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-ˢᵉᵃˢᵒⁿ ¹ / ᴱᵖⁱˢᵒᵈᵉ ¹

-ˋˏ ༻ ᴿᵉᵃˡⁱᵗʸ ༺ ˎˊ-

El Arca tenía ese tipo de toque metálico y frío, ya había podido aprender a ignorarlo al igual del peso del uniforme de la guardia sobre mis hombros.

Ajusté mi postura y alineé el arma con el objetivo.

-Respira, Alessia. Mantén la calma -me recordé en voz baja.

El disparo resonó en la sala, pero mi mente estaba en otro lugar. Cerré los ojos por un instante, dejando que un recuerdo me envolviera. Bellamy y yo corríamos por los pasillos del sector agrícola, riendo mientras esquivábamos a los adultos. Él me había prometido que algún día veríamos la Tierra juntos.

¿Dónde estás ahora, Bellamy? pensé mientras guardaba el arma y recogía mi equipo.

El sonido de un comunicador me devolvió al presente.

—Alessia, soy Raven. Ven al laboratorio. Es urgente.

Suspiré y ajusté el cinturón de mi uniforme.
—En camino.

Cuando llegué, Raven estaba inclinada sobre una pantalla, con un destornillador en la mano y un brillo de preocupación en los ojos.

—¿Qué pasó?—pregunté, apoyándome en la mesa.

Ella levantó la mirada, señalando un gráfico en la pantalla.

—Acaban de enviar a cien chicos a la Tierra.

Mi cerebro tardó un segundo en procesar esas palabras.

—¿Qué? ¿Por qué harían eso?

Raven se encogió de hombros, dejando caer el destornillador con un ruido seco.

-—Porque son el Consejo, y les encanta jugar a ser dioses. Pero eso no es todo. He estado revisando las cifras de oxígeno, y algo no cuadra.

Fruncí el ceño, acercándome a la pantalla.
-¿Qué quieres decir?

—El sistema está perdiendo más oxígeno del que debería. Y si ellos están mandando gente a la Tierra, significa que la situación es peor de lo que nos dicen.

Me quedé en silencio, analizando lo que eso significaba. Era como si estuviera reviviendo la misma pesadilla que llevó a la muerte de mis padres: secretos y mentiras que terminaban cobrando vidas.

—Voy a hablar con Abigail—dije finalmente, enderezándome.

Raven me miró con una mezcla de admiración y advertencia.

—Solo no te metas en problemas, ¿ok?

Sonreí de medio lado.

—¿Cuándo no lo hago?


Abigail siempre tenía una presencia tranquila, pero hoy sus ojos estaban cargados de preocupación. Me recibió con una leve inclinación de cabeza mientras cerraba una carpeta llena de papeles.

—Sé por qué estás aquí, Alessia—dijo antes de que pudiera abrir la boca.

Me detuve en seco, cruzándome de brazos.

—Entonces dime la verdad. ¿Por qué enviaron a cien prisioneros a la Tierra?

Ella suspiró, apoyándose en el borde de su escritorio.

—La situación del oxígeno es crítica. Necesitamos saber si la Tierra es habitable antes de que sea demasiado tarde.

—¿Y qué hay de nosotros? ¿Cuánto tiempo más tenemos?—pregunté, sintiendo la rabia crecer en mi interior.

—Segun la cifras tenemos seis meses o menos—admitió Abigail, bajando la mirada.

Había algo diferente en su tono, algo que la hacía sonar más vulnerable de lo habitual. Me acerqué a un paso, intentando contener mi frustración.

—Dime cómo puedo ayudar.

Ella levantó la vista, sorprendida.

—¿Ayudar?

—Sí. Quiero respuestas tanto como tú. Déjame trabajar contigo.

Un destello de esperanza cruzó su rostro.

—Está bien. Pero necesito que mantengas esto en secreto.

Asentí. Había aprendido a guardar secretos desde que era niña.

—Abby, te necesitamos en el quirófano ahora—Escuche entrar a Jackson-El canciller recibió un disparo hace aproximadamente cinco minutos

—¿Quién le disparo Jackson?—Pregunte mientras salía de su oficina

—Un chico llamado Bellamy Blake, pero desafortunadamente el escapo en la nave de los cien—Dice

Quedé quita por un segundo, hacia mucho que no escuchaba su nombre

—Vaya—Dije extrañada-Bueno nos vemos tengo cosas por hacer

—Ten cuidado Alessia—Escuche decir en voz fuerte a Abby


Raven estaba recostada en un banco, jugueteando con un viejo transmisor mientras yo me sentaba a su lado. El ambiente entre nosotras era mucho más relajado ahora que había pasado la hora de trabajo.

—Has estado en las nubes últimamente, Alessia. No me digas que estás pensando en algún chico—Menciona Raven con una sonrisa

—¿Qué? No, claro que no—Digo

—Vamos, Ali Te conozco mejor que nadie. Te distraes y empiezas a suspirar como una tonta cuando piensas en alguien—Dice insistiendo

—Raven, ni yo sé que es lo que siento sólo son recuerdos, yo solo era una niña y cuando nos volvimos a ver el sólo me evito—Suspire—Ademas, sólo son recuerdos

—Al, a veces lo que recordamos es lo que realmente importa. Tal vez lo que sientes no es solo un recuerdo—Dice mientras toca mi hombro

—¿Desde cuándo te volviste tan sabia?—Dije casi riendo

—Siempre lo he sido. Tú solo tardaste en notarlo—Dice riendo

—Gracias, Raven. En serio—Digo con sinceridad

Me miraba al espejo un buen día para hacer Guardia y entrenar un poco, vi sobresaliendo mi colgante en mi uniforme. Era un pequeño recordatorio que me había dejado Bellamy

Volví a la rutina de la Guardia, pero mi mente seguía ocupada con lo que Raven y Abigail me habían dicho. Mientras practicaba maniobras de combate, no podía dejar de preguntarme qué más estaban ocultando.

Cuando terminé, Kane me llamó a su oficina. Su tono era cordial, pero su mirada decía otra cosa.

—Alessia, espero que estés cumpliendo con tus deberes sin desviarte de tu propósito.

Sonreí con inocencia.

—Por supuesto, señor. Siempre cumplo con mi deber.


Estaba sentada en mi cama, con las piernas cruzadas y la espalda contra la pared, mi mente no paraba. Esto tiene que acabar. Si nadie hace algo por el oxígeno, lo haré yo. El Consejo, Abby... todos necesitan respuestas, y Raven podría ayudarme a conseguirlas.


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