𝐓𝐖𝐎. the party


𝐃𝐎𝐒. ❛ la fiesta ❜





LA MAYORÍA DE ALUMNOS ESTABAN EN LA CAFETERÍA AL IGUAL QUE MELODY, que estaba buscando a sus amigos con la mirada cuando vió a Kyler y a sus matones aporreando la máquina expendedora.

Puso los ojos en blanco y se dirigió a la mesa dónde estaban Demitri y Eli.

—Que estén buenas no significa que sean malas—Escuchó cómo decía Miguel.

—Hola perdedores. Dejar de babear que se os moja la comida—Saludó la castaña mientras se sentaba entre Miguel y Eli—. Hey Díaz, ¿qué te trae por aquí?

—¿Cómo sabes mi apellido?—Preguntó el pelinegro con sorpresa.

—Tenemos química juntos. La asignatura, no la otra química—Aclaró la castaña—. Y ahora me sé tu apellido.

—Vaya Peters, me impresionas—Dijo Miguel y Melody alzó las cejas con una sonrisa.

—Ya le habéis dicho lo que implica sentarse en esta mesa, ¿verdad?—Preguntó la castaña a sus otros dos amigos al ver que el pelinegro volvía a mirar a la mesa de las chicas ricas y estos asintieron.

—¿Y tú qué haces aquí? ¿No estás con la gente guay?—Preguntó el pelinegro y Melody rió suavemente.

—Me halagas pero no. Yo soy parte del grupo de estos perdedores—La castaña señaló a los dos chicos que estaban a su izquierda con la cabeza y estos sonrieron con orgullo—. Es lo que pasa cuando un chico que sale con la clase alta de este instituto se fija en ti, te caen sus inseguridades encima—La única chica del grupo miró disimuladamente al chico con pecas que se encontraba a unas mesas de distancia mientras bebía un zumo y leía un libro—. Pero que sepas que ese grupo no son los guays, es el grupo de la gente rica que vive en casoplones.

Las risas de la mesa de las ricas llegaron a los oídos de los cuatro chicos.

—Me da igual que Yasmine sea la más bruja del instituto. Os mataría a los tres solo para conseguir que me escupiera en la cara—Dijo Demitri sin apartar los ojos de la rubia.

—Ponme un dedo encima por esa rubia asquerosa y te parto en dos—Amenazó Melody mientras apuntaba a su amigo con el tenedor de plástico.

—Si no te lanzas no te dará una oportunidad—Añadió Miguel.

—Cierto, pero tampoco recibiré un rechazo humillante—Contraatacó Demitri—. La depresión la llevo bien, paso de lo del suicidio.

Los tres amigos vieron con confusión como Miguel se levantaba.

—¿Qué haces tío?—Preguntó Demitri.

—Pegar primero—Dijo el pelinegro mientras se dirigía hacia la mesa de los populares

—Ay, mierda. Espero que no nos alcance la metralla—Melody simplemente suspiró mientras observaba a Miguel caminar.

El chico frenó de golpe en cuanto uno de los amigos de Kyler se sentó en la silla vacía a la que se dirigía Miguel. El asiático no tardó en llegar y pasó un brazo por los hombros de Sam, su... ¿ahora novia? La verdad es que Melody ni lo sabía ni quería saberlo.

—Hasta luego, Rea—La castaña fulminó a Kyler con la mirada y este le guiñó un ojo disimuladamente haciendo que Melody pusiera una mueca de asco.

—¿Qué tal te ha ido?—Preguntó Demitri en cuanto Miguel se sentó de nuevo.

—Cállate Demitri. Al menos él tuvo los huevos suficientes para ir—El pelinegro le sonrió a Melody levemente y luego clavó la vista en la mesa de los populares.




(...)




EL CIBERACOSO ES ALGO MUY GRAVE— Todos los alumnos estaban reunidos en la cafetería mientras una profesora daba una charla sobre el acoso a través de internet.

Melody, a diferencia de la mayoría de gente, estaba prestando atención a lo que decía la profesora ya que no pasaba nada más interesante a su alrededor.

—Mandar un mensaje cruel a alguien por internet, puede hacer tanto daño como decírselo a la cara. No voy a dar nombres pero el otro día me llamó una madre porque su hijo estaba llorando después de que unos chicos se rieran por internet de su deformación facial—Los susurros comenzaron a llenar la sala y Melody miró hacia Eli con preocupación.

El chico se estaba tapando la boca con la mano disimuladamente. La castaña puso su mano sobre la de Eli y le sonrió intentando darle apoyo.

—Pero hoy nuestro objetivo es procurar que este centro sea seguro para todos los alumnos.

—Si estáis hartos de que os acosen, mi dojo busca alumnos—Susurró Miguel.

—Ya claro, ¿lo has oído Eli? Aprende un poco de karate y ¡ala! a repartir leña—Melody puso los ojos en blanco con el comentario de su amigo.

—¿Cómo puedes ser tan gruñón?—Le preguntó a Demitri.

—Hablo en serio Demitri. Mi sensei es lo más y os conseguiré un descuento—Aseguró Miguel.

—Por muy tentador que sea ya te digo que prefiero pasarme las tardes jugando a Crucible Control que aguantando guantazos.

—Vas a tener que aguantar mis guantazos como no dejes de ser tan aguafiestas—Susurró Melody.

—Y una cosa más, sