03 | digging into the past

CAPÍTULO TRES:
ESCARBANDO EL PASADO
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DURANTE TODA LA CORTA VIDA DE OLIVIA, muchas personas le preguntaban o les daba curiosidad sobre el porqué ella llevaba el apellido de su soltera madre. Olivia le encantaba su nombre y el apellido que llevaba, y nunca se hizo problema para responderle a toda esa gente curiosa. Sabía quién era su padre, pero no tenía ningún tipo de relación con él, para nada. Así había sido desde que tenía memoria, pero de lo que si se acordaba perfectamente, era todo el daño que aquél hombre la había causado a su madre y a ella, consecuentemente. Como bien se dice, puede que tu cerebro no recuerde ciertas cosas, pero vaya que tu corazón si. Y Olivia pudo comprobarlo en el momento en el que vió a su padre allí parado a un lado de la puerta de su casa.

Pero todo esto había ocurrido ayer por la noche, y aquél hecho fue tan solo la gota que colmó el vaso para que Olivia experimentara un mar de emociones. Y ella simplemente no fue capaz de manejarlas.

Luego de aquél encuentro, y luego del fúnebre silencio de la chica, esta pasó sin mirar por el lado del hombre directo a su casa. Abrió la puerta con rapidez, y entró de la misma manera a pesar de las suplicas y llamadas del hombre por su atención. La castaña subió directo a su habitación, y una vez llegó, cerró su puerta y se apoyó en esta mientras bajaba lentamente hacia el piso con los ojos cerrados deseando que todo fuera parte de su imaginación. Pasó el rato hasta que la puerta principal sonó, que Olivia asumió de que se trataba de su madre. Supo que no se equivocó cuando al bajar, lo primero que vió fue la cara de agobio que la mujer tenía, y una vez se miraron, las dos supieron lo que más necesitaban. Un abrazo.

Para Elizabeth Evans no fue necesario que nadie le dijera nada, puesto que sabía lo difícil que era para su hija ver a su padre luego de tantos años. Y a pesar de que ella misma no se encontraba bien, reconfortar a su única hija era su principal propósito.

Olivia luego de eso, no le quedó de otra que irse a dormir a su habitación, y a pesar de que se moría por saber sobre la pequeña charla de sus padres ahí afuera, al mismo tiempo tenía miedo hacia la respuesta. Pasó la noche, y Olivia se quedó con la duda.

Es por eso que la chica caminaba con una mirada casi pérdida hacia la casa de los Molina a la mañana siguiente, cuando, como todos los días, se reunía con Flynn y Julie para irse a la escuela. Odiaba el hecho de no haber sido capaz de preguntarle a su madre sobre la charla, que sabía que habían tenido, y por sobre todo, odiaba la duda existencial que tenía sobre el por qué demonios su papá estaba aquí. Una cabeza llena de dudas y sin respuestas.

Una vez llegó al jardín de los Molina, la chica abrió sus ojos con algo de sorpresa al ver la puerta del estudio de la tía Rose abierta. Supuso que podría tratarse de Julie y los fantasmas, pero mientras más caminaba, pudo divisar a los tres chicos espiando por las pequeñas ventanas de la puerta. No requirió de mucho para que Olivia deduciera qué lo que hacian no estaba bien. Se acercó a ellos en silencio.

-¡Boo!-exclamó la chica mientras se cruzaba de brazos. La forma tosca en la que había dicho aquello provocó que los tres chicos pegaran un pequeño salto en sus lugares.-Sabía que los fantasmas están en todos lados, pero no sabia que espiaran en sus tiempos libres.

Los tres la miraron con caras de disculpa, en especial Alex que tan solo se limitó a mirar el suelo.

-Estoy casi seguro que decir "boo" es nuestro trabajo.-murmuró Reggie a sus compañeros de banda. Olivia rodó los ojos.

-¿Qué hacen?-preguntó la chica mientras al mismo tiempo se acercaba a la ventana por la cual Reggie miraba, sin importarle lo cerca que estaba del chico. Pudo divisar a Julie y Flynn conversando ahí adentro. Le sorprendió ver a su amiga sentada en el piano de su madre.

Por otro lado el pelinegro miraba nervioso a Olivia, a causa de la cercanía. Por qué a pesar de que estaban tan cerca que podían tocarse, al mismo tiempo sabía que eso nunca ocurriría. Se dignó a admirar a la chica desde cerca, mientras tragaba saliva seca de vez en cuando. Se podía escuchar la pequeña risa burlona de Alex de fondo.

