02 | the ghosts

CAPÍTULO DOS:
LOS FANTASMAS
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SI A OLIVIA LE HUBIESEN DICHO que los fantasmas eran reales, que si existian, Olivia se hubiese reído en sus caras. La idea de que aquellos seres siquiera pudieran existir, para ella era la más descabellada idea. Es por esa misma razón, que aún no podía asimilar lo recién ocurrido. Las dos chicas luego de salir corriendo del estudio, fueron corriendo directamente a la habitación de Julie, muertas del miedo. Ninguna dijo siquiera una palabra, ya que no sabían que decir, tres chicos habían aparecido de la nada.

-Eso fue...-habló Olivia luego de unos segundos en la habitación de su amiga. Las dos se encontraban agachadas a un lado de la cama de la morena. Se miraban la una a la otra con miedo en sus miradas. Julie tragó saliva.

-No sé que ocurrió ahí.-murmuró apenas. Olivia trató pensar en alguna idea lógica pero nada venía a su mente.

En el momento en el que aquellos chicos habían aparecido, todo lo que Olivia creía conocer sobre cosas sobrenaturales o mágicas desaparecieron en segundos de su mente. Ni siquiera creia poder reaccionar, se encontraba confundida y asustada.

-Esos eran...-balbuceó la mayor, y Julie asintió lento.

-Fantasmas.-terminó de decir Julie.

Olivia se colocó rápidamente de pie y comenzó a caminar en círculos mientras se tomaba la cabeza. Julie la observaba en silencio.

-¡Dios! No lo puedo creer.-decía la chica sin dejar de caminar.-Simplemente... no.

Julie miraba la ventana frente a ellas con algo de inseguridad.

-Liv... no sé que haremos.-murmuró Julie, Olivia la miró con sus grandes ojos.

-Decirle a alguien, eso haremos. ¡Tú papá! Tu papá de seguro...-pero Julie rápidamente se colocó de pie y tapó la boca de su amiga.

-Definitivamente no.-la cortó. Olivia la miró sin entender.

-¿Qué?-fué lo primero que dijo luego de separarse de la morena.

-Ya me creen lo loca suficiente, no necesitan más problemas.-susurró Julie, Olivia la quedó mirando con algo de preocupación.

-¿Qué haremos entonces? No quiero volver ahí.-murmuró Olivia, mientras volvía a caminar en circulos. Julie suspiró, mientras trataba de pensar en que hacer. Hasta que su vista se detuvo en una pequeña cruz colgada en su habitación.

-Creo que tendremos que hacerlo.-habló Julie mientras se acercaba a su pared y sacaba la pequeña cruz. Olivia dejó de caminar y prestó atención a lo que hacía su amiga. Al notar lo que la morena hacía, alzó una ceja.

-No puedes estar hablando enserio. ¿Irás allí otra vez? ¿Acaso no has visto como cada película de terror termina mal?-abrió sus ojos Olivia, Julie suspiró.

-Es el estudio de mamá, Liv. Tengo... tenemos que hacerlo.-susurró Julie mirando el piso. Olivia suavizó su mirada.-No me gusta la idea, pero no tenemos otra opción. Además, tenemos esto.

Olivia observó como su amiga levantaba la cruz. La chica definitivamente no quería volver allí, no por que fuera una cobarde, si no por qué el hecho de haber visto tantas películas y series de terror le habían dejado una enseñanza. Ante la más mínima sospecha de algo raro, corre lo más rápido de ahí. Siempre se dijo a si misma que eso sería lo que haría, ya que no quería que su vida terminara igual como aquellos desastrosos finales de película. Pero por otro lado, sabía lo importante que era para Julie aquél estudio, y sabía que su amiga sin importar qué, volvería a ese lugar. Suspiró mientras asentía lentamente.

-Iré solo si voy detrás de ti.-murmuró, antes de ver como Julie asentía frenéticamente. Las dos se tomaron un par de segundos para asimilar un poco más la situación, y de manera calmada salieron de la habitación para bajar las escaleras. Iban lento, ya que así no llegarían al estudio tan rápido a enfrentar a los fantasmas.

Una vez afuera del estudio, las dos chicas entraron lentamente, Julie sostenía fuertemente la cruz frente a ella, mientras Olivia la tenía afirmada por los hombros y miraba todo bastante atenta. No se dieron cuenta cuando ya estaban casi a un lado del gran piano de la habitación. Se quedaron ahí un par de segundos, esperando que pasara algo.

-Julie...-susurró Olivia con voz temblorosa, la morena asintió.-¿Ahora qué?

