió que ella sea su esposa y por supuesto los Lestrange aceptaron sin dudarlo gracias a la fortuna y estatus que poseen los Malfoy, pero aún así no se haría público su compromiso hasta que Jacob Lestrange lo decida.

— Ya me vengaré — volvió a susurrar.

Pero se hartó de hacer su tarea y empezó a guardar todo rápidamente para luego salir de la biblioteca aún con molestia. Ya no puede seguir postergando todas las bromas que tenía pensado hacerle anteriormente y que por obvias razones no pudo, pero a la mierda con todo, ahora más que nunca se lo merece y lastimosamente necesita de la ayuda de Potter, o más bien necesita su capa pero jamás se lo prestará, más aún cuando él quiere participar también, así que por esta vez trabajará en conjunto, quizás hasta obtiene mejores resultados. Por esa razón se fue directamente al patio en donde le había visto al grupo de amigos hace diez minutos atrás y cuando llegó efectivamente ahí estaban, como siempre James y Sirius son los más ruidosos riendo a carcajadas y hablando quién sabe de qué mientras Peter se encuentra callado mirándolos y Remus lee un libro recostado por un árbol. Debe admitir que se ven atractivos con el sol pegando ligeramente sus rostros, tres de ellos con el uniforme desarreglado y el ligero viento moviendo sus cabellos, pero cierto castaño se le hace aún más atractivo que el resto, además es del tipo de chicos que le atraen más, todo lo opuesto a ella.

— Hola idiotas — saludó llamando la atención de todos.

— Hola Némesis — saludó James con esa sonrisa alegre que lo caracteriza.

— ¿Qué quieres? — preguntó Sirius todo lo contrario a su amigo.

La pelinegra rodó los ojos ante su tono amargado y mala mirada, sinceramente ya está harta de su comportamiento tan infantil, además se rehúsa a tener una conversación seria y resolver todos los problemas como ella lo quiere, y tampoco es como si fuera a rogarle hasta el cansancio para hablar, solo espera que algún día sea lo suficientemente maduro para querer hablar, aunque parece que eso nunca pasará.

— No vine aquí a buscar peleas así que te agradecería que no hables solo por unos breves minutos.

— Tú a mí no me callas maldita serpiente.

Por otra parte Remus disimuló seguir leyendo su libro pero la verdad es que está atento a todo desde el principio y hasta fue el primero en notar que ella iba en dirección a ellos, incluso da miradas disimuladas en su dirección pero dado el trato debe hacer como si fueran simples conocidos frente a la gente, así que por más que le quiso regañar a Sirius por ser tan maleducado no dijo nada.

— Ajá, lo que digas — lo ignoró y posó sus ojos en James — ¿Podemos hablar en privado?

— Emm...¿De qué?

— El concepto de privado creo que dice mucho ¿no?

— Ay, está bien.

Ella sin esperarlo volteó y caminó con lentitud alejándose de ellos, James rápidamente se levantó ignorando la potente mirada de su mejor amigo y trotó hasta quedar a su lado y seguirle el ritmo.
Una vez que estuvieron lo suficientemente lejos de la mayoría de las personas la pelinegra se detuvo volteando a verlo.

— ¿Qué necesitas? — preguntó curioso.

— Es hora de elaborar las bromas que te había mencionado hace varios días atrás.

— ¿En serio? — preguntó emocionado sin poder creer a lo que ella asintió — ¡Por fin! Me estaba haciendo anciano esperando.

— Sí, bueno, ya estoy harta de él.

— Si es por lo que dijo hoy yo no le creo nada.

— No eres tan tonto como pensé — bromeó.

— ¡Oye! Soy inteligente.

Némesis se hizo la pensativa y James le dio un suave empujón fingiendo estar molesto pero al final los dos terminaron riendo. Claramente ambos se llevan bien sin siquiera estar drogados como cuando hablaron por primera vez y se podría decir que es la única persona perteneciente a la casa verde que le cae bien al azabache, quizás porque tienen algunas cosas en común.

— Entonces qué tienes en mente — preguntó el chico recargándose contra la pared y ajustando su lente.

— Varias cosas pero primero empezaremos con dejarle sin aquello que tanto ama y presume.

— ¿Su dinero?

— No, su amado cabello de comercial.