-Estábamos ya sabes, revisando las ventanas. Nunca se sabe cuan resistentes pueden ser, eh.-murmuró Luke rascándose la nuca, mientras observaba como Olivia se alejaba de ellos para mirarlos con una ceja alzada.

-Me imagino. Gracias por sus servicios, a los tres.-murmuró la castaña, tratando de darles una sonrisa pero no pudo. Volvió su vista hacia el estudio.

Mientras Reggie aún procesaba la cercanía de la chica, Luke y Alex se miraron entre si, notando el cambio de actitud que Olivia había tenido hacia ellos desde ayer cuando se conocieron, y el de ahora que parecía apenas sonreír.  Alex pensó que no la conocían lo suficiente, por lo que no podían sacar conclusiones, pero Luke la miró de manera fija.

-Olivia...-Luke no fue capaz de formular una frase, ya que se detuvo al ver como Olivia caminaba hacia dentro del estudio, esta los miró por un par de segundos con una mirada a modo de disculpa y entró.

-¡Jules! No puedes dejar el programa, nos separaremos para siempre.-fue lo primero que escuchó Olivia al entrar. Sabía sobre la conversación pendiente que Flynn había dejado con Julie, y entendía completamente el porqué Flynn odiaba la idea de no tener a Julie en el programa, es por eso que una vez entró decidió integrarse en la conversación. La primera en notarla fue Julie.

-¡Liv! Buenos días.-saludó la chica, Flynn se giró casi de inmediato.

-¡Y no podrás ver a Olivia ya que lo único que tenían juntas era el programa, ya que no va ni siquiera en nuestra clase!-exclamó Flynn volviendo a lo que decía, luego le dedicó una rápida sonrisa a la mayor.-Hola Oliv.

-Veo que las cosas no han mejorado mucho desde ayer.-habló la castaña. Flynn negó.

-Julie nos dejará sola, se decidió. Con suerte nos veremos en los pasillos, tendremos vidas diferentes, amigos nuevos.-exageró la morena, Julie suspiró.

-Eso no es cierto.-Flynn rió.

-Por supuesto que si, y luego con suerte nos quedará un pequeño contacto en Instagram donde nos daremos likes la una a la otra por obligación.-se lamentó Flynn. Olivia miraba la escena sin saber que decir. Respetaba la decisión de Julie sin importar qué, por qué justo ahora mismo, ni se podía ver a ella misma tocando o cantando si no tenía el ánimo o la motivación.

-Creo que no hay que alarmarse.-habló suave la ojiazul, causando que Flynn la mirara algo ofendida.-Julie sabrá el momento indicado, y nos lo dirá. Además, es obvio que seguiremos siendo amigas, ¿no?

Flynn la miró con los ojos algo abiertos.

-¿Estás de acuerdo con esto?-pregunto la chica sin poder creerselo. Olivia se encogió de hombros casi sin ánimos, cuando Julie tosió falsamente para llamar su atención.

-¿Puedo hablar yo ahora?-murmuró desde su asiento. Flynn y Olivia se miraron antes de asentir.-Chicas, acabo de tocar el piano y cantar.

Olivia se podría decir que casi se atoró con su propia saliva antes de mirar con los ojos abiertos hacia su amiga. Flynn actuó igual, o incluso más exagerada.

-¿Qué? ¿Por qué no dijiste eso antes?-preguntó Flynn atropellandose con sus palabras, Olivia rodó los ojos.

-Nos pudiste habernos ahorrado su dramático discurso.-bromeó la castaña, Flynn le pegó un juguetón golpe en el brazo.-Me alegro mucho de oir eso, Jules.

-¡Yo estoy muy feliz por oír eso! ¡Y por mi!-celebró la morena, Julie rió despacio.

-Volviendo a Julie...-habló Olivia, mientras se apoyaba en el piano mirando a las dos chicas.-Estoy tan orgullosa de ti, Jules, sabía que podrías.

Julie le respondió con una sonrisa de agradecimiento.

-¡Esta chica volvió a la vida!-volvió a celebrar Flynn, Julie rió.-¿Pero que cambió?

Las tres chicas quitaron la sonrisas de sus caras para mirar a la morena con atención.

