iii. Headgirl
Tw: escenas sexuales
Me habían aceptado.
Todo lo que había hecho había dado resultado, me habían escogido como jefa de la casa de Slytherin, por fin podría pasar las noches a su lado, al menos como un equipo, por ahora.
Lo más seguro es que él ya lo sabría, quería pensarlo así.
Me puse mi uniforme más limpio y me mire al espejo del baño antes de poner la placa de 'headgirl' en mi chaleco tejido.
El color verde siempre me quedaba muy bien, al menos an mis ojos.
Tomé mi varita y salí de la habitación con prisa, esperando que el no notara lo emocionada que podría estar.
Me topé con Tom en el pasillo y el me miró de arriba a abajo e hizo girar el anillo en su dedo.
—Tommy, ¿que tal estás?
—Estaría mejor si dejarás de perseguirme.
—No te persigo. Solo quiero algo parecido a lo que tú quieres.–Tom río sarcástico.
—No creo que eso sea ni remotamente acertado.
—¿No? Entonces dime que es lo que tú quieres realmente...
—¿Ahora? Digo, en este momento quiero que te alejes de mi.
—Me refería en general.
—No lo comprenderías ni en un millón de años.
—Pruébame.
—Solo, aléjate de mi. Tengo novia.–Sentí mi alma destruirse en mil pedazos, debía de ser broma, una mentira cruel para hacer que me fuera de su lado. Mire sus ojos, buscando alguna clase de debilidad. Pero solo veía la oscuridad en sus ojos grises, no había forma de detectar alguna mentira y eso me hacía sentir mal.
—¿Ya es tu novia?
—Eso es lo que dije, ¿no es cierto?
—Lo dijiste. Pero, ¿es verdad?
—A pesar de tu obsesión, yo se que no te pasarías de la raya. Tengo novia y la quiero, así que no me sigas, no me mires, no si quiera me hables o respires cerca mío. Ni ella ni yo te queremos cerca, así de simple.–Asentí. El tenía razón, que tuviera novia era lo único que me haría alejarme. Me conocía mejor que nadie, y yo lo conocía a él.
Retrocedí un par de pasos, el me miró triunfante. Había logrado lo que intentaba hacer desde primero, lograr que me desenamorara.
—Tienes razón. Dejare de perseguirte.
—¿Renunciarás a tu puesto y saldrás del club?–Negue, el me miró intrigado.
—Puede ser que me haya unido por ti, pero ser parte de ellos mejora mi reputación. No saldré solo porque tú me lo pides, pero me alejaré de ti.–Su sonrisa desapareció y levantó su mentón, mirándome hacia abajo.
—Bien, algo es algo. Espero nunca volver a verte.
—No lo harás, te lo aseguro.–Me aleje en el pasillo y lo deje detrás.
Ahora escúchenme. Si, me había rendido de seguirlo porque el tenía novia y no pensaba ser la segunda opción de nadie, incluso si era la segunda opción de mi amor de toda la vida. Pero sabía que el que yo me alejara así de fácil, que no peleara por el ni por lo que sentía, lo volvería loco.
Como dije, el me conocía bien, pero yo lo conocía a él aún mejor.
[...]
Para empezar me enteré que ella no era su novia, solo se veían de vez en cuando y tenían sexo, solo era un vil truco para alejarme, que "había funcionado". Tan solo en una semana ya tenía tres invitaciones de chicos para salir a hogsmade este fin de semana, dos para fiestas y cuatro para citas de estudio.
Sentía la mirada de Tom desde el otro lado de la habitación cada que hablaba con alguno de los chicos, tenía ganas de matarlos y no lo culpaba. Pero era obvio que no tenía porque reclamarme, el había iniciado con esta batalla, ahora se tenía que hacer responsable de sus acciones.
Abraxhas se sentó a mi lado en clase, incluso tomaba mi mano para que se escuchara el gruñido de Tom a nuestras espaldas. Como un niño pequeño que no podía tener un dulce que reclamaba odiar, pero cuando se lo quitas, se enfurece.
