𝐍𝐈𝐍𝐄
"TERCER LUGAR"
YA ESTABA MUCHO MEJOR QUE ANTES Y TODO GRACIAS A LA ANCIANA, la joven se sintió levemente mareada después de que sus heridas hayan sido curadas por Recovery Girl, pero ahora que ya se había hidratado, se encontraba mejor.
Al salir de la enfermería, se encontró con su hermano mayor, ella de inmediato corrió hacia él, quien tenía sus brazos abiertos a la espera de recibir el abrazo que la peliazul seguramente le daría.
—¡Lo hiciste increíble! —espetó Keigo mientras abrazaba a la menor.
—Me cansé demasiado rápido y no me gustó eso —admitió la chica con una mueca.
—Natsuki...
—S-soy muy débil ¿Cómo voy a ser una heroína si me canso demasiado rápido?
—Imōto, lo hiciste muy bien —dijo Keigo acariciando el cabello de la menor, ella simplemente negó mientras se limpiaba las lágrimas—. Hiciste lo que pudiste, diste lo mejor de ti en este festival, llegaste muy lejos.
—¿E-Enserio lo crees?
—¡Claro que sí! ¡Estoy seguro de que muchas agencias van a querer reclutarte, pero tú escogerás la mía!
—Claro que lo haré, eres el mejor para enseñarme.
—Muy bien, ahora que te veo mejor, ve con tus compañeros, seguro alguien estará feliz de verte.
—Gracias, onii-chan.
—No hay porque, Natsuki.
Y entonces, luego de eso, ella caminó hacia las gradas, donde se encontró con la batalla de los dos chicos, pero, lastimosamente, terminó llegando al final, donde Todoroki había sido vencido.
Luego de eso, la ceremonia se llevó a cabo.
—Todos los eventos de primer año del festival deportivo de la U.A. han sido completados —habló Midnight—. ¡Ahora comencemos con la ceremonia de premiación!
Entonces el podio hizo aparición, la de cabellos azules miraba al rubio con preocupación, quien estaba atado y con un bozal en la boca.
—¿Es eso legal? —susurró la peliazul mirando a su amigo con cierta empatía.
—Además de Takami-chan, Iida-kun también está en el tercer lugar, pero tuvo que retirarse por problemas familiares ¡Ahora entregamos las medallas! Y quien las entregue este año, por supuesto que será este tipo.....
Una risa se escuchó, provocando que la mirada de la peliazul fuera hacia el techo, donde All Might estaba. Cuando estuvo ya en el suelo, Midnight le entregó las medallas, y los nervios de la chica le inundaron en cuanto notó como el héroe número uno se le acercaba.
—Joven Takami, felicidades. Eres muy fuerte.
—Gracias, All Might sensei.
—Mejora esa resistencia y serás imparable —le aconsejó mientras le daba un corto abrazo que ella correspondió, cumpliendo así uno de los mayores sueños de la chica.
Iba a tachar un deseo de la lista que tenía.
Miró su medalla con una sonrisa, se sentía orgullosa de estar en el podio, después de todo, no pensó en llegar tan lejos.
Y ya en la tarde, cuando dos estaban en el salón, fue que Aizawa les felicitó.
—Buen trabajo, no habrán clases mañana ni pasado, seguramente los héroes profesionales que los vieron en el festival van a querer reclutarlos, pero vamos a consolidar todo y anunciarlo cuando vuelvan. Así que descansen y esperen por eso.
Entonces, mientras salía de la escuela, notó un auto negro que reconocía muy bien, de inmediato corrió hacia él y entro en el asiento, su hermano estaba ahí junto con una caja de cupcakes y malteadas.
—¡Felicidades Natsuki, lo hiciste bien! —espetó el mayor con una sonrisa.
Su hermana por su lado sintió como las lágrimas de alegría empezaban a inundarla, y cuando menos se lo esperó ella ya estaba llorando mientras abrazaba a su hermano mayor.
Algo que Natsuki siempre agradeció fue que la vida le dió un increíble hermano mayor, sabía que sin Keigo ella no estaría donde estaba. Fue él quien la salvó cuando apenas era una niña y debían escapar de su propio hogar, fue gracias a él que ella pudo tener una infancia relativamente normal, y a pesar de los malos tratos hacia ella en la escuela, su hermano siempre estuvo ahí.
Y ahora, él a pesar de estar demasiado ocupado siendo un héroe o dirigiendo una empresa, está ahí vestido casualmente mientras le extiende a su hermanita menor unos cupcakes de celebración.
—Eres el mejor hermano que alguien pueda tener —murmuró la de cabellos azules mientras abrazaba con mayor fuerza a su hermano.
—Tu eres la mejor hermana menor que me pudieran haber dado —le respondió él aceptando con mucho gusto el abrazo.
Había sido un agotador pero buen día, uno que la joven Takami no iba a olvidar.
—Ahora, vamos a celebrar con Kira, quien seguramente ya debe esperarnos —anunció el mayor de los hermanos, quien admiró con felicidad la gran sonrisa que su hermana tenía.
Eran de esas sonrisas que ella rara vez daba, esas sonrisas que Natsuki daba solo cuando se encontraba demasiado feliz. Y no pudo evitar desear que su hermana siempre estuviera así, con la alegría rebosando.
[...]
La de cabellos azules jugaba con su cabello compulsivamente mientras caminaba por los pasillos del lugar, había decidido visitar a su tía de nuevo a pesar de que ya lo había hecho el día anterior.
