❛ the bastard and the mutiny ❜
❛ THE BASTARD AND THE MUTINY ❜
❪ Chapter Two ❫
Un año después.
HABÍA ALGO QUE A MAKARA LA atormentaba de sobre manera y era su medio hermano Draxen, que apesar de ser el mayor aveces llegaba hacer demasiado infantil. Su relación con él nunca fue de lo más cariñosa, ninguna relación con su familia lo era, pero a Draxen no lo soportaba y el sentimiento era mutuo.
Draxen era mayor que ella y por ende el Gran Kraken debía ser de él por eso, pero Jörmund parecía que veía lo mismo que su nieta veía en Draxen.
Un inmaduro cruel.
No era que Makara no fuera cruel, de hecho ella estaba a nada de ser una de las mujeres más crueles que habían nacido en aquella familia, pero ella era cruel a la vez que pensaba con la cabeza fría, Draxen era lo contrario, él era un cruel estúpido que se dejaba llevar por sus sentimientos.
Y el hecho que ahora estuvieran aquellos dos hermanos a tan solos unos metros del otro llegaba hacer algo terrorífico para sus tripulaciones.
Aquello solo gritaba guerra, pues Draxen y Makara no se habían visto en años y la última vez que lo hicieron no fue en los mejores términos.
Ahora su hermano se encontraba bebiendo de su mejor vino, en su mesa y en su barco, junto con ambas tripulaciones.
¿La razón?
Makara estaba cansada de evitar sus problemas y Draxen era uno de ellos.
El océano le resultaba pequeño para evitar a su hermano y al resto de su familia, era mejor llevar la fiesta en paz.
—¿Cómo ha estado Jörmund?—le preguntó Draxen a Makara que trago lo último quedaba de su vino antes de encogerse de hombros.
—No lo he visto al igual que tú desde esa cena.
Drsxen sonrió antes de tomar lo que quedaba de su copa.
—Veo que tienes un nuevo integrante en tu tripulación—le dijo nuevamente mirando al joven de sombrero de paja que los veía en una esquina con una jarra de oro entre sus manos.
Makara se tenso en su asiento pero no dijo nada.
—Lo cual es algo raro ya que no tiene pinta de ser un pirata.
El joven estuvo apunto de replicar pero Makara le mando una mirada dura para que se callara.
—No es algo que te importe Draxen, lo que haga o deje de hacer con mi tripulación y mi barco no es asunto tuyo.
Su hermano se enojo, lo cual no sorprendió a Makara.
—Sabes que no deberías ser así...—murmuró entre dientes.
Makara rodó los ojos y se acomodo en su asiento.
—Pero lo es, entre más rápido lo asimiles más rápido se te pasará la amargura.
Draxen hizo una mueca pero sonrió al ver cómo Makara fruncia el ceño mientras se limpiaba la sangre que le escurría por la nariz. El pelinegro se levantó de su asiento y se acercó a su hermana.
—Tú muy buen sabes cómo nuestra familia paga una ofensa...—dijo tomando el mentón de su hermana que lo veía con odio mientras trataba de respirar—, lo que Jörmund hizo fue una ofensa para mí.
—Este barco le pertenece a alguien legítimo...—dijo la pelirroja con dificultad—, tu eres un bastardo... no lo puedes tener.
—Por eso lo tomaré por la fuerza. Nada personal Makara, pero tu tripulación a dicho que te has vuelto débil, y alguien débil no puede ser capitana de esta joya de barco.
Makara vió a su tripulación que la veían seriamente y sin intención de intervenir pero eso no fue lo que le dolio, Murdoch estaba con ellos pero a diferencia de los demás el no podía verla. Makara vió a Luffy que veía a todos con sorpresa y estaba apunto de intervenir pero la pelirroja negó.
Seguía siendo su capitana y él sabía que debía de obedecer. Esa fue la condición.
—Entonces el barco se quedará sin capitán—dijo con una sonrisa—, pues eres un cobarde por tener que envenenarme, un débil por dejar que algo que paso hace años te siguiera afectado y un estúpido si piensas que no luchare.
—¿Luchar? ¿Porqué harías algo así?—preguntó Draxen con confusión—. Makara, querida hermana, ¿crees que te matare?
—Seria estúpido si no lo hicieras—le contestó tajante.
Draxen encambio negó: —Matar a alguien con la que comparto sangre es de mala suerte y sinceramente aunque deseo con todo mi ser matarte no lo haré.