Sonrió maliciosamente al imaginarlo llorando sin saber que le sucede a su cabello mientras también sufre de otras bromas más. Oh, sí que disfrutará de ver todo entre las sombras.
James también pensó lo mismo y sonrió imaginando otras bromas más que tiene pensando.

— ¿Cómo lo harás? ¿Con alguna poción o hechizo?

— Nah, sería muy fácil y duraría solo un día.

— ¿Entonces?

— Existe un producto muggle, es una crema que te depila sin necesidad de utilizar rasuradora, voy a mezclar eso en su shampoo y enjuague e irá perdiendo poco a poco su cabello causándole desesperación por no saber lo que sucede.

Potter abrió la boca sorprendido sin poder creer lo que haya dicho, a él jamás se le hubiera ocurrido algo así, es más, ahora piensa que debe empezar a investigar productos muggles para usar en sus bromas, además le interesa tener esa crema para él.

— Eres cruel, pero me gusta la idea. ¿Qué más tienes pensado?

— Crear un lago en su habitación con varios sapos y otros bichos ya que le dan asco, fundir algunos rumores falsos...

— ¿Qué rumores?

— No me interrumpas — le reclamó y él asintió rápidamente ante su fría mirada — A través de ese rumor crearé un broma que aún no te lo diré, luego haré el clásico de llenarlo de pintura, específicamente rojo porque lo odia, después....¿sabes qué? te los iré diciendo los días que toquen hacerle bromas.

— ¿Qué? ¡No! Es injusto, seré tu compañero de bromas, necesito saberlo.

— No te los diré así que deja de lloriquear que de mi boca no saldrá nada.

— Agh, está bien ¿qué haremos ahora?

— Faltar a clases — dijo con simpleza — ¿Te apuntas?

— ¡Obvio! Cualquier cosa es buena excusa para faltar.

Némesis asintió de acuerdo y le hizo una seña para que la siga y por supuesto él empezó a caminar a su lado hostigándola de preguntas sobre las bromas y su relación con Malfoy pero ella no le respondió ninguno y se mantuvo callada arrepintiéndose internamente de solicitar su ayuda porque es demasiado hiperactivo hasta para ella que constantemente busca algo que hacer para calmar su aburrimiento.

— ¿Me ayudarás con Lily? — preguntó cambiando de tema — Recuerdo bien que aceptaste un trato.

— Yo no me acuerdo — se hizo la desentendida.

— Me dijiste que si te doy 28 galeones y te presto la capa lo harías.

— Te ayudo si me pagas ahora mismo.

Extendió su mano al aire esperando las monedas y James la miró con desconfianza pero como está desesperado y ya sin otros recursos metió su mano en el bolsillo de su túnica y de ahí quitó una mini bolsa de terciopelo en el cual parecen haber varias monedas por el sonido chocando entre ellos. Némesis lo miró incrédula pensando en como es posible que alguien lleve tanto dinero consigo dentro del castillo, no tiene sentido porque no hay ninguna tienda en donde se pueda gastar, James notó su expresión y se rio.

— Apuestas.

No dijo nada al respecto y se detuvo en una esquina facilitándole que pueda contar el dinero correctamente, mientras tanto empezó a observar a su alrededor buscando alguna señal de profesores ya que según su reloj hace dos minutos atrás se acabó el tiempo libre.

— Aquí tienes.

Le pasó la bolsa y como la desconfiada que es contó rápidamente las monedas verificando que efectivamente hay los 28 galeones, por lo tanto lo guardó en el fondo de su mochila.

— Joder, si que estás loco por ella como para pagarle a alguien por ayuda. No sé si es romántico o patético.

— Haría lo que sea por Lily, incluso dar mi vida por ella.

— Bueno Romeo, dentro de poco le tendrás a tu Julieta y esperemos que tengan un final distinto.

A veces cuando le ve a personas tan enamoradas ella se pregunta como se sentiría y le da tanta curiosidad que le gustaría vivir aunque sea un solo día la sensación, pero luego viene de vuelta su rechazo al amor y se la pasa completamente volviendo a su lado cuerdo en donde sabe que posiblemente terminará lastimada y llorando tras la ruptura como muchas chicas que ha visto, entonces prefiere olvidarse del tema para evitar que la idea se le adentré a la mente y termine sufriendo. Además no necesita pareja, está demasiado bien soltera y haciendo lo que quiere sin que nadie le monte escenas.