Julie apuntaba por todos lados con su cruz.

-No lo sé, creo que debemos esperar.-le respondió la morena. Las dos miraban expectante todo, no podía haber sido una alucinación puesto que las dos habían presenciado todo. Pero y si... ¿solo había sido un pequeño malentendido? No podía ser.

-No creí nunca decir esto pero, creo que vimos mal, a lo mejor ni siquiera sean...-pero un sonido extraño detrás de ellas las hizo sobresaltar, ocasionando que se giraran rápidamente a ver. Justo allí, frente a ellas, se encontraban tres chicos asustados, quizá tanto como ellas con aspectos, sorpresivamente, nada fantasmales. Olivia abrió sus ojos con sorpresa mientras Julie comenzó a gritar.

-¡Por favor, deja de gritar!-dijo uno de los chicos, mientras se alejaban un poco, Olivia se escondió detrás de su amiga mientras esta dejaba de gritar, pero sin bajar sus brazos con la cruz.

-Oh dios mío.-susurro Olivia, observando fijamente a las personas frente a ella. Eran tres chicos de, al parecer, su edad y aunque sabía que no era el momento, no pudo evitar notar lo malditamente atractivos que eran. Se regañó mentalmente por pensar eso.

-¿Qué hacen en el estudio de mi madre?-alzó la voz Julie, mientras aún apuntaba sus brazos hacia los chicos. Olivia los miró, esperando una respuesta.

-¡Sí! ¿Qué hacen aquí?-le siguió Olivia, el chico de al medio quien usaba una sudadera azul, frunció el ceño mientras se acercaba a ellas.

-¿El estudio de tu madre? ¡Este es nuestro estudio!-exclamó él mientras Julie lo seguía con la cruz. El chico se subió arriba del piano.-Y este piano es nuevo, creeme. Y... ¡mi sofá!

Exclamó antes de tirarse sobre el extenso sofá. Olivia lo miró de arriba abajo, sorprendida por lo que el chico decía. Si podían aparecerse de la nada, y aseguraba de que este estudio era suyo, podía intuir de que se trataba de un fantasma, lo que la hizo colocarse con la piel de gallina en segundos.

-Julie, creo que ya sé lo que está pasando.-le susurró, mientras miraba a los otros dos chicos quienes miraban el lugar con intriga. Julie la miró esperando a que siguiera hablando.

-Pero esta no es mi guitarra.-volvió a hablar el chico mientras se levantaba del sofá y se acercaba a las dos chicas.-¿Nos dan un segundo?

Olivia frunció el ceño. ¿Qué?

Mientras el chico volvía con los otros dos, Olivia y Julie se miraron sin saber que hacer. Toda la situación en sí, era bastante descabellada, y ¿ellos les pedían un segundo? ¿no debería ser al revés?

Los tres comenzaron a cuchichear pero no lo suficiente bajo. Olivia alcanzó a escuchar un par de palabras como fantasmas y brujas. ¿Acaso ellos creían que ellas eran brujas? Frunció el ceño y se paró a un lado de Julie dispuesta a hacer algo, hasta uno de los chicos que usaba gorra, se acercó a ellas.

-¿Por qué ustedes están aquí?-fue lo único que preguntó, de manera de lenta. Olivia alzó una ceja, mientras Julie en un arrebato le acercó la cruz para poder alejarlo, pero como la castaña sospechaba, la mano de su amiga atravesó por el pecho del chico.

-Wow.-susurró Olivia, ganándose una mala mirada de su amiga.

-¿Como hiciste eso?-ladró Julie, el chico suspiró antes de hablarle a sus amigos.

-Creo que no están entendiendo.-les dijo, lo que ocasionó que Olivia bufara.

-¡Hey!-alegó la ojiazul. El rubio volvió su vista a ellas.

-Está bien, escuchen, nosotros somos fantasmas.-habló mientras les hacía señas a las dos chicas para que estas entendieran, Olivia no supo si sonreir por haber acertado, o salir corriendo, por la misma razón.-Somos tres fantasmas, felices de haber vuelto a casa.

-¡Lo sabía!-exclamó Olivia, mientras apuntaba al rubio con su dedo indice.-Lo sabía...

El rubio asintió mientras miraba raro a la castaña.

-Está bien...-murmuró. Luego volvió su vista a Julie.-En fin, muchas gracias por las flores y por todo lo que le han hecho al lugar. Se ve genial.

