𝟔. ¿𝐂𝐮𝐚́𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐞𝐯𝐚𝐧𝐭𝐞́ 𝐮𝐧𝐚 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐥𝐢́𝐜𝐮𝐥𝐚?

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¿Cuándo levanté una

Guerra de película?

Ya ni en mis sueños más

perversos con la fantasía de tener

a dos bombones asesinos peleando

por mi celestial y tentativo

trasero, sólo que hay un diminuto

detalle...

¡No hablaba enserio cuando

dije que quería a dos

mamados tratando de ligarme!


¡Y ninguno es Chris Evans ni

Henry Cavill!

Adiós a mi sueño de sentirme

deseado como Shakira.

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De acuerdo, no estaba en sus planes salir en medio de la noche con lo más provocador que tenía en su armario para iniciar el plan, mucho menos cuando sentía que se le iban a caer los pezones por lo frío del ambiente. Okay, HyungWon exageraba, no había registros médicos de que alguien pudiera perder extremidades a los 3°C afuera de su departamento. Justo en ese momento llegaron JooHeon junto con ChangKyun y su hermano.

― ¿Y ahora tú qué llevas puesto? ―preguntó su mejor amigo al ver su vestimenta.

―Es mi versión del vestido de la venganza, pero moderno ―presumió HyungWon.

Al ser un chico que se la pasó la mayor parte del tiempo rodeado de animes, series y cosas muy nerd, él claro que amaba usar ropa holgada y sudaderas calientitas, últimamente usaba ropa deportiva por estar horas en el gimnasio concentrándose para ser el patito feo pero con un poco de aires de fem fatal, aunque no fuera una mujer. HyungWon invirtió mucho de su dinero en ese atuendo de una camisa negra de transparencia en el torso y una espalda descubierta con bordes llenos de diamantes y zafiros del tamaño de un guisante, los pantalones ajustados siempre de marca Licenciado Valeriano pero el legal, zapatos italianos como los que Sharpay jamás debió de darle a Troy Bolton en High School Musical y por si le daba frío, se llevó en uno de sus brazos un abrigo largo.

―Hasta te maquillaste decente ―denotó KiHyun al ver que su hermano había aprendido a darle un toque bastante provocador a su rostro aniñado con sombras en tonos terrosos y hasta sus labios estaban ligeramente coloreados de rosa―. No pareces una prostituta, buen logro.

―Yo digo que se ve genial ―terció JooHeon, HyungWon lo adoraba, él siempre era un amor.

― ¿Sólo eso vas a decirme eso, KiHyun? ―se quejó el otaku―. ¡Para lo que me tomó horas tratando de no estornudar por culpa de las sombras!

― ¿Nos llamaste para presumirnos ese look? ―ChangKyun se veía bastante enojado y con unas terribles ganas de estrangularlo por haberlo sacado de su casa.

―No, quería pedir dos favores ―HyungWon sacó de su bolso las llaves de su casa y se las dejó a JooHeon―. ¿Podrías cuidar de William por unas horas mientras vamos a un lugar?

―Por supuesto ―el chico de ojos sonrientes asintió.

― ¿Por qué dejas a mi Honey de niñera? ―gruñó su mejor amigo―. ¿Y si él quería ir con nosotros?

―Ambos sabemos que JooHeon no le gustan las fiestas, si lo ponen a elegir entre éstas y un perrito, obviamente escogerá a los perritos.

― ¿Iremos a una fiesta? ―inquirió KiHyun cada vez más confundido.

―Bueno, nos vemos en un rato ―JooHeon ni siquiera lo pensó, se metió de inmediato para ir en búsqueda del pequeño Will y dejando a los chicos en el pasillo.

―De acuerdo ¿Qué pasa? ―su hermano tomó la palabra.

El chico les mostró la publicación en la que fue mencionado, donde seguían recordando el video humillante que inició su venganza y lo coronaban como el rey de los perdedores y feos, que ni siquiera el vago más feo del mundo era una total belleza en comparación del chico gordito, otaku y uno de los mejores promedios de su generación. ChangKyun y KiHyun notaron que una ira sin precedentes junto a la sed de venganza estaba a flor de piel en HyungWon.

―Cambio de planes, hay una fiesta en uno de sus clubes fifi ―HyungWon respiró y guardó su celular para tomar rumbo hacia el elevador―. La operación: La Caída del Lago de los Cisnes Plásticos inicia ahora.

En su mente se imaginaba una gran entrada triunfal al club nocturno, llegando en su nuevo auto de último modelo, bajando cuando uno de los guardaespaldas guapos y mamados le ofrezca su mano para llevarlo hasta la entrada donde, al verlo tan encantador lo dejarían entrar con sólo echarle una mirada a tan espléndido ejemplar. Entonces, dentro, Jackson se quedaría tan embobado por su nueva imagen que mordería el anzuelo.

Eso le gustaría que pasara, pero no, la realidad le dijo: Hoy no mi ciela.

Resulta que en toda la endemoniada ciudad existían dos clubes llamados Black Moon y resultó que uno sólo era una fachada para tatuadores, lo debía suponer cuando llegó al callejón del que salió una enorme rata. Después de ese error, de verdad quería que Siri fuera real para ahorcarla por haber gastado al menos una hora de viaje en el cual cabía la posibilidad de que su objetivo escapara de sus garras. Y, contra todo pronóstico los tres amigos llegaron sanos y salvos hasta la fila de autos. En cuanto HyungWon esperaba su turno, sus manos empezaron a temblar de la emoción, estaba en parte nervioso, pues sería la primera vez que sería visto en sociedad en su nueva imagen.

En su mente se repetía que esto era por su honor y cuando los del valet parking les abrieron las puertas, fue que se obligó a respirar un poco de arrogancia para poder caminar hasta la alfombra que llevaba hacia la puerta.

El Club Black Moon era una lujosa edificación de unos siete pisos con unas estructuras asimétricas de cristal negro y otro tipo de adornos metalizados, la puerta era un círculo grande con un marco de luces moradas neones y al menos una docena de guardias vigilaban la entrada a tan lujoso establecimiento. Lo conocía porque los hijos de políticos, celebridades y hasta unos que otros idols osados entraban en el lugar. HyungWon tuvo la enorme y conveniente suerte de haber nacido en la de familia de grandes empresarios, misma coincidencia que también Jackson y sus lagartones compartían con él.