— ¿Cómo me vas a ayudar? — preguntó emocionado volviendo a seguirla ya que empezó a caminar.

— De hecho no necesitas ayuda porque tu amada pelirroja ya está enamorada de ti.

— ¡¿QUÉ?! — gritó de la sorpresa y la pelinegra por inercia le dio un golpe en el brazo mientras observa por todos lados, a él ni le importó y empezó a caminar dando saltos de la emoción — ¿Es en serio? ¿Cómo lo sabes? ¡Dímelo ya!

— Relájate miope, ni que fuera la gran cosa.

— ¡Por supuesto que es la gran cosa! He soñado este momento por siete años.

— Tan cursi — se burló sonriendo de lado.

— Cállate que seguro pronto Remus y tú estarán igual — la chica rodó los ojos negando — ¿Y?

— No te diré cómo, solo te diré que lo lograste después de tantas humillaciones y pérdida completa de dignidad. Felicidades muchacho.

Le dio una palmada en el hombro y por el impulso de la emoción James la abrazó con fuerza e incluso la elevó en el aire mientras ella lo insulta y le pide que la baje con amenazas de por medio pero él no le hizo caso y empezó a dar vueltas riendo, así que no le quedó de otra y solo se quedó tiesa esperando que se le baje la emoción y se aleje de ella.
En estos momentos es que odia ser enana porque es fácil de manejar para personas altas como él.

— ¡Por Merlín! Ya suéltame o te corto los testículos y te dejaré sin la oportunidad de traerle a Harry a este mundo de mierda....Pensándolo bien, sería lo correcto, si yo pudiera viajar en el pasado le diría a mi mamá que me aborte, así no tendría que estar viviendo obligatoriamente.

James la bajó rápidamente mirándola horrorizado y tapando con sus manos su entrepierna, algo que la hizo reír malvadamente.

— Con mi bolas no mujer que si me los cortas no podrás ser la madrina del mini cornamenta.

— Ya te dije que no seré la madrina de tu mocoso, además ni siquiera me conoces bien como para darme ese cargo.

— Entonces conozcámonos. ¿Quieres ser mi amiga?

— No.

Volvió a caminar pero mucho más rápido y James trotó hacia ella riendo sin razón alguna, solo está feliz y nada podría arruinar su alegría en estos momentos, ni siquiera Némesis y su rechazo a formar cualquier tipo de lazo, además desde que se drogaron juntos él se propuso a sí mismo volverse su amigo antes de fin de año.

— Oh vamos, soy un buen amigo. Cada vez que me necesites yo estaré ahí, si quieres llorar me buscas y te presto mi hombro, si quieres divertirte organizamos una fiesta, si quiere escaparte del colegio yo te ayudo, si quieres...

— ¡Ya! ¿Te callarás si acepto?

— Sí.

— Bien, somos amigos y ahora yo seré quien te diga que si me traicionas te haré la vida imposible. No hagas que me arrepienta porque no a cualquiera le dejo formar parte de mi vida.

— Juro solemnemente ser el mejor amigo del mundo — dijo colocando su mano en la dirección de su corazón.

— No digas eso frente a Reggie. Y por favor, nada de abrazos.

— No prometo nada.

Le dio una mala mirada y él solo rio travieso porque las reglas no son sus amigos y él está para romperlo.
Ambos continuaron yendo hasta la mazmorra para entrar en la sala de Slytherin mientras que él divagaba de las cosas que harían juntos ahora que son amigos, estaba tan feliz que hasta su actitud logró causarle un poco de ternura a Némesis porque parece un niño teniendo su primer amigo, aunque tan lejos de la verdad no está, solo que sería amiga, su primera amiga porque siempre han sido hombres.

— Cambiando de tema. Debería ir a pedirle una cita a Lily-flor ahora que sé que también le gusto.

Apenas dijo todo volteó dispuesto a ir en plena clase e invitarla pero Némesis rápidamente le sujetó del brazo deteniéndolo y dándole la vuelta.

— Alto ahí galán. Ese es tu mayor problema.

— ¿Qué cosa? — preguntó confundido.

