Capítulo ⁷|Planes de venganza|

Hazel Jones

Al despertar, veo un mensaje de mi mejor amigo, había encontrado información de mi profesor.

Lo tengo Jones y no te gustará lo que encontré.

Gracias John, pronto recibirás tu bono.
Cuídate.

Interesante. —me dije a mi misma.

Entré al archivo que había enviado y ¡Wow! Mis intuiciones nunca fallaban. El profesor Jeon no era nada más y nada menos que un policía infiltrado en mi Universidad, no sólo eso, su mejor amigo estaba involucrado en esto.

—Así que piensas encerrarme, que lástima, yo voy un paso más delante de ti, Jeon Jungkook.

No iba a permitir que un imbécil y mediocre policía me atrapara. Ahora ya entendía todo, las miradas pesadas que me daba y su intento por ser amable, eso solo significaba una cosa, quería acercarse.

Cerré mi laptop, no sin antes borrar el correo de John. Lo extrañaba mucho, más a su novia que preparaba comidas exquisitas.

—¡Corazón, baja a desayunar!—gritó mi madre.

—¡Voy mamá!—respondí.

Solté un suspiro y tome la toalla para ir a ducharme.

Al terminar, enrrollo la toalla en mi cuerpo para tomar otra y ponerla en mi cabeza, fui a mi clóset y encontré un bonito conjunto para mí.

Amaba la ropa holgada.

Termino de arreglarme y voy hacia mi madre, estaba de espaldas. Olía muy bien la comida, había preparado unas ricas quesadillas con su respectiva salsa. Ella hacia que sintiera que aún vivía en mi lindo país.

Ignoro las lágrimas que intentan salir y voy hacia ella para desearle un buen día y besarla en la mejilla.

—Huele muy bien mamá.

—Lo sé hijita, tu madre es la mejor cocinera que podrás tener en tu vida.

—No sé qué haré sin ti.

—Probablemente llorar, pero eso no pasará, siempre estaré para ti. Aunque...

No mamá, hoy no.

—¿Aunque...?

—No me haz dicho como te fué en la fiesta con Jihyo. Discúlpame si te he dejado de lado por estos días, pero mi trabajo me agota. —negué.

—No te preocupes mamá, entiendo perfectamente. Respondiendo a tu pregunta, nada fuera de lo normal, bailamos un poco, bueno ella, yo me quedé en la barra, después, hicimos una pijamada. -asintió.

—¿Ningun chico en especial?

—Sabes que no estoy para eso.

—Hija, sé que tu última relación no fue la mejor, pero no significa que te cierres a más posibilidades de enamorarte.

—No mamá, aunque quisiera, no puedo. Quien querrá una chica mafiosa. Por ahora estoy bien así, quiero centrarme en el negocio y contactar cuanto antes a mi tío.

—Entiendo. Bueno, comamos esto que se enfría.

Tomé una quesadilla y agregué un poco de salsa, estaba deliciosa. Sin duda alguna, haría lo que fuera para regresar a México y recuperar lo nuestro.



















—Y bien, ¿qué dices de ir a esa fiesta?

—No lo sé Jihyo, mi mamá me necesitará este fin y no creo poder ir.

—Mmm, entiendo. Entonces será para otra ocasión, si cambias de opinión, me dices, ¿vale?

Mi mejor amiga insistía en que debía ir a esa fiesta con ella, pero para mí mala suerte, ese día no podría, tenía que checar la mercancía que llegaría y armar un plan para deshacerme del inútil policía.

¿Creía qué no me daría cuenta? Que iluso.

—Si, yo te aviso.

Hoy era nuestra primera clase con él, así que lo vería. Ahora era momento de actuar, aunque sería un poco indiferente con él, no dejaría que sospechara que ya lo había descubierto.

Y como dice mi madre, hablando del rey de Roma, el imbécil que se asoma. Ahí estaba, con su típico traje de maestro estricto, no había notado nuestra presencia, hasta que mi mejor amiga lo saludó, por mi parte, solo pasé de largo y me senté en mi pupitre, al sentarme, observé cada una de sus acciones y lo noté nervioso. Notó mi mirada y aunque creía que me daría la misma mirada prepotente de hace unos días, fue todo lo contrario, pero yo no me dejaría intimidar, no dejé de mirarlo ni un segundo, hasta que él se cansó y volteó para después explicarnos el tema de hoy y los ejercicios a resolver.