Dos enormes colas a ambos lados del gran local llegaban hasta rodear la cuadra, muchos eran clientes que esperaban su turno, que voltearon a ver a los tres hombres jóvenes. Por un segundo se sintió pequeño e insignificante, sin embargo, KiHyun se posicionó a su lado y con una pequeña sonrisa, se quitó los lentes y caminó como una diva empoderada podría hacerlo. Muchos de los que esperaban su turno en la fila se giraron a ver a su hermano. Y cuando alguien tan deslumbrante como él estaba en escena, así mismo corría los rumores, los cumplidos y hasta las palabras envidiosas fluían como agua. HyungWon jamás lo admitiría frente a su hermano, pero lo admiraba más que a nadie en el mundo y con ese valor infundido por KiHyun, imitó su paso.

Los rumores y palabras envidiosas dejaron de sonar y obtuvo la atención de todos. Muchos trataban de suponer de qué político o celebridad era hijo, otros intentaban en vano de obtener referencias en internet sobre alguien así de guapo en el círculo cercano de KiHyun. Nada, él era un fantasma en el ojo público de las celebridades, él mismo se aseguró de ello.

Los tres chicos llegaron hasta la entrada donde cuatro de los bien trajeados guardias se encargaban de dejar pasar a los clientes. Uno de ellos y que parecía el de más autoridad por su evidente traje de diseñador hecho a la medida y el adorno de un pañuelo de seda color vino, no tardó en reconocer a uno de ellos.

―Buenas noches señor Chae.

―Ahora soy el señor Chae-Son ―corrigió el mayor―. ¿Hay lugar en la fiesta?

―Nunca se le negaría a uno de los benefactores del Black Moon su entrada, sólo que hoy es día de etiqueta ―respondió el jefe de seguridad y entonces HyungWon notó que muchos llevaban antifaces.

―Te daré una cuantiosa propina si nos consigues bonitos antifaces para los tres ¿de acuerdo? ―su tono era un punto intermedio entre encantador y un negociador nato sin miedo.

―Por supuesto ―dio un par de órdenes en sus auriculares y de inmediato abrieron las puertas, una joven con un traje igual de elegante los esperaba―. Mientras esperan sus antifaces, ¿le gustaría un poco de privacidad en la misma sala?

―Tan eficientes como siempre, cómo extrañaba este lugar ―soltó un suspiro alegre y les instó a su hermano y amigo a seguirlo por las escaleras que se desviaban hacia un piso superior.

El segundo nivel gritaba lujo total. Baldosas de mármol bien pulido que guiaban a un pasillo de color arena y paredes negras que reflejaban a quien caminara bajo la luz amarilla destilando de candelabros con cristalería. Cada cierta distancia, puertas con un círculo minimalista en color dorado junto a una pantalla donde se insertaban contraseñas iban apareciendo. A los tres los condujeron a la última y más grande de todas las habitaciones, la joven muchacha los llevó hasta ahí y cuando les dio el pase, una sala con alfombras oscuras y muebles blancos con marcos de caoba los recibieron. Dentro también tenían un pequeño bar privado donde podrían pedir lo que quieran, incluso los baristas eran increíblemente guapos. Si HyungWon no fuera tan gay, se ligaría a ambos: a la chica de cabello oscuro con rayos morados y al hombre alto de espalda ancha.

―La sala está a su total disposición ―explicó la joven recepcionista―. Las bebidas puede pedirlas aquí o en la barra de la sala común, este año agregamos a la sala un vestidor y un baño completamente equipados ―señaló a la derecha y a la izquierda respectivamente―. Si desea comida, sólo pídalo a mis compañeros y ellos avisarán a nuestro personal en la planta baja.

―Gracias, ¿eso sería todo? ―la chica asintió.

―Disfrute su noche, señor ―la recepcionista se marchó no sin antes dedicarles una reverencia respetuosa, KiHyun le agradeció con un gesto amable de su cabeza.

Estando sólo los tres, HyungWon se atrevió a hablar.

―Si no fueras mi hermano, sentiría que me traen como en los fanfics de millonarios mamados: para coger y que me saquen de pobre.

―Yo también quiero ese sueño Don Pool ―convino ChangKyun dejándose caer en el sillón.

―Uno: Los dos son asquerosamente ricos. Dos: Si fuera millonario, no traería a un flacucho de patas largas como tú, HyungWon ―al menor de los hermanos Chae no le hizo la menor gracia, a diferencia de su mejor amigo que él se dejó caer muerto de risa en el costoso sillón de diseñador.

―Hoy no me voy a enojar, hoy no me voy a enojar ―recitó el más alto de los tres e hizo movimientos de respiración de yoga, que no servían ni una chingada, pero le ayudaban a aplacar los instintos de estrangular a su hermano mayor―. Bien, a trabajar.

―Voy a buscarlo ― dijo ChangKyun al dirigirse hacia el cristal.

―Después de que lo encuentres ¿qué harás?

―Ya pensaré en la mejor manera en la que no pueda ser atrapado tan rápido mientras... ―miró a los bartenders―... Voy a tomar algo para los nervios.

―Dios ―se lamentó el mayor de los Chae―. Necesito algo fuerte.

―Lo encontré ―gritó ChangKyun, el chico alto olvidó por completo que tenía sed y corrió hasta su lado.

― ¿Dónde?

―En las mesas lujosas del fondo ―indicó con su dedo.

Ahí estaba su objetivo.

Jackson y sus tres compinches disfrutaban de la compañía de hombres y mujeres atractivos por igual, reconocía uno que otro compañero de su generación, pero a él sólo le importaba cierto cisne plástico tacaño.

¿Cómo sabía que era Jackson a pesar de los antifaces? Sencillo: conocía muy bien los rasgos de su futura víctima... es decir, ex novio.