— No deberías hostigarla e invitarla cada vez que tengas la mini posibilidad, mejor juega con su mente.

El chico rápidamente se soltó de su agarré con el ceño fruncido sintiéndose levemente molesto ante tal consejo.

— No voy a jugar con su mente.

— Ok, mala elección de palabras. A lo que me refiere es que cambies de táctica.

— ¿Qué sugieres? — preguntó más interesado olvidando toda molestia.

— Mira, ella sabe que te tiene en la palma de su mano y que harías lo que fuera por ella, pero ¿qué pasaría si la ignoras?

— Emm....no sé.

— Está tan acostumbrada a que día a día andes detrás de ella que si la ignoras aunque sea por tres días se preguntará todo el tiempo por qué lo haces y tu nombre estará rondando cada momento en su cabeza. Ahí es donde yo entraré aunque no me guste la idea, en fin, estos tres días hablaremos más de lo normal, especialmente frente a ella y posiblemente se pondrá celosa, entonces por ende le entrará la idea en la cabeza de que no estarás toda la vida detrás de ella, que hay más chicas capaces de tener algo contigo y sabrá que puede perderte si continúa reprimiendo sus sentimientos e ignorándote, así que luego de ese plazo de tiempo te acercarás a ella y le hablarás como una persona decente — recalcó lo último sabiendo como es frente a ella — En medio de la conversación saldrá sí o sí la pregunta de que si nosotros tenemos algo, entonces tú le dirás casualmente que estás intentando seguir adelante y conocer más chicas, no sabremos cómo reaccionará pero ese será tu oportunidad de establecer una amistad con ella...

— Pero yo no quiero amistad.

— Es acuario idiota, primero debes intentar ser su amigo antes que algo serio.

— ¿Y tú cómo sabes su signo?

— Me entretiene investigar personas, pero ese no es el punto..Luego a medida que pasa el tiempo ella se dará cuenta de que no eres como piensa y te dará una oportunidad, luego van a ser novios, se casarán pero antes yo haré la despedida de soltera con strippers y después todos felices para siempre.

James sin duda alguna estaba asombrado ante todo el plan elaborado y se preguntó cómo es que no se le ocurrió antes, pero quizás antes no hubiera funcionado y este es el momento adecuado, y obviamente aceptará porque ya no tiene otras opciones, sería como su última jugada antes de darse por vencido como se prometió, aunque todos saben que esa promesa jamás podría cumplir y seguirá detrás de ella hasta que se acabe el colegio y quizás hasta después.

— Eres una genio, es un plan magnífico, excepto la parte de los strippers.

— Lo sé, y no digas tonterías, esa es la mejor parte de todas, traeré para todos los gusto.

— Recuérdame no dejarte a cargo de su despedida de soltera.

— Para cuando eso lo olvidarás y podré elaborar mi plan.

A propósito imitó una risa malvada como las películas muggles que suele ver y James por su parte se empezó a quejar de mil maneras, incluso amenazándola con no ser la madrina como si eso a ella le importase.
Y así estuvieron todo el camino, bromeando y dando suposiciones sobre un futuro impredecible en donde quizás su amistad ni siquiera dure tanto tiempo y termine antes de lo esperado por causas del destino.

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— ¿Puedo ponerle también al shampoo de quejicus?

— No.

— ¿Por qué no? ¿Acaso eres su amiga? — insinuó molesto.

— No lo soy pero nunca me hizo nada malo, entonces no accederé a ser tu cómplice, además ya está por ser la cena y aún nos falta poner la pintura.

— Ay está bien, solo por esta vez.

— Vámonos antes de que vuelva.

Antes de salir del baño echó un vistazo verificando que todo esté en el mismo lugar que estaban sus productos y al ver que sí salió con James poniéndose los dos la capa de invisibilidad y realizando todo un tramo nuevamente hasta llegar a la habitación de ella en donde empezó a buscar la pintura que tiene guardado desde hace semanas. Mientras tanto el Gryffindor se puso a curiosear toda la habitación toqueteando todo lo que está a su alcance, incluso abrió un cajón pero al ver el contenido cerró rápidamente con el rostro sumamente sonrojado, Némesis volteó a ver y se rio al ver su estado.

— Eso te pasa por curioso.

