Chapter3:-

-¿Cuando es la graduación?

-En una semana.-contestó rápido.

-En una semana...-repitió contando los días.-Ah!-exclamó.-Seria él 11 de febrero.

-Sí, papá.-rodó los ojos al ver la cara del hombre.

-Él 11 es él cumpleaños de Rosé. Podríamos hacer una fiesta.-propuso la morena.-Celebrando ambas cosas, tu graduación y el cumpleaños de la pequeña.-ellos aceptaron la proposición.

-Y hablando de mi querida sobrina, ¿Aun no despierta?

-Yo iré a buscarla.

-Gracias mi ángel.-agradeció la señora.-Levantaré los patos.-se incorporó y los dos hombres la imitaron.

-Me iré.-tomo su maletín y se despidió de su hijo y mujer.

-Ten un buen día, cariño.

-Gracias, querida. No llegues tarde a clases, mocoso.

-Sí, papá.-subió las escaleras y se perdió en él pasillo lleno de puertas.

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Abrió la puerta y se apresuró en abrir las cortinas. Él cuerpo femenino hizo sonidos bajo las sabanas que la cubrían.

-Despierta.-la movió poco y lentamente comenzó a despertar.-Hola.-saludó coqueto.

-Jimin..., qué haces aquí.-se sentó sobre el colchón y lo miró adormilada todavía.

-Eres linda aún despertando en la mañana.

-N-no digas tonterías.-miro nerviosa a diferentes lados del cuarto.

-Rosé.-llamo la atención de ella.-Si no fuéramos primos... .-se acercó al oído de la menor y susurró.-Ya te hubiese hecho mía, desde él inició.-lamió su lóbulo y sonrió ante el nerviosismo provocado por él mismo.-Debería de bajar. Mi madre preguntara por mí, si me tardó mas de la cuenta.-arreglo sus cabellos oscuros y suspiro.-Es una pena no tenerte para mi, como la noche anterior. ¿No te parece?

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-Buenos días.-saludo vestida en pijamas.

-Buenos.-la mujer ya estaba lista para su trabajó.-Querida, te dejé el desayuno sobre la mesa, Jimin se debe irse en cinco minutos.-le aviso.-Bien, me iré.

-Que tenga lindo día, tía.

-Algunas veces me gustaría tener una hija como tú. Ah, pero dios me dio solo un chico loco y hormonal.-se río ante sus palabras.-Cuídate, y no le abras la puerta a extraños.-la menor asintió, luego de eso se retiró la adulta dejándola sola... O eso pensó.

-Al fin solos.-dijo al momento de abrazarla por la espalda.

-J-jimin, qué haces.-se deshizo de sus brazos y lo miro de frente.-Esto no esta bien.

-Ayer no decías eso, bonita.

-Y-yo...-su mirada la colocaba nerviosa, y quedarse sola con él; no ayudaba de mucho.-Debes ir a clases.

-No tengo ganas.-se quito el saco y la corbata del uniforme.

-Q-qué haces.-sus mejillas poco a poco tomaban color.

-Me dio calor.-botón por botón dejaba ver un poco de su tostada piel, colocándola más nerviosa de lo que ya estaba.

-No seas tonto. Estamos en invierno.

-Quizás deberíamos hacer algo, para entrar en calor.

-¿Perdiste la cabeza?

-Ambos lo queremos, solo hay que dejarse llevar.

-No creo que sea el momento.

-¿Sientes algo por mi? .-le preguntó sorprendiéndola. 

Ella tragó duro y bajo la mirada.

-No te lo puedo negar... Me gustas, y demasiado.-sus ojos se encontraron con los de él, sonrió avergonzada.-No te puedo ver como familia, no puedo.

-Me sucede lo mismo.-lo abrazo fuerte. Sabia lo que estaba sucediendo entre los dos, se querían... Pero eran primos.

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-¿Qué sucede? ¿Discutiste con tu viejo?

-No. Es otra cosa.

-¿Tu prima? .-susurró. Él moreno asintió rápido.-¿Tenia razón?

-Nunca te equívocas conmigo, amigo.

