𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘-𝐅𝐈𝐕𝐄
"RESIDENCIA CON HAWKS"
ESTABA PREPARANDO SUS COSAS, iba a ir con su hermano, lo iba a mirar en persona después de tanto.
Cuando terminó rápidamente bajó y desayunó, era temprano por lo que no había nadie, sin más salió y fue a la estación de trenes donde todo el camino pensó el gran progreso que ha tenido en los últimos meses.
Al llegar, se sorprendió por dos cosas, su hermano no la recibió, sin embargo, quien sí lo hizo fue su tía, Kira, quien estaba con su traje de héroe.
—¡Tia K! —espetó la de cabellos azules corriendo a abrazar a su tía, quien le correspondió el abrazo.
—En el trabajo soy Eagle, Falcon—espetó la mujer mientras acariciaba el cabello de la menor.
—Espera espera ¿volverás a trabajar como héroe? —la mujer asintió con una sonrisa—. ¡Increíble!
—¿Verdad que sí? Bueno, será mejor que vayas a cambiarte, nos encontraremos con Hawks en un lugar en específico.
Tokoyami también iba a venir a las residencias con Hawks, sin embargo él iba a venir hasta la siguiente ocasión pues el papeleo aún no había sido realizado por completo.
Natsuki entonces se fue a cambiar y una vez su traje ya colocado, corrió hacia el techo de la empresa donde su tía ya le estaba esperando.
—¿Lista? —La menor asintió—. Muy bien, toma mis manos.
Pero la de cabellos azules negó y rápidamente corrió hacia el borde del edificio y rápidamente saltó asustando a su tía. Natsuki entonces hizo que sus alas aparecieran y así sorprendió a su tía quien se rió mientras negaba.
La mujer por su parte hizo que sus propias alas aparecieran. El don de la mujer era parecido al de Natsuki, solo que a diferencia de ella, Kira podía controlar la electricidad. Ciertamente su debilidad eran los elementos aislantes, aquellos que evitaban que la electricidad se condujera de buena manera.
Las dos Takami rápidamente volaron hacia la ubicación que Hawks les había enviado, y cuando llegaron el rubio se sorprendió al mirar a su hermanita volar.
Tanto Kira como Keigo sabían que Natsuki no había volado en un buen tiempo, ciertamente ambos dedujeron que fue por el incidente en el campamento. Les alegraba que ella ya estuviera mejor.
—¡Estás volando!
—Estoy volando, hermano—espetó la menor con una sonrisa que no podía ser visible por el casco.
—Muy bien, vamos a patrullar un poco y si encontramos a algún villano por aquí lo atrapamos ¿entendido?
—Si —dijeron las dos peliazul al mismo tiempo.
No pasó ningún incidente muy grave ese día, y cuando este terminó y la menor ya estaba con su uniforme puesto, no pudo evitar abrazar a su hermano con fuerza, quien le correspondió e incluso la abrazó con mucha más fuerza.
—Te extrañe tanto, nunca me había separado tanto tiempo de tí—espetó el héroe—. No es lo mismo cuando no estás.
—Yo también extraño pasar tiempo contigo onii-chan, es tan extraño vivir con personas a las que no conoces tanto.
—Debemos hacer videollamadas a partir de hoy, las llamadas normales no me son suficiente, y por favor cuídate mucho, eres lo más importante para mi, cualquier cosa, no importa la hora o el día, siempre estaré disponible para ti.
—Gracias, Keigo, muchas gracias.
—Gracias a ti por existir, hermanita.
Inevitablemente a pesar de estar separados, los dos hermanos eran uno solo.
[...]
Las residencias que tenía eran casi igual a sus prácticas, lo único que cambió fue que ahora podía luchar gracias a su licencia provisional, no habían cosas fuera de atrapar ladrones y maleantes.
Sin embargo ese día inició diferente.
Primero, cuando estaba saliendo, se encontró con sus compañeros, Midoriya, Kirishima, Uraraka y Asui. Ella saludó a todos pero obviamente se la pasó platicando con su amigo pelirrojo todo el camino.
Fue una sorpresa cuando todos iban al mismo lugar, no tenían ni idea de lo que estaba ocurriendo. Los Tres Grandes también estaban ahí, quienes saludaron a todos con entusiasmo, claro que Tamaki Amajiki no los podía ni ver.
Y, cuando llegaron al lugar, la de cabellos azules miró a muchos héroes en una sala, su hermano no estaba pero su tía sí.
—Eagle ¿Qué está pasando? —le susurró la peliazul a su tía, quien al parecer estaba hablando con Aizawa.
—Ya lo verás mi querida Falcon.
Entonces, Nighteye, un héroe que hace tiempo fue compañero de All Might, empezó a hablar.
—Gracias a la información de los demás, la investigación ha avanzado. Haremos una conferencia para compartir lo que sabemos sobre lo que planea cierta organización: el Shie Hassaikai.