-Y por cierto, pertenecemos a una banda llamada Sunset Curve.-volvió a hablar el de sudadera azul. Las dos chicas lo miraron aún tratando de asimilar la situación.

-Hagan correr la voz.-intervino el de chaqueta de cuero. Olivia lo miró y le pareció algo tierna la forma en que lo dijo.

-Okay, esto me está aterrando.-murmuró Julie mientras sacaba su teléfono celular, Olivia observó lo que hacía y asintió. Debían comprobar si era cierto lo que decían.

-¿Qué es eso? ¿Qué haces?-volvió a preguntar el chico de sudadera azul.

-Investigarlos, duh.-murmuró Olivia. Los tres la miraron confundidos.-¿En internet? ¿Si es real lo que dicen?

-No entiendo.-habló el de chaqueta negra confundido.

-Es mi teléfono celular.-murmuró Julie ya con el teléfono en mano. Olivia volvió a observar a los tres chicos que parecían bastante normales, trataba de encontrar algún indicio que le pudiera decir que eran fantasmas. Una vez el chico de chaqueta negra notó como los miraba, le guiño un ojo ocasionando que Olivia frunciera el ceño.

Eso no era para nada fantasmal.

Julie siguió buscando información en su teléfono celular, mientras los tres chicos miraban con intriga lo que hacía.

-¿A quién llamas?-preguntó con una sonrisa el rubio, Olivia quiso reír.

-Busca "Sunset Turbo" en Google. Para ver si es verdad lo que dicen.-les aclaró Olivia, los tres chicos fruncieron el ceño.

-Es Sunset Curve.-dijeron los tres ofendidos. Olivia abrió sus ojos divertida por la reacción de los tres.

-Está bien, mi error.-dijo la chica para luego centrar su atención en la página web que leia Julie.

Tragedia de Hollywood.

Se leía en grande en la pantalla, titulo que llamó demasiado la atención de Olivia. Al parecer, los chicos habían dicho la verdad, si pertenecían a una banda llamada Sunset Curve, y un hecho que no debía sorprenderla, pero que aún así lo hizo, los tres habían fallecido hace unos años atrás por una intoxicación de comida. Lo que más la impactó de todo, fue el hecho de que todo eso había ocurrido, para ser más exactos, 25 años atrás.

-Entonces es cierto, ustedes si son una banda, y si murieron.-murmuró Julie, los tres chicos asintieron con una sonrisa.

-Exacto, ayer por la noche... nuestras vidas cambiaron totalmente.-murmuró el de sudadera azul cabizbajo, Olivia frunció el ceño.

-¿Ayer por la noche? Ustedes fallecieron hace 25 años, no ayer por la noche.-espetó Olivia, el de chaqueta negra comenzó a negar.

-¿Qué? No, imposible. Luego de flotar hacia la ambulancia, solo fuimos a ese cuarto negro donde Alex lloró.-habló mientras apuntaba al rubio. Olivia miró al recién nombrado con una ceja alzada.

-Está bien, no fue tan... así. Todos estábamos bastante alterados.-dijo el ahora Alex, mientras colocaba una voz más aguda. El de sudadera azul asintió.

-Eso solo fue una hora, luego aparecimos aquí.-murmuró. Olivia lo quedó mirando un par de segundos, antes de volver hablar.

-Es lo que el teléfono de Julie dice.-se encogió de hombros la chica, los tres miraron a la morena con los ojos algo abiertos.

-Lindo nombre.-murmuró el de chaqueta negra. Los otros dos comenzaron a leer lo que el teléfono de Julie decía.

-Gracias.-dijo Julie sin expresión.-¿Ven? Ustedes murieron en 1995, cuando tenían 17. Estamos en el 2020.

Alex miró a las chicas sin poder creerlo, el de sudadera azul volvió a hablar.

-¿Estamos en el futuro?

-Eso quiere decir que... ¿He estado llorando por 25 años?-se alarmó Alex, los otros dos se encogieron de hombros.

-Eres una persona sensible.-murmuró optimista el de chaqueta negra. Olivia miraba toda la escena con diversión.

Eran fantasmas, si. Ya lo había confirmado. Pero parecían un par de chicos bastante agradables, no podía ni imaginarse en la misma situación en la que ellos se encontraban. Por un momento, ya no sentía miedo, si no que sentía pena por ellos.

-Al menos están aquí, ¿no?-se encogió de hombros Liv, el de chaqueta negra la miró con una sonrisa. Julie, por su parte, le dio un suave codazo mientras la miraba mal. Luego, una voz desde afuera llamó la atención de todos.