-Estas en un gran lío.

-Lo sé.

-Hey, allí atrás. Kim, Park; pongan atención.-les llamó la atención él hombre del frente.-Par de vagos, así como van nunca se graduarán.

-Eish, mejor cierre la boca.-murmuro.-Que pasen luego los días para salir de esta maldita cárcel.-gruño bajo.

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Días después ...

-Cumpleaños feliz, te deseamos a ti. Nuestra querida Rosie, feliz cumpleaños a ti.

Eran las siete de la mañana y la habían despertado por eso.

-Pide un deseó.-dijo la morena con torta en mano.

Pasaron unos segundos y sopló las velas.

-Felices dieciséis.-dijeron los tres.

-Gracias.-él menor de los Park's se acercó y la abrazó palmeándole la espalda.

-Feliz cumpleaños, que tu deseó se haga realidad.

-Pronto lo hará.-le susurro al oído.

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Esa misma tarde ...

-Felicidades graduados.-dijo él director atreves del micrófono.

Tanto como los mismos alumnos, profesores y parientes aplaudieron ante sus hijos.

-¡Bien hecho, Oppa!-le dijo desde la planta alta.

Él chico se giro y sonrió avergonzado. No faltaron las bromas de sus amigos y amenazas por su parte.

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Mas tarde ...
21:30 pm.

-Felicidades a ambos.

Hablaron, comieron y festejaron en familia.

Claro, eran su familia...pero, en si; sentía que le faltaban sus padres.

-Rosie, cariño. Ahora que llevamos un tiempo, y nos conocemos bien.-empezó a hablar la señora.-Dejaste corazones rotos en Australia.

-Amor, es una niña. No le hagas caso.-dijo él hombre.-Además, si llegara a tener; tendría que pasar por un severo interrogatorio.

-¡Tío! .-exclamó sonrojada.

-¡Papá, estás haciendo que se incomode!

-Uh, qué sucedió aquí. Salió él primo celoso, acaso.

-No digas tonterías. Permiso, me dio sueño.-se levanto de la mesa y subió las escaleras mientras mascullaba

-No le hagas casó. Debe estar así, por que entrara a la universidad.

-Sí.-la conversación iniciaron nuevamente, pero no duraron tanto.

-Ah, lo siento.-contestó a la llamada entrante.-¿Si?, aquí Park.-se calló para escuchar al de la línea.-Pero, mi hijo se graduó. No puedo hacerle eso... No, si entiendo pero...-asintió ante sus palabras.-Esta bien. Allí los veré. Si.-corto la llamada y suspiro pesado.

-¿Qué sucede cariño?

-Debo ir a Busan. No se que sucedió y tengo que arreglarlo.

-Pero como no sabes. Es la empresa de tu padre.

-No lo sé. No me dieron más datos.-la chica sólo escuchaba.

-Yo iré contigo.

-¿Qué?, no. Debes de quedarte con los chicos.

-Rosé, puedes llamar a Jimin. Es  importante esto.

-Sí.

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-¿Jimin?-golpeo la madera.-Jimin, puedo entrar.-no escucho respuesta y entro abriendo la puerta poco a poco.

La habitación estaba iluminada, pero vacía. La puerta del baño se abrió y dejó ver al muchacho solamente con una toalla envuelta en su cadera.

-Q-qué haces aquí.

-Y-yo, yo... ¡Lo siento mucho! .-dicho esto salió rápidamente de allí.

Apoyo su espalda sobre la pared continúa y se llevó su mano a la boca. Su corazón latía demasiado, que ya sentía que se le saldría del pecho.

                          🌹

-¿Y, Jimin?

-Estaba... Ocupado.

-Ya debo irme. Le podrías decir lo sucedido.

-Claro. Que tengan buen viaje.

-Los llamaremos cuando lleguemos allá.

-Si tío.-se despidieron de la adolescente y se subieron al auto estacionado afuera.

Este se fue y ella cerro la puerta principal.

Ahora, estaban completamente solos.

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Nos vemos en él siguiente
Momo 🍑💞