Narrador omnisciente

La pareja jugaba con aquel doberman, disfrutando del ambiente en aquel parque, gritos de pequeños corriendo siendo seguidos por sus padres e incluso una pareja de ancianos que paseaba tranquilamente sobre la atmosfera verdosa, era la definición de paz en Hazel y Jungkook, quien muy a su pesar de tratar de reprimir sus sentimientos ante su peor enemigo, su corazón hizo oídos sordos y dejó entrar a aquella castaña de orbes verdes como el paisaje en el que corrían.

—¡Vamos Bam, ve por la pelota!—exclama la mujer, riendo al ver al canino correr fugaz por la pelota.

Jungkook la veía complacido, no sabía a ciencia cierta que era lo correcto por hacer, tenía en mente que siempre se debía hacer lo correcto y no dejarse llevar por emociones o sentimientos absurdos, pero si se lo preguntaba, jamás sabría lo que era pelear por un sentimiento que lo llevaba a un abismo de paz, sin temer a las consecuencias que esto traería.

Pronto una notificación de mensaje captó su atención, dejando de ver a la fémina y centrándose en su teléfono, al ver el nombre de Kim Taehyung, sintió un leve dolor en su cabeza, aferrándose a la idea que nada peor podría informarle aquel hombre, pero todo fue descartado cuando leyó aquel mensaje.

—Sé muy bien que siguen infiltrándose en aquella escuela, pero ya no lo necesitarán, me he encargado de que mis hombres sigan cualquier huella de aquella mujer, así que pueden dejar el caso y en cuanto los necesite, los llamaré.

Su corazón dio un respingo, ocasionándole ansiedad y cierta preocupación, tenía que ser más inteligente que su jefe y poder cuidar aunque sea un poco a Hazel, aunque recordara que desde un principio tenía en mente jugar con ella para poder engatusarla y poder facilitarle las cosas, encerrándola tras las rejas.

Sin embargo, todo se vino abajo cuando ella dominó su ser, incrustándose en su piel como si fuera una maldita daga que no pudiera sacar aunque aplicara demasiada fuerza, era una maldita mujer que logró atraparlo sin tener que actuar.

—¿Todo bien?—preguntó la dueña de sus pensamientos, sosteniendo la correa de su mascota.

—Si, no te preocupes. ¿Quieren irse ya?

—Si, Jihyo necesita mi ayuda con algunos apuntes.

Este tan solo sonrió forzadamente y soltó un leve "De acuerdo", incluso se había ofrecido a acompañarla pero esta se negó. No refutó, tan solo se despidió de ella con un beso cálido en los labios de Hazel, sorprendiéndola, despúes tomó la correa de su mascota y se marchó del lugar, en dirección opuesta a la chica.

Se imaginaba lo que pasaría después de completar su misión, hablaría con Taehyung y Namjoon, pero antes, necesitaba desahogarse con su mejor amigo, aquel que conoció desde niño en su natal Busán, buscaba que lo entendiera, que nadie lo juzgara como él lo hizo con su mafiosa.

Pero lo que no sabía, es que aquel mejor amigo estaba metido en lo mismo, lo que tanto maldecía, y que por ello, tenía gente observando cada uno de sus movimientos para facilitar el trabajo de eliminar aquellos cuatro hombres.

Jeon Jungkook

Debía estar demente, era tan tonto, quería huir de aquí y jamás haber aceptado esta misión, ahora entendía todo, entendía a Namjoon, incluso a Jimin que me miraba con su sonrisa llena de satisfacción.

—¿Acaso Jeon Jungkook está enamorado?—habló y yo bufé molesto.—Éstas perdido hermano.

—Pensaba que solo era una sumisa para mí, a quién pudiera follar cada vez que se me diera la gana, pero todo fue totalmente diferente.—exclamé rendido.

Jimin no respondió esta vez, solo me ofreció un trago de whisky y yo acepté con gusto.

—Mira, yo no soy o seré el correcto para darte consejos, pero si te sirve de algo, arriésgate. No sé quién es la mujer, pero si realmente te tiene así de jodido, lucha por ese sentimiento que tienes, tu aplicas el verdadero: "El que no arriesga no gana".

—Tengo miedo, todo se volvió tan complicado.—suspiré frustrado.

—Vamos Jeon, demuestra de lo que éstas hecho.

Lo miré y este sonrió, palmeó mi hombro y yo sentía ganas de llorar.

—No llores, tampoco te regañé, no actúes así, hasta Bam te observa.

Miré a mi mascota y este ladró, era tan inteligente, lo quería tanto que incluso en estos momentos me acompañaba sin pedirme nada.

—¡Jimin, ven acá enano maldito!

Escuché la voz de una mujer, al parecer era su hermana. Pero todo el alcohol de mi sistema salió disparado al procesar todo, se suponía que ella estaría con Hazel, ¿por qué no venía con ella?

—¡Te he dicho que no me llames así mocosa!

—Eres tan irritante.—pasó al lugar donde estábamos y me miró sorprendida. —P-profesor.

—Hola.—saludé.—Pero no me digas así, no estamos en la Universidad, puedes tutearme.

—Jimin, porque no avisas que tienes visitas... —volteó a verme nerviosa y tomó del brazo a su hermano y llevárselo lejos de mi. —Un gusto verlo profe... digo, Jungkook.

Ambos hermanos salieron, dejándome solo y atormentado con mis pensamientos, no sabía con exactitud si Hazel pasó tiempo con ella o me había engañado, pero era claro, esta chica no estaría con la castaña.

—Eres tan estúpido Jungkook. —me dije a mi mismo.

Tome de un jalón mi bebida y miré a Bam, este movía su cola mientras se acercaba a mi en busca de una caricia que claramente no negué, pero estaba molesto, molesto por ser el tonto de aquella chica, molesto por pensar que tal vez me vió la cara y estaba haciendo de las suyas, queria pensar eso y no sólo centrarme en la idea de verlo con otro hombre.

No, ella no podía estar con otro.

Estaba volviéndome un loco y un puto posesivo de mierda, ella no era nada mío y aún así, temía a que tuviera otro hombre quien pudiera estar con ella, sin ningún tipo de miedo a que lo juzguen.

—Tenemos que irnos Bam, papá tiene mucho trabajo pendiente.

Salí del lugar siendo seguido por mi perro y encontré a los dos hermanos peleando como pequeños en la sala, me acerqué a ellos para poder despedirme, pero al ver cómo Jihyo le gritó más fuerte, teniendo el rostro rojo de ira supe que no debía entrometerme.

—Vamos Bam, no queremos salir heridos. —susurré y por suerte, logramos salir de ahí.

Vaya que aquellos dos eran un caos estando juntos y eran un peligro estando molestos.

Maratón 4/5