— Por Merlín ¿Por qué tienes todas esas cosas? ¿Eres masoquista?

— Solo son juguetes sexuales, ni que fuera la gran cosa.

— Lo normal sería encontrar un consolador y no toda una armería de tortura.

— Que exagerado, y pobre de Evans que tendrá que soportar toda su vida un sexo básico sin experimentar otras áreas.

Con eso James se empezó a plantear la idea de aprender a utilizar todas esas cosas mientras que Némesis finalmente encontró el bote de pintura que al parecer en algún momento cambió de lugar y no se acordó.

— Listo ¿Nos vamos o seguirás imaginando escenas calientes con la pelirroja?

— No estaba pensando en eso, sino en tus "juguetes". ¿En serio te da placer eso? — preguntó curioso.

— ¿Por qué se supone que estamos hablando de esto?....En fin, sí, y no solo a mí, he estado con varias personas que les gusta experimentar conmigo y disfrutan del resultado.

— Hm...¿Y de dónde compras eso?

La pelinegra le observó con una ceja enarcada ante tanto interés pero aprovechó aquello ya que es el momento perfecto para hacer negocios, algo que no puede desaprovechar nunca.
Ella es de las personas que puede proveerte lo que sea y ya varios del colegio le han pedido algunos favorcitos, pero eso sí, suele cobrar bastante caro.

— Tengo un conocido que me lo provee. Si estás interesado en comprar algún producto me avisas y te los mando traer el que quieras, la única diferencia es que tendrías que pagar un costo extra por mi esfuerzo.

— ¿Tienes algún catálogo?

Ella no respondió y fue hasta el mismo cajón abriendo y rebuscándose en el fondo hasta que encontró la revista y se lo pasó a James, este aún bastante curioso lo agarró y se sentó en la cama, ella lo siguió sentándose a su lado.

— ¿Qué carajos? ¿Cómo se usa esto?

Le señaló un producto y ella le empezó a explicar, de hecho estuvieron así por unos cuantos minutos en donde ella le explicaba cada uno de la forma más genial posible con el fin de vender, por supuesto James cada vez se estaba dejando convencer más y ya le estaba interesando en comprar algunos.
Al finalizar el catálogo se quedó pensativo por unos segundos y Némesis esperó pacientemente.

— Quiero comprar.

— ¿Cuál exactamente? — preguntó con una sonrisa de victoria.

Le empezó a señalar los que quiere y la pelinegra lo anotó todo en un diario donde ya tiene pedidos pero de otras cosas, por lo general a muchos aún les causa vergüenza y rechazo el explorar su sexualidad e incluso hablar sobre ello, por esa razón a un grupo muy reducido le ofrece juguetes sexuales. La mentalidad aún no es tan liberal en esa época como para hablar abiertamente sobre el tema.

— La mitad del pago se da por adelantado y el resto cuando te entrego tu pedido.

— Está bien, te los daré más tarde pero no le digas a nadie.

— Por supuesto que no, la confidencialidad es lo primero conmigo.

— Toda una empresaria — se burló riendo — Eres buena vendiendo, deberías dedicarte a eso al finalizar el colegio, yo sería tu comprador exclusivo de lo que sea que vendas.

— Quizás lo haga, pero ahora vivamos el presente y vamos a hacer la broma de una vez por todas que ya quiero ver su horrible rostro lleno de pintura.

Justo en ese momento Regulus abrió la puerta empezando a decir algo pero se detuvo al ver que su amiga no está sola y sorprendentemente su acompañante es James, pero lo que hizo que el panorama sea más extraño fue ver que el chico tiene en su mano una revista en donde desde su posición puede ver que está abierto justamente en una página de esposas.
Frunció el ceño mirándole intercaladamente a ambos pensando directamente que ambos tienen algo, pero luego recordó que Némesis con quien tiene algo realmente es con Remus y ella jamás andaría con amigos a la vez.

— ¿Qué hace él aquí?

— Estamos haciendo negocios y luego haremos una broma.

— ¿Y por qué le pides ayuda a él y no a mí?

— Porque tú me dijiste que ya no quieres hacer ninguna broma.

James notó los celos del chico y sonrió travieso con ganas de ponerlo aún más celoso.

— ¿Sabías que ahora ambos somos mejores amigos?

