Chapter5:-

Las semanas pasaron y un nuevo año escolar empezó, tanto para él como para ella.

-Ese uniforme es muy corto.-dijo cruzado de brazos mientras estaba apoyado en la puerta.-No me gusta, te van a mirar demasiado. ¿Debería estar celoso?

-Si.-concordó mirándolo a través del espejo.

-Eres mía. No lo olvides.-la abrazó y la beso sorprendiéndola.

-No lo olvidó, pero hay que tener cuidado. No sería buena idea ser tan cercanos.

-Somos primos, no hay nada de malo en eso.

-Chaeyoung, Jimin. Bajen, el desayuno estará listo en cinco minutos.-se escuchó desde abajo.

-Bésame.

-Hay que apresurarnos, tu madre se dará cuenta.-lo beso rápidamente y se alejó del rostro masculino.

-No me gusta así, has lo de nuevo.

-Jiminnie.-infló sus mejillas e intento ser tierna. Rodeo él cuello del mayor y se colocó de puntitas para juntar sus labios con los del pelinegro.

Su lengua pidió permiso y ella lo acepto gustosa, sus respiraciones se mezclaban agitadas, se separaron y nuevamente la beso, esta vez alzándola para sentarse sobre la cama y ella terminar sentada sobre el muchacho.

-Te necesitó ahora.-dijo sobre los rosados labios.

-Jimin, no es apropiado ahora.

-Tenemos cinco minutos.-metió sus manos bajo la falda oscura y apretó sus glúteos haciendo que soltará un gemido llenó de gozó.

Rápidamente le desabrochó él pantalón y saco su erección de sus rojos bóxer, hizo a un lado la blanca braga con encajé y fueron uno.

Se besaban ocultando los gemidos que salían de sus bocas, cada penetración se había más rápida y placentera. Respiraba agitada abrazada a él, su busto ahora más desarrollado subía y bajaba ante los movimientos gozados por ambos. Sostuvo con fuerza la cadera femenina y dejo su esencia en ella, los dos cayeron exhaustos sobre él colchón.

-Necesitamos ir a una farmacia después.-dijo intentando recuperar el aliento perdido.

-¿Por qué?-se incorporó y sus ojos se encontraron.

-Debes de cuidarte. No quiero que un error nos arruiné la vida.-dijo sin medir sus palabras.

-Eres un maldito idiota.-se levantó sobre el moreno y arreglo las ropas, antes de salir de su propia habitación.

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Mientras desayunaban, él silencio era muy incómodo. Solo estaban los dos, o través los adultos tuvieron que salir temprano y si la calentura no le hubiese ganado, hubiera comido con ellos... No con él.

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Camino al instituto sucedió lo mismo, ninguno de los dos hablaba. Solo oía sus pasos, los ruidos del tránsito y personas que cambiaban a su alrededor.

-Aquí es, gracias por traerme.-agradeció mientras se arreglaba él uniforme y parte de su cabello húmedo. Tuvo que ducharse nuevamente esa mañana, como él también.

-Chaeyoung, lo de antes ...

-Olvidado. Yo no soy nadie para prohibirte algo, después de todo solamente somos primos.

-No quise decirlo de esa manera.-ella no lo miraba.-Rosé, mírame.

-¡Crees que te ataría a mí con un bebé!-exclamo bajo.-Tengo dieciséis años, tengo que terminar mis estudios y entrar a la universidad. Si queremos que esto siga, debemos cuidarnos ambos.

-Está bien. Llámame cuando salgas de clases, pasaré por ti y ...

-Si. Entiendo, nos vemos después.

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-Bienvenidos.-dijo él joven tras el mostrador.

Pasaron por los pasillos, y empezaron a tomar las cosas que necesitaban.

-Necesitó un cepillo dental nuevo.-murmuro buscando uno en especificó.-Diablos, no está.

-Compra cualquiera, de todas maneras, son todos iguales.-miro a su lado izquierdo y sus ojos brillaron al ver él objeto.-Jimin, Jimin. Cómprame esto.-le mostró un cepillo dental de la sirenita.

-No.

-Por favor ...

-No, y déjalo donde se encontraba.

