𝐓𝐖𝐄𝐋𝐕𝐄
"EXAMEN"
SI LE TUVIERAN QUE PREGUNTAR QUÉ ERA LO QUE MÁS ODIABA, Natsuki sin duda respondería que socializar. Le daba pavor hablar con otras personas que no conocía, era un miedo que tenía desde hace años pero que poco a poco iba superando.
El hecho de haber conseguido hacer amigos en la U.A. era algo que le daba extrema felicidad, y no solo a ella, a su tía y a su hermano también, pues ellos conocían lo mucho que la menor había sufrido en la escuela e incluso en la secundaria.
—Eso es todo por hoy —una voz la sacó de sus pensamientos, la voz de su sensei—. Falta una semana para los exámenes. Todos están estudiando ¿no? Seguro que ya lo saben, pero además del examen escrito habrá uno práctico. Recuerden entrenar su cuerpo y su mente. Eso es todo.
Cuando el profesor se fue, todos empezaron a armar un gran alboroto. Algunos no habían estudiado y estaban preocupados. La chica había quedado segunda en los exámenes semestrales, siendo superada solo por Momo.
Este hecho no sorprendía a nadie, las dos chicas cuando charlaban sobre las clases parecía que nadie les entendía, hablaban de cosas bastante avanzadas que dejaba a todos callados por el montón de conocimiento que ambas poseían.
La peliazul miró a sus amigos, Bakugō y Kirishima, el primero parecía molesto y el segundo lo intentaba calmar como siempre. El pelirrojo estaba hablando acerca de estudiar juntos.
—¿Puedo unirme con ustedes? —cuestionó la peliazul llamando la atención del pelirrojo y el rubio cenizo.
—Takami-chan, pensé que era más que obvio que ibas a ayudarme a estudiar —espetó con obviedad el pelirrojo.
—No soy buena enseñando, pero daré lo mejor de mí para ayudarte —prometió con una tímida sonrisa la peliazul.
Una vez ya en el almuerzo, los tres amigos estaban almorzando en tranquilidad, hasta que la chica sacó el tema de estudiar.
—Podemos ir a mi casa —mencionó ella—. Es un lugar tranquilo y no hay nadie usualmente, mi hermano trabaja mucho.
Ella ya le había comentado a sus amigos que vivía solo con su hermano mayir, quien era la mayor inspiración de Natsuki y que gracias a él pudo entrar a la U.A.
—Es una buena idea —espetó Kirishima recibiendo un simple asentimiento del rubio, quien estaba comiendo en silencio y con su usual ceño fruncido.
—Muy bien, entonces solo le pediré permiso a mi hermano, si acepta nos reuniremos por un bueeeen rato ¿Está bien?
El pelirrojo asintió super emocionado, pero el rubio solo asintió sin emitir palabra alguna. Una vez después del almuerzo todos estaban de regreso en la clase, donde Midoriya le dijo a sus compañeros de qué iba el examen, al saber que se trataba de robots se dijo que iba a ser mucho más sencillo de lo que ella esperaba.
Pero entonces los gritos de su amigo provocaron que ella saliera de sus pensamientos, Bakugō estaba gritando mientras miraba de mala manera a Mina y a Kaminari.
—¡Si necesitan controlar su kosei haganlo, idiotas! —entonces se giró al de cabellos verdes—. Oye, Deku, no me importa que hayas aprendido a usar tu kosei, no vuelvas a hacer algo que me moleste. No necesito otro resultado como el del festival.
Ella se levantó en dirección a su amigo, quien parecía más molesto que de costumbre. Kirishima y ella se dieron un pequeño asentimiento, los dos se habían prometido de cuidar a Bakugō, y un trabajo más difícil aún, proteger a los demás de su amigo.
—En el próximo examen, habrá notas individuales y sabremos quién es mejor ¡Te venceré sin lugar a dudas! ¡Te mataré! —eso paralizó a la chica, se sorprendió por lo que dijo, luego recordó que el rubio no lo decía en serio—. ¡Todoroki! ¡Tú también!
Entonces salió de ahí, la de cabellos azules tomó su mochila y lo siguió no sin antes de chocar los cinco con su amigo pelirrojo, quien le susurró un suerte.
—Estás preocupado —afirmó ella en cuanto cerró la puerta.
—¿Por qué me seguiste, Takami?
—Bueno, pareces muy molesto —respondió mientras caminaba rápido para ir a su lado—. Puedes desahogarte conmigo, no importa que digas, se quedará entre nosotros dos.
El rubio no dijo nada, simplemente se quedó en silencio, sin embargo, ya no estaba tan molesto como antes, lo cual era un avance. Luego de unos minutos de caminar en silencio, empezó a murmurar.