Verlo tan feliz y campante le hirvió la sangre, no podía creer que fuera un completo idiota al sentirse tan cómodo después de lo que le hicieron y celebrarlo en un club. Quería estrangularlo con ganas hasta sacarle los ojos de su fea cara. Para la fortuna de HyungWon, llegó un empleado con antifaces negros para cada uno, el chico no fue lento, se colocó el antifaz y se quitó el abrigo, relvando su outfit de venganza.

― ¿HyungWon a dónde vas? ―preguntó su mejor amigo muy tarde, él ya había abandonado la sala privada.

―Déjalo ―dijo KiHyun estando ya a su lado con una copa de Martini entre sus finos dedos de modelo―. HyungWon lo tiene controlado, sólo observa y disfruta.

El moreno no sabía si estaba más preocupado por la enorme confianza de KiHyun hacia su hermano tan emocional e imprudente o que HyungWon bajara sin algún plan en concreto con la enorme posibilidad que todo termine en un asesinato y él tuviera que confesar en una sala de interrogatorios como en las películas que su mejor amigo sólo quería humillar a su antiguo novio porque le dijo feo. 

Fue más fácil encontrar a Jackson desde lo alto de las salas privadas que a través de las personas abarrotando el lugar.

La enorme pista de baile era un suelo de loza brillante en negro con algunos patrones plateados que se iluminaban conforme las luces neones pasaban por ellas. En el techo había candelabros que ahora estaban apagados y la cristalería soltaba chispazos cada vez que la luz los tocaba. De lo más alto colgaban telas blancas, rosada y hasta lilas, incluso humo de colores similares daban un aura etérea. Colocaron varios escenarios en las paredes que apuntaban al más grande de ellos situado en el centro, con árboles falsos de flores blancas que servían de decoración.

HyungWon odiaba mucho el contacto innecesario con desconocidos. Muy en el fondo admitía que cometió una gran metida de pata al bajar por obedecer a sus instintos vengativos. Por cada paso que avanzaba hacia el frente, las personas a su alrededor lo mandaban a diferentes direcciones menos la que él deseaba y un poco harto, iba a golpear al siguiente que se le atravesara en su camino. Una mano lo tomó del brazo y con el puño listo para noquear al atrevido, se giró para darle su último adiós a quien sea que...

― ¿BaekHyun?

―Sabía que eras tú ―el chico más bajito y que ahora se había teñido el cabello de un blanco platinado le sonrió y lo alejó de la multitud hacia una de las barras―. ¿Qué haces aquí? Creí que mañana era el gran día.

―Hubo un cambio de planes, necesito hacerlo ahora ―el chico se mostró muy impaciente y buscando su mirada a su objetivo, no lograba distinguirlo.

― ¿Ahora? ¿Pero y HoSeok? ―no lo dejó retirarse de la barra y lo obligó a mirarlo―. Explícame qué pasa.

HyungWon hizo lo mejor que pudo tratando de resumir su actual estado de casi histeria, incluso le mostró el video que ocasionó su repentina aparición en el club.

―Okay, entiendo tu punto ―comenzó el más bajito―. Exactamente ¿qué planeas hacer? Porque debes de tener un plan de emergencia ¿cierto?

―Yo...

―No puede ser ―el chico se golpeó delicadamente su frente con la palma, para no dañar la piel de su hermoso y costoso rostro―. Mira, esto es lo que haremos, lo llamo el doble anzuelo.

― ¿Doble qué? ―preguntó realmente sin comprenderlo―. ¿Y esa mafufada qué es?

―Tú sólo confía, tienes suerte de conocerme.

―Ahora sí, tengo miedo.

Lo admitió, el plan de BaekHyun era mucho mejor de lo que sonaba. Dejó a su amigo y mentor en la barra y caminó entre la multitud. A diferencia de la primera vez que pisó la pista de baile, estaba furioso hasta el punto en que quería golpear al primero que se le atravesara en su camino. Ahora con este nuevo plan y enfoque, sus pies eran ligeros, su andar era elegante que logró captar miradas curiosas de muchas personas. Si intentaban acercarse, no conseguían encontrarlo parecía que, al ser demasiado bello y etéreo, lograba escaparse de sus posibles pretendientes con sólo caminar un par de pasos. Los huecos entre las personas, fueron su puerta antes de llegar hacia el objetivo, con la ayuda de que varios le prestaban atención y murmuraban, fue que logró captar la atención de uno de los esbirros de Jackson.

―Wow, si antes me consideraba hetero, esto me volteó como tazo ―dijo JingYoung, uno de los amigos más cercanos a Jackson, estaban tan impactado que los demás intentaron ver en la dirección que su amigo.

HyungWon quedó tan encantado de que el plan funcionara y antes de que establecieran contacto, se giró de manera que sólo observaron mover con elegancia su cabello negro con los reflejos azulados haciendo contraste con la luz morada del lugar. Jackson jamás había visto a alguien que fuera así de misterioso y él es un chismoso de primera, así que se levantó de su mesa y bajó hasta la pista.

El más alto se movía con soltura, sin tocar a nadie y Jackson iba detrás de él, a duras penas lograba tenerlo en su rango de vista, sus hormonas parecían haber apagado cualquier cosa que no fuera tratar de alcanzar al chico, incluso dejó de escuchar a sus dos mejores amigos llamándolo detrás suyo. Llegó a un punto en el que pareciera haberse desvanecido, un poco confundido, comenzó a preguntar a las personas por el chico que llamó su atención.

―Jackson ―JingYoung lo tomo del brazo y señaló a las pistas de baile, donde estaban las pocas personas extrovertidas o demasiado ebrias bailando.

Entre esas personas estaba el chico.

Era alto, demasiado para el gusto de la mayoría de las personas, su verdadero atractivo eran sus piernas torneadas y firmes al moverse, complementando con sus brazos largos y fluidos que trazaban figuras con el humo que salían de las plataformas. Cuando le daba la espalda, tenía que admitirlo, le gustaba que fuera ancha y con músculos. HyungWon cómo agradecía en su interior haber estado estudiando baile para poder iniciar su plan de venganza, eso y también al par de shots de tequila que aplastaron la persona introvertida que ni de chiste, se hubiera parado a bailar enfrente de tantas personas.

