Chapter16:-

Al día siguiente...
16:38 pm.

-¿Éstas bien? -preguntó a su lado.

-Sí.-asintió incómoda. En su rostro se notaba que no era verdad.

-Park Chaeyoung, no me mintáis.-la obligó a mirarlo.-Sé perfectamente cuando lo haces. Dímelo por favor.

-Jimin... -alargó. Después suspiro.-Ayer fue la madre de JongIn a casa... Dijo cosas malas.

-¿Qué cosas? -quiso saber. Detuvo el pasó mirándola interrogante.

-Del por qué no aborte. Y que él había gastado demasiado dinero por esa acción horrible.

-Desgraciada.-murmuró.-¡Quien creé que es! ¿Han estado contigo estos meses ayudando con la bebé? No.-decía molestó.

-Amor, tranquilizate. Ellos... -trató de calmarlo.

-¡Ellos nada! ¡No tienen ningún derecho a decir... -se detuvo ante las miradas de la gente que los rodeaba.-Lo siento.-se disculpó.-Siento mucha impotencia en estos momentos.-ella le acarició el rostro con una sonrisa.

-¿Quien es el padre de la bebé?

-Kai.-dijo con una mueca nada agradable. Desvío la mirada con un puchero.

-No.-negó.-Es Park Jimin.-confirmó ella. El rubio la miró impactado.-Para mi siempre serás el padre de la niña. Desde ahora y siempre.

Jimin la abrazó para después regalarle varios besos por el rostro. La castaña reía ante la acción.

Luego, él mismo se colocó en cuclillas y levantó el chaleco que utilizaba la fémina. El vientre quedó expuesto frente a frente.

-¿Q-qué hacés? -preguntó nerviosa.

No hubo respuesta por parte del joven.

-Hola... -saludó al monté ya crecido.-Es papá.-los ojos de la castaña se volvieron cristalinos.-Cariño, esperó que estés calentita allí adentró.-acarició la piel desnuda.-Y-yo... -su voz se quebró.-Seré el mejor padre del mundo. Cuidaré de ti como de tú bella y hermosa madre.-Rose le acarició los rubios cabellos dándole ánimo.-Te amo. Las amo a las dos.-concordó.-Me hacen el hombre más feliz del universo. Sólo quiero conocerte y tenerte entre mis brazos, verte crecer para convertirte en la linda figura de tu mamá.-le decía.-Porque estoy seguro que serás idéntica a ella. Estoy completamente seguro de ello.-le dio un beso causando un leve escalofrío por parte de la chica.-Te amo. Te amo mucho.

Subió la mirada encontrándose con una llorona Rose.

-Amor... -se incorporó abrazándola. Ella lloraba mojándole la camisa.-Sabés que tu también eres mi favorita. No seas celosa.-la castaña le dio un pequeño golpe causando que él de riera.-Te amo. Te amo como no tienes idea, Roseanne Park.-le dijo al oído.

-Te amo demasiado. Park Jimin.-levantó su mirada chocándola con los avellanos del mismo.

Fueron acercándose hasta juntar sus labios.
Un dulce, cálido y lindo beso entre ambos.

Duró poco, ya que Jimin retrocedió asombrado.

-¿Lo sentisteis? -la señaló. La fémina asintió llevándose una mano a su vientre.

-Ha pateado. Está contenta.

-Yah. Dejarme besar a mi mujer.-miraba al monté. Rose río.-No he estado con ella en todo el día. ¿Sabes lo complicado que es no verlas en la universidad? Claro, ustedes se quedan descansando en casa.

-Yah, Park Jimin. Tú fuiste quien dijo que tenía que estudiar en casa, ahora no te quejes.

-Pero me siento solito.-hizo un puchero adorable.-Son muchas horas sin verte.

-Jiminnie... ¿Queréis que Chaeyoungie haga algo para que esté contentó?

-Me encantaría.-sonrio pervertida mente.

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18:14 pm.

Su rostro era sombrío.

-Abrir la boca.-llevó una cuchara con comida hasta sus labios. Rose tenía una sonrisa dibujada en su cara.

-No me imagina éste tipo de “cosa" .-habló masticando.

-La bebé tiene hambre.

-No será que otra lo está.-ironizó.-Deberías dejar de comer un poco, puede hacerle daño a tú organismo.

La castaña dejó la cuchara sobre la mesa y bajo la mirada triste.

-Estoy gorda.-murmuró audible mente.

Jimin subió la cabeza del plato asustado. Había metido la pata, y bien profunda.

-N-no... No es verdad.-dijo nervioso.- ¡Estás hermosa!

-¡No mintáis! ¡Parezco ballena con el embarazó! -sollozó.

Los comensales observaron la escena.