-Oppa~, si lo haces.-se acercó a él y poso su mano sin pudor sobre la entrepierna del chico.-Dejare la puerta sin seguro, solo para ti.-dijo cerca de la boca de él.

-No me hagas que te tome aquí, Park Chaeyoung.

-Este Oppa~, es un pervertido.

-¿Llevaran algo más?-llevaban mascarillas, algunas cosas para comer en el camino ah, y él cepillo de dientes de la menor.

Ella misma miro sobre la repisa de atrás y se sonrojó, no quería que la viera comprar eso

-Jimin. Cambia él sabor de la bebida, no me gusta.

-Pero ya las pagué. ¿Puedo hacerlo?

-Si. No hay problema.-saco la lata de la bolsa y se perdió entre los pasillos, ella aprovechó que estaba sola y le hablo al mismo chico detrás del mostrador.

-Uhm, yo... Necesito ...

-¿Si?

-Quiero, eso...-apuntó lo que se encontraba tras su espalda.
Este se giró y abrió la boca para después sonreír.

-¿Con o sin alas? .-pregunto haciéndola sonrojar más de lo que ya estaba.

-¿Para eso querías que me fuera?, dame ambas.-dijo sin pudor.
Ya no sabía dónde esconderse.

-También... Unos condones, los más pequeños que tengas.-dicho esto salió del pequeño local dejando a los dos chicos dentro.

-¿Tu novia?

-¿Qué?,no.-dijo rápido.-Es..., no deberías saberlo. Y respecto a lo último, quiero una caja de los más grandes.

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-Mocosa, me dejaste en vergüenza allá.

-Y tú a mi. Para la próxima iré sola.-apretó los labios y suspiro.-¿C-compraste eso?

-Si, las dos cosas.-caminaban lado a lado, casi rozando sus manos. La más baja se sorprendió al contacto con él.-¿Te molesta?-ella negó en silencio.-Bien. Ahora hay que ir a una farmacia, lo sabes ¿no?

-Jimin, espera.-detuvo él paso obligándolo a detenerse también.

-¿Sucede algo malo?

-Si.

-¿Te sientes mal?¿Necesitas ir al hospital?¿Medicamentos?-preguntaba preocupado.

-No, nada de eso. Es... sonara tonto, pero... -lo miro a los ojos él esperaba una respuesta.-Olvidalo.

-No, espera. Que me ibas a decir.

-Me gustas mucho.

-¿Te costaba decir mucho eso?

-A-algo. Eres muy intimidante algunas veces.

-Aun así te gustó.

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Ya habían pasado siete meses desde que su "relación" había dado frutos.
Se les veía sonrientes. Salían, veían películas juntos, iban al karaoke; hasta algunas veces, cualquiera de los dos se escabullía a la habitación del contrario; y se acostaban juntos abrazados; solamente para sentir la respiración tranquila mientras dormían.

¿Si eso no era amor, entonces, qué era?

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02:10 am.

-¿Me quieres?

-Mucho.-le beso la frente y sonrió feliz. Se sentía amada y protegida a su lado.
Todo era color de rosa, pero no todo es para siempre.

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A la mañana siguiente...

Despertó primero y bajo las escaleras, la casa estaba en total silencio ya que aún dormían por ser fin de semana.

Eran las nueve con quince cuando escuchó él timbre sonar, fue hasta la puerta y la abrió sin preguntar. Sus ojos se abrieron de la impresión al verlos afuera, y lo más importante... ¡En Corea!

-M-mamá, papá.-se lanzó a los brazos de sus progenitores y lloro de emoción. Los había extrañado tanto, le hacia falta su querida madre.

-Mi querida hija.-le acarició la larga cabellera y beso estos mismos.-Nos hacías tanta falta en casa.

-Pero ahora estaremos los tres juntos.-dijo el hombre mientras sonreía.

-¿Se quedarán aquí conmigo?

-No.-nego rápido.-Nos iremos a Australia.-les tomo las pequeñas manos y su cara se desfiguró.-¿No estas contenta, regresarás con tus amigos?

No le agradó la sorpresiva noticia.

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Lamento las faltas de ortografía, mejoraré en eso.
Gracias por quienes la leen,las quiero mucho 🌻
Momo 🍑💞