-Encontré esta canción de mamá.-dijo Julie mientras les tendía unas partituras, Olivia abrió un poco sus ojos al ver las notas y el nombre de la canción.-Y tenía tanto miedo de tocarla, todo lo relacionado a la música me recuerda a ella, pero... hoy cuando encontré la canción...

Olivia escuchaba a su amiga con atención.

-Simplemente tenías que hacerlo.-completó la mayor, Julie asintió.

-Me di cuenta, que es la música precisamente lo que me conecta a ella, para no olvidarla.-habló Julie con nostalgia, Olivia se sintió casi de la misma manera.

Para ella, la mamá de Julie también fue una influencia para ella ya que así como su madre, también le había inculcado la pasión por la música. En un principio, ella también había dejado la música de lado, Olivia no tocó un instrumento ni cantó durante semanas. Pero de alguna forma, simplemente volvió a la música como forma de consuelo, y le alegraba escuchar que Julie también se había podido dar cuenta de ello.

Pero también toda esta situación, la hacía pensar mucho sobre su padre. Por más que quería no pensar en ello, simplemente no podía. La imagen de Dominic Brosnan aparecia en su mente cada cinco minutos. Y a pesar de que quería disimular su desánimo, era bastante difícil. Es por eso que ni cuenta se dió cuando sus dos amigas comenzaban a llamar su atención.

-¿Liv? ¿Estás ahí?-habló Julie mientras pasaba una mano por el frente de su cara. Olivia sacudió un poco su cabeza, y asintió con una sonrisa forzada.

-Si, si. Todo bien.-asintió la castaña. Julie y Flynn se miraron entre si.-¿Qué?

-Acabamos de mencionar Triple Trouble, y tú ni cuenta te diste.-habló Flynn, refiriéndose a la banda que tenían las tres desde hace un tiempo, en realidad, ni siquiera eran una banda aún. Pero Olivia siempre insistió en que si algún día llegaban a tener una banda entre las tres, Triple Trouble sería el nombre. Cada oportunidad que tenía, la aprovechaba para hacer notar su propuesta. Es por eso que a las dos chicas les extrañó la poca reacción de la ojiazul.

-Si, lo siento, estaba pensando en...-pero en el momento en que vió las dos sonrisas de sus amigas cambiar miradas de preocupación, supo que no era el momento de contarles lo que le afligía.-Esos fantasmas, si eso.

Dijo lo primero que se le ocurrió, pero al ver la cara de alarma de Julie y la de confusión de Flynn, supo que lo había arruinado.

-¿Fantasmas?-preguntó Flynn, Julie y Olivia se miraron con los ojos abiertos. Luego Julie se acercó hacia donde se encontraba su mochila y se la colocó.

-Como qué fantasmas, Flynn. En fin, vamos a la escuela, se nos hará tarde.-balbuceó la chica, mientras caminaba hacia la salida. Flynn ladeó su cabeza, pero Olivia se encogió de hombros con sonrisa inocente.

-Creo que Julie tiene razón.-murmuró mientras caminaba hacia afuera. Flynn suspiró pero comenzó a seguir a sus otras dos amigas. Olivia quedó de las últimas, y antes de salir dió un largo suspiro y trató de calmarse.

No iba a dejar que sus pensamientos ganaran, hoy, iba a tratar de hacer su día normal. ¿Iba a ser difícil? Claro que si, pero, ¿Imposible? Ella trataría de que no.

Es por eso que al salir, ni se sorprendió de ver a los tres fantasmas en poses bastantes no casuales, tratando de disimular el hecho de que estaban espiando. Olivia los miró un par de segundos, y no pudo evitar soltar una pequeña risa. Luke al notar la reacción de la chica, sonrió. Ya no se veía tan apagada como antes.

-Liv, ¿vienes?-habló Flynn junto a Julie desde los escalones que daban a la casa de los Molina. Olivia asintió, y les dió un pequeño movimiento de cabeza a los tres chicos como modo de despedida. Flynn estaba ahí, y no quería parecer una loca.

-¡Que tengan un buen día!-se despidió Alex, Olivia sonrió para si misma mientras seguía a sus amigas, quienes ya se iban.

-No es que estuviéramos espiando, ni nada.-susurró Reggie, Olivia les dedicó una última mirada, y salió de allí.

Luke dejó su posición para nada casual, y miró a sus dos compañeros de banda.