-¡Acá están!-murmuró Carlos, el hermanos menor de Julie al estudio. Olivia sonrió con algo de nervios al verlo entrar, y estaba segura que Julie también. Estaban los fantasmas ahí mismo, temió por como el niño podía reaccionar.-Sabia que Julie no podría venir sola a este lugar, por cierto, hola Liv.

Olivia le sonrió apenas, mientras observaba a los fantasmas justo a un lado de él.

-¿Acaso nos puede ver?-susurró el de sudadera azul mirando al menor, las dos chicas negaron.

-No puede verlos.-murmuró Julie mientras miraba fijo a Carlos. El niño frunció el ceño.

-¿De qué hablas? Puedo verlas a las dos.-el chico se cruzó de brazos y rió.-Liv, yo que tú correria lejos antes de que Julie te pegue su loquera.

Olivia quiso reír, pero no era el momento.

-Descuida Carlos, ya me aconstumbré.-los tres chicos se aguantaron la risa mientras Julie se cruzaba de brazos.

-¿Qué quieres?-rodó los ojos la morena, Carlos rió.

-Una hermana normal para empezar.-se burló el chico, Olivia lo miró con gracia.-La cena está lista, papá y la tía Beth me mandaron a buscarlas.

Olivia recordó la cena, y a su madre. Lo había olvidado. Miró a Carlos como volvía a la casa, antes de mirar a su amiga con duda en su mirada.

-No pudo verlos.-susurró Julie, Olivia frunció el ceño.

-Tienes razón.-respondió la ojiazul antes de dirigirse al rubio.-¿Por qué no pudo verlos y nosotras si?

Los tres chicos se miraron entre si antes de encogerse de hombros.

-¿No se supone que es así como los fantasmas funcionan?-respondió, ocasionado que las dos chicas negaran con la cabeza y que Julie comenzara a caminar hacia la salida. Antes de salir, se giró hacia Olivia.

-¿Nos vamos?-le preguntó a su amiga, los tres fantasmas miraron a la ojiazul, mientras esta asentía con una pequeña sonrisa y seguía a su amiga.

-Claro, si.-dijo mientras se posicionaba a un lado de la morena, esta volvió a hablar.

-Escuchen, de verdad lamento mucho lo que les pasó, pero este ya no es su estudio.-habló Julie con su semblante serio, cosa que sorprendió a Olivia.-No pueden quedarse aquí.

Olivia no entendía lo normal que le estaba resultando todo, sabía que aquellos chicos era fantasmas y que no ocasionaban miedo, pero la historia de ellos, simplemente le producía demasiada pena. Eran unos chicos de su misma edad, que habían muerto de un día para otro y que ahora eran fantasmas 25 años después. Le entristeció las miradas que pusieron los tres ante las palabras de su amiga.

-Jules...-susurró Olivia, pero su amiga siguió mirando a los chicos de manera desafiante.

-Esperen.-exclamó el de sudadera azul mientras se acercaba un poco a ellas.-Tu eres Julie, pero ¿tú nombre es...?

Dijo esto último hacia Olivia. Esta abrió un poco sus ojos debido a la atención que los tres fantasmas tenían puesta en ella.

-Um, Olivia.-murmuró despacio, mientras los tres asentían con una sonrisa.

-Un placer conocerte, Um.-dijo el mismo. Olivia rodó los ojos.

-Olivia...-susurró el de chaqueta negra mirándola con una pequeña sonrisa. Olivia lo miró raro.

-Yo soy Luke.-dijo el de sudadera azul sin sacar la mirada de las chicas.-Y ellos son...

-Soy Reggie.-habló el de chaqueta negra mientras les guiñaba un ojos.-Pero tu puedes llamarme como quieras.

Dijo antes de guiñar un ojo, Alex le dió un pequeño golpe, callandolo.

-Y yo soy Alex. ¿Qué tal?-saludó el rubio. Olivia les sonrió mientras los saludaba con una mano, antes de mirar algo raro al que ahora se hacía llamar Reggie. Tímido definitivamente no era.

-Está bien.-cortó Julie mientras hacía un gesto de indiferencia. Dicho esto, la morena salió del lugar. Olivia le pareció algo rara su actitud, es por eso que se giró hacia los chicos antes de salir.

-Lo siento, es solo que... ya saben. Ustedes, aquí, solo...-pero no sabía que decir, así que simplemente se giró y con un rápido movimiento de mano se despidió de ellos y salió de allí.-¡Un gusto, por cierto!

