𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓𝐄𝐄𝐍

"TAKAMI VS...."

MIRÓ CON IMPOTENCIA A PIXIE-BOB, la pobre mujer estaba a los pies de dos villanos. Natsuki sentía miedo, no podía creer que los villanos los habían encontrado.

Algo no le cuadraba ¿Como lo hicieron? Solo unos pocos sabían a donde venían, y dentro de esos pocos solo estaban los profesores y los padres o tutores de los alumnos.

¿Había alguien que los estaba traicionando? No había otra explicación, obviamente alguien debió haberle dicho a algún villano la ubicación del lugar.

Sin embargo, dejó de divagar cuando notó como Midoriya quiso irse del lugar donde se encontraban, no iba a dejar a su compañero ir solo, era peligroso.

—¡Iré contigo! —exclamó ella—. ¡Podemos ir volando, será más rápido!

Ella miró a Mandalay, quien asintió al escuchar las palabras de la chica. Dos eran mejores que solo uno.

—Ven, sube —El de cabellos verdes le hizo caso y se subió encima de ella, la peliazul extendió sus alas y empezó a volar.

Entonces ella rápidamente voló hacia el lugar donde el peliverde le indicó.

—¡Ahí está! —exclamó ella volando más rápido cuando miró a un hombre misterioso cerca de Kota, el niño al que Midoriya venía a rescatar.

Gracias a su vista aumentada, notó que el hombre quería lastimar al niño, entonces voló aún más rápido y tomó en sus brazos al menor. La peliazul aterrizó y de inmediato Midoriya se bajó de ella.

—¿Por qué-

—¿Eh? Ustedes dos están en la lista —habló el hombre desconocido.

—Takami-san, llévate a Kota, yo me encargaré de él.

—¿Estás loco? No puedes luchar contra él tú solo —se negó ella, incluso había tuteado al peliverde debido a los nervios que la situación le causaba.

—Hay que proteger a Kota-

—No voy a d-dejarte aquí solo, Midoriya-san.

—Takami-san, vete, llévate a Kota, yo estaré bien —siguió insistiendo.

Ella negó. Pero entonces la voz de su hermano se le vino a la mente.

"Salvar a quienes no pueden es lo primero que debes hacer, Natsuki"

Soltó un suspiro y asintió mientras cargaba al niño, quien estaba sorprendido por las palabras de Midoriya.

La peliazul voló hacia el campamento, pero cuando iba atravesando el bosque, unas cuchillas le impactaron en una de sus alas y en su dos piernas, en la parte de la pantorrilla.

Empezó a caer debido al impacto en el ala, pero con todas sus fuerzas logró regenerar el daño causado. Pero sabiendo el peligro que había estando ella en el aire, decidió aterrizar en el bosque.

—¿Estás bien? —cuestionó ella mirando al niño, quien asintió—. Muy bien, debemos regresar al campamento, ahí estarás a salvo.

Entonces, ella cargó al menor en sus brazos mientras empezaba a correr, tenía suerte que ella tuviera una audición y vista mejorada, así podía escuchar la voz de Kirishima, quien se encontraba en el campamento.

Avanzó con la mayor discreción del mundo, no podía permitir dar su ubicación, sin embargo, su instinto le decía que debía permanecer alerta, pues el peligro estaba cerca.

Estaban cerca de llegar al campamento, pero entonces la peliazul escuchó unas pisadas no muy lejos, así que se detuvo por unos instantes y enfocó su vista en el lugar donde escuchó las pisadas.

Natsuki observó a una mujer, su cabello era de color negro al igual que sus ojos, era alta y tenía puesto un traje de color gris con detalles negros y blancos. La mujer traía unas cuchillas en sus manos, eso asustó de inmediato a la menor.

Ella fue quien le había disparado. De inmediato continuó corriendo, debía llegar al campamento antes de que esa mujer los alcanzara. Ella fijó su vista en Kota, el pequeño lucía bastante asustado.

—Tranquilo Kota-san —espetó la peliazul llamando la atención del menor, ella le brindó una leve sonrisa—. Ya casi llegaremos al campamento, ahí estaremos a salvo.

Estuvieron en sigilo por un buen par de metros, y creyeron que habían triunfado pues se encontraban bastante cerca de su destino. Sin embargo, eso falló. Pues otro cuchillo le dio en el muslo a la peliazul.

Y entonces, la villana apareció.

—Pueden correr pero no ocultarse —cantó la mujer mientras que la menor corría intentando no ser tan ruidosa.

Pero entonces, Akari recibió una bala en el hombro. La peliazul se preocupó mucho ante eso, y por eso tomó una decisión.