—Esos idiotas. Son muy conformistas ¿¡Cómo piensan ser héroes si son así?!
La chica no dijo nada, solo escuchó como el rubio despotricaba sobre todos sus compañeros, sin embargo de quien más se quejó fue de Midoriya, a quien Natsuki consideraba un chico muy agradable.
Pero no diría eso, no enfrente de su amigo rubio, quien sin duda alguna la mataría por decir eso de su rival. Llegaron a la estación de tren y una vez ahí ella fue quien tuvo que irse primero, por lo que minutos antes de llegar a su parada le dijo al rubio.
—No se si esto sea un buen consejo —empezó a hablar nerviosa—. Pero creo que deberías dejar de enfocarte en ellos, sino que en tí y mejorar cada vez más.
No dijo nada por lo que continuó hablando.
—Si en algún otro momento quieres desahogarte sobre algo más no dudes en decirme —ella le sonrió levemente al chico para luego proceder a bajarse del tren.
Sin embargo esa noche algo había cambiado. El rubio ceniza se sintió como si en verdad tuviera una amiga, se sintió bien el poder decirle todo lo que pensaba a alguien que no lo juzgó ni lo miró con terror.
Se sintió bien.
Los siguientes días, los tres estuvieron estudiando arduamente. Solo que Bakugō siempre terminaba perdiendo la paciencia y golpeando a Kirishima, quien simplemente se intentaba cubrir.
El par de amigos habían conocido a Keigo, ambos al inicio se encontraban sorprendidos de que ellos dos fueran hermanos, pues no se parecían en nada, ni en aspecto físico ni en personalidad. Sin embargo no mencionaron nada al respecto e hicieron como si no pasara nada, Natsuki nunca se había sentido más feliz.
Por primera vez tenía amigos, y a pesar de que muchos la considerarían rara por solo tener dos amigos hombres, ella se sentía más que bien con ellos dos, después de todo la calidad era mejor que la cantidad.
—¡Idiota, no se te queda nada en la cabeza! —exclamó el rubio ceniza golpeando de nuevo al pelirrojo en una de las tantas sesiones de estudio que tenían.
—Bakugō-kun —habló la peliazul llamando la atención del rubio—. Yo puedo enseñarle a Kirishima-san mientras tú estudias.
—¿¡Piensas que no puedo hacerlo!?
—Puedes hacerlo, pero no has estudiado nada y eso podría perjudicarte.
Y eso dejó callado al rubio. No mencionó nada, simplemente bufó y empezó a leer su libro de texto. La peliazul por su parte suspiró aliviada mientras se dedicó a enseñarle a su amigo, quien parecía a punto de llorar de alegría.
Ya en los exámenes, la peliazul sonrió en grande por haber podido contestar todo correctamente. Pero en el momento del examen práctico, estaba considerablemente más nerviosa. Y al mirar a todos los profesores de la escuela aún más.
—Ahora empezará el examen práctico —habló su sensei—. Es posible reprobar este examen. Si quieren ir al campamento, no cometan errores.
—Hay muchos profesores.
—Espero que reunieran información antes de tiempo y se imaginen lo que vamos a hacer.
—¡Pelearemos contra robots! ¿Verdad?
—No estoy muy segura de eso —susurró la peliazul, Kirishima a su lado asintió de acuerdo con ella. Ninguno tenía un buen presentimiento de lo que iba a ocurrir.
—No. Por varias razones, el examen será diferente esta vez —mencionó el director saliendo de la bufanda de Aizawa.
—¡El director!
—¿Diferente?
—Desde ahora, nos concentraremos en combate y en trabajo de héroe y estrés más parecido a una pelea real. Así que... formarán equipos de dos y juntos pelearán contra un profesor. Aunque habrá un equipo de tres.
—¿Contra los profesores?
—Además, las parejas y contra quien pelearán ya fueron decididos. Los elegí según varios factores, incluyendo el estilo de pelea, notas y relaciones, así que estos son....
—Primero, Todoroki y Yaoyorozu harán equipo contra mí. Y Midoriya, Natsuki y Bakugō serán otro y su oponente...
Y All Might aterrizó en frente de ellos. La peliazul casi cae al suelo de la impresión y el miedo de no haber sido por Kirishima, quien la atrapó a tiempo.
—¡Seré yo!
—¿¡All Might!?
—Trabajen juntos si quieren vencerme.
—Kirishima-san, las rosas blancas son mis favoritas, al menos coloca una en mi lápida una vez al mes por favor.
—Takami-san, no vas a morir.
—Ellos dos no saben trabajar juntos —habló ella preocupada—. Voy a reprobar por primera vez en mi vida.
—No, no lo vas a hacer.