-Juro haber notado a Olivia un poco rara.-mencionó, Alex rió.

-¿Y como puedes tú saber eso? La conocemos desde ayer.-habló el rubio, mientras le pegaba un suave golpe a Reggie, quién aún miraba la dirección en la que las chicas se habían ido. Este sacudió su cabeza, para luego mirar a sus otros dos compañeros de banda.

-¿Cantará?-les preguntó, Luke se encogió de hombros.

-Eso no lo sabemos, pero, vaya que Julie si puede tocar y cantar.-alagó el chico mientras se dirigía hacia el estudio.

-Espero que si.-hizo un puchero Reggie, Alex rodó los ojos.

-Dios, Reginald, no llevamos ni horas aquí. Controlate por favor.-dijo mientras seguía a Luke, Reggie se encogió de hombros, antes de seguirlo también.

-¡Era solo una acotación!-gritó el chico, al entrar al lugar.

[...]

Olivia una vez entró a la escuela, supo que tendría que esforzarse demasiado para que sus dos mejores amigos, Joshua y Tanya no notaran lo decaída que estaba. Es por eso que la clase de Lengua le resultó más fácil que las demás, ya que no compartía clases con ninguno de los dos, pero luego, a la hora del programa de música, supo que sería bastante complicado tener que ser fuerte frente a Joshua.

Muchas cosas pasaron en la clase, como por ejemplo, a Julie no le dieron una segunda oportunidad para poder volver a entrar al programa. Olivia tan solo le dedicó un pequeño abrazo a modo de apoyo y una mueca apenada. Pasó el resto de la hora algo pensativa, y a pesar de que Joshua le preguntó que sucedía, esta solo se limitó a decir que le afectaba el hecho de que no estuviera Julie ahí, cosa que en parte, no era mentira. Fuera de eso, los dos pasaron el rato de forma normal, con Flynn uniéndoseles cada cierto tiempo. Una vez la sesión terminó, cada uno se fue por su lado, exceptuando Joshua que compartía clases con la ojiazul.

-Sigo sin poder alcanzar esa nota, Oliv, es como... ugh, no puedo.-habló el chico mientras los dos caminaban por el pasillo, Olivia rió suave.

-Si dices que no puedes, tu pequeño cerebro te escuchará y no podrás.-Joshua la miró ofendido, mientras se peinaba hacia atrás a modo de broma.

-Mi cerebro es del porte de un cerebro de chico normal, incluso, yo diría un poco más sobre el promedio.-dijo mientras hacia movimientos con sus manos, Olivia rodó los ojos.

-Por supuesto que si.-exageró, Joshua hizo un puchero.

-¿Pero tú ya te sientes mejor?-Olivia al escuchar eso, se giró rápido hacia su amigo.-¿Por lo de Julie?

Olivia tragó saliva, y asintió despacio. Sabía que no podía mentirle, al menos no a Joshua. Si había alguien en el mundo que podía entenderla, ese sería su mejor amigo. Los padres de Joshua se había divorciado hacía un par de años, antes de que siquiera se conocieran. A palabras de él mismo, el divorcio no fue lo que más le afecto en si, si no lo que pasó antes y después de este. Antes, eran las constantes peleas, gritos y discusiones que eran bastante habituales a cualquier hora del día y luego de que sus padres tomaran recién la decisión de divorciarse, el padre de Joshua al parecer confundió las cosas y dejó de ver a su hijo. Se alejó no solo de su ex-esposa, si no también de sus hijos. Hasta el día de hoy, Joshua les ha contado a ella y a Tanya lo mucho que le afectó no tener a su padre durante un par de años, y lo mucho que lo había extrañado a pesar de todo. Las dos chicas sabían lo difícil que había sido para él. Hoy en día, padre e hijo mantenían, luego de varios años, una relación relativamente normal. A palabras de Joshua, no le tomó mucho perdonar a su padre puesto que de cierto modo, los dos se necesitaban. Y es por esa misma razón que Olivia sentía que Joshua era la persona adecuada con la que podría desahogarse.

-En realidad...-la chica se tomó su tiempo antes de hablar. Joshua detuvo su andar y miró a su amiga con atención.-Mi padre volvió. Ayer.

Joshua abrió sus ojos con sorpresa, antes de cambiar su mirada a una de preocupación. Olivia asintió despacio.

-Dios, Olivia, no sabía...-el chico balbuceó.-¿Como te sientes?