Gritó ya a la distancia. No alcanzó a escuchar ninguna respuesta, cuando ya volvía a entrar a la casa de los Molina. Lo que más le preocupaba en ese momento fue la reacción de su amiga, no había lugar para asumir lo recién ocurrido.

[...]

La cena comenzó luego de que las dos chicas regresaran a casa. No hablaron del tema, y tan solo fueron directo a sentarse para comer. El padre de Julie, Ray, ya estaba sentado al igual que Carlos y su madre. Parecían estar en medio de una gran conversación, por lo que miraron a las dos chicas con sorpresa al verlas llegar.

-Juré que tendríamos que guardar su cena.-fue lo primero que dijo Elizabeth al verlas. Olivia le dió una sonrisa apenada mientras tomaba asiento a un lado de ella. Julie se sentó en el otro extremo.

-Solo... hablabamos.-murmuró Olivia ya instalada. Luego Julie habló.

-Pasábamos el rato, ya saben. Solo nosotras dos.-rió nerviosa, Elizabeth frunció el ceño pero lo dejó pasar.

-Bueno, las chicas ya llegaron. Podemos empezar.-habló Ray, todos se acomodaron en sus lugares.-Aquí vamos.

Todos empezaron a tomarse de las manos, listo para la oración. En una esquina de la mesa, Olivia observó como había un plato y utensilios puestos para una persona más. Y al ver como Julie y Carlos extendían sus manos hacia el puesto vacío para la oración, Olivia supo que se trataba un homenaje para su mamá. Luego cuando ya la pequeña oración terminó, todos comenzaron a comer.

-Entonces, Elizabeth me comentó que hoy hubieron presentaciones en el programa de música.-comenzó hablar Ray mientras servía comida. Olivia quién estaba jugando con su tenedor, dejó de hacerlo. Al levantar su vista, Julie ya la estaba mirando mientras negaba lentamente.

No quería que su papá supiera. Carraspeó.

-Bueno, si, estuvieron bien. Me presenté con Joshua.-murmuró Olivia, mientras su madre le servía un poco de pasta en su plato.-Todo el programa estuvo genial.

Julie le sonrió a modo de agradecimiento.

-¿Qué hay de ti, Julie? ¿Qué cantaste?-volvió hablar Ray, Julie lo miró con una sonrisa nerviosa. Odiaba tener que mentirle a su papá, y sabía que ahora en este instante, no podría hacerlo. Olivia notó eso, por lo que nuevamente volvió a hablar.

-Supe que Carlos tenía un partido hoy. ¿Como le fué?-cambió de tema la ojiazul, todos los ojos se posaron en ella.

-Estuvo genial, casi anoté un punto.-exclamó Carlos con una sonrisa, todos los presentes asintieron, exceptuando Ray, quién seguía mirando a Julie.

-¿Y bien? ¿Como fue?-volvió hablar Ray mirando a Julie, esta tragó saliva. Olivia ya no sabía que más hacer para ayudar a su amiga. Elizabeth miró a su hija con algo de interrogación, sin saber que ocurría.

-Bueno, ya sabes.-empezó Julie, Olivia no quiso mirar por lo que comenzó a comer.-Um, fue... ¡No pueden estar aquí!

Olivia frunció el ceño, cuando el mismo tiempo terminaba de comer su bocado de pasta. Al levantar su vista, vió en la entrada de la casa a los tres chicos parados observando el lugar. Casi se atragantó.

-¿Qué?-preguntó confundido Ray. Julie volvió su vista a su padre con alarma.

-Que estas moscas, no pueden estar aquí.-intervino Olivia mientras reía de manera nerviosa, Julie le agradeció con la mirada.

-No veo moscas, pero está bien, ya me acostumbre al hecho de que son raras.-dijo Carlos encogiéndose de hombros, Olivia lo miró ofendida.

-Me encanta lo que han hecho con el lugar.-habló Luke, mientras se acercaba a la mesa, más en específico a Julie. Olivia negó con la cabeza, mientras les apuntaba la puerta de manera disimulada. Julie miró mal al fantasma, e iba a reclamarle otra vez pero Olivia volvió a hablar.

-Creo que lo mejor será echar a estas moscas. ¿No lo creen?-dijo esto último un poco más alto, mientras se ponía de pie. Alex, quien estaba unos pasos más lejano a ella, le susurró algo a su amigo incómodo, mientras retrocedían a la puerta.

-No es necesario, hija. No veo nada.-le tomó el brazo su madre, mientras Olivia volvía a tomar asiento.

-Si, eso creo.

