Créditos a su escritora haedall en Tumblr.

Título: Agradecida.
Advertencia: Ninguna.

━ ★ ━

—Esa era una comida deliciosa...—dijo Alfie con la boca llena.

Te reíste entre dientes:

—Bueno, estoy feliz de que te haya gustado.

—¿Me gustó? Maldita sea... ¡Me encantó!

No era ningún secreto que conocías la cocina, aquellos que tuvieron la suerte de comer algo tuyo nunca dudaron en agradecerte y elogiarte. Pero nada te gustó más que escuchar ese elogio escapar de los labios de Alfie Solomons.

Desempolvando las migajas de sus manos, el Sr. Solomons recogió el periódico, leyéndolo con intención, el puente de su nariz adornaba sus lentes.

Cuando terminaste el último bocado, te encontraste mirándolo mientras sorbías lentamente tu café. De repente, sentiste un calor que envolver tu pecho.

Con los codos apoyados en la mesa y las palmas en la cara, como una adolescente enamorada, no podías evitar mirarlo con amor.

Por un segundo no podías creer que ese hombre era tuyo.

Ese pensamiento y emoción te invadió como agua fría en un día de verano.

La silla crujió un poco cuando te levantaste y lentamente caminaste a él.

Al revisar su periódico, a Alfie le resultó difícil leer tu expresión casual.

—¿Cariño?

Quitando el papel de sus manos, lo colocó cuidadosamente sobre la mesa. Lo empujaste hacia atrás, mientras mantenías contacto visual, Alfie no protestó, sino que simplemente te miró con curiosidad.

Con los labios separados, hiciste suficiente espacio para sentarte en su regazo. Tocándole suavemente la cara con las manos, le quitaste las gafas y rozaste la nariz con la suya en una cálida sonrisa.

—Oh Alfie...—susurraste, tocando ligeramente su barba—. Estoy tan feliz de que seas mío...

—Cariño... ¿por qué de repente?

No fuiste lo suficientemente paciente como para responder eso, ya que todo lo que querías era plantar un beso en sus labios, un beso lleno de la forma más pura de tu amor por él.

La mano de Alfie se deslizó alrededor de tu cintura, acercándote.

—Nada...solo...—besándolo de nuevo, continuaste—. Solo es uno de esos momentos en los que me sentí agradecida—dijiste, moviéndote para besar ambas mejillas.

De repente jadeaste cuando Alfie te recogió estilo nupcial con una sonrisa orgullosa en su rostro, saliendo de la cocina.

—Alfie...—pronunciaste confundida, sus brazos envueltos alrededor de su cuello—. ¿Qué está pasando?

—Bueno, estoy jodidamente llevándote arriba... no es un maldito acertijo, ¿no?—dijiste, mientras subía las escaleras—. Empezamos algo que me agrado y yo también me siento muy agradecido, quiero mostrártelo.

Te reíste, bastante divertida.

—Oh, puedo asegurarte que estaré más que feliz de recibir las gracias.

—Solo para que lo sepas—gruñó—. Hoy llegaré tarde al trabajo.

—Bueno, entonces podría disculparme de antemano—respondiste con un jadeo, besándolo con impaciencia, para después estallar en carcajadas porque Alfie Solomons abrió dramáticamente la puerta del dormitorio.