015. Thomas Shelby
Créditos a su escritora bonniebird en Tumblr.
Título: Enamorado.
Advertencia: Ninguna.
━ ★ ━
—¡Hey, ven aquí!
El grito enfurecido de Tommy llenó el aire humeante de la mañana. Sabía que no tenía por qué averiguar dónde habías estado y por qué ya no querías cruzar una sola palabra con él.
No estaba acostumbrado a ser al que le dieran respuestas evasivas y le lanzaran miradas frías, tal vez debería haber cumplido su promesa y escrito durante la guerra, aunque probablemente estaba más enojado con él por no decirte que había regresado y simplemente había tropezado accidentalmente contigo en la Guarnición en una de las noches borrachas típicas del Shelby.
—No voy a continuar siguiéndote así—Tommy advirtió, pero lo ignoraste y seguiste caminando hacia tu casa, una calle más allá de los Shelby's.
Cuando abriste la puerta y te volteaste para echársela en la cara, la mano de Tommy golpeó la delgada madera. No tenías más remedio que dejar entrar al furioso Blinder, a pesar de no tener la intención dr que tu mejor amigo volviera a tu vida, ahora parecías despreciarlo.
—¿Es eso entonces, no vas a decir nada después de todo este tiempo?—espetó mientras tomaba asiento en tu pequeño sofá y sacaba un cigarrillo.
—No te estoy hablando a ti—se rió entre dientes ante tu intento de sonar firme y fijó sus helados ojos azules en ti.
—Bueno, entonces tendré que averiguar qué tiene a la Princesa de Small Heath tan molesta—resopló y se levantó de su asiento, rodeando el pequeño sofá hasta que te tuvo atrapada en una esquina—. Ahora no puedo ser el mismo de antes, de cuando éramos amigos desde que podíamos caminar, las carreras eran las mejores cuando llenábamos nuestros bolsillos juntos.
—¿Por qué te importa tanto?—siseaste, mientras él te miraba de arriba abajo.
Una sola lágrima goteó por su mejilla, pero antes de que pudiera apartarla, tu mano cruzó su mejilla con una bofetada resonante que pareció hacer eco en la habitación escasamente amueblada.
Apretó la mandíbula mientras tragaba y suspiraba, girando y saliendo del apartamento, sabiendo que podía encontrar sus respuestas en otro lado hasta que estuvieras dispuesta a hablar con él, sin presionarte.
—Tommy, mírate, debe ser bueno ser rey de nuevo—Freddie se rió entre dientes cuando se encontró con el melancólico Shelby.
—¿Qué quieres Freddie?—Tommy suspiró.
—Nada, solo curiosidad... mi hermana dice que tú pequeña chica no te está hablando.
Se inclinó sobre la barra cuando Tommy lo miró y lo fulminó con la mirada, sabiendo que estaba irritando al Blinder.
—Realmente es una pena, ustedes estaban bien, diría que eran mejores como ladrones pero, de nuevo...
—No sabes nada de ella, Freddie, así que cierra la boca—bramó el Shelby, recordándole a Freddie las meticulosas formas en las que Tommy enfurecía.
—Sé que no has hablado con ella desde antes de que nos fuéramos a la guerra.
Freddie sonrió cuando te vio entrar vacilante en la Guarnición y percibió como te congelaste en tu sitio cuando cruzaste tu mirada con Tommy en el bar.
—Debe herir los sentimientos de una chica, pensando que te casarás con un buen hombre, un Shelby, pero él ni siquiera te permitió despedirte.
El Shelby sujeto fuertemente a Freddie por la parte delantera de su camisa, pero cuando se giró, te observo, mirándolo nerviosamente y se detuvo. La mandíbula de Tommy se apretó cuando Freddie se acercó a ti y comenzaste a charlar con él.
Freddie apenas te conocía y, sin embargo, allí estabas hablando sobre las tonterías con las que deberías estar llenando la cabeza de Tommy, tu mano debería estar descansando en su antebrazo y deberías estar matándolo con esa sonrisa que podría dejar sin aliento a cualquiera.
Su mente zumbaba con las cosas que quería que ustedes dos hicieran juntos, las muchas horas que se había sentado deseando haber admitido cómo se sentía antes de la guerra para que ustedes dos pudieran tener un último momento juntos, cómo en cada giro, se había equivocado.
Se había dicho a sí mismo que el no decirte cómo se sentía, había sido su mayor arrepentimiento.
No fue hasta que tus manos suaves se entrelazaron con las suyas cuando te diste cuenta de que había cruzado el pub y ahora te estaba besando tan intensamente que jadeaste inconscientemente y Freddie tosió mientras se alejaba sonriente.
Tragó nerviosamente cuando te alejaste, pero no huiste de él, tus manos encontraron las solapas de su chaqueta mientras lo mirabas con los ojos muy abiertos.
—Me importa porque estoy enamorado de ti—murmuró mientras se agachaba para besarte de nuevo.
—Pensé que no ibas a volver—susurraste contra él.
—¿Cómo podría? Jamás me iría para dejarte y no retornar, amor—Tommy tarareó, haciéndote sonreír.
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