𝐒𝐈𝐗𝐓𝐄𝐄𝐍

"CAMPAMENTO"


NATSUKI MIRÓ A BAKUGŌ Y A KIRISHIMA CON UNA LEVE SONRISA, la joven estaba ansiosa por ir a la piscina de la escuela, pero aún no estaba lista.

—Hola —habló ella con una pequeña sonrisa—. Pasen, no tardo.

Entonces ella rápidamente fue a su habitación donde se cambió de ropa y buscó una toalla y bloqueador solar además de otras cosas.

Al estar lista los tres partieron, durante todo el trayecto el pelirrojo hablaba y hablaba, la peliazul le seguía la conversación pero con respuestas algo cortas y el rubio se limitaba a escucharlos, al llegar a la escuela ella fue a cambiarse a los vestidores de chicas mientras que Bakugō y Kirishima en el de chicos.

Al salir, sus amigos ya habían salido, se encontraban esperándola, los tres listos fueron hacia la piscina y al llegar todos ya estaba ahí. Cuando observó cómo el rostro tranquilo de Bakugō cambió al escuchar como Midoriya hablaba con Iida.

Y entonces se sobresaltó al escuchar la exclamación del rubio a su lado, quien sin duda alguna ya no tenía ningún solo átomo de tranquilidad en su ser, eso siempre ocurría cuando Midoriya estaba cerca.

—¡No habría forma de que perdiera ante un maldito nerd como tú!

—¡K-Kacchan! —dijo sorprendido y nervioso el de cabellos verdes.

—¡Recibí tu mensaje pero lamento llegar tarde! —habló Kirishima—. Tomó algún tiempo lograr que Bakugō viniera, además tuvimos que pasar por Natsuki.

Ella sonrió levemente mientras los saludaba agitando la mano, los demás le correspondieron el saludo con entusiasmo. Ella se alejó para sentarse al lado de Shōto, quien la miró sin decir nada.

—Todoroki-san ¿Ha estado bien? —espetó ella rompiendo el silencio.

—Si —respondió simplemente—. ¿Y tú?

—He estado bien, aunque mi hermano me ha estado haciendo entrenar más seguido —espetó ella recordando los intensos entrenamientos con Keigo.

Los dos se habían visto casi todos los días en el hospital, pues Natsuki visitaba a Kira a la misma hora que Shōto visitaba a su madre, Rei Todoroki.

—No es bueno que te-

—¡Por supuesto, te aplastaré a ti también, bastardo de las dos mitades! —interrumpió Bakugō lo que Todoroki decía.

La de cabellos azules y el bicolor se miraron, azul contra los orbes heterocromáticos.

Sin embargo, ese contacto se rompió cuando todos empezaron a rodear la piscina para la carrera que iban a hacer. Ambos terminaron acercándose a los demás.

La primera carrera la ganó Bakugō, la segunda Todoroki y la última Midoriya. Y al final esos tres tenían que competir para ver quien ganaba. Eso no le sorprendió a la peliazul para nada.

Pero, cuando iban a usar sus kosei, los tres cayeron a la piscina sorprendiéndolos a todos.

—Ya son las 5 p.m. su tiempo de usar la piscina ha terminado —habló Aizawa haciendo aparición—. Dense prisa y vayan a casa.

Algunos se quejaron, pero el simple hecho de mirar la seriedad del hombre provocó que se callaran y obedecieran. Los tres amigos que habían venido juntos se fueron de la misma manera.

La peliazul le dedicó una pequeña sonrisa y un saludo a su sensei, quien lo correspondió con cierta sorpresa y nostalgia, pues ese gesto que hizo la de cabellos azules claros le recordó a la tía de esta, solo que Kira tenía el cabello azul oscuro.

En lo demás ellas eran igualitas, incluso sus características faciales eran similares. Y eso en ocasiones era algo que no le agradaba a Aizawa, pues muchas veces confundía a la Takami menor con la mayor.

Fue a cambiarse, y ya un rato después ella iba escuchando las quejas que el rubio ceniza tenía.

—¡Maldición! —exclamó Bakugō pateando una piedra—. ¡Detener la carrera así!

—Sé como te sientes pero cálmate —habló Kirishima—. Midoriya y Todoroki son compañeros de clases y amigos ¿no es así?

—¡Cállate! Sin importar quien sea, no dejaré que me alcancen, menos aún que me superen. ¿No es eso lo que significa ser mejor que All Might?

