Créditos a su autora schnnaped en Tumblr.

Título: Sobria.
Advertencias: Eres la hija de Tommy(?.

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–¿Estas borracha?

Acababas de llegar a tu casa, apenas de una pieza, y ya te estaban interrogando. Tu corazón se aceleró, latiendo más rápido, la silueta oscura en el pasillo no ayudó. Sabías que te estaría esperando, no había ninguna duda al respecto, simplemente estabas aterrorizada de verlo de inmediato.

Tu padre, Thomas Shelby.

Estabas callada, porque sabías que si decías algo que pudiera usarse en tu contra, se lanzaría a una pelea a gritos.

Durante las últimas dos horas, saliste con amigos. Por supuesto, estabas borracha. Te llevaron a un bar y las dos horas parecieron volar, llenas de risas y algunas elecciones muy... cuestionables. Mentir ahora te metería en graves problemas, así que dijiste la verdad.

—Quizás—le balbuceaste.

Las toxinas bailando a lo largo de tu lengua. Burbujea por toda tu garganta y baja hasta tu sistema nervioso, donde tu cuerpo comenzó a temblar simplemente midiendo la reacción de tu padre.

No estaba feliz.

Eras un niña buena. Seguías las reglas, siempre hiciste lo que te decían, porque un desliz podía terminar con alguien en el lado equivocado del arma: los cañones. Y, por supuesto, cuando tú y una familia que eran los Peaky Blinders, siempre había alguien del lado del barril.

Esta vez, esa persona eras tú.

—¿Hablas en serio?—Thomas gritó, levantándose de su silla—. Pensamos que podría haber sido secuestrado. ¿Puedes conseguir eso en tu cabeza? ¡Podía olerlo en ti en el momento en que estabas en la puerta!

Thomas te clavó los dedos en el brazo y tú hiciste una mueca de dolor.

Apartando tu brazo, arrastrabas las palabras:

—¿Y si solo quisiera ir con algunos amigos?

Extrañando el resplandor frío en sus ojos, continuó:

—Fue solo por unas pocas horas.

En el momento en que terminaste, todo estaba en silencio. Solo podías asumir que tu papá estaba analizando la mejor manera de continuar sin perderlo por completo. Eras su única hija. ¿Y si te pasara algo en esas dos horas?

—Eres tan irresponsable como John.

—Él lo es, pero yo no—dijiste, mirando sus iris azules.

Thomas suspiró. ¿Qué iba a hacer contigo? Eras absolutamente terco y te negabas a escuchar.

—Vamos—dijo, agarrándolo del brazo para asegurarse de que no se cayera—. Ve a darte un baño. Llamaré a los chicos, les haré saber que estás bien.

La hija de Thomas Shelby era terca, pero buena.