Sus nervios no estaban del todo controlados, porque aún tenía miedo de que en el momento en el que sus ojos se encontraran, Jackson lo reconociera antes de tiempo, para su inmensa y conveniente suerte, él estaba tan centrado en su cuerpo que no se molestó en verlo bien a la cara. Así que cuando se sintió muy expuesto en la pista al captar más atención de la debida, se bajó con dirección al bar. Eso era bueno, el lado malo, es que Jackson estaba en su camino y no tardaron en encontrarse.

―Hola.

Su saludo, su voz, la manera despreocupada con la que siempre se comportaba, le recordaban que lo humilló sin importarle si esos comentarios llegarían a lastimar al chico gordito. Pero ese nuevo HyungWon era el escudo de su corazón negro, él sus compinches que sólo lo veían como si fuera el billete de ajolote más cuidado del mundo: intocable. Esa chispa lo hacía controlarse para no lanzarse a sus yugulares y arrancarles el cabello de la cabeza, todo iba de acuerdo al plan. HyungWon ahora era lo que Jackson jamás podrá tener: un cisne dorado.

Le dio una sonrisa alegre y lo rodeó.

Los compinches dejaron caer su mandíbula y Jackson se quedó parado por unos largos segundos en shock. Nadie lo rechazó de esa manera tan... interesante. Es decir, usaba ropa que demostraba su estatus social, todos en ese club sabe que su familia es rica. Cualquiera le hubiera sonreído y tratado de conversar, si todo iba bien los tragos fluían sin control y el sexo de igual forma. Si la persona era más que sólo halagos y hormonas, él consideraría llevarlo a citas más extravagantes. Pero este chico no parecía desesperado en hablar con él, como si él fuera mucho más importante que Jackson.

HyungWon llegó hasta la barra y pidió algo más fuerte al barista.

― ¿Y? ―BaekHyun estaba a su lado, tomando un Martini de manzana―. ¿Funcionó el primero?

―Bastante, pero no sé si al no responderle lo hice enojar ―el chico recibió un coctel azul y lo tomó entre sus dedos y tomó el primer sorbo como si bebiera agua.

―Ya veremos ―sonrió cómplice viendo que la gente abría paso a la víctima de su amigo―. Suerte.

― ¿Qué, BaekHyun? ―viró levemente y volvió su vista al frente, respiró muy hondo antes de poner su mejor sonrisa, justo a tiempo en el que Jackson tomaba un lugar a su izquierda.

―Hola ―su voz sonó al menos más grave de lo que fue hace unos momentos―. ¿Eres nuevo en la ciudad?

―Tal vez.

Okay, HyungWon había bajado una nota a su tono de voz, porque estaba nervioso. Su voz era mucho más grave que cuando salió de la preparatoria, así que esto era parte el cambio que esperaba, dejará a Jackson retorciéndose en el lodo por ser tan idiota al no reconocerlo.

― ¿Te gustaría que te invite algo? ―HyungWon mostró su bebida, lo que desató una risita nerviosa en Jackson.

―Gracias por la oferta, pero estoy bien ―tomó un ligero sorbo, haciendo todo lo posible por hacer gestos elegantes y seductores.

― ¿Qué te trae hasta este humilde club?

―Nada en específico ―se encogió de hombros―. Asuntos personales, ya sabes, visitar viejas compañías para no perder el contacto con nadie.

―Claro, apoyo eso de recordar los buenos tiempos.

―De eso no tengo dudas ―su tono fue dulce, pero por dentro estaba deseado ahorcarlo―. Luces como alguien agradable.

―Vaya ―cada que le sonreía, sentía la mayor ola de cringe aplastándolo―. Me han dicho muchas cosas, pero rara vez agradable, hasta siento que no estás interesado por mí.

―Oh, creí que una conversación bastaba para que tuvieras eso en claro ―cambió un poco ese aire coqueto a uno más a la altura de los creídos como él―. Mi tiempo y palabras, no son para cualquiera.

―Vaya, suenas como alguien muy ocupado.

―Algo por el estilo, pero... ―se acercó a Jackson, sabiendo que él no estaba tan acostumbrado a que alguien más tuviera la iniciativa―. Puede que haga una excepción... ―le susurró muy cerca del oído y volvió a poner distancia―. Otro día, por hoy es suficiente.

Mientras el joven de cabello castaño oscuro se esforzó por no mostrar estar en shock por su actitud muy atrevida, HyungWon se fue de la barra habiendo terminado su trago y perdiéndose entre la multitud, tuvo también el tiempo de mirar a los compañeros de Jackson y guiñarles el ojo. Se aseguró de perder a cualquiera y llegó hasta la sala privada en la que estaban su hermano y su mejor amigo, ahí fue donde se reunió junto a ellos y cambió su rostro seductor a uno serio.

― ¿Quién chingados te enseñó a ser sexy? ―ChangKyun estaba que no podía con la sorpresa.

―Lo más importante: ¿Jackson sigue en la barra? ―HyungWon fue hasta el bar del cuarto privado y pidió algo que le ayudara a no sentirse tan borracho.

―Sí, y tiene cara de no saber en qué mundo está ―KiHyun mostraba una sonrisa satisfactoria.

―Bien.

Todo iba de acuerdo al plan de BaekHyun. Una vez que llamara su atención con su presencia y luego hablando con Jackson al ser una persona misteriosa, haciendo cosas a las que no estaba acostumbrado a lidiar, tentándolo con oraciones que sean cortantes, pero con su nuevo encanto, él las dejaría pasar. Cuando ya lo tuviera en completo control, él se iría y sin decirle nada de él. Para eso serviría BaekHyun, quien al ver que Jackson estaba tratando de recordar si tuvo alguna información de contacto. Es cuando BaekHyun entraría en acción.

― ¿Se fue sin decirte su número, niño?

― ¿Lo conoces?

―No lo sé, puede que sí, puede que no, el chico es nuevo, pero... ―tomó un poco de su segunda copa de Martini, lo hacía porque no recordaba bien el local al que iría HyungWon mañana―. Escuché que estaría en el Garden Hall. Por lo que escuché de una conversación que tuvo con alguien hace unas horas.

Jackson lo miró extraño.

