OO5.⠀❨ Conversaciones incómodas ❩⠀
—Bueno bien, no queremos que esta sea una conversación incómoda, ¿Cierto Nick? —Gabe observó el firme asentimiento de Nick y sonrió de lado, dirigiendo nuevamente toda su atención a Jesse quién ya estaba molesto y ansioso en partes iguales, moviendo su pierna con ansiedad—. Descuida Jesse, no será tan malo.
Aunque Gabe intentó relajarlo eso no hizo más que alterar a Jesse, quién soltó un suspiro y observó como Nick había comenzado a jugar con su teléfono.
—Si no nos presta atención bien podríamos revisar que tiene aquí. —comentó Nick divertido, observando la mirada indignada que Jesse le devolvió.
—¡No, no lo harán! —se quejó Jesse, levantándose de su lugar en el sillón y mirando firmemente a Nick, no se pensó que de todos sus hermanos él sería quien quiera primero revisar sus mensajes personales.
Algunas conversaciones con Anthony podrían malinterpretarse. Pensó Jesse, frunciendo el ceño en dirección a Nick, sabiendo que la última conversación que tuvo con Anthony ya había sido lo suficientemente sospechosa y no había ninguna necesidad en que sus hermanos la vean.
—Jesse. —llamó Gabe, y el nombrado volteó a verlo, observando la expresión severa de su hermano mayor.
Gabe alzó una ceja y dió un asentimiento firme en dirección a Jesse, quién rápidamente se rindió y volvió a su lugar, aún con el ceño fruncido y un puchero permanente en su rostro.
Quería tomarle el teléfono a Nick, sacarlo de sus manos y apretar el dispositivo contra su pecho de manera protectora para que nadie lea todas las cosas que ni siquiera sabían que Jesse podía decir, pero aún así se mantuvo firme en su lugar, sabiendo que pelear contra Gabe nunca sería una opción, después de todo no era sólo el hermano mayor si no que también el único que sabía real karate.
Desde pequeño Gabe había sido entrenado por un profesor asiático que cuando Jesse nació desapareció de la faz de la tierra, cómo si el karate simplemente fuera algo que Jesse jamás podría tener.
Nick y Andy habían conocido al profesor de Gabe, sensei como le decían, pero ninguno había estado tan interesado en la disciplina como Gabe, quien dice que de allí sacó toda la paciencia para poder manejar a sus tres inquietos hermanos, aunque Nick realmente no contaba como inquieto.
Entonces sí, puede que Jesse tenga alguna posibilidad con Nick el agente secreto, tal vez pucheros y promesas funcionarían con él, pero no con Gabe el karateka asesino, Jesse no creía que Gabe hubiera asesinado a nadie en realidad, pero bien podría hacerlo si lo intentaba y eso era suficiente para mantenerse alerta y con cuidado.
Fue irónico, el más normal y calmado en la familia parecería ser Gabe, quién también terminó siendo el hermano más despiadado y agresivo cuándo se era necesario.
—No es justo, ¿Por qué soy el único que tiene que soportar esto? —se quejó Jesse, escuchando de fondo las risas de Andy, quién se encontraba sumamente divertido acostado en la cama y observando toda la situación.
—Yo la pasé a tu edad y Nick también, es tu turno. —declaró Andy desde la distancia.
Jesse bufó, todavía sin poder acostumbrarse a que su nueva casa sea un lugar tan pequeño en dónde Andy tendría que estar obligatoriamente escuchando todas las conversaciones incómodas que él tendría con Nick y Gabe.
No le había encantado a Jesse mudarse de dónde vivían para llegar a All Valley, a vivir en un apartamentucho de todos los lugares que podrían conseguir.
Gabe dijo que había que mantener las apariencias, que no podrían llegar a vivir en mansiones y a exigir información, debían comenzar desde abajo, sigilosos.
Jesse dudaba de qué tan necesario era el feo apartamento en el que tenían que vivir para lograr que la misión realmente funcione, pero aún así no era como que su opinión cuente o algo así.
No era tan malo, no, solo demasiado pequeño.
—Bueno ya, sigan con lo importante. —se quejó Andy, dando un par de palmadas para llamar la atención de sus hermanos distraídos.
—Sí, bien. Jesse, entonces notamos que últimamente estás hablando mucho de esta persona y es hora de que comencemos a explicarte un poco de la... Anatomía humana y la ejem, reproducción. —comenzó Gabe, mirando a Nick en busca de aprobación, la cuál fue dada con otro firme asentimiento.
Jesse se encontró confundido durante unos momentos, sabiendo que sus hermanos tenían toda la intención de hablarle de sexo y cómo funcionaba desde hace un tiempo -aunque realmente Jesse ya sabía acerca de eso- lo que no sabía, era que ellos tenían una razón en particular para querer hablarlo justo ahora.
—Esperen... ¿Creen que me gusta alguien? —preguntó confundido Jesse, observando como Gabe y Nick hacían una pausa para hablarse con miradas. Jesse no entendia cómo lo hacían, pero funcionaba, ya que ambos lograban ponerse de acuerdo en silencio.