Joshua se acercó un poco a su amiga, mientras trataba de que esta no hablara muy alto.

-¿La verdad? No se como sentirme... Él aparece luego de todo este tiempo y yo...-Olivia no podía encontrar las palabras para poder expresarse. Su amigo la escuchaba atentamente, pero para Olivia era bastante difícil poder sacarlo todo.-No fui capaz de decirle un hola.

Joshua al escuchar a su amiga, dió un pequeño sonido lastimero antes de abrazarla.

-Oh, Liv. Ven acá.-le dijo mientras la estrechaba entre sus brazos.-¿Sabes que no le debes nada, verdad? Hiciste bien, no te preocupes.

Olivia se aferró al cuerpo del rubio.

-Es solo que verlo luego de tantos años, sin una visita, sin una llamada... -Olivia suspiró, antes de separarse de su amigo.

-Te entiendo, completamente.-murmuró despacio.-¿Y como fue?

-Luego de cenar donde los Molina, estaba afuera esperando en el porche. Pude reconocerlo casi al instante.-Los caminaron hasta una banca, y tomaron asiento.-Me saludó, pero escuchar su voz... simplemente seguí derecho, y entre a casa. Luego de eso no supe más de él.

Joshua la miró mientras trataba de asimilar la información.

-Creo que hiciste bien, digo, aparecer luego de mucho tiempo así como así, y de sorpresa. No puede esperar que vayas y lo aceptes como si nada. Sobre todo si como padre tiene su... ya sabes, historia.-habló el chico, Olivia asintió escuchándolo.

-Y lo peor, es que no sé por que está aquí. Mamá no hablo mucho con él, pero creo que volverá. No creo estar lista para verlo otra vez, o... incluso hablar con él.-se exasperó la castaña. Joshua asintió.

-Creo que él debería darte tu espacio, dejarte asimilar las cosas. Y recuerda, Liv, a él no le debes absolutamente nada. Si no quieres verlo, no lo veas. Es tu decisión.-terminó de decir Joshua, sonriendole. Olivia hizo un pequeño puchero, antes de abrazarlo con fuerza.

-Eres el mejor, de verdad.-susurró en el abrazo, Joshua rió.-Gracias.

-Sabes que puedes contar conmigo cuando quieras, para lo que sea.-murmuró el chico, mientras le daba un leve apretón de manos. A lo que la ojiazul le dedicó una pequeña sonrisa.

Los dos se quedaron un pequeño rato más charlando, hablando cosas del programa, o de las cosas que los afligian. Para Olivia fue bastante liberador poder haberse desahogado con Joshua, y bastante agradable el hecho de sentirse comprendida. Durante todo el rato en el cual los dos estuvieron charlando, Olivia más pensaba en lo agradecida que estaba por tener a un amigo como él a su lado.

-Por fin los encuentro a ustedes dos, rufianes.-se escuchó la voz de Tanya, los trataron de parar las risas que tenían a causa de algo que Joshua había y dicho y trataron de prestarle atención a su amiga.-La práctica duró más de lo normal, y no podía encontrarlos. ¿Saben cuanto me queda de descanso? Oh no, ya me queda menos. Demonios.

Olivia se levantó de la banca y se acercó a su amiga.

-Lo siento, perdimos el tiempo hablando. ¿Estuvo bien la practica?-Tanya la miró por un par de segundos antes de asentir.

-Si, pero Lewis llegó tarde hoy. Retrasó todo.-dijo refiriéndose a la única arquera del equipo. Olivia y Joshua asintieron.-¿Y como estuvo el programa?

Los dos chicos se miraron antes de encogerse de hombros.

-Nada fuera de lo normal, solo practicamos la voz. A Julie no la aceptaron otra vez.-hizo un puchero Olivia, Tanya abrió sus ojos.

-¿Enserio? Dios, todo el mundo sabe lo bien que canta esa chica.-Olivia alzó la ceja.-Ustedes son mi mundo, ¿bien?

-Es solo que ha sido difícil para ella, ya sabes.-Tanya asintió.

-¿Y nada más interesante pasó hoy?-dijo mirando a los dos, Joshua miró a Olivia con una pequeña interrogante. Si ella no sacaba el tema de su padre, él por supuesto que no lo haría. Olivia le entendió casi de inmediato.