―Oh, cariño, no eres el único que va detrás de este chico ―soltó una risita burlona cuando Jackson se mostró molesto ante la idea de que alguien le arruinara una buena conquista―. Si tu suerte es buena podrías ir tras él o rendirte porque nadie común conquistaría a ese chico, hasta entonces niño, es hora de que se diviertan con los adultos.

Y con eso dicho, el plan de venganza, oficialmente inició.

La mañana era buena, además, se sentía feliz de haber pasado la etapa más difícil de su carrera luego de un examen final para tener su doctorado en conservación de diversidad biológica. Estaba radiante para cuando llegó hasta el edificio de departamentos.

Estacionó su auto frente a la entrada principal donde el portero le hizo una seña hacia uno de los muchachos encargados de llevarse el auto hacia el estacionamiento privado de los residentes y visitas.

Muchos del personal, sobre todo los más ancianos, se ponían un poco nerviosos por su imponente presencia, su sonrisa era lo que calmaba a cualquiera con ese aire juguetón en su rostro mostrando un gran entusiasmo, el cual, era por despertar a cierto bello durmiente. A la par que revisaba su bandeja de entrada en Twitter al ver que su apartado de notificaciones se encontraba a reventar de corazones, comentarios y retweets por su última fotografía en sus vacaciones. Muchos de ellos eran lindos y halagadores acerca de lo feliz o sano que se veía, luego estaban los comentarios, gifs y memes sobre lo mucho que sus fans quieren que los ahorque con sus grandes y gruesos muslos. A HoSeok no le parecían desagradables, pero aún conservaba una parte tímida que lo hacía sonrojar cada que los leía.

El ascensor se abrió con el ligero sonido de un «BEEP», HoSeok seguía viendo cosas en su bandeja de entrada en TikTok evaluando si tendría o no las ganas necesarias para hacer las recetas sobre comida extranjera, le gustaba mucho la italiana y la mexicana en esos últimos años, lo pensaría de regreso en casa.

Llamó a la puerta viendo que era una hora decente para que HyungWon estuviera despierto, pero no hubo respuesta alguna, incluso le resultó extraño que HyungWon no respondiera a sus mensajes, ni siquiera los había visto. Lo único que podía escuchar a través de la puerta era a William llorando para que abrieran. HoSeok realmente preocupado sacó una llave de emergencia que HyungWon les dio a sus amigos más cercanos si algo llegara a pasar. Abrió y encontró al pequeño perro con la carita metida entre sus patas y en cuanto lo vio, corrió hasta saltarle.

―Hola pequeño, ¿HyungWon está bien? ―se encaminó hasta la habitación del chico mientras el pequeño le seguía―. Sólo espero que no haya decidido cometer un homicidio mientras no estaba.

La puerta estaba abierta y casi se ponía a rezar porque el chico con el que tenía un crush no haya cometido una locura antes de que el confesara sus sentimientos. Contuvo la respiración y entró.

― ¿HyungWon?

Ahí estaba, casi parecía muerto de no ser porque nunca puede estar quieto entre sus sueños y se movió con la enorme cantidad de cobijas en su cuerpo posibles. Soltó un suspiro aliviado y llegó hasta el borde de la cama, se inclinó un poco para moverlo de manera gentil.

― ¿HyungWon? ¿Sigues vivo? ―la respuesta fue un gruñido flojo y el chico tomando las cobijas para destaparse un poco―. Despierta dormilón, hoy es el día...

Al quitarse todo de encima HoSeok lo vio con ropa que se pondría alguien para ir a un club. No recordaba que él tuviera planes de salir a algún lado, o tal vez no le dijo por su examen. Porque HyungWon no era alguien que saliera a clubes debido a que no le gustaba tanto los lugares con música ruidosa, además, su venganza empezaba esa mañana.

―Dios, no quiero volver a beber de esa forma ―se levantó de su cama y entre abrió los ojos―. ¿HoSeok?

― ¿Tienes resaca? ―el modelo se sentó a su lado y miró, sus ojos lucían muy cansados y rojos, incluso aún conservaba un ligero olor a alcohol, se veía más cansado de lo normal―. ¿Saliste ayer?

―Ah sí, el plan se puso en marcha ―su sonrisa era de un triunfo cansado, tanto que se dejó caer a los brazos de HoSeok―. Lo tengo comiendo de la palma de mi mano.

Se dio cuenta de que su hermano mayor y mejor amigo estaban también en la enorme cama del chico. Los tres lucían como si hubieran tenido la mejor fiesta de la noche, porque tampoco se habían cambiado de ropa, ChangKyun roncaba y KiHyun... él era perfecto hasta dormido. Su tez se conservó pulcra, hasta el maquillaje no se había descompuesto. Entendía lo estupefacto que HyungWon y la mayoría de las personas estaban con la existencia de ese hombre.

―Me cuentas después, debes tomar un baño ―su sonrisa siempre lo hacía sentir mejor, el joven tuvo que ser ayudado para llegar a sentarse en el retrete, justo a tiempo para escuchar un grito irritado.

― ¡AGH! ¡MALDITO OTAKU! ―se escuchó un pequeño ladrido―. ¡QUITA A TU BESTIA PELUDA DE MI CARA Y TÚ DEJA DE MANOSEARME, PERVERTIDO!

―Mi Honey, dame duro⁓ ―esta vez escucharon a ChangKyun.

― ¡Aléjate de mí, salvaje calenturiento! ―KiHyun volvió a gritar y entonces William entró al cuarto de baño y saltó al regazo de HyungWon―. ¡HyungWon! ¡Quítame a Chang antes de que profane mi cuerpo de dios griego! ¡Mi esposo es el único que me puede tocar!

― ¿Podrías ayudarlo? ―HyungWon pidió mientras le daba unas palmaditas a la pancita de su corgi―. Yo me baño y los alcanzó en el desayuno.

―Claro.

WonHo no quería hacerlo, pero no lo pudo evitar al acercarse y besarle la frente. HyungWon no mostró señales de estar molesto o incómodo, ya que él sabía que WonHo solía ser alguien de especial cariño a las personas y sólo le sonrió antes de abrir la llave del agua caliente y empezar a quitarse la ropa. El modelo le dio su privacidad para encargarse de los amigos de su novio falso.