La de cabellos azules miró a su tía, quien con la mirada la tranquilizó, la peliazul a pesar de todas las dudas que la carcomían no mencionó nada, solo se mantuvo en silencio mientras escuchaba la información.
—La Agencia Nighteye ha investigado por dos semanas al grupo de villanos conocido como Shie Hassaikai.
—¿Por qué?
—Hubo un incidente con una pandilla llamada Reservoir Dogs, la policía lo consideró un accidente pero algunas cosas no cuadran y los seguimos...
Continuaron la explicación, y un héroe los menciono a todos ellos.
—Aunque sean de U.A ¿Qué hacen niños aquí? No valdrán para nada. Se pondrá el sol antes de llegar al plan.
Fat Gum, el héroe con el que Tamaki y Kirishima hacían las residencias, habló.
—¡No digas eso! ¡Estos dos tienen información importante!
Entonces empezaron a hablar de drogas, y la que mencionaron fue una que podía dañar los dones, sorprendiendo a todos.
Pero, lo aterrador fue que la droga tenía sangre y células humanas. La de cabellos azules miró a su tía con sorpresa, quien simplemente le intentó calmar. Pero, todo fue de mal en peor, pues informaron acerca del líder, Overhaul, quién tenía una hija, Midoriya y Mirio la habían visto llena de vendajes, cosa que la menor consiguió deducir con facilidad los posibles motivos.
Ese hombre la estaba utilizando.
Fue así como los adultos continuaron hablando acerca de los detalles, pero Natsuki solo podía pensar en lo que habían dicho sobre la niña. Era utilizada por su propio padre para fines horribles.
Y lo de la sangre...
Tenía miedo, después de todo iba a tener que enfrentarse con villanos, verdaderos villanos, y la última vez que eso había ocurrido terminó perdiendo sus alas de una manera horrible, temía mucho. Tomó la mano de su tía con bastante fuerza, quien le observó preocupada.
Su sobrina se encontraba temblando, fue entonces que la mayor le dió un pequeño abrazo y le habló por medio de su lenguaje de señas.
"No te preocupes, todo estará bien" espetó mientras le brindaba una sonrisa a la luz de sus ojos.
Aunque ella no la hubiera traído al mundo, Kira consideraba a Natsuki su hija, ha sido Kira quien la ha cuidado desde que nació, y solo dejó de hacerlo cuando fue internada en el hospital, pero ni siquiera así dejó de estar pendiente de su niña.
Natsuki quiso decirle a su tía que tenía miedo, tenía demasiado miedo, quería decirle de las pesadillas y noches de insomnio, quería contarle sobre esas cosas que le estaba ocultando, pero no lo hizo, solo asintió.
Al final todos los estudiantes de la U.A se sentaron en una mesa, Midoriya y Mirio eran los más deprimidos por obvias razones, y la chica no pudo evitar sentirse mal por ellos, la impotencia que debían estar sintiendo en esos momentos debía ser horrible.
Cuando llegaron a los dormitorios, ella fue directamente a tomar una ducha, al salir se colocó ropa cómoda y se dispuso a practicar un poco en la tela acrobática, pero escuchó unos toques dejando a la peliazul sorprendida.
—Adelante —dijo mientras llegaba a la cima de la habitación.
El bicolor entró luego de colocar el código que su amiga le dió, se sorprendió levemente al mirar a su amiga allá arriba, Natsuki en cuanto lo miró bajó con rapidez y se acercó a su amigo, le abrazó y aunque él se sorprendió al inicio, correspondió el gesto.
Ella había notado que su amigo se sentía cómodo con las muestras de afecto en privado que ella le mostraba, pero en público era más reservado, cosa que a ella no le molestara, ciertamente entendía lo introvertido que el bicolor era.
—Hola Todoroki-san ¿Has estado bien?
Se dispusieron a charlar de lo que habían hecho en todo el día, sin embargo ella no mencionó nada sobre lo que ocurría en su residencia, no podía hacerlo, y el bicolor lo notó más no dijo nada.
—Esas clases te dejan muy maltratado ¿Cierto? —cuestionó ella mirando con preocupación los golpes que tenía el chico.
—Estoy bien —le tranquilizó—. Son leves golpes.
—¿Estás seguro? Yo podría- —entonces se levantó de la cama en la que se habían sentado, siendo detenida por el bicolor, quien la tomó de la mano y le obligó a sentarse de nuevo.
—Takami-san, estoy bien —espetó él—. No duelen mucho —si le ardía levemente, pero no era algo que él no pudiera soportar, no iba a preocupar a la chica.
—Bueno... —dijo ella no muy segura.
Charlaron hasta que la hora de la cena se dió, pues Natsuki siempre comía con su mejor amigo y Kirishima.
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