Créditos a su escritora shelbybroslmtd en Tumblr.

Título: Quiero protegerte.
Advertencia: Ninguna.

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Te gustaba pensar que conocías a Tommy más que nadie.

Había notado pequeñas cosas sobre él.

Cómo sus labios se torcían cada vez que hablabas de tu escritura, o cómo le gustaba frotar círculos en tu mano cuando habías tenido un día estresante, o incluso cuando había regresado de "negocios" y necesitaba una limpieza, siempre te besaba dos veces en la mejilla derecha.

Así que no fue una sorpresa para ti que pudieras presenciar fácilmente cuando Tommy estaba celoso.

No trabajaste con la familia. Habías tenido un trabajo en una empresa exitosa, donde tú escritura era apreciada y te gustaba mantenerlo así. También te agradaba a Tommy; a pesar de que sabías todo sobre ese negocio, estabas más segura dónde estabas. Afiliada con el negocio de gama alta, y los Shelby, eran prácticamente intocables.

Era eso exactamente lo que deseabas poder decirle al hombre que te dio una sonrisa torcida en el bar. Él ordenó otra bebida, sin molestarse en pedir una para ti. Según tus pensamientos, aquello había sido grosero.

Estaba claramente ebrio.

Se te ocurrió pensar en alejarte del trabajo y encontrarte a Tommy, decidiendo así divertirte, sabiendo que Tommy te estaría observando.

Te acercaste a un sujeto desconocido, para saludarle.

—¿Estás borracho?—le preguntaste al hombre, reprimiendo una risita cuando negó con la cabeza. Tropezó un poco, la mano golpeó el mostrador.

—No, no seño... señor... señorita—pronunció, con hipo.

Encontraste la vista tan hilarante que no pudiste evitar controlar tus carcajadas. Te mofaste durante dos minutos seguidos, con lágrimas en los ojos. Si eso era el alcohol o te habías vuelto loca después de todos los años, no lo sabías.

Aunque, creías que era lo primero.

La mano del hombre se estiró para acariciarte la cara con brusquedad, tuviste que evitar morderte la mejilla por dentro ante el olor acre que salía de sus manos.

Dios te había salvado de alguna vez casarte con un hombre así.

Le echaste un vistazo a tu esposo, limpio y sereno, lo admiraste brevemente. Tommy te miró y los dos miraron a los ojos.

Podías ver su mandíbula tensarse y con justa razón, el hombre estaba empezando a moverse sobre ti y lo odiabas.

Viste a tu esposo dirigirse por desastroso bar. Con un golpe rápido, el hombre quedó fuera de combate, Tommy te rodeó con un brazo y asintió con la cabeza a Harry detrás del mostrador.

—¿Estás celoso?—tu pregunta sonó más como una declaración, mientras Tommy besaba la parte superior de tu frente.

—Quiero protegerte.

Sus labios rozaron tu cuello, por un breve momento tus ojos se cerraron, perdidos en el sentimiento de él. Luego, dolorosamente consciente del comportamiento incómodo, Harry se aclaró la garganta, le dijiste con la mano y encaminaste al gangster por la fría noche.

—¿Qué? ¡Es mi pub!—exclamó, claramente decepcionado por el momento arruinado.

En cambio, sonreíste juguetonamente, agarrando su cuello y besándolo con fuerza.