Makara sonrió y empezó a reírse: —¿Crees en la mala y buena suerte?
—Claro que lo hago.
—Eso es de débiles, tu forjas tu propia suerte y tu destinó, si sigues pensado así no quedará nada del Gran Kraken en un mes.
Draxen se encogió de hombros.
—Supongo que se lo dejare al destinó.
La pelirroja hizo una mueca, hablar con su hermano y hacerlo cambiar de opinión era una causa perdida. Se dejó encadenar y arrestar en su propio barco con Luffy con ella.
Murdoch fue el encargado de eso, apesar de no querer hacerlo, una prueba, así lo había llamado Draxen.
Una prueba para ver con quien seguía la lealtad del primer oficial. Para dolor de Makara la lealtad de Murdoch estaba con el bastardo de su hermano.
—¿Porqué?—fue lo único que le dijo la pelirroja al castaño.
—Te volvieste débil...—empezó a decir pero Makara lo interrumpió.
—Mentira, dime la verdad. Te lo exijo.
Murdoch se quedo callado y Makara lo observó y trato de hacer memoria, queriendo deducir cuándo fue que empezó a cambiar de actitud y fue cuando todo encajo en su lugar.
—Celos.
La expresión de Murdoch se ensombreció.
—No sabes como me arrepiento de haberte llevado a aquel lugar...—empezó a decir con rabia—, después de abandonarlo no voviste hacer la misma...
La pelirroja se rió.
—No volví hacer la misma Makara con la cogias cuando yo quería. Esa es tu rabia, que no te volví a buscar—Makara negó y se alejó de las rejas para alejarse lo más lejos posibles de Murdoch que la veía con traición—. Eres tan patético como Draxen que se dejan llevar por su orgullo masculino y que solo piensan con sus penes y no con sus cerebros.
Murdoch no dijo nada y al cabo de unos minutos se fue.
—Imbécil...—murmuró Makara mientras lo veía alejarse.
Luffy la vió con una sonrisa apesar en la situación en la que se encontraba.
—¿Ahora que, mi capitana?—le preguntó.
Makara le sonrió y se limpio la sangre que se escurria por su nariz, el veneno estaba batallando para hacer efecto: —Ahora mi querido Luffy es momento de escapar, el vino ya ha de estar haciendo efecto en todos.
Luffy sacó una llave de su boca. Eso era algo de lo cual Makara nunca se iba a acostumbrar.
Ese intento de motín no era el mejor elaborado, envenenar su comida no era algo original, Makara ya era consciente de que se vería traicionada, ella sabía todo lo que pasaba en su barco.
Tal vez si se había hablandado un poco pero no era estúpida.
El moviendo de Draxen en endulzar los oídos de su traidora tripulación era algo que Makara esperaba del cobarde de su hermano que no podía y no quería pelear espada con espada con ella, y mucho menos en medio del océano.
Lo que de verdad no esperaba era la traición de Murdoch apesar de que era obvia.
Tal vez decidió negarse a ver la verdad sobre alguien con el que había crecido. Tal vez esperaba que el tiempo que llevaba sin entregarse al océano ya le estaba pasando factura. Tal vez espero que él la hubiera elegido a ella.
Tal vez.
Ella era cruel y lo sabía. Sabía que su karma por toda las atrocidades que había hecho iba a llegar.
Pero se llevaría a todos con ella.
LUFFY NO ERA BUEN PIRATA. Makara no entendía como es que aquel chico quería convertirse en el próximo Rey Pirata si no sabía como iba conformando un barco.
En el tiempo que llevaba en su tripulación casi no aprendió nada, desde como hacer un buen nudo a como guiarse por las estrellas, y eso que Makara que de verdad lo intentó.
Pero lo compensaba con su incondicional lealtad y su buen ánimo que era lo que la pelirroja en esos momentos necesitaba.
Luffy preparaba un bote con provisiones mientras Makara estaba en el Nomada Nocturna que era el barco de Draxen a robar parte de su tesoro, pues su hermano había pasado todo el oro de ella al barco y Makara no tenía intención de dejarle todo su oro.
Ella iba a recuperar su barco. Pero su venganza llevaría tiempo y definitivamente mucho oro.
Lo que si podía hacer era hacer enojar a su hermano.
En cuanto termino de llenar sus bolsillos y un gran costal de oro y joyas emprendió su camino de vuelta a su barco por la pasarela que había entre los dos.