—Aspirar a ser mejor es un buen camino para ello —estuvo de acuerdo la peliazul.

Un largo camino les quedaba por delante si querían llegar a ser igual que All Might.




[...]


Estaban en la entrada del colegio, todos estaban listos para el campamento. Natsuki se sentía ansiosa, nunca había asistido a un campamento, ni siquiera había dormido en un lugar donde su hermano o su tía no le acompañaran.

—U.A. Ha finalizado su primer semestre y comienzan las vacaciones de verano —empezó a hablar Aizawa—. Sin embargo... para aquellos que intentan convertirse en héroes no tendrán días de descanso. En este campamento de entrenamiento de verano, apuntaremos a mayores alturas que "Plus Ultra".

Todos asintieron, la peliazul estaba entre Kirishima y Bakugō, los tres con los brazos cruzados, no lo pensaron y subieron al autobús según las instrucciones que les dieron.

Debido a que era por sus respectivos números, ella y Bakugō terminaron sentándose juntos. Ella abrió un paquete de papas fritas y le tendió al rubio, quien tomó unas cuantas.

—¿Tienes una comida favorita?

—Toda la que sea picante —respondió el rubio.

—La comida picante es rica, debo admitirlo —espetó ella—. Deberíamos cocinar juntos algún día algún platillo, estoy segura que nos saldrá de maravilla.

La de cabellos azules había descubierto que el rubio ceniza era bueno cocinando, así que solo esperaba que él aceptara cocinar juntos en algún momento.

—Más te vale cumplir eso —le amenazó, pero en el fondo se sintió bien tener una amiga con quien compartir gustos similares.

Durante todo el trayecto ambos terminaron dormidos, la cabeza de la peliazul terminó en el hombro de su amigo y la cabeza de este encima de la de ella.

Nadie se fijó en ellos dos, todos estaban demasiado concentrados en sus cosas.

Al llegar a la parada de descanso, todos bajaron, la peliazul tenía una botella con agua en su mano, estaba confundida porque ese lugar no parecía uno donde puedas ir al baño o comprar algo.

—¡Hola Eraser! —escuchó que una voz adulta dijo.

—Tiempo sin vernos.

La peliazul dejó de mirar el bonito paisaje para mirar a las dos mujeres y al niño que habían bajado.

—Ellas son heroicas profesionales que trabajarán con nosotros durante el campamento, las Pussycats.

—¡Son un equipo de cuatros héroes que crearon una agencia conjunta! —Midoriya fue el único emocionado.

Entonces, una de las Pussycats dijo algo que dejó a la peliazul sorprendida.

—Todo este tramo de tierra nos pertenece. Ustedes se quedarán al pie de esa montaña.

—E-eso es muy lejos.

—¿Entonces por qué nos detuvimos aquí? —habló Uraraka confundida.

La peliazul no dudó dos veces en tomar a Bakugō de la mano para jalarlo e ir en dirección al autobús. Pero, las palabras de una de las mujeres la hizo detenerse.

—Son las 9:30 a.m. en este momento. Si se dan prisa, ¿tal vez al mediodía...

Entonces ella no dudó en correr hacia el autobús mientras que el rubio sujetaba fuerte su mano. Pero, no llegaron a tiempo y el kosei de una de las mujeres literalmente los empujó por el barranco.

—¡Oigan! ¡Ya que es un terreno privado, pueden usar sus kosei como deseen! ¡Tienen tres horas! ¡Lleguen a las instalaciones con sus propios pies! ¡Después de atravesar el bosque de las Bestias!

La de cabellos azules mientras caía hizo aparecer sus alas. Llegó al suelo bien, pero no podía decir lo mismo de algunos de sus compañeros.

—Solo tenemos que ir —escuchó lo que Kirishima dijo.

Era cierto, solo debían atravesar el bosque. Sin embargo, una bestia apareció frente a ellos dejando a muchos de sus compañeros helados.

La de cabellos azules soltó un suspiro, algo le decía que no iba a terminar tan bien para ellos ese día.

Sin dudarlo se lanzó hacia uno de los monstruos de tierra, con los puñetazos que daba se destruían fácilmente.

Pero era obvio que entre más tiempo volara y usará su súper fuerza más rápido se iba a cansar.

Lo único que le mantenía todavía con esperanzas era el hecho de que si terminaban podrían descansar.

Eso era lo que se repetía una y otra vez, pero inevitablemente los pensamientos de lo cansada que estaba terminaban ganando.

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