—Descuida Jesse, no vamos a juzgar tus gustos. —comenzó Nick, quién le dió paso a Gabe para seguir hablando.
—Nicky tiene razón, aquí solo estamos porque intentamos protegerte. Entonces, supongo que un poco de educación sexual ya habrás tenido y te habrán explicado como funcionan las relaciones entre un hombre y una mujer... —Gabe tomó una bocanada de aire y miró primero a Nick y después nuevamente a un confundido e indignado Jesse que había dejado atrás su puchero para separar sus labios en sorpresa—. Pero, estamos seguros de que no te explicaron cómo es una relación entre dos hombres, y ya que tus gustos han sido bastante claros para nosotros queríamos enseñarte cómo hacerlo. Es decir- no cómo hacerlo- no, si no cómo protegerse al hacerlo... Y no es que debas hacerlo pero si lo haces... Ya sabes... Deberías...
Gabe luchó con sus palabras, moviendo sus manos en un intento de seguir la explicación pero pronto se dió por vencido, escuchando la risa de fondo de Andy y mirando a Nick en busca de ayuda.
—Gabe quiere decir que si vas a tener sexo con Anthony de todos modos debes protegerte aunque sean dos chicos y ninguno vaya a quedar embarazado. —concluyó Nick con una sonrisa divertida.
—Espera... ¡¿Qué?! —Jesse se levantó de su asiento, observando a sus dos hermanos frente a el, no podía creer lo que ellos estaban insinuando.
Ni siquiera fue una insinuación, ellos lo dieron absolutamente por hecho.
¿Yo enamorado de Anthony?
¡Imposible!
—Si saben que solo estoy juntandome con Tony porque ustedes me lo pidieron... ¿Cierto? —preguntó Jesse lentamente, apartando su mirada de sus dos hermanos mayores para fulminar con la mirada a Andy quién ahora estaba riéndose a carcajadas.
Sí, está bien, Anthony y él se volvieron muy cercanos y realmente lograron conectar en todos los puntos, teniendo muchas cosas en común, pero básicamente eso era lo que le habían pedido hacer a Jesse, hacerse amigo de Anthony para llegar a Daniel.
—Sí, lo sabemos. Y también sabemos que ahora tus sentimientos han cambiado, y están bien. Ya sabes como dice mamá, el tiempo no influye en los sentimientos ni en la intensidad de ellos. Mamá se enamoró de nuestro padre en dos semanas, ¿Y qué si al pequeño Jesse le gusta Anthony LaRusso hijo de uno de los posibles secuestradores de nuestros padres? ¡Hey, el amor es ciego! —explicó Gabe, con una sonrisa que intentó ser reconfortante pero no hizo nada por calmar la ansiedad de Jesse.
Esto no está pasando, ellos realmente no pueden pensar que Anthony y yo... Estamos... No, imposible.
Jesse negó con la cabeza, intentando apartar todo pensamiento de Anthony de su mente para enfrentar las ideas locas de sus hermanos, no podía creer que ellos realmente hayan sacado conclusiones tan repentinas.
—No estoy enamorado de Anthony, esto no es como mamá y papá. —declaró Jesse, sin un rastro de duda, pero poco pareció importar, ya que Gabe y Nick le dieron una mirada comprensiva y asintieron con la cabeza.
—Está bien, Jesse. No debes salir de tu acogedor armario si aún no estás listo. —dijo Gabe, colocando una mano en su propio corazón y cerrando sus ojos como si hubiera dicho algo poético, Jesse lo miró sin gracia.
Andy se la estaba pasando súper bien, dando vueltas en la cama mientras intentaba parar de reírse.
—No, no estoy en ningún armario metaforico Gabe, realmente él no me gusta. —intentó una vez más Jesse.
Quería hacerlos entender, seguir hablando y explicarles que lo habían entendido todo mal.
Sí, cada vez que Jesse volvía de clases se aseguraba de contarle a sus hermanos todo avance que había hecho con Anthony, pero era porque creía que eso estaba ayudando en la misión, quería escuchar la aprobación de sus hermanos de que estaba haciendo realmente un buen trabajo, no de que mágicamente se había enamorado de su nuevo amigo.
Pero, antes de que Jesse pueda decir algo su teléfono comenzó a sonar.
El teléfono de Jesse.
Con el ringtone que le había puesto específicamente a Anthony.
—Oh, mira que tenemos aquí. —comentó Nick, levantando el teléfono para mostrarle a Gabe y a Jesse quién estaba llamando, pero Jesse ya sabía—. ¿Tony, eh? ¿Debería responder?
—¡Sí, por favor hazlo! ¡Y quédense en silencio a ver que es lo primero que dice! —grito Andy desde lejos, levantándose de la cama con rapidez para correr hasta el sillón en donde Jesse se encontraba, cubriéndole la boca con una de sus manos para que no pueda advertirle a Anthony que sus hermanos escucharían la llamada—. Vamos, antes de que corte.
Jesse intentó protestar, al ver las sonrisas malvadas de sus dos hermanos, pero fue tarde, Andy había cubierto su boca y Nick había contestado la llamada.