-De hecho, si.-dijo la chica, mientras jugaba con su pie, Tanya la miró con atención. Al ver que está no hablaba, lanzó una risita nerviosa.

-¿Si? Está bien, me estoy asustando.-dijo mirando a Joshua, este se encogió de hombros.

-Mi padre volvió.-murmuró rápido, y Tanya reaccionó casi igual que el rubio, excepto que esta abrazó casi de inmediato a su amiga.

-Oh, cariño.-le dijo en medio del abrazo. La castaña asintió despacio.-¿Estás bien?

Las dos se separaron y Tanya no podía dejar de mirarla con preocupación.

-Si, me siento mejor. Digo, existe la probabilidad de que no vuelva más, o quien sabe que es lo que quiere. Joshua me ha dado un genial consejo, creo que lo escucharé.-rió la castaña, Joshua levantó sus brazos riendo.

-Gracias señor, nunca creí escuchar esas palabras salir de su boca.-Las dos chicas rieron.

-¿Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, verdad?-volvió a decir Tanya a su amiga, aún con una pizca de preocupación, Olivia asintió despacio.

-Por supuesto que lo sé.-asintió con una pequeña sonrisa. Joshua volvió a hablar.

-Con los dos en realidad. Con los dos puedes contar.-sonrió grande el chico, a Olivia se le encogió el corazón. Justo en ese momento sonó la campana.

-Los quiero chicos.-dijo, antes de unirse en un abrazo con los dos. Los tres se mantuvieron un par de segundos así, hasta que decidieron hacerle caso a la campana e ir a clase.

Los tres caminaron por los pasillos de la preparatoria, aún unidos por el abrazo. Olivia iba al medio, mientras Joshua mantenía uno de sus brazos sobre los hombros de Olivia, y Tanya abrazaba el otro extremo del brazo de su amiga.

Por que así era con ellos, los tres se mantenían juntos sin importar qué.

[...]

Las clases pasaron tan rápido, que Olivia le sorprendió lo rápido que había llegado a casa. Por un momento, en el camino, tuvo miedo de llegar y encontrar a su padre justo afuera como ayer, y gran alivio sintió al ver a nadie en el porche. Es por eso que a penas entró, lanzó su mochila al sofá como siempre hacía, y se acostó justo a un lado de este. Cerró sus ojos, tratando de disfrutar el hecho de que ya había llegado a casa, y su día escolar ya había terminado. Estuvo así un par de segundos, hasta que un sonido hizo que abriera sus ojos con sorpresa.

Se colocó de pie, mirando hacia la cocina, lugar de donde había provenido el sonido. Sabía que su madre no estaba en casa, puesto que ha esta hora tenía sus clases de piano en el centro de la ciudad. Su corazón comenzó a latir con rapidez, al pensar en el hecho de que alguien podría haberse metido a su casa a quién sabe qué. Más se alarmó al escuchar el sonido de la puerta de uno de los muebles cerrarse.

Olivia suspiró pesado, y se acercó a una pequeña mesa de su sala de estar, para tomar un candelabro y acercarse de manera lenta hacia cocina. Trataba de mantener la calma, pensando en que si era alguien que no conocía como algún ladrón, saldría corriendo lo más rápido posible hacia la casa de los Molina en busca de ayuda. Inclusive pensó en correr lejos de la casa, lejos en busca de ayuda. Es por eso que cada paso que daba hacia la puerta de la cocina, afirmaba con más fuerza el candelabro en sus manos. Una vez estuvo lo suficientemente cerca, suspiró, y comenzó a abrir la puerta lentamente, alerta.

Lo único que se escuchó siguiente a eso fueron dos gritos, el de Olivia y el del intruso quién gritaba quizá más asustado que la misma Olivia.

-¡Dios mio, Reggie!-gritó la chica, mientras se afirmaba del arco de la puerta, tratando de calmarse.

Ahí frente a ella se encontraba, efectivamente Reggie parado en el medio de su cocina observando algo dentro se uno de sus muebles. Este tenía levantadas sus manos a forma de rendición.

-¿Lo siento? Que susto, eh.-dijo el chico mientras bajaba sus manos y reía de manera nerviosa. Olivia dejó el candelabro encima de la encimera para luego colocar ambas manos en sus caderas.-¿Ibas a atacarme con eso? ¿Enserio?