— ¿Qué? ¿Es cierto Némesis?

— Se podría decir.

— Ah.

Le dio una última mirada a la pelinegra y salió de la habitación sin siquiera cerrar la puerta, James al instante empezó a reír ganándose un empujón que casi lo hizo caer de la cama.
Por otro lado Némesis no entiende nada ya que creía que Regulus estaría de acuerdo con su amistad, anteriormente no había dicho nada al respecto, aunque supuso que solo son celos o piensa que será reemplazado, cosa que jamás sucederá porque él siempre estará primero antes de incluso su propia familia.

— Si que es celoso — se burló James.

— Sí, como sea, vamos ya.

Lo agarró del brazo y prácticamente lo arrastró afuera para luego cerrar la puerta con llave e ir hacia el comedor con él tapado con la capa y llevando la pintura obviamente para que nadie sepa que son ellos, aunque a esta hora la mayoría se encuentra en su penúltima clase antes de la cena.
Cuando estuvieron cerca Némesis también se metió debajo de la capa y James le empezó a preguntar en susurros cómo lo harían y ella no le decía nada lo que le ponía de malas.

— Ya cállate idiota, me desesperas.

— Entonces dime el plan completo.

No quedándole de otra empezó a explicarle todo el plan que sería parecido a cuando hizo la broma con los doxy pero más elaborado.
Al terminar de explicar James asintió de acuerdo y entre algunas conversaciones se pusieron a realizar el plan que esperan salga bien, de todas formas solo sería uno de tantos, un fallo no sería la gran cosa, aún así Némesis no piensa fallar, y quizás sus bromas sean un poco pesadas pero teniendo en cuenta las cosas malvadas que Malfoy hace no se compara en nada, sería como darle una venganza en nombre de todos los que él alguna vez hizo daño con su grupo de mini mortífagos.

Apenas terminaron salieron inmediatamente del comedor con la capa y fueron a un lugar escondido faltando también a la siguiente clase, algo que seguramente levantará algunas sospechas.

— Si el resto de los Slytherin son como tú todo sería diferente, una pena que la mayoría sean unos idiotas malvados.

— Que estupidez, muchos de nosotros somos buena onda y nada malvados pero ustedes los de Gryffindor son tan prejuiciosos que no ven más allá catalogándole a todos por la misma cosa cuando solo algunos son así como dicen. Y lo peor de todo es que por culpa de los malditos prejuicios de todo el estúpido colegio muchos de nosotros sufrimos también de burlas y desprecios, algo que aunque no lo demuestren también les afecta. Después de todo seguimos siendo unos niños en busca de aceptación.

Todo eso lo dijo más que molesta ya que está harta de que vean su casa como los malos cuando hay peores personas que también provienen de otras casas, y sí, de ahí salen muchos aspirantes a mortífagos pero no todos y ya le cansa que les pongan a todos en la misma bolsa.
A pesar de que muchos no la hablan por miedo a que el grupito de imbéciles les haga algo ella ha tenido la oportunidad por breves momentos de conversar con algunos de su casa y son como cualquier otro adolescente normal que justamente como lo dijo sufren por tanto desprecio del colegio e incluso de los profesores mismos.

— Y ni hablemos de que ustedes ni cualquier perteneciente de otra casa tampoco son tan santos como aparentan...¿Sabes qué? Mejor me largo.

Bastante molesta caminó a toda velocidad alejándose de él y James se quedó quieto mirándola irse sin poder reaccionar, pero cuando lo hizo corrió tras ella gritando su nombre pero ni aún así ella se detuvo, al contrario, aumentó más sus pasos.

— ¡Espera, por favor! — la agarró del brazo deteniéndola y volteándola — Lo siento, prometo no volver a decir nada respecto a eso.

— El problema no está en que evites mencionarlo solo por compromiso, sino que no puedes ver más allá y continuarás pensando eso de todos, y por si se te olvida yo soy una Slytherin y estoy muy orgullosa de serlo, así que si continúas pensando la misma mierda es como si también creyeras que yo soy igual a ellos.

— Pero a ti te conozco, sé que no eres igual a ellos y por eso me agradas.