-Tuvimos que haber tocado la puerta.-murmuró Reggie, Julie lo miró molesta.

-¿Tu crees?-pero una vez más, todos los ojos fueron a ella.

-¡Julie!-la regañó Ray, la chica se encogió en su puesto, mientras los tres fantasmas salian rápidamente de ahí. Olivia respiró de alivio y volvió a hablar.

-No se preocupe tio Ray, es solo una broma que Julie y yo tenemos, nada grave.-sonrió Olivia, Julie asintió. El señor Molina por supuesto no estuvo muy seguro pero lo dejó pasar.

Luego de ese suceso, la cena continuó con normalidad. El tema de conversación era principalmente sobre el partido de Carlos, y recuerdos que todos habían vivido juntos. Olivia estaba a gusto, a pesar de saber que cerca, se encontraban tres fantasmas merodeando. No sabia donde estaban, desde la última vez que los vió había pasado un rato. Pero al parecer había pensado sobre eso muy pronto por que de la nada, música fuerte empezó a sonar desde el estudio. Olivia y Julie se miraron de manera automática.

-¿Qué es eso?-preguntó Carlos, las dos chicas se colocaron de pie rápido.

-Puede que...-empezó a decir Olivia, pero Julie siguió.

-Hayamos dejado el estéreo encendido. Ahora volvemos.-dijo la morena ante de salir corriendo directo al estudio. Olivia iba justo detrás de ella.

Una vez entraron al estudio, Olivia se sorprendió al ver que eran los tres fantasmas los que estaban tocando aquella música. Se preguntó como es que aquello era posible, que pudieran tocar los instrumentos sabiendo que eran fantasmas, y el porqué Carlos y los demás también habían podido escucharlos.

-Whoa, whoa.-habló Olivia mientras hacía una seña con las manos, ninguno de los chicos pareciera haberla escuchado.

-¡Chicos! ¡Paren!-gritaba Julie colocándose de pie frente a ellos.-¡Suficiente, ahora!

Olivia se colocó a un lado de su amiga y trató de tocar el hombro de Reggie, quién le daba la espalda pero su mano pasó de largo. Suspiró frustrada.

-¿Hola?-preguntó la ojiazul. Luego de un par de gritos más de Julie, los tres chicos dejaron de tocar.

-¡Todos pueden escucharlos! Creí decirles que se fueran.-ladró Julie. Los tres chicos abrieron sus ojos con sorpresa.

-Espera, espera. ¿pueden oírnos tocar?-preguntó un emocionado Luke, Olivia asintió.

-Creo que hasta los del otro vecindario los escucharon.-rió Olivia. Pudo sentir una mirada pesada, y se dió cuenta de que provenía de Reggie. Este le sonrió casi de inmediato mientras le hacía un gesto con la mano. Olivia se lo devolvió algo confundida por la repentina atención.

-Esperen, entonces. Solo ustedes pueden vernos pero, ¿todos pueden oírnos?-preguntó Alex desde la batería. Olivia y Julie asintieron.-¿Qué clase de fantasmas somos?

-De los normales, está claro que no.-bromeó Liv. Los tres chicos se miraron entre si con una sonrisa.

-¿A quién le importa eso? ¡Pueden oírnos tocar!-celebró Luke, mientras chocaba puños con los otros dos.

-Nuestra música aún no ha muerto.-exclamó Reggie con una sonrisa. Mientras los tres chicos seguían ahí, celebrando, las dos chicas giraron rápidamente su cabeza hacía la entrada para ver entrar a Ray y a Elizabeth, quienes miraban el lugar con curiosidad. Las dos chicas abrieron sus ojos asustadas.

-¡Papá!

-¡Mamá!-Dijo cada una, respectivamente. Los tres chicos se quedaron congelados en sus lugares.

Olivia se acercó rápidamente a su madre, mientras observaba los instrumentos fijamente. Por un momento creyó que también podía ver a los chicos, pero descartó la idea al ver como se acercaba y tocaba un micrófono.

-Chicas.-saludó Ray.-Solo veníamos a ver si estaban bien.

Julie asintió.

-Si, ya apagamos el estereo.-sonrió Julie, mientras las dos observaban como sus padres checaban los instrumentos.

-¿Acaso esto es la basura que estaba en el desván?-preguntó Ray mientras se acercaba hacia Alex, Luke se mostró ofendido.

-¿Basura?-preguntó, pero Olivia le negó con la cabeza para que no hablara.

-Creo haber vistos estos instrumentos antes.-murmuró su madre, Ray asintió.