-Reggie, nunca más hagas eso. En tu vida, por favor.-suspiró la chica, para luego darse cuenta de lo que había dicho.-Digo, ahora, después de ya sabes, um. ¿Sigue siendo tu vida, no? Osea, no estás vivo, pero... mejor me callaré.

Reggie rió.

-Lo siento, es que luego de que ustedes se fueran a la escuela, se me ocurrió averiguar donde vivías. Y no fue difícil averiguarlo, hay unas fotos tuyas de cuando eras bebé que son demasiado tiernas.-rió el chico, pero luego de su cuenta de lo honesto que había sido.-No soy un sicópata, lo juro.

Olivia rió.

-Sería bueno que avisarás, al menos. Así me ayudas a evitarme un infarto, ¿sabes?-luego la chica se acercó a ver lo que el castaño hacía antes. Lo único que vió fue el reciente pay que su madre había hecho.-¿Y que hacías? ¿En mi cocina?

Reggie rió nervioso, y se rascó la nuca.

-Bueno, al llegar a tu casa y averiguar que en efecto era tuya, me fue imposible no notar ese delicioso pay, que estoy seguro que nunca podré comer.-hizo un puchero.-Y es un dilema, ya que, amo los pays.

Olivia rió despacio. Le parecía raro estar conversando con un fantasma, en su cocina, luego de la escuela. Se quedó mirando un par de segundos a Reggie, notando lo tierno que se veía observando el pay de su madre. Por un instante, se sintió mal por él. De seguro debía ser difícil para él, y para los chicos estar en la situación en la que estaban.

-Siento oír eso.-se lamentó la chica, pero Reggie negó riendo.

-Está bien, al menos puedo hacer esto. Observa.-en un instante Reggie ya no estaba a un frente suyo, si no que había atravesado la pared que daba hacía su sala de estar sin ningún problema. Segundos después, esté asomó solo su cabeza haciendo reír a la castaña.-¿Ves?

-Si, creo que tienes razón. Eso si que se ve genial.-los dos rieron, luego el chico caminó colocándose otra vez al frente de la chica.-¿Y los demás? Creí que como banda, andarían para todos lados juntos.

Reggie hizo un puchero.

-¿No te es suficiente conmigo aquí? Me ofendes, Liv.-dijo usando un apodo en ella, Olivia rodó los ojos divertida.-La verdad, quise escaparme un rato. Pero de seguro están en el estudio de Julie.

Y un click hizo en la cabeza de la chica. Julie. Debía estar en casa ya, y lo más probable es que aún debía de estar triste por el tema del programa. Olivia pensó en lo decaída que podría estar su amiga por eso mismo.

-¡Tienes razón! ¡Julie!-exclamó la chica, para luego caminar hacia su sala de estar, con Reggie siguiéndola con una cara de confundido.

-¿Tengo la razón? Me perdí.-exclamó el chico, Olivia rió.

-Tengo que ir a ver a Julie.-dijo mientras tomaba sus llaves y su teléfono celular. Reggie observó con atención los movimientos de la chica, y le extrañó lo importante que era para la chica aquél pequeño aparato rectangular. Aún no entendía esas nuevas cosas tecnológicas. Olivia se acercó a la puerta principal, la abrió para luego mirar a Reggie con una ceja alzada.-¿Y bien? ¿Nos vamos?

Reggie sacudió su cabeza para despejar sus pensamientos y asintió con entusiasmo.

-Por supuesto que sí.-el chico caminó a un lado de la chica, saliendo del lugar en dirección a la casa de Julie. Luego Olivia le siguió, y después de dejar todo cerrado, los dos comenzaron a caminar hacia el estudio.-¿Sabes lo chistoso de ser un fantasma, y andar al sol? Que mira, no tenemos sombra. ¡Eso es genial! ¿No?

Olivia rió en silencio, pensando en lo infantil que el chico podía ser a veces.

Una vez llegaron a las afueras del estudio, y que Reggie lo atravesara así como así, para Olivia no fue sorpresa esta vez, ver a los otros dos fantasmas allí mirandola con una sonrisa.

-¡Olivia! Que gusto verte.-saludó Alex con una sonrisa, para luego enfocarse en Reggie.-Y con Reggie.

Dijo esto último extrañado.

-Si, Alex, no disimules el hecho de que también me extrañaste.-rió el bajista. Alex rodó los ojos. Luke, quién estaba detrás con su guitarra, se asomó con una pequeña sonrisa.