—Kota-san, necesito que me haga un favor —espetó ella mientras bajaba al niño—. Corre hacia el campamento, solo son unos pocos metros más.

—N-no puedes hablar en serio.

—Hablo muy en serio.

—No pienso dejarla —negó el pequeño, no deseaba abandonar a la chica que lo salvó.

—Debe hacerlo, no se preocupe por mí, mire, usted llegue al campamento y si llega a llover, sabrá que estoy viva.

—Señor-

—¡En el nombre del héroe profesional, Eraser Head, se les concede el permiso de entrar en combate! ¡Repito, todos en las clases A y B! ¡Se les concede el permiso de entrar en combate! —habló Mandalay por telepatía.

—¿Ve? No habrá problema en que luche, todo estará bien.

El pequeño entonces empezó a correr hacía enfrente, es lo único que debía hacer y que Natsuki le había indicado.

La peliazul por su parte se levantó y empezó a correr en otra dirección con la intención de que la villana la persiguiera a ella, y funcionó porque la peliazul esquivó los cuchillos que la mujer le lanzaba-

—Hemos descubierto uno de los objetivos de los villanos. ¡Es uno de los estudiantes.... "Kacchan"! —volvió a hablar por telepatía la heroína—. "Kacchan" debería evitar el combate y actuar independientemente.

Eso hizo que se congelara en su lugar, Bakugō estaba en peligro. No podía creerlo, su amigo estaba en peligro y eso le preocupó, tanto que no se dio cuenta del cuchillo que venía en su dirección.

El cuchillo se clavó en su otro muslo. Ya llevaba cuatro. No iba a sacar los objetos, eso solo aumentaría el sangrado y terminaría muriendo por desangramiento.

Y entonces, la mujer apareció enfrente de ella. Cosa que no sorprendió a la menor, esos segundos en los que se detuvo por la noticia que habían dado provocó que la mujer la alcanzara.

—Así que decidiste ser la carnada, mala elección niña —espetó con un tono divertido.

—Fue lo mejor —respondió la peliazul para luego lanzarle una ola de hielo a la mujer que sorprendida no pudo esquivar por lo que terminó chocando contra un árbol.

—Nada mal.

La menor simplemente le lanzó otra, y luego otra, pero estas sí que logró esquivarlas. Lanzó una ola de hielo por detrás y está no logró esquivar, la mujer terminó chocando contra otro árbol.

—N-no dejaré que lastime a nadie más.

Entonces la mujer sacó dos cuchillas y se las lanzó a la peliazul, quien se cubrió con una pared de hielo. Pero no se detuvo ahí. La villana sacó un cuchillo y se abalanzó contra la peliazul, con el objeto terminó de perforar un pulmón.

El dolor que sintió fue insoportable, pero no se dejó vencer, golpeó a la villana en la cara y le rompió la nariz, luego le lanzó una ola de hielo y luego otra, consiguiendo hacerla sangrar.

—Ok, eso me molestó.

La mujer sacó una daga y volvió a intentar atacar a la peliazul, quien se defendió creando un muro de hielo frente a ella. Pero la rubia lo trepó e intentó clavarle el objeto en el estómago, fallando debido al golpe que le metió la peliazul.

Ese golpe hizo que se estrellara contra un árbol.

Natsuki se sentía muy débil, estaba perdiendo demasiada sangre, pero aún así continuó manteniéndose de pie, aprovechando que la villana estaba desorientada por el golpe, le lanzó otra ola de hielo, y esta vez logró dañar aún más a la mujer.

—E-es momento de retirarme —susurró adolorida la mujer, quien le lanzó una última cuchilla a la peliazul, quien logró esquivar el objeto. Cuando iba a lanzar un contraataque, la menor notó que la mujer ya no se encontraba cerca.

Natsuki cayó de cara al suelo, podía sentirse más débil con cada momento que pasaba. Miró el cielo, el cual estaba siendo manchado por el humo del fuego que estaba quemando los árboles. Recordando lo que le dijo a Kota, usó la poca fuerza que le quedaba en apaciguar el fuego.

Las nubes se empezaron a juntar y entonces gracias a su kosei, hizo que lloviera específicamente donde el fuego estaba. Todos se sorprendieron ante eso a excepción de los mejores amigos de la peliazul, sabían de quién se trataba.

Lo que no sabían fue que una vez empezó a llover, ella cayó desmayada pensando en una sola persona, en la sonrisa de una sola persona, en la voz de una sola persona. Solo en él y en nadie más que él

"Perdóname hermano, no vamos a poder combatir el crimen juntos"

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