—Oh, si, si lo voy a hacer —se quejó con ganas de llorar.
La cuestión aquí es ¿Por qué Aizawa escogió a Natsuki para que formara equipo con ellos?
Sencillo.
Había notado como la peliazul podía hacer entrar en razón al rubio, cosa que le intrigaba pues el chico no parecía ser de esos que obedecían a los demás con facilidad.
Ella iba a tener que ser la voz de la razón entre Bakugō y Midoriya. Iba a tener que hablar con carácter para poder triunfar en el examen.
El hombre sabía que la chica iba a ser lo suficientemente inteligente para descubrirlo. Después de todo, y aunque muchas veces lo negara o fingiera no notarlo. Natsuki era bastante parecida a Kira cuando ella era estudiante.
Él recordaba todo muy bien.
Explicaron el examen, podían pelear y ganar o huir y ganar. Los profesores eran claramente más fuertes, por lo que tenían que cargar la mitad de su peso, en el caso de All Might al ser tres oponentes, iba a ser solo el 35.
Todo iba a ser justo.
Cuando los primeros grupos se fueron, todos los demás se dispersaron, la peliazul por su parte iba a seguir a Midoriya, pero la voz del rubio cenizo la sorprendió.
—Takami ¿Por qué tardas tanto? Pensé que eras rápida.
Ella se sorprendió ante eso, pero después de darle una mirada de disculpa a Midoriya, rápidamente se acercó al rubio.
—Debemos planear algo, Bakugō-san.
—¿Y crees que no tengo uno?
—Supongo que sí, pero sería bueno hablar con-
—No hablaré con él maldito de Deku.
—Bueno entonces dime el plan.
Claro que él sabía que su amiga le diría a Midoriya el plan, pero no le importó mucho, con tal de no hablar con ese peliverde todo estaba bien.
[...]
Miró en silencio como Bakugō apretaba los dientes y manos, este se encontraba molesto mientras miraba a Midoriya, el chico por su parte parecía bastante nervioso, y Natsuki no sabía qué hacer.
El rubio empezó a avanzar mientras que la peliazul volteó a mirar al peliverde, quien miraba al rubio, y como ella lo esperaba, el peliverde fue quien habló primero.
—Kacchan, en el examen el profesor es el villano y nosotros los héroes, así que debemos recordar su habilidad de combate y elegir si pelear o huir. Pero en nuestro caso, el villano es All Might y pelear será peligroso. Creo que es una mala idea, así que.... ¡Espera Kacchan!
—¡Deja de seguirme!
—Si seguimos de frente, All Might estará esperándonos. Deberíamos dar la vuelta...
—¿Por qué habría que huir? Definitivamente será mejor vencerlo.
—¡Deberíamos evitar el combate a toda costa!
—¡Jugaremos con él hasta el final, y cuando esté cansado, lo venceré!
La peliazul simplemente observó la pelea con una mueca, quería intervenir, pero temía que ninguno le escuchara.
Temía que se burlaran de ella.
Temía que la lastimaran verbalmente.
Natsuki era muy insegura. Incluso hubo momentos en los que dudaba de su amistad con Kirishima o incluso si su hermano mayor o su tía sí la amaban como decía.
Se distrajo tanto que ni siquiera notó lo avanzados que estaban Bakugō y Midoriya, pero, cuando miró como el rubio cenizo golpeó a Midoriya, su cuerpo se paralizó.
Y entonces recordó a una pequeña Natsuki de 4 años.
<<La de cabellos azules sonreía mientras miraba sus alas, las cuales le habían crecido por completo hace un par de días.
Estaba con su hermano mayor, Keigo de 10 años, quien emocionado le enseñó a volar por primera vez.
Fue mágico.
La pequeña de cuatro años acarició una de sus suaves alas azules, sin embargo, cuando tres de sus compañeros se colocaron enfrente de ella. Se detuvo.
—Hola chicos ¿Necesitan-
—¿Por qué querríamos algo de ti, pajarraco?
Eso la sorprendió, nunca la habían tratado así, nadie, ella era muy amable y querida por sus compañeros, le sorprendió que él le hablara así.
—N-no entiendo entonces por qué-
—Solo veníamos a decirte que te alejarás de nosotros, y que no nos vuelvas a hablar, rara.
—¿Rara? —preguntó en un hilo de voz.
—Eres tan rara y fastidiosa, a nadie le caes bien realmente, ni siquiera a tu hermano.
Y entonces eso provocó que las lágrimas empezaran a salir.
—M-mi onii-chan si me quiere.
—No lo hace, solo finge.
—¡Tú no sabes nada! —exclamó ella—. ¡El tonto eres tú!