—Hey, ojos azules. Estaba pensando en lo que me dijiste, lo hablé con mi mamá y ella está encantada de que vengas a casa a dormir, está feliz de que vuelva a tener amigos y todo eso. —comenzó a decir Anthony, completamente ajeno de que había cuatro personas escuchando todo lo que estaba diciendo—. Gracias por responder mis mensajes, por cierto. Idiota, estuve quince minutos esperando que respondas. En fin, al menos las llamadas si las escuchas, pero supongo que ya extrañabas mi voz ¿cierto?
—An- Anthony yo- —Jesse intentó decir, pero su voz salió toda entrecortada ya que Andy volvió a cubrir su boca, amortiguando sus palabras para que salgan ruidos extraños.
Anthony se quedó en silencio en la línea durante unos segundos, antes de soltar una risita que se escuchó nerviosa—. Oh, ya veo porqué no respondías mis mensajes. ¿Todo bien ahí Jesse? ¿Necesitabas mi voz para terminar? —se burló Anthony, una vez más sumamente ajeno a que los hermanos de Jesse se encontraban allí escuchando.
Jesse observó como sus hermanos contenían las risas todo lo que podían, la mano de Nick se movía temblorosa mientras sostenía el teléfono en medio para que todos puedan escuchar, Andy se reía contra el oído de Jesse, apretando su cuerpo en la espalda del menor para que no pueda escapar, Gabe se mordía el labio con fuerza y alzaba las cejas cada vez que Anthony decía un comentario desubicado.
—Está bien, está bien, Jess. No hace falta que digas nada, imagino que estás haciendo un buen esfuerzo allí, veo que lo del sexting te dejó todo ansioso, nos vemos mañana en clase y me cuentas cómo terminó eso. —dijo Anthony, sonando más divertido de lo que debería y finalmente cortando la llamada.
—¡Ojos azules! —gritó primero Gabe, señalando a Jesse divertido y riéndose a carcajadas con Nick, quién finalmente dejó caer el teléfono sobre uno de los sillones y se cayó sentado encima de las piernas de Gabe, ambos riéndose a carcajadas.
Andy no tardó en unirse a sus hermanos mayores, finalmente riéndose audiblemente, dejando caer a Jesse contra el sillón y uniéndose a sus dos hermanos que habían comenzando un baile improvisado fingiendo ser Anthony y Jesse.
—No, Anthony a mi no me gustas. —declaró Gabe, llevando una de sus manos a su rostro y fingiendo estar apenado.
—¡Pero Jesse! ¡Gemiste mi nombre mientras te masturbabas! ¿Cómo eso no significó nada? —gritó Andy, uniéndose a Gabe y tomando su mano, colocándose de rodillas y mirando a su hermano mayor con fingidos ojos de amor.
—¡Estás confundido Anthony! ¡Jamás haría una cosa así! ¡El sexo y las pajas no están en mi diccionario! —gritó Gabe, alzando ambas manos al aire, Nick ahora se encontraba solo en el sillón individual, agarrándose el estomago y sin poder contener su risa.
Mientras tanto, Jesse se encontraba haciendo planes para desaparecer de la faz de la tierra, o en última instancia, hacer a sus hermanos desaparecer.
Se encontró en posición fetal en el sillón en donde Andy lo había arrojado, y observó con pesar la obra de teatro que sus hermanos estaban haciendo.
Ahora Gabe y Andy fingian besarse exageradamente, Gabe dándole la espalda a Jesse y las manos de Andy moviéndose sobre el cuerpo del más alto como si estuvieran teniendo un apasionado beso.
—¡Oh, Anthony! —gritó Andy entre risas.
—No, idiota. Tú eres Anthony y yo Jesse, apegate a tu papel. —se quejó Gabe, dandole un suave golpe en el hombro a Andy antes de sacar la lengua y hacer sonidos chiclosos como si volvieran a besarse.
—¡Tienes razón, lo siento baby blues! —gritó Andy, tirando a Gabe contra el sillón individual en dónde Nick seguía observando todo divertido, ahora habiendo calmado sus risas—. Baby blues... Ya no debes volver a pajearte solo, ¡¡aquí estoy para tí!! —gritó Andy, más fuerte de lo que era realmente necesario, quitándose la camisa que traía puesta y echándosela a Gabe en la cara.
—Los odio tanto. —murmuró Jesse, negando con la cabeza y cerrando sus ojos para dejar de mirar aquella escena.
—¡Ven aquí Tony, aunque no esté enamorado de tí te quiero conmigo de todos modos! —gritó Gabe exteniendo sus manos y acomodándose mejor sobre Nick, ya que su rodilla estaba perforando su espalda.
—Los odio tanto, tanto, tanto. —siguió murmurando Jesse, mientras escuchaba como ahora Gabe y Andy pretendían gemir.
Mierda, ¿cómo iba a ver ahora a los ojos a Anthony mañana en la escuela?
Odiaba a sus hermanos, Jesse estaba seguro de ello.
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