Eran tan fáciles de resolver, amaba los números, era mi pasatiempo favorito el resolverlos. Sin embargo, solo fui yo la primera en terminar, mientras que los demás se frustraban por no saber que fórmula usar, en especial Jihyo.

Estaba todo en silencio, hasta que me dirigí al escritorio de Jeon y le tendi mi libreta para que pudiera revisarla, pero no dejaba de verme, al principio me dio una cara de sorpresa al ver que fui la primera en resolver sus ejercicios, pero de ahí no apartó su mirada, esto me hartaba.

—Me calificará o se quedará viéndome todo el día. —dije.

—E-eh, claro.—contestó nervioso.

Que idiota. ¿En verdad este era el policía que quería atraparme? Con esa actitud daba mucho de que hablar.

Vió cada uno de mis ejercicios y sonrió al ver que todos estaban correctos. Lo dejé sorprendido. Amaba dejar impresiones positivas en la gente.

—Vaya señorita Jones, usted es muy eficiente, todos los ejercicios están correctos.

Todo el salon empezó a murmurar y unos a soltar palabras de envidia, pero poco me importó. Siempre tenía que hacer las cosas bien y jamás perder, aunque cometiera miles de errores, debía seguir adelante.

—Gracias profesor, con su permiso.

El asintió y yo volví a tomar asiento. Jihyo me dió una mirada coqueta y yo solo rodee los ojos. Era tan graciosa.

—¿Me pasas los ejercicios linda?, ya no puedo más con razonar cada uno y está doliendome horrible la cabeza.

—Claro.

—Gracias, eres la mejor.

—Lo sé.

Ella tomó mi libreta y yo decidí leer un poco más sobre un libro que había encontrado en mi casa, estaba entrenida pero poco duró mi tranquilidad al llegar en la parte donde la monja le hace la vida imposible a unos niños.

El mundo era tan cruel, ya odiaba a esta señora con sólo leer seis páginas.

—Se merece que la maten.

—¿Quién merece que la maten?

Salté de mi asiento y miré con recelo al culpable de mi susto. Mi profesor estaba detrás mio, viendo lo que leía, no se en que momento había estado ahi.

"Los olvidados", un buen libro señorita Jones.

—Si, lo sé. ¿Necesita algo?

—En realidad... No.

—¿Ok?—asentí confundida y prosegui a seguir leyendo mi libro.

Levante la mirada y vi a Jungkook estar en su asiento viéndome fijamente. Levanté mi ceja, viéndolo igual y solté un suspiro.

Lo mejor sería seguir leyendo mi libro.
















Por fin habían terminado las horas tortuosas de clase. Estire mis brazos y bostezo. Había sido un día muy largo.

Jihyo estaba manejando y cantando a la vez, mi amiga había caído enamorada del chico de aquella fiesta, la veía muy animada estos días.

—Standing next to you...

—Vaya, si que estás enamorada.

—Es que si te contara, es tan divino. Me dedica canciones e incluso me tira indirectas que sé que son indirectas pero hago como que no entiendo para que lo siga haciendo. ¿Entiendes?

—Si, creo...

—Por cierto, no creas que no vi como el profesor intentaba sacarte plática eh. —me miró coqueta.

—Nada que ver.

—Vamos Jones, se ve que lo traes loco desde aquella fiesta.

—Eso es ilógico, apenas nos conocemos y me parece un tipo insoportable.

—¿Lo dices por como interrumpió tu lectura matutina? No seas tan mala con el chico, solo quiso acercarse a ti, no se, tal vez desde ese día que te vió en la fiesta de mi hermano, se masturbo pensando en ti.

—¡Dios, Jihyo! Eres asquerosa.

Río y siguió cantando su canción. La mire por unos instantes y volvi a mirar las casas por donde pasabamos, estaba pensando en el mejor plan para atrapar a ese policía o sino, simplemente matarlo.

Sentí mi celular vibrar y lo tomé, era un mensaje de mi madre.

Encontramos a tu tio, cariño.

Mis ojos empezaron a picar por las lágrimas que empezaban a acumularse. Por fin habíamos dado con mi tío, esa era una buena noticia para mi y mi madre.

Era hora de avanzar con mis planes de venganza, la muerte de mi padre no quedaría en vano y menos ahora que por fin pudimos contactar a mi tío.

¡Hola! Les traigo otro capítulo más de ojos verdes, espero les guste. Veremos cómo Hazel jugará sus encantos con nuestro Jungkook.

Nos leemos pronto. Besos ❤️‍🩹

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