-Rosie... No es eso. Solo digo que... -trató de decir.

-¡Soy un cerdo por eso ya no me amas! ¡No me queréis porque estoy gorda y ya no podemos tener sexo!

El rostro del rubio se volvió rojo enseguida.

Ella seguía llorando.

Tomó su bolso y salió rápidamente del restaurante.

-¡Chaeyoung, esperar! -sacó unos dólares y los dejó sobre la mesa. Luego corrió tras la chica casi chocando con la puerta del local.

-¡Te amo gordita! -fue lo último que escuchó el público de esa tarde.

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La encontró sentada en una silla del parqué cercano.

Se acercó a ella y se colocó de rodillas, poniendo su peso en una. Tomó una mano de ella mirándola suplicante.

-¿Qué, me vas a pedir matrimonio? Aún así no te perdonaré.-dijo ella molesta.

-Amor...

-Lo siento.-dijeron al unísono.

-Son las hormonas.-respondió la chica.

-No.-negó Jimin.-Yo lo siento. Debí de haber medido mis palabras, no fue mi intención dañarte, ni mucho menos hacerte llorar. Sabés lo mucho que me duele verte así, y más si yo soy el causante.-le acarició la larga cabellera.-¿Me perdonáis?

-Sí.-dijo sin chistar. Se abrazaron sonriendo de verdad.-Jimin-ah.-le llamó.

-Dime.

-Aún tengo hambre.-le dijo al oído.

El rubio soltó una carcajada y la obligó a levantarse.

-Vamos a comer entonces.

Entrelazaron sus dedos y desaparición a pasó lento del frío parqué.

Ellos no se dieron cuenta. Pero alguien hace mucho tiempo los estaba vigilando y persiguiendo, observándolos con odió.

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20:13 pm.

-Estuvo delicioso. Gracias.-agradeció la menor.

-La próxima vez tendré que traer mi chequera. Casi me dejas en bancarrota.

-Jimin-ah.

-Está bien, está bien. No diré nada más.-la abrazó por la espalda apoyando su mentón en el hombro de la castaña.

-¿Quieres pasar? Mamá llegará tarde esta noche.-Jimin abrió los ojos y sonrió regalándole un besó en la mejilla.

-Vamos.

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Estaban recostados en el sofá besándose y acariciando por encimas de las ropas.

Jimin llevó sus labios al cuello de la castaña haciendo que ésta suspirará.

-Esperar.-lo detuvo.-¿Qué fue eso?

-¿De que hablas? -la miró extrañado.-No escuché nada.

-Hay alguien más en casa.-susurró para ambos.

-Iré a ver.-se levantó y fue sigilosamente a la entrada del hogar.

-¿Jimin?

No se escuchaba nada. Algo cayó pesado asustándola.

-¿Jimin? -volvió a llamarlo.

Vio la sombra de él acercándose algo que la relajó.

-Creí que era un ladrón y ... -se congeló cuando vio al sujeto frente a ella.

-Park no te va a poder salvar esta vez, pequeña.

-Q-qué le hicisteis. ¡Dónde está!

-Muerto.-le enseñó una pistola con silenciador. Sonrió con demencia y la empujó al suelo.-Nunca pensé que me traicionarías Rose. Eres una maldita zorra asquerosa.-la apuntaba.

-JongIn... P-por favor... N-no lo hagas... -sus ojos eran llorosos. Algunas lágrimas ya corrían por sus mejillas.

-Nunca te lo perdonaré.-apuntó la pistola a su frente.-Bellos sueños, hermosa.

-¡¡Es tu hija!!

-¡No lo es! ¡No hay nada que nos una en ese apestoso mundo! -le pateó el vientre.-¡Esto te pasa por puta! -entre cada palabra le volvía a patear el vientre.

-D-detente.-se hizo bolita e intentó abrazarse evitando los golpes.

-No sabés no mucho que te odió. Pero serás feliz con el idiota de Park en el más haya. Adiós.-la apuntó con la pistola.-Fue un gusto conocerte, Chaeyoung.

Cayó al suelo y quedó inconsciente, de su frente salía sangre.

Jimin lo golpeó con un bate haciéndolo caer. Del lado derecho de su estómago había una mancha grande de sangré.

-J-jimin... La bebé... -llevó su mano a su vientre. Entre sus piernas salia sangre.-N-no se mueve.-dijo débil.

-T-tranquila, llamaré a una ambulancia.

Marcó sintiéndose mareado.

Una voz femenina se escuchó al otro lado de la línea.

-Por favor... Rápido.... -cayó al suelo desmayado. Estaba perdiendo mucha sangré.

-¡Señor diga algo! ¡Alo, hay alguien ahí!

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Momo 🍑💞