Hazel Jones

Cuando tenía 15 años, mi padre me enseñó a disparar con un arma, a pelear con sus sicarios y trabajar en el negocio familiar. Mi madre no estaba de acuerdo con ello, obviamente ninguna madre estaría de acuerdo que su hija tocará una pistola y sea una asesina, pero a mí me encantaba. Mi papá estaba orgulloso de mi cuando veía que aprendía rápido, por eso me dejó su legado, cuando por fin cumplí los 18 años, pude entrar a la universidad de Handong en Corea del sur, tuve suerte de poder quedar ahí de intercambio, pero no todo fue felicidad, mi padre lo mataron en una riña de sicarios que hubo en mi ciudad natal, Sinaloa.

Al parecer uno de sus empleados lo traicionó con otro cartel y querían tener el poder de mi padre, por lo que yo y mi madre huimos del país, dejando a cargo a mi tío del negocio.

Cada día recuerdo la muerte de mi padre, porque gracias a aquella pelea con gente de la mafia enemiga, no pude despedirme de él. Mi progenitor era un hombre intachable, tal vez no tenía un trabajo justo, digno ante la sociedad, pero no lo hacía una persona mala, pero tenía lealtad y amor a su gente. Siempre apoyo a las personas que no tenían los recursos necesarios para mantener a su familia, incluso apoyo en la construcción de escuelas y hospitales. Nunca defendí el hecho de que fuera un "narco" como dicen en México, pero siempre supe que no debía juzgar a un libro por su portada. A veces las personas más malvadas suelen ser aquellas que muestran una cara buena. Lo supe cuando aquel hombre en el que mi papá confiaba, lo vendió a sus enemigos.

Desde ese día, juré vengarme de ese hombre, verlo sufrir como lo hizo con mi padre, que en paz descanse. Mi gran deseo es verlo arrodillarse ante mi y que ruegue por mi perdón. Después matarlo lo más vil posible, hasta que sufra.

Ahora me encontraba lista para otro día más en la universidad, sólo pude hacer una amiga, pero tenía miedo, miedo de lo que pudiera pasarle por mi culpa, trate de pasar desaperciba cuando recién llegué, pero no lo logré, a veces me discriminaban por ser extranjera o no saber hablar mucho el idioma, pero gracias a una hermosa chica, pude adaptarme mejor y crear una amistad, Park Jihyo era la presidenta de la universidad y capitana de porristas. Al principio era muy tímida, ya que no quería hacer amigos, pero con ella sentí una vibra inigualable, por lo que deje que entrara en mi círculo de amistad.

No quería decirle que era una narcotraficante, porque tenía miedo al rechazo, a veces el uso de mentiras piadosas ayudan a salvar personas. Yo no queria perderla a ella ni a mi madre, son lo único que puedo tener a mi lado, por otra parte está mi tío, pero perdimos comunicación hace unos meses, por lo que realice mi negocio aquí.

Pronto sonó el claxon de un carro que ya conocía y sonreí.

—¡Hija, tu amiga ya llegó, baja ya que se te hará tarde! —gritó mi madre.

—¡Ya voy mamá!

Baje casi corriendo de las escaleras y fui a despedirme de mi mamá.

—Hasta que bajas. Con cuidado por favor, ya sabes que hacer en caso de que...—la interrumpí.

—No me pasará nada mamá, te lo prometo. Me avisas de cualquier cosa, ¿Vale? —asintió. —Nos vemos, te amo.

—Y yo a ti hija.

Sonreí y salí de mi casa para subirme al coche de Jihyo, hoy vestía una falda blanca con un top negro que le quedaba espectacular, por mi parte solo llevaba un overol y mis tennis con un top blanco por dentro. A veces me daba flojera buscar outfits que combinaran, no le veía sentido.

—Hasta que apareces Jones, ya estaba pensando en dejarte y que fueras caminando. —la miré ofendida.

—Pero tu amas así que no me dejarías, dale, andando.

—A veces siento que te aprovechas de mi cariño, en fin, vámonos que se nos hace tarde, por cierto, hoy llegará un profesor nuevo.

—¿Profesor nuevo?

—Así es, en marcha, porque llevamos retrasadas 5 minutos. —asentí.

Jihyo aparcó el coche y bajamos de este, todos nos observaban al entrar a la universidad, mi mejor amiga era muy popular por ser linda con todos, eso si, había veces que golpeaba a aquellos que hacían bullying a personas que no le merecían. Admiraba eso de ella, no era una chica que aparentara su personalidad, era ella misma. Y me dolia, me dolía no poder decirle la verdad de mi origen, quería contarle todo pero mi miedo de perderla era más grande, aunque una parte de mi decía que ella me apoyaría en todo.

—En que tanto piensas Jones, andando, el profesor nos matará si no llegamos a su clase.

—Si, claro. —sonreí.

Fuimos corriendo a nuestro salón y por suerte, el profesor no había llegado, me pareció extraño, ya que el profesor Wang era muy puntual. Voltee a ver a mi amiga y solo levanto sus hombros en señal de que tampoco sabía nada. Sin más, ingresamos y tomamos nuestros respectivos asientos, estaba aliviada que no llegara el profesor, era muy estricto y quitaba puntos por una cosa mínima.

Empezaron a hacer bullicio y aproveché para decirle a Jihyo que iríamos de compras, ya que mi madre no estaría en casa por su trabajo, por lo que me dejó a cargo de la despensa del hogar, ella asintió sonriente y yo le alce mi pulgar. Pero de pronto, vimos al director ingresar con un chico joven, parecía ser que era nuevo, era guapo. El bullicio desapareció y el director comenzó a hablar.

—Buenos días mis queridos estudiantes, quiero presentarles a su nuevo profesor de Estadística, el joven Jeon Jungkook. Desde ahora, él estará a cargo de esta materia ya que su antiguo profesor pidió su renuncia por motivos familiares. Les pido, sean amables con él y cumplan con lo que les pida.

—Gracias director.

—No es nada, bueno chicos, me retiro. ¡Suerte!

Hicimos reverencia al director y observamos al nuevo profesor, tenía un aura dominante e intrigante, Jihyo me comentaba que se le hacía conocido de alguna parte pero su memoria no lograba recordar dónde, por mi parte, solo me dediqué a observar al hombre parado frente a nosotros, hasta que dirigió su mirada a mi y no la quito en ningún momento mientras habló.

—Bueno jóvenes, soy el profesor Jeon y espero sea de gran ayuda en esta materia. Soy más exigente que su profesor anterior, así que pido disciplina, responsabilidad y honestidad en mi clase.

Jamás quitó su mirada sobre mí y yo sentía que el mundo se venía abajo ante mi. Aquel profesor Jeon, me traería problemas en algún momento.

De nuevo yo JAJAJAJA, les traigo otro capítulo de esta historia tan bizarra. Jamás me ví escribiendo una historia así, pero ví la oportunidad y aproveché. Espero les guste mucho y dejen en comentarios que tal les parece, nos vemos mañana en el próximo capítulo.

Ahora ya conocen un poco sobre Hazel, quiero decirles que espero les guste la protagonista, y entiendan las acciones que hará en algún futuro.

Sin más, nos leemos mañana, descansen y sueñen bonito.

Posdata: extraño a hobi y Jin :(.