— Si dejarás de lado esos pensamientos te darías cuenta que otros también te podrían caer bien, pero no te forzaré a que lo hagas, eso debe nacer de ti mismo, aún así espero que a partir de ahora aprendas a no dejarte llevar por las masas y a no juzgar a las personas antes de conocerlos.
Nos vemos en la cena Potter.

Y con eso se retiró dejándole no solo culpable por cagarla, sino también bastante pensativo sobre su palabras y sus propias acciones y creencias sobre la casa de Slytherin que ha tenido desde hace muchos años, incluso desde antes de entrar a Hogwarts.

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Llegada la hora de la cena cada quien se sentó en su mesa para no levantar sospechas pero aún así se daban miradas a lo lejos, claramente el enojo de Némesis ya pasó, no completamente pero lo suficiente para olvidar por el momento y centrarse en la broma.
Los dos están expectantes mirando la entrada esperando que Lucius entre y en lo más posible solo, aunque de todas formas lo más posible es que le salpique un poco de pintura al resto ante el impacto.

— ¿En serio eres amiga de Potter? — preguntó Regulus rompiendo el silencio que impuso desde lo de la habitación.

— Sí, me cae bien y no te molestes, tú siempre serás mi mejor amigo número uno en mi vida.

— Más te vale — amenazó con seriedad pero no tardó en sonreír de lado al ver la entrada — Viene Malfoy junto a Snape.

Némesis volteó rápidamente hacia la entrada y con una sonrisa traviesa esperó a que llegue al punto indicado y cuando lo hizo realizó un movimientos de varita e inmediatamente la pintura roja cayó manchándole por completo a ambos, pero más que nada a Malfoy. El comedor se quedó por unos segundos en completo silencio hasta que la gran mayoría estalló en risas, James y Némesis se observaron con una sonrisa de superioridad al ver que lograron la segunda broma de todos los que aún faltan y luego se tomaron el tiempo de reírse también.

— ¡¿QUIÉN LO HIZO?! — gritó furioso el rubio tratando de quitarse la pintura de su rostro.

Por otro lado el pobre Snape que no tendría que sufrir de nada salió rápidamente del comedor manchando el piso de pintura a medida que camina. Lucius seguía maldiciendo y también amenazándole a los merodeadores creyendo que ellos son pero estos lo negaban y se burlaban de él, James y Sirius más que nada.

— ¡ME LAS VAN A PAGAR!

Némesis continuó riendo al verlo caminar dificultosamente y se rio aún más cuando se resbaló y cayó de trasero soltando un grito de frustración mientras golpea el piso de la rabia y de la humillación, así que queriendo huir salió lo más veloz que pudo pero con cuidado de no caerse.

— En la próxima yo quiero participar — pidió Regulus con una sonrisa malvada y con ganas de hacerlo pagar por lo que también le hizo años atrás.

— Entonces bienvenido seas querido Reggie.

Como si nada continuó comiendo sin levantar sospecha alguna, por otra parte la profesora McGonagall fue directo a los merodeadores con una expresión molesta.

— Potter, Black, Pettigrew y Lupin, detención mañana a la mañana.

— ¡¿Qué?! Te juro que nosotros no hicimos nada esta vez Minnie — se quejó Sirius.

— No tiene ninguna prueba de que fuimos nosotros — le siguió el de lentes.

— ¿Quién más que ustedes sería capaz? No toleraré las mentiras señores.

— Tienen razón profesora, nosotros no hemos sido esta vez — dijo Remus tranquilamente.

La profesora los miró intercaladamente por largos segundos hasta que dio un asentimiento marchándose del lugar.
Remus dirigió sus ojos hacia la mesa de Slytherin sabiendo quien fue ya que es bastante obvio teniendo en cuenta las bromas anteriores que solo él lo sabe y que justo ella y James desaparecieron juntos.

— Tenemos que averiguar quién es la persona que está detrás de las bromas y hablar con él para hacer bromas juntos — habló Sirius bastante decidido.

— ¿Qué te hace creer que es un hombre? — preguntó Remus.

— Es que nunca vi a una mujer hacer bromas, igual si lo es tenemos que juntarnos.

Si supieras quien es no estarías de acuerdo. Pensaron casi igual James y Remus divertidos de tan solo imaginar la reacción que tendría si se entera que es nada más y nada menos que Némesis Lestrange.

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