Tocó la puerta y luego ingresó, de inmediato un cabello azul oscuro apareció en su campo de visión, luego la dueña de este cabello se volteó mostrando una tez pálida y ojos del mismo tono de su cabello.
Kira sonrió al ver a su sobrina de nuevo, a pesar de que le gustaba su soledad, a veces deseaba tener alguien con quien poder charlar a diario, y su sobrina ciertamente fue esa persona por un buen tiempo, hasta que la menor entró a la U.A.
La mayor de los Takami deseaba con todas sus fuerzas poder mejorar y así salir del hospital donde se encontraba internada. La mujer al recordar vívidamente todo lo que vivió con su hermano y su cuñada en el pasado, quedó con grandes traumas, al inicio solamente iba a terapias, sin embargo, una lamentable situación que ocurrió hace solo un par de años provocó que Keigo decidiera internarla ahí.
¿Por qué? Bueno, ni Natsuki ni Keigo soportaban ver a su tía tan inestable y mal, la pequeña Natsuki claramente no entendía del todo la situación, pero si su tía iba a recuperarse y ser esa bella persona que la adoraba, por ella estaba bien.
—Natsu —habló la mujer con cariño—. Pasa.
La menor lo hizo, y cuando estuvieron cerca, la menor no pudo evitar abrazarla. La pequeña Takami era mucho más parecida a su tía que a sus propios padres, ambas con el cabello azul y con kosei similares.
—Te veías increíble en televisión —repitió la mujer en cuanto se separaron, esas palabras ya se las había dicho el día anteior—. Lo hiciste increíble, estoy tan orgullosa de tí.
—Qué me digas eso me alegra mucho —espetó la menor con una leve sonrisa—. Además, te traje algo.
La menor entonces sacó un par de libros, snacks y otro par de cosas.
—Fui a Tokio hace no mucho, miré estos libros y no pude evitar pensar en tí. Ayer como vinimos directamente hacia aquí, no pude traerlos.
No era un secreto que Kira adoraba leer, no importaba que fuera, a ella le fascinaba. Y agradecía que su sobrina siempre le trajera algo que leer o con qué entretenerse.
—Agradezco mucho esto, Natsuki —espetó la mayor con total agradecimiento.
Estuvieron charlando con tranquilidad, la menor le contó absolutamente todo a su tía, quien adoraba en sobremanera escuchar lo que su sobrina decía.
—Cuando estuve en la U.A. —empezó a decir la mujer—. No pude evitar amar con toda mi alma ese lugar, era tan... mágico, mis compañeros eran increíbles personas, ah~ como extraño esos momentos.
—Tengo dos amigos ahora —espetó ella con una leve sonrisa.
—¿Enserio? ¿Quienes son? ¿Cómo se llaman? ¿Te tratan bien cierto?
—Se llaman Kirishima y Bakugo, son muy fuertes y me tratan bien.
—Me alegra mucho escuchar que estás haciendo amigos, no me gustaría que pasaras tus últimos años de preparatoria sola.
—No lo haré.
—¿Y hay alguien que te interese?
—¿Ah?
—Si, ya sabes, alguien que te interese —espetó la mujer con una sonrisa divertida—. Románticamente hablando.
—¿Q-que? N-no, no hay nadie que me interese de esa manera.
—Ese sonrojo me dice lo contrario.
—¡Qué no! —exclamó ella—. ¿A ti te gustaba alguien cuando estabas en la U.A.? —cambió de tema.
—Si, eramos de la misma clase, pero a él no le interesaba hacer amigos, simplemente disfrutaba dormir.
—¿Dormir? ¿Te gustaba un perezoso?
—No, él era buen estudiante, solo que le encantaba dormir —respondió la mujer con la nostalgia impregnada en sus ojos.
—¿Y qué pasó con él?
—Se convirtió en un héroe después de graduarnos, y no nos volvimos a ver, sabes que después del accidente terminé aquí.
—¿Cómo se llama?
—Aizawa, Aizawa Shouta —respondió ella haciendo que la menor abriera la boca de la impresión.
—¡¿Te gustaba mi sensei?!
—¡No lo grites!
—Oh mi.... te gustaba Aizawa-sensei.
—Ya, deja el tema, es pasado ahora.
—Creo que nunca voy a olvidar este momento.
Continuaron su charla, y cuando la hora de irse llegó, la menor se fue con la promesa de volver pronto. Mientras salía de ahí iba pensando en las palabras de su tía, simplemente fue al elevador y entonces presionó el piso del lobby, sin embargo, en una de las paradas en los pisos, alguien más entró, sorprendiendo por completo a la chica.
No esperaba encontrar al bicolor ahí.
Iba a saludar y preguntar el porqué estaba ahí, pero recordó lo frío que le trató el día anterior y las inseguridades volviendo a sus pensamientos, evitaron que dijera palabra alguna.
—Takami-san, me sorprende verte aquí —fue lo único que dijo él.
—Lo mismo digo —murmuró ella sin agregar otra palabra.
No dijeron nada más, la menor simplemente se quedó en silencio mientras que el bicolor la miraba de reojo de vez en cuando. Y entonces, cuando ella estaba por salir del elevador, escuchó las palabras que el chico dijo.
—Lo siento por lo del festival, Takami-san.
Había sido grosero con ella el día del festival cuando ella solo se preocupó por él. Sintió que ella merecía una disculpa.
—No hay problema alguno, Todoroki-san —respondió ella con una leve sonrisa antes de hacer una reverencia y prácticamente huir de ahí.
Pero, había algo que se preguntó.
¿Por qué su corazón se había acelerado tanto?
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