El era solo un niño, yo era la que lo mandaba.
Al menos así parecía ahora. Yo solía pensar que era todo poderoso, fuerte, inteligente y capaz, pero resultaba que si molestabas un poco, se rompería tan fácil como el cristal.
[...]
Tuvimos otro patrullaje pocos días después, cada quien se había ido por su lado como habíamos acordado, pero algo se sentía diferente esta vez.
Ni siquiera nos habíamos topado, no sabía dónde estaba o que estaba haciendo y eso me ponía los pelos de punta.
Pero lo vi.
Al tener mi varita teniendo un Lumos que iluminaba por completo el pasillo pude verlo al otro lado de él. Tenía la mano metida bajo la falda de Sarah, ella gemía en su oído mientras que el sonría satisfecho al ver cómo su cara se contorsionaba por el placer que le daba.
Trague saliva, no solo por imaginarme estar en la posición de la estúpida de Sarah, sino también porque mi corazón se quebraba por segunda vez esta semana. Quedé inmóvil mientras los veía tener su momento de placer, en algún punto Tom volteó a verme y su sonrisa no hizo más que agrandarse al mismo tiempo que aceleraba el ritmo de la mano bajo la falda.
Los gemidos fueron más fuertes, pobre chica, ni si quiera sabía que no se trataba de ella, nunca había sido sobre ella. Era sobre el y yo.
Hice un sonido como aclarándome la garganta cuando pude recuperarme. La chica se asustó y se movió lejos de él, avergonzada. El se llevó los dedos a la boca y los chupó para hacerme enojar, pero no sabía que esto no me enojaba, mas bien me hacía querer pensar en otro plan para que el se pusiera celoso.
—¡Diana! Yo... yo... en serio lamento que hayas visto eso, nosotros no...–Ella empezó a disculparse, su rostro se tornaba cada vez más carmesí mientras intentaba disculparse, mirando al piso. Yo solo miraba a Tom.
—No te disculpes. No estábamos haciendo nada malo–Aseguró él, poniendo una mano sobre la de la chica para que se detuviera.
—No, pero igual nos vio, y es incómodo y...
—Déjalo así.–Apreté mi mandíbula y por fin me miró.–no tienes de que preocuparte, no tendrán una sanción por esta vez.–Ella me miró esperanzada.
—¿En serio?
—En serio.–Fingí mi sonrisa más amable, aquella que solo utilizaba cuando me convenía. Tom notó mi falsa sonrisa y no pudo evitar mirarme con curiosidad.–Solo, vete, tengo que hablar con Tom.–Ella asintió sin pensar, demasiado agradecida como para quejarse, empezó a alejarse, pero se detuvo y tomó mi brazo, sentí asco de inmediato.
—Muchas gracias.
—No te preocupes.–Ella me sonrió de vuelta y se fue hacia su sala común. Volví mi mirada a el chico, quien ya se encontraba mirándome.
—¿En serio? ¿Lo dejarás pasar?
—Claro, digo. No me importa, no tiene nada que ver conmigo, además, es la primera vez que ambos hacen algo así, así que puedo dejarlo pasar.
—Que amable finges que eres.–Me acerqué a él y lo mire directamente, el no se inmutó.
—¿Crees que finjo?
—Lo sé.
—Al menos no estoy fingiendo que me atrae alguien cuando ni siquiera tengo una erección.–Murmure contra su oído y el miró hacia abajo, a sus pantalones, era claro que no había ni una muestra de excitación a pesar de haber estado como animal con esa chica solo unos minutos antes.
—Ella si me atrae.
—Pero no tanto como te atraigo yo.–Me aleje con esas últimas palabras y no espere a su contestación, ni siquiera espere a que me siguiera o algo por el estilo.
Sabía que había ganado esta ronda. Ambos lo sabíamos.
✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top