-Algunas de estas cosas venian con la casa, pero se han mantenido bastante bien.-sonrió Ray mientras tocaba la batería, Olivia pudo notar la cara de desagrado de Alex. Quiso reír.

-Si, parecen casi nuevos.-sonrió Elizabeth.

-Quizá podríamos vender esto.-murmuró Ray. Julie se veía bastante preocupada, al igual que Olivia. Sus padres estaban justo al lado de los fantasmas, y a pesar de que ellos no podían verlos, se les hacía incomodo.

-¿Qué? Diganle que deje de tocar mi batería.-alegó Alex, Olivia se encogió de hombros en respuesta.

-Me gustó bastante la canción que sonaba.-habló Ray, Elizabeth asintió ante lo que el hombre dijo.

-Si, estoy segura haberla escuchado antes. ¿Que era?-preguntó la mamá de Liv. Las dos chicas se miraron antes de contestar.

-Genial. Somos Sunset Curve.-sonrió Luke, mientras le sonreía a los dos mayores.

-Hagan correr la voz.-murmuró Reggie.

-Es solo un viejo CD que encontramos.-dijo Julie quitándole importancia.

-Pero...-Luke iba a hablar.

-Si, no tenía nombre.-completó Olivia, los dos mayores asintieron.

-Me alegra volver a verte involucrada en la música, cariño.-dijo el padre de Julie con una sonrisa, mientras la miraba.-Las dos, pueden tocar aquí cuando quieran.

Olivia le sonrió en respuesta, mientras al mismo tiempo escuchaba a los tres fantasmas reirse.

-No se metan.-murmuró Julie hacia los fantasmas, Olivia casi no le tomó tanta importancia hasta que vió la cara de su madre y el señor Molina.

-Julie, cariño, lo siento, no...-empezó Elizabeth mientras Ray miraba a su hija algo herido, Julie comenzó a negar rápidamente al igual que la castaña.

-No mamá, no eran ustedes...-murmuró Olivia con una sonrisa apenas. Julie asintió frenéticamente.

-Si, no era para ninguno, es decir...-la chica comenzó a trabarse, mientras miraba a su amiga a su lado con una mirada de ayuda. Olivia lo entendió de inmediato.

-¿Podrian darnos un minuto?-sonrió Olivia mientras conducía a su madre hacia la salida, Julie hacía lo mismo con su padre.-Estamos, ya saben, algo agobiadas y...

Elizabeth la miró con algo de interrogación en su mirada, pero luego al ver a Julie, y el lugar, asintió hacia su hija. Comprendía.

-Son iguales.-se escuchó la voz de Reggie, hacia Alex. Por la forma en que miraba a Olivia y a su madre, la primera asumió de que se refería a ellas dos.

-Si papá, iremos ahora.-sonrió Julie, el señor Molina se resistió un poco, pero luego de un par de advertencias más, por fin los dos adultos salieron del lugar. Olivia dió un largo suspiro al igual que Julie.

-Les gustó nuestra canción.-dijo un emocionado Luke hacia su banda. Olivia encontró casi tierna la forma en la que lo dijo.

-Si, pero no cuentan. Son padres.-se encogió de hombros Alex. Olivia frunció el ceño, mientras Julie los miraba con algo de enojo.

-¿Por que no pueden ser fantasmas normales?-ladró Julie desde la puerta. Olivia, una vez más, le sorprendió la actitud de la morena.-Vayan a una mansión vieja, no lo sé. Oí que Pasadena es agradable.

-Es horrible.-susurró Olivia, mirando a su amiga, mientras esta le negaba con la cabeza.-Está bien, me callo.

Julie rodó los ojos y salió del lugar. La había dejado sola con aquellos fantasmas otra vez. Olivia lentamente se giró hacia ellos y se encogió de hombros, iba a hablar pero el rubio se le adelantó.

-Está bien, entendemos.-le sonrió Alex, antes de girarse a sus compañeros de banda antes de susurrar.-Al parecer no les caemos muy bien.

-No lo sé Alex, Olivia no nos ha gritado aún.-le susurró de vuelta Reggie, ninguno de los tres parecía darse cuenta de que su conversación no era tan privada después de todo. Olivia escuchaba cada susurro.

-Parece agradable.-les aseguró Luke, antes de que los tres se giraran hacia la ojiazul. Esta al notar la atención lanzó una pequeña risa.

-Gracias por el halago.-se encogió de hombros Liv.