Cuando llego Luffy tenia una arma apuntándole en su cabeza y a Makara se le aceleró el corazón.
—No es su pelea Draxen, es la mía déjalo ir.
La pelirroja observó como el bote estaba ya en el océano y cerró los ojos, tal vez le tuvo haber especificado a Luffy que él tenía que estar abordo mientras lo bajaba.
—Según Murdoch el niño ahora está maldito y no puede tocar el océano...—dijo con una sonrisa cruel—, cosa que los dos comparten, supongo que por eso lo cuidas.
Luffy la vió confundido y Makara desvió su mirada y la concentro en Draxen.
—No me obligues...
—¿A qué? ¿A usar tu maldición?—soltó una carcajada—. Hablas de cobardia cuando tu eres un claro ejemplo de ello, eres una cobarde que le teme a esa parte de tí de la que tanto niegas.
Makara observó al palo mayor y vió de reojo al Nomada Nocturna. Draxen quería el poder que el Gran Kraken poseía. Bien, ella se lo daría, pero antes de eso le daría una demostración.
Le asintió a Luffy que en un movimiento rápido había mandado a Draxen al otro extremo del barco de un golpe.
Makara no tenia mucho tiempo si lo iba hacer, lo tenía que hacer rápido. Soltó el costal de oro y se acercó a la rueda y empezó a girarla, la sintió más pesada de lo normal pero eso no la detuvo.
Luffy se acercó dispuesto a ayudarla, pero Makara lo detuvo con un grito y le dijo que se concentrará en que nadien llegara a ella, cosa que resulta fácil pues el veneno que había puesto el vino era muy bueno y no despertarian hasta una semana después o tal vez nunca lo hicieran.
Makara no podía permitir que un buen vino se desperdiciara con un veneno corriente.
Pero los Kalligan eran fuertes. Bastardo o no, si tenías la sangre de los monstruos del océano corriendo por tus venas te convertía en alguin difícil de matar, y en el caso de Makara y Draxen difícil de envenenar.
La pelirroja observó que de un momento a otro Luffy se columpiaba por unas de las sogas que colgaban de los mástiles mientras peleaba con un Draxen un tanto fastidiado de que un chico le estuviera ganando en una pelea un tanto rara. Luffy volvió a golpear a Draxen dejándolo aturdido unos minutos, el del sombrero de paja se acercó a ella.
—Es fuerte y hábil...—murmuró Luffy viendo como Draxen se levantaba nuevamente y caminaba en la dirección de ellos dos, se detuvo al ver que Makara estaba apunto de soltar la rueda.
—Makara, las cosas no teniendo que ser así, podemos llegar a un acuerdo...
—Debiste haberte conformado con tu barco, pero de verdad que no soportaste que el abuelo te pasara por encima...—vió a su hermano que la seguía viendo con ojos llenos de rencor y odio, nunca cambiaría eso, siempre sería así. Vió a Luffy que a pesar de la situación seguía dirigiendole una sonrisa.
Ella tal vez merecía no ser salvada.
Pero Luffy era bueno, y el si que lo merecía, merecía poder cumplir su sueño.
Ella ya había tenido varias oportunidades de cumplir sus sueños y deseos, por más sencillos que estos fueran, y las había desaprovechado todas.
Makara jamás se interpondria entre el deseo de Luffy en convertirse en Rey Pirata. Nunca.
Ella lo ayudaría y mataría por él. Por que era algo que le hubiera encantado que hicieran por ella.
Cerro los ojos y pensó en su intención que había cambiado. Ya no iba a hundir al Gran Kraken, su nuevo objetivo era el Nomada Nocturna.
Draxen se iba a vengar y ella también. Pero una venganza bien hecha necesita mucho oro, y dentro de poco ella sería la que más tendría.
Soltó la rueda y se aparto a la vez que Draxen gritaba e intentaba detenerla, pero su intento era inútil, una vez que girabas aquella rueda y la dejabas caer era imposible detenerla. Era como si intentaras parar la ira del océano.
Simplemente imposible.
—¿Ahora que?—le preguntó Luffy que intentaba aparentar estar tranquilo, pero el sabía lo que estaba apunto de pasar.
El Gran Kraken estaba muy cerca del Nomada Nocturno, era imposible que su barco saliera ileso de lo que estaba por pasar y parecía que no era la única, pues Draxen se movia con rapidez y de un momento a otro el barco se empezó a mover lo más lejos posible. Draxen sabía que Makara no puso su intención en hundir al legendario barco, o eso quería creer, pues no de ser así estaba desperdiciando tiempo.