Los dos estaban uno encima el otro, ChangKyun tratando de besar a KiHyun buscando molestarlo, mientras que KiHyun interponía sus cuatro extremidades para evitar las babas del amigo de su hermano menor. En cuanto vieron a WonHo, ambos chicos se separaron apenados y justo en ese momento, JooHeon llegó a la habitación con ropa deportiva y en una de sus manos tenía un delantal.

―Bien, están despiertos ―JooHeon sonrió radiante para ser las siete de la mañana―. ¿Quieren algo especial?

―Lo que sea, tengo hambre ―KiHyun se recompuso el cabello, que ya no puede ser más perfecto porque sería pecado, y llegó hasta la puerta de baño para golpearla―. ¡Apúrate, tengo que ponerme increíble para hoy!

―Sácate al baño de invitados, el que debe ponerse como un bombón asesino ¡SOY YO, CHINGADA MADRE!

Si dijera que estaba en completo control, no era cierto.

Temblaba entre un punto donde la emoción por su venganza y el miedo porque todo se fuera al caño, se mezclaban entre sí. Cuando su cuerpo y mente comprendieron lo que estaba a punto de hacer, fue en el momento en el que comenzó a caminar por los pasillos de mármol en el centro comercial favorito de toda la gente rica de Seúl: Starfiel COEX Mall.

Las personas se centraban mucho en sus vidas, sus amigos o incluso en sus canes lo que le alivió un poco que nadie le prestara atención. Sentía un poco extraño con su outfit de patito camuflado para convertirse en el cisne que todos querían ver y que traería sangre y lágrimas al estanque. Sus amigos, por otro lado, venían con ropa de lo más sencillas posibles, para pasar desapercibidos ante cualquiera, sobre todo para los cisnes plásticos, y avisarle sobre los movimientos de su víctima.

Al recorrer el lugar, los nervios lo estaban matando, así que, para poder tener un poco de paz, fue hasta una de las tiendas donde vendían cosas de anime, decidido a gastar una buena cantidad de dinero en mangas que le faltaban o figuritas, incluso mercancía que podía interesarle sobre los últimos animes que ha seguido recientemente. Mientras se divertía escogiendo cosas, muchas de las personas a su alrededor comenzaban a hablar a sus espaldas, murmurando e incluso uno que otro grupo de chicas no dejaban de mirarlo, una jovencita se acercó para pedirle su número, a lo cual rechazó con amabilidad.

Cuando salió de la tienda sin haber comprado algo por su incomodidad causada por su nueva apariencia, fue que en el reflejo del cristal avistó a Jackson. Iba de camino hacia el antiguo restaurante con temática cute y local donde lo humilló después de la graduación: el Garden Hall. Envió un mensaje con las palabras clave «Objetivo localizado» y sus cómplices no tardaron en llegar.

― ¿Dónde está? ―KiHyun se bajó un poco su cobre bocas negro con el símbolo de Gucci hecho en diamantes, los demás también bajaron sus mascarillas.

―Entró al local, si mi infiltrado de ahí está en lo correcto, él no se irá hasta que yo entre ―explicó HyungWon mientras tomaba un espejo de manos de ChangKyun y revisó si su maquillaje seguía intacto.

―Bueno, ahora que lo encontraste, sólo nos queda observar ―JooHeon no se veía del todo seguro del plan, pues él no pensaba que la venganza fuera algo bueno, pero si su amigo decía que lo necesitaba, no habría manera de hacerlo cambiar de opinión―. ¿Quieres que nos vayamos?

― ¿Estás loco? ―ChangKyun se mostró ofendido ante la idea―. Yo voy a ver el merecido de ese idiota, no vemos adentro.

―Pero cariño, esto es cosa de HyungWon ―persiguió a su novio y dejó a los tres restantes en el lugar.

―Bueno ―KiHyun por primera vez se veía un poco preocupado―. HyungWon... No me digas que te vas a poner moralmente correcto.

―No, es sólo que ―su gesto se tornó relajado después de pensar bien sus palabras―. Estoy listo.

―Demuéstrale lo que pasa cuando haces enojar a un Chae.

―Lo haré.

El mayor de los hermanos siguió a la pareja para entrar al local, entonces HoSeok y HyungWon se quedaron a solas, el modelo sabía que el menor no estaba del todo seguro, podía notar sus nervios. Lo que lo hacía mantenerse firme en no decirle nada o hacer un gesto que él podría rechazar, era saber que, tras cinco años juntos él sólo necesitaba unos treinta segundos para poder sentirse seguro y seguir adelante. HyungWon lo miró unos segundos y casi juraba que él iba a abrazarlo, tal vez lo imaginó porque realmente estaba enamorado de él que ya empezaba a sentirse esquizofrénico por las muestras de afecto que rara vez salían de HyungWon.

―Terapia ―se dijo en voz baja y después de que el chico se adelantara a entrar, acorde al plan―. Voy a necesitar terapia al terminar esto.

HyungWon ocultó al chico otaku, resentido y con ganas de conseguir sangre y lo reemplazó por un joven apuesto, amable, casi arrogante que pudo, al cruzar la puerta. Había cambiado un poco de la última vez que estuvo en ese lugar. Ampliaron el local hasta crear una sección con un pequeño jardín privado, mientras decidía si estar en la parte de afuera o en la de arriba, uno de los amigos de Jackson estaba bajando la escalera y lo notó. Rápidamente regresó a la sección de arriba donde los demás estaban reunidos y llegó hasta la mesa.

―No creerás a quién vi ―el chico se mostraba muy emocionado, que a casi nadie le interesó.

―No me interesa si viste a tu ex tóxica y ahora quieres ir de nuevo con ella como perro arrepentido, ya supérala Mark ―Jackson no estaba de humor para aguantar las tarugadas de sus amigos.

― ¿Qué? ¡No! Yo jamás... olvídalo ―su amigo llevó a Jackson casi a rastras por el lugar hasta las escaleras y le señaló hacia una de las mesas―. Encontré a tu Cenicienta.

―Si no fueras hetero te besaría ―Jackson cambió de alguien a punto de moler a golpes a Mark a uno realmente agradecido.

