↳▮  ⋆ ࣪. 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎 :
❛Ellas regresan❛

En las calles en Hawkins se podía sentir el calor, ya que los últimos días habían estado plenamente soleados, algo que Dilay Lynn, odiaba por completo.

La castaña se encontraba sentada  fuera de su casa, mientras que su hermano, Harry, se encontraba no muy lejos de ella.

— ¿No te cansas de mirar las flores, y escribir? — cuestionó Harry antes de entrar de nuevo a la casa.

Dilay negó levemente, aún observando cada flor diferente de su pequeño jardín.

La castaña al darse cuenta que su hermano entró a la casa, de inmediato se paró, y empezó verificar que todas aquellas flores no les faltará agua, o simplemente para admirarlas más de cercas.

La chica se inco frente a una parte del jardín, dónde había espacio para poder plantar más flores, y fue lo que hizo.

De inmediato de su bolsa sacó las semillas de las flores, Lavanda, las cuáles al florecer serían color moradas. Al ponerse los guantes amarillos empezó a trabajar en plantarlas con facilidad.

Dilay de pronto, empezó a sentir una mirada sobre ella, discretamente volteó hacia la acera del lugar.

Para su no tan sorpresa, se trataba de Maxine Mayfield, ya que desde que la pelirroja y su madre se mudaron, el camino hacía la casa de ella y tal pelirroja, era el mismo.

Lynn podía notar el drástico cambio de aquella ojiazul, ni siquiera llevaba su cabello suelto como antes, ahora su personalidad podía verse más triste, aunque sabía que todo eso no solo era por lo sucedido entre ambas, si no, por otras cosas.

Al conectar ambas miradas, la ojiazul reaccionó, e inmediato tiró su skate al piso, para después simplemente subirse a este, y finalmente irse.

La castaña al verla retirarse, soltó un gran suspiro, era completamente anormal ver a Max de esa manera, cuando antes solían ser una misma.

— ¡Dilay! — el gritó de su hermano la hizo pararse de inmediato — ¡Ya está la cena! — mencionó apresurandola.

Lynn antes de comenzar a caminar, hecho un último vistazo por el camino, dándose cuenta que la pelirroja iba en su mundo junto a sus audífonos.

Sin pensarlo más, rápidamente entró a su casa, ya que los gritos de Harry se podían escuchar hasta el jardín.

La castaña tomó asiento enfrente de la mesa, esperando a que su hermano tomará asiento para comer los dos juntos.

— ¿Vas a salir hoy? — preguntó Harry al tomar asiento — Recuerda que te toca lavar los platos.

— Lo sé — contestó sin prestar mucha atención, ya que estaba concentrada en su comida — Olivia de todos modos está ocupada.

El castaño rodó los ojos — Tienes más amigos, no sólo está Olivia — antes de volver a hablar, tomó un porción de su comida — Además, ella tiene novio ahora, no te sorprendas si pasa menos tiempo contigo.

Harry limpió su boca con la servilleta — Es decir, espero que no pase, porque estarás triste, y no quiero verte así, pero es mejor que lo tengas en mente — el hermano mayor hablaba rápidamente — No quiero que pase lo de la última ves, no quiero volver a verte de ese modo.

Dilay logró formar una leve sonrisa a su hermano mayor, amaba tener a su hermano cercas de ella para apoyarla. El la había ayudado de varios modos, uno de ellos era almenos no ser tan ingenua, y a su perspectiva había mejorado, aunque aveces tenía sus pequeños desliz.

Harry le dió una mirada a su hermana al notar el silencio evidente — Se que es tonto preguntar esto pero, ¿La extrañas? — cuestionó dejando a un lado su comida.

Dilay tardo unos segundos en responder — Extraño como me hacía sentir — explico, mientras cada recuerdo invadía su mente — Es tonto extrañarla ¿Verdad?

— Es tonto que pienses tus sentimientos son tontos — encogió sus hombros, lo que logró que su hermana menor soltará una leve risa — Créeme que te entiendo.

El castaño se paró de su asiento, para después servirse café en su taza favorita — De repente, no sabes porque extrañas a una persona que juro no hacerte daño, pero al final parece que lo hizo — notó la mueca de su hermana — Aunque, hay varias razones, no sé cuál se la tuya.

Por último, Harry alzó la taza de café un poco hacia arriba, para después retirarse a su habitación.

— ¡No olvides lavar los platos! — recordó con un grito desde su habitación.

Dilay rodo los ojos, después de cada discurso motivador, su hermano solía arruinarlo, aunque, era algo de su personalidad.

No muy lejos de la casa de los Lynn's, se encontraba una pelirroja fuera de su casa, aunque ahora era un remolque.

La chica parecía pensativa, mientras que en sus piernas se encontraba una libreta junto a un bolígrafo. De repente, a su mente llegó el recuerdo de hace unos minutos, en dónde había conectado miradas con la chica Lynn.

Ahora, recordó poniendo la atención suficiente para recordar que se encontraba plantando flores, aunque ya tenía varias en su jardín. Max sonrió de inmediato dejando escapar un suspiro.

Sabía que la castaña había desarrollado un gran amor por ellas, y por supuesto, amaba las cartas o notas, lo que la hacía recordar su mejor verano, el del 85.

Aunque eso cambiaría si lograría obtener el perdón de la chica Lynn en este mismo año, e incluso prefería obtenerlo en ese mismo mes, Oh, en ese mismo día.

Con el dato de las flores, y por supuesto, las notas, tomó el valor que tenía en aquel verano del 85, e inmediatamente decidió repetir la historia.

Maxine Mayfield se paró de inmediato para recolectar flores del agrado de Lynn, deduciendolo.

Solo que ahora, inténtaria cambiar el final de la historia, ni siquiera pensaba en tener un fin, o eso esperaba.