Makara tomó el costal de oro y le dirigió una última mirada a Draxen que se veía desesperado por alejarse del Nomada Nocturna, pero sentío la mirada de la pelirroja y una vez más la vió con odio.
Makara observó a Luffy que notó la mirada de miedo en su capitana.
—Ahora solo espero poder acordarme de ti.
Y sin más, Makara lo había empujado al océano, la pelirroja tomó una gran boncada de aire antes de lanzarse al océano también, con el peso del costal de oro sobre ella.
Makara nota el cambio que siente cuando toca el océano. Su corazón se acelera. Siente alegría por sentirse tan plena, por estar rodeada del mar. Para un humano, el agua estaría congelada, pero no para ella. Puede sentir cómo la fuerza y la salud le llenan cada poro cuando empieza a nadar hacía el chico que batallaba por respirar.
La pelirroja siente como su cuerpo está cambiando. El cabello le crece, cobrando vida propia mientras se arremolina y azota el agua. Se le blanquea la piel, el moreno del sol se convierte en un color perlado. Las uñas le crecen y se le afilan muy ligeramente. Respira incluso bajo el agua y se mueve sin esfuerzo a través de ella.
Toma a Luffy por un brazo antes de que la confusión y el salvajismo empiece a consumirla.
Ella no desea nada más que nadar y simplemente disfrutar la sensación del agua fluyendo a través de ella a medida que se impulsa hacia delante.
Pero hay peso que le impide nadar.
Casi se le olvidaba, había un chico con ella que señala hacia arriba y hacia su garganta pero la pelirroja prestaba atención al kraken que hundía un barco.
El individuo la agarra del brazo y la sacude. Vuelve su atención hacia él. Ah, se está ahogando, necesita aire para sobrevivir.
Makara lo sujeta fuertemente mientras el chico forcejeaba, hasta que dejó de hacerlo. En su lugar, pone sus manos sobre si cabeza, esforzándose por mirarla a los ojos y le sonríe.
Con esa simple sonrisa, algo se despierta dentro de ella. «Luffy». Este es el chico que se mantuvo fiel a su palabra de lealtad hacia ella, el chico que la hacía reír con sus ocurrencias cuando la notaba de mal humor. El chico que tenía la ilusión de convertirse en el próximo Rey Pirata. Y ahora ella lo está ahogando.
Makara empieza a nadar hacia la superficie, específicamente al bote que Luffy había preparado, suelta el costal de oro para subir a Luffy al bote, donde cayó incociente, Makara sufre unos minutos que se sienten como una eternidad mientras veía a Luffy no despertar. Extiende una mano encima de su boca y se concentra en atraer el agua hacía ella.
—Vamos...—murmuró con miedo al ver que no funcionaba, miedo el cual se reemplazo con alivió al ver cómo el agua salía a brotes del cuerpo de Luffy que se sentó un poco aturdido.
—Maka... ¿que pasó?—la vió confundido, pues la pelirroja no estaba en el bote con él, se tocó la cabeza y sintió la falta de su sombrero y el pánico lo inundó—. ¡¿Y mi sombrero?!
Makara negó a la vez que soltaba una risa de alivio.
—Espera, voy por el—le dijo para después sumergirse en el océano en busca del sombrero de paja y del oro que había soltado.
No quería admitirlo, pero Luffy se había vuelto importante para ella.
Salio a la superficie una vez más y dejó caer el sombrero y el oro en el bote.
—¿No vas a subir?—le preguntó Luffy mientras se ponía el sombrero, Makara negó y vio a su espalda, el Gran Kraken estaba casi ileso y no tardaría mucho en que Draxen empezara su caza a ellos dos.
—Necesito alejarnos lo más posible de Draxen, así que sujetate—le dijo para empezar a empujar el bote mientras nadaba lo más rápido posible.
Se alejó de todo lo que había conocido para empezar a conocer algo nuevo.
Luffy tomó su mano y Makara lo vió, esta vez fue ella la quien le sonrió.
Hola gente guap@
✨️✨️
Draxen y Makara cada que se ven:
Ellos dos no se quieren, se odian a muerte, lo único que comparten es un padre, fuera de eso nada.
El único hermano que
Makara considera es
Luffy y todavía ni lo admite.
Makara cada que se meten con Luffy y Sanji:
¡voten y comenten!
💋💋💋.
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