-¡Liv! Hola.-saludó con una mano, la chica le saludó de vuelta.-¿Qué haces aquí?

Olivia comenzó a dar vueltas por el lugar.

-No creo que nosotros debamos preguntarle eso.-le murmuró por lo bajo Alex, Luke siguió con su atención en Olivia.

-Vine a ver a Julie, pero al parecer...-dijo mirando el piano del estudio.-No está aquí.

Luke rió.

-Lo más probable es que esté en casa, no hemos ido, ya que, como sabes, a Julie no le gusta vernos allá.-habló divertido el chico, Olivia asintió apenada.

-Bueno, chicos, creo que iré a buscarla a su casa.-dijo caminando hacia la salida, Luke la siguió mientras Alex miraba la escena entretenido.-Fue un gusto verlos, igual.

-¡Puedes venir cuando quieras! Enserio.-asintió Reggie con una sonrisa, Alex negó mirando el suelo algo avergonzado por su amigo.

-Fue bueno verte Olivia.-se despidió Alex, antes de darle una sonrisa. Olivia rió.

-Los veo luego.-la chica iba a despedirse de Luke, pero al parecer el chico tenía intenciones de acompañarla ya que, ya estaba afuera del estudio. Así que tan solo salió de allí.

-Hey, Liv.-la voz suave de Luke fue lo primero que Olivia escuchó ahí afuera. La castaña lo miró con atención.

-¿Si?

-Sé que ninguno de nosotros te conoce bien, ya que nos conocimos ayer, pero...-el chico empezó hablar un poco rápido mientras movía sus manos.-No pude evitar notar esta mañana algo raro en ti... Um, yo solo me preguntaba, ¿estás bien?

Olivia se quedó sin palabras. No sabía que responder ante eso. Ella creyó que nadie había notado su pequeño desánimo en la mañana, y creyó fielmente que había hecho un buen trabajo ocultándolo. Le pareció demasiado tierno que el chico lo haya notado, y no solo eso, si no que también se haya preocupado y le haya preguntado si estaba bien. Olivia simplemente no sabía que decir.

-Yo... um, si. Estoy bien.-dijo mirando el suelo, antes de mirarlo a él, quien la miraba con unos ojos como casi de cachorro.-Es solo que ayer, luego de conocerlos a ustedes, me enteré de algo no muy... bueno, ¿sabes? Pero, ahora me siento mucho mejor.

Luke sonrió.

-Eso es genial, pero, como ya dije. Sé que nos conocemos muy poco, pero, si quieres decirme algo o desahogarte de alguna forma, aquí estaré.-sonrió el chico, antes de aclararse la garganta.-¡Nosotros! Digo, nosotros aquí estaremos.

Olivia rió.

-Gracias Luke, significa mucho para mí.-dijo la ojiazul mirando al suelo. Luego Luke miró hacía atrás, en dirección a la casa de Julie, y supo que no le quitaría más tiempo a la chico.

-Bueno, creo que tienes cosas que hacer. Yo... tengo que...-apuntó el estudio, Olivia rió.

-Si, claro.-Luke caminó hacia el estudio, y se detuvo justo antes de entrar.

-Nos vemos, ya sabes donde encontrarnos.-sonrió. Olivia asintió agradecida.

-Por supuesto que sí.-rió la chica, mientras hacía un pequeño ademán con las manos. En segundos, Luke ya no estaba allí.

Olivia suspiró, y con una pequeña sonrisa caminó hacía la casa de su amiga. En lo que caminaba, pensaba en los fantasmas, y en lo divertidos que eran. De hecho, se podría decir que les agradaban y mucho. Esperaba poder compartir con ellos más, y como Luke había dicho, a pesar de que los llevaba no más de un día conociéndolos, sentía que los conocía de mucho más tiempo que eso.

Y no sabía si eso era algo malo, o bueno.

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[n/a]

VEINTE SIGLOS, LO SÉ.

El cap de hoy ha resultado largo, pero en estos últimos dias me ha llegado una inspiración para NON, que ni les digo. Probablemente actualice un poco más seguido.

¿Que opinan hasta el momento de Olivia?

Encuesta time:

Team R.

o

Team L.

Ustedes decidannn.

En fin, espero tengan esta historia en su biblioteca ya que, tengo varias cosas preparadas, y ni saben lo que se viene👀👀

Y eso es todo, nos leemos a la próxima.

D🌻






















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