—¡Cállate! —exclamó uno de los niños empujándola, provocando que cayera al suelo y se ensuciara el uniforme—. Tu eres la tonta y rara aquí, no te confundas.
La dejaron en el suelo. Y lo peor es que nadie la ayudó. Nadie se acercó para ayudarla a levantarse.
Y eso le dolió. Pues los niños esos le hicieron creer que tenían razón.
No le agradaba a nadie>>
Una lágrima salió de su rostro al recordar ese momento, pero cuando reaccionó, notó como un montón de ráfaga venía hacia ellos. Natsuki por instinto rápidamente voló lejos.
Pero se aterró al escuchar la voz de All Might.
—¿Qué importa dañar la ciudad? Si lo consideran un examen lo lamentarán. Soy un villano, héroes. ¡Vengan con todas sus fuerzas!
—¡No podemos enfrentarlo! Huyamos.
—¡No me digas que hacer!
Y entonces, Bakugō se enfrentó al héroe número uno, el rubio ceniza, siendo vencido fácilmente.
Luego llegó el turno de Midoriya quien también fue vencido. Después, All Might intentó noquear a la peliazul, quien en un ágil movimiento esquivo el golpe. Sorprendiendo al héroe.
La chica lanzó una ola de hielo hacia el hombre, quien la rompió fácilmente. Lanzó otra y luego otra, pero no funcionó. Y entonces pudo ver la rapidez con la que él héroe número uno se movió, pero no era hacia ella, sino hacia Midoriya y Bakugō, quienes seguían discutiendo.
No entendía porque estaba ella aquí, sinceramente no lo hacía. Quienes se llevaban mal eran ellos, Bakugō no podía dirigirle unas cuantas palabras a Midoriya tranquilo.
Era necesario un....
Y entonces lo entendió.
Ella era la intermediaria entre los dos.
—Aizawa-sensei, piensas en todo —susurró mientras con una gran velocidad le lanzó una ola de hielo a All Might mientras que Midoriya tomaba a Bakugō y empezaba a correr.
Ella los siguió.
—¡Imbécil, bájame!
—Está bien.
—¡Que me bajes!
Cuando los miró, explotó.
—¡Dejen de discutir! —exclamó sorprendiendo a ambos—. ¡Necesitamos ganar esto, nuestra calificación depende de ello! ¡Tu nunca vuelvas a decir que prefieres perder antes que ayudar a Midoriya-kun —señaló al rubio—. ¡Y tú debes ponerte firme cuando la ocasión lo amerita, es solo un chico de 16 años que conoces de toda la vida!
—Ahora —dijo más tranquila—. Es momento de improvisar un plan, y trabajar en equipo ¿Entienden? Si no lo hacemos perderemos.
—Por eso estás aquí —habló Midoriya comprendiendo el propósito de la peliazul.
—Correcto. Ahora, discutamos el plan.
Ellos dos iban a dispararle a All Might con las granadas de Bakugō, y ella en ese momento lo congelaría de pies a cabeza para luego salir volando a toda velocidad.
Era un buen plan, el cual funcionó. Pero no del todo, pues el hombre llegó y los venció a los tres.
Y entonces, Bakugō le gritó a la chica de cabellos azules.
—¡El plan B Takami, hay que usar el plan B!
Ella asintió al escuchar eso, pero estaba muy débil, ya había gastado bastante energía y sus alas habían desaparecido por completo.
—Midoriya-kun, y-yo volare hasta la salida, tú ayuda a Bakugō por favor.
Él asintió mientras intentaba ir lo más rápido posible a ayudar al rubio. Ella por su parte cerró los ojos y se concentró lo suficiente.
Entonces llovió. Midoriya golpeó a All Might mientras que corría hacia la peliazul, quien gracias a la lluvia se mejoró y consiguió congelar a All Might de nuevo.
Tomó a Bakugō del otro brazo y los tres corrieron hacia la salida, ganando y aprobando el examen.
La peliazul sonrió mientras miraba el cielo, el cual ya no estaba nublado por las nubes.
La chica sonrió antes de caer desmayada. Pues All Might le había golpeado fuerte dos veces.
Al despertarse, estaba en la enfermería del lugar, miró que Midoriya estaba ya despierto. Él la miró con una leve sonrisa.
—Bueno, espero no haber tenido una contusión o algo. Mi hermano se volvería loco.
—¿Tienes un hermano?
—Si, es mi hermano mayor.
—Lo lame-
—No es tu culpa, Midoriya-san. No te disculpes por situaciones que no causaste.
El se quedó en silencio.
—En fin, espero que tengas una buena tarde.
Se levantó de la cama y salió de la enfermería sin decir otra palabra. Solo quería llegar a su hogar y poder dormir
Había sido un día demasiado estresante para ella.
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