-Linda risa.-sonrió Reggie mirandola, Alex rió de manera discreta, Reggie lo notó.-Quiero decir, es armoniosa, no es que me esté burlando ni nada de...

-Creo que entendió.-le susurró Alex, cosa que hizo reír a Olivia.

-Son divertidos para ser fantasmas.-murmuró Olivia mientras al mismo tiempo se acercaba a la puerta.-Pero debo ir a ver a mi amiga, así que...

-Creo que ignoraremos lo primero, pero, ve. No hay problema.-sonrió Alex, Reggie asintió.

Olivia iba a comenzar abrir la puerta, hasta que Luke apareció de la nada a un lado suyo.

-Antes de que te vayas, ¿crees que podamos quedarnos aquí?-le preguntó mientras la miraba con, según Olivia, ojos de cachorro. La chica suspiró antes de responder.

Por más que parecía que aquellos fantasmas le caían bien, eran fantasmas después de todo. Nunca había convivido con alguno antes, todo esto era nuevo para ella y para Julie. La decisión estaba en su amiga, después de todo, esta era su casa y este estudio era de su madre. Y la respuesta ante aquella pregunta, no la podía responder ella.

-Lo siento, pero yo...-los tres chicos la miraron con curiosidad.-No es mi decisión.

Los tres chicos miraron el suelo algo decepcionados, cosa que le hizo sentir a a Olivia mucha pena. Aquellos chicos eran igual que ella, solo adolescentes.

-Está bien, entendemos.-murmuró despacio Luke, mientras se alejaba. Olivia le dedicó una sonrisa apenada.

-Julie no es mala chica, se los puedo asegurar.-empezó la chica, los tres chicos asintieron pero aún así parecían distraídos.-Hoy no ha sido un buen día, eso es todo.

-No te preocupes Liv. ¿Te puedo llamar Liv?-habló Luke otra vez. Olivia asintió.-Sé que podemos hablar con ella y convencerla.

Olivia les dedicó una sonrisa apenada.

-Me agrada tu optimismo.-luego la chica miró a los otros dos chicos quienes estaban pendiente de la conversación.-Espero verlos otra vez.

-Tu solo espera.-habló Reggie a modo de broma, cosa que hizo reír a la castaña.

-Ten una buena noche.-se despidió Alex, Olivia le sonrió devuelta. Y antes de salir, se giró hacia Luke.

-Yo... No los conozco ni mucho menos, y si, son fantasmas. Pero, suerte. Con lo de Julie.-Olivia dijo mientras miraba al chico con sus hombros encogidos. Este le dedicó una sonrisa significativa.

-Gracias Liv.-la castaña no pudo evitar sonreir ante el apodo. No era primera vez que se lo decían, pero que viniera de un fantasma, si significaba algo.

Una vez Olivia salió del estudio, puedo notar que Julie ya estaba dentro de su casa. La idea de darle su propio espacio le pareció lo mejor, por lo que decidió volver a su propia casa ya que era bastante tarde. Mientras caminaba, aún no podía terminar de asimilar lo loca que había sido su tarde. Pasó de ser una tarde llena de nostalgia y recuerdos, a una tarde con fantasmas de por medio. Y lo más sorprendente de todo, era que le agradaban aquellos chicos, lo divertido y carismáticos que eran a pesar de estar, ya saben, muertos. Olivia nunca se esperó que los fantasmas pudieran ser así, casi como personas de carne y hueso.

Una vez llegó a su jardín, comenzó a buscar sus llaves ya que aún no sabía si su madre seguía en la casa de los Molina, o si ya había llegado. Y en lo que hacía eso, no notó la gran figura que se encontraba sentada en los escalones de la entrada, se sorprendió ante la nueva presencia y casi se asustó de no ser por que reconoció a aquella persona casi al instante.

-Hola cariño.-saludó Dominic Brosnan al ver a su primogénita llegar. Olivia se congeló en su puesto.

Su padre estaba aquí.

________________

[n/a]

Otro capitulo largooo, lo siento, ni me doy cuenta hasta que veo las 5500 palabras ahí abajo.

¿Qué opinan hasta el momento? Siento que falta mucho para que sepan ciertas cosas, y espero no se molesten ya que he cambiado ciertos eventos.

La historia no será 100% igual a la serie, habrá cosas bastantes similares, pero no será igual igual. Incluiré y cambiaré ciertas escenas, por que esta es mi fic y puedo hacerlo jsjs. No mentira.

Espero les esté gustando como va y... ¿Qué opinan de Olivia?

Eso es todo, nos leemos luego💗

D🌻







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