―No tengo masculinidad frágil, un besito es lo menos que merezco.

―Ya vete, lo tengo controlado.

Después de un leve empujoncito por parte de Jackson, se calmó un poco y se preparó para poder presentarse. El chico en que se interesó como un loco, resulta que pudo reconocerlo gracias a unas fotos que sacaron de él unas amigas antes de que entrara al club. Le pareció un poco extraño su antiguo cuñado anduviera con un par de chicos que no eran celebridades. Pero desde que le vio el rostro lo dejó tan encantado, que una parte de él sentía que algo faltaba, algo en él le resultada escalofriantemente familiar, por eso necesitaba verlo de nuevo, no sólo porque sentía atracción sino también para satisfacer una curiosidad por saber quién era.

El chico era bellísimo, más que cualquier hombre o mujer con el que haya salido en su vida. Era alto, con un cabello muy cuidado que realmente admiraba de cualquier persona, sus ojos eran increíblemente hipnotizantes a pesar de ser café oscuro... sus labios eran su envidia y codicia.

Tomó un poco de aire antes de avanzar seguro hacia él. El misterioso chico se mostró desinteresado por sus alrededores y entretenido con un... ¿manga?

Una sensación de deja vú donde miles de peleas sobre qué tiendas ir sin que el otro se enojara llegaron hasta su memoria. Sacudió la cabeza, no quería pensarlo, no era posible ¿o sí?

― ¿Chae HyungWon? ―su nombre se le salió sin que lo pensara demasiado.

El chico respondió al nombre. «―No, no puede ser posible, el chiquillo gordito, nerd y con muy mala apariencia no puede ser ÉL.» Jackson estaba realmente en shock, mientras que HyungWon estaba confundido por haber sido descubierto tan pronto, para seguir adelante, siguió con su juego y cambió su gesto por uno amable.

―Hola Jackson Wang, tanto tiempo sin verte ―guardó su manga en el bolso de Chanel de la colección de invierno 2020 y recargó sus delicadas manos sobre su mentón―. Supongo que vienes a decir hola después de que te dejara ayer sin idea de quién era.

―La verdad ―Jackson se mostró un poco avergonzado, lo notó por el leve rubor en sus mejillas―. Esto es una extraña e increíble sorpresa, yo... creo que sólo me iré.

―Está bien, manda mis saludos a tu madre.

―Si. Yo... te dejo en paz...

HyungWon estaba entre feliz por haberlo dejado sorprendido con su cambio y un poco molesto porque su plan no iba tan acorde a lo que esperaba. Creía que sus cálculos y estudios resultarían bien. Ahora tendrá que averiguar cómo seguir adelante con su venganza.

Jackson sólo caminó unos pasos cuando se detuvo de la nada, él no era así. Muy a su pesar de que HyungWon era su ex, nada le impedía terminar una conquista sin haberlo intentado, además, su ex novio parecía haber cambiado para bien, no creía que él fuera una persona resentida. Con esa mirada no podría contener nada de malicia, su interés se prendió casi tan rápido como la noche anterior al verlo bailar.

―De hecho ―Jackson se giró y sorprendió aún más a HyungWon―. Mi primer plan era venir aquí a invitarte a salir.

―Pero supiste quién era y saliste huyendo.

―Casi.

―Jackson no es necesario que estés aquí, de verdad lo entiendo, enfrentar a tu ex después de años sin querer saber de él...

―Lo siento ―soltó de repente y eso dejó en completo shock a HyungWon―. Sé que sigues molesto por lo que hice en preparatoria, lo admito, fue inmaduro y puedes maldecirme todo lo que quieras, pero ahora que te veo, sólo quiero decirte que quiero hacer las cosas bien.

HoSeok al notar que algo raro pasaba, decidió entrar, no porque el plan sea algo importante, sino porque esa parte irracional de él, lo impulsó a no dejar que nadie le impidiera decirle lo que sentía, no iba a dejar que nadie le ganara en el plano del amor, no a HyungWon.

―Jackson yo... ―no estaba mentalmente preparado para esto, sabía que Jackson debía tener algo entre manos para ceder su ego y pedir disculpas, se paró de su lugar dispuesto a irse.

―Hola lindura.

La voz ronca de HoSeok llegó hasta sus oídos y casi chilla de felicidad de tener a alguien conocido, pero nunca se esperó a que el modelo le tomara por el cuello con sus manos y besarlo con una ternura que juraría que sería real en ese beso. Ni siquiera su cerebro fue capaz de procesar todo lo que pasaba después de ser dejado de lado.

― ¿Un amigo tuyo? ―HoSeok realmente se desconoció al hablar de esa forma alguien desconocido, a pesar de que a él no le gustara el concepto de venganza, no iba a dejar que HyungWon fuera tocado por alguien que lo lastimó mucho.

―Yo iba a preguntar si es un novio tuyo, HyungWon ―Jackson se notaba muy enojado, con HoSeok en específico.

―De hecho, soy su amigo, uno muy cercano ―le sonrió con toda la hipocresía del mundo hacia su enemigo y tomó con delicadeza la cintura de HyungWon.

―Vaya amistad ―el rápido arqueo de las cejas de Jackson se ganó una mirada molesta de parte del modelo.

―HoSeok, ya puedes soltarme ―el mayor obedeció.

HyungWon estaba impresionado por la tensión que había en el lugar, hasta mucho de los comensales y personal les dirigieron la atención.

―No lo confundas con una persona fácil como con las que muy probablemente te acuestas, en realidad él no sabía que venía aquí para invitarlo a salir en una cita.

―Llegas tarde, como los buitres en espera de las sobras, yo llegué primero ―dejó de prestarle atención y dirigió su mirada a HyungWon―. ¿Sigues conservando tu número o lo cambiaste?

―Eh... yo... lo cambié... ―Jackson le entregó su celular y el chico escribió su número, sus manos temblaban ante la mirada gélida de HoSeok, si pretendía ser su novio falso, no funcionaba con haber dicho que eran amigos, pero su comportamiento decía claramente que no eran sólo amigos―. Yo creo que me tengo que ir.

Abrumado por el curso de la situación, salió casi corriendo del local. HoSeok se sintió terrible de inmediato por haberlo acorralado de esa manera, pero volvió a ver a Jackson, ninguno estaba feliz con el otro.

―No lograrás conquistarlo ―fue lo primero que su yo imprudente dijo al ex novio de HyungWon―. Ríndete ahora, tú eres el pasado que no vale la pena salvar.

―Siempre dicen que vuelves al lugar al que fuiste feliz ―le devolvió el insulto, ahora tomando una posición arrogante―. Yo tengo más experiencia con él.

―Una muy mala.

―Él lo olvidará cuando finalmente se dé cuenta de que nunca me superó.

―Ya veremos, él me va a elegir.

―No, me elegirá a mí.

Ambos se dedicaron una mirada penetrante antes de separarse e irse, dejando en claro que la guerra se levantó y ambos no eran de los que daban su brazo a torcer.

HyungWon en cuanto salió del centro comercial, se fue en busca de un parque donde tuviera un poco de aire del cual respirar, encontrándolo a unas cuadras más adelante. El lugar era espacioso para estar en medio de la ciudad, amurallado por grandes árboles de los cuales no reconocía la especie o el nombre en específico, pero lograba ver entre cada uno de los verdes entes, árboles de cerezos que ya estaban floreciendo, por la hora de la mañana y el día, no estaba tan poblado de personas. En uno de los caminos había una fuente en donde se sentó a la orilla.

Recordó toda la escena en el restaurante y su corazón se aceleró.

Cuando esperó a Jackson, sus nervios casi lo consumían y la idea de irse se asomó por unos segundos. El sentido de la venganza lo mantuvo firme en su lugar, cuando la conversación se terminó antes de lo esperado por su identidad descubierta en menos de un minuto sin una máscara, casi entró en pánico por haber echado a perder su oportunidad. Luego se sintió aliviado de tenerlo atrapado en su encanto por su apariencia y... Gracias a HoSeok.

Pensar en la sensación de sus labios le puso los pelos de punta.

Ya antes se habían besado para parecer lo más reales posibles buscando atraer a Jackson con los celos, sabía que la personalidad ambiciosa y egoísta de su ex novio haría que buscara pretenderlo, a sabiendas de que HyungWon estaba en una "relación". Él no se iba a dar por vencido hasta tenerlo de vuelta cual niño malcriado. Sólo que la manera en la que HoSeok lo besó fue tan diferente y eso lo desconcentró y su sorpresa fue genuina cuando no siguió el plan de pretender ser una pareja.

Todo era muy confuso y eso lo volvía loco, no tener el control lo ponía muy inseguro y débil, odiaba eso.

Su bolsillo vibró y sacó su celular, era una llamada del rey de Roma.

―HyungWon, lo siento ―fue lo primero que escuchó de su amigo, su voz triste tal vez bajó un poco el nivel de enojo que sufría.

―No seguiste el plan ―soltó un suspiro cansado y se sobó el puente de la nariz―. Pero al menos ¿funcionó?

―HyungWon, necesito decirte algo antes ¿dónde estás?

―En el parque a unas calles adelante.

―Voy para allá.

No lo dejó contestar al colgar muy rápido, HyungWon se sorprendió aún más por esto. HoSeok se comportó de manera rara desde que salieron de su apartamento. No fue mucha su atención, pero podía jurar que se veía tenso y demasiado callado, su sonrisa ya no se asomaba con facilidad como hace tres días, en el que miraron un maratón de películas de desastres naturales juntos y juzgaban lo ridículas que eran.

Comenzó a sentir una opresión en su pecho, no era dolor, ni miedo, tampoco tristeza. Estrujó sus puños en su regazo, respiró con más profundidad y cerró los ojos, no pensó en nada más que en controlar su respiración. Comenzó a sentirse de nuevo bien cuando unos pasos se escucharon cerca de él.

― ¿HyungWon estás bien? ―las manos más cálidas se cernieron en sus hombros y al abrir sus ojos se mostró tranquilo.

―Sí, es sólo que no esperaba este resultado ―sonrió, le dio unos golpecitos amables en las manos de HoSeok antes de pedirle que lo soltara―. ¿Qué es lo que querías decirme?

―Cierto ―su sonrisa era nerviosa, algo que no era común en HoSeok―. Creo que necesitas sentarte.

―Ya estoy sentado ―lo miró de manera preocupada―. Creo que tú necesitas sentarte, ven ―tomó su mano y lo obligó a tomar asiento a su lado―. Algo te pasa ¿puedo saber qué es?

―Lo que dije en la cafetería...

―Está bien, no es lo que planeé al principio, pero todo parece ir bien.

―HyungWon ―su voz sonó severa, eso hizo mirar a su amigo.

HoSeok se mostraba serio.

―Yo de verdad quiero que seas feliz ¿de acuerdo? ―sus ojos se tornaron brillantes, el menor tenía miedo de que el modelo fuera a llorar―. Yo te prometí que ayudaría en este plan, aún quería hacerlo sin importar que yo comenzara a sentirme atraído por ti.

― ¿Qué?

―Lo que dije en la cafetería no es mentira, no voy a dejarte en manos de Jackson. Voy a conquistarte de verdad, pequeño patito lindo.

HyungWon perdió la respiración.










CHAN CHAN CHAN.

Confesión del conejito salvaje aparece y medio fandom colpasa, incluso la escritora.


Ahora sí se viene lo chido.


Como saben, ya estamos por empezar la batalla del siglo. Más emocionante que cuando salió Kong VS Godzilla (que por cierto, #teamlargartijaradiactiva), más buena que la tiradera de hate de Shaki bebé al pringado ese de Piqué. 

Espero que les haya gustado el pequeño capítulo, espero que pronto podamos seguir leyéndonos. 

Por cierto, gracias al staff de TD_Editorial por haberme hecho una portada tan bomnita y aesthetic, prometo que la atesoraré hasta mi muerte. También me hicieron un abnner, pero no lo encuentro. Pero para el próximo capítulo y los siguintes lo van a ver, porque a la señorita se le ocurrió publicar sin revisar bien sus gráficos.

Los quiere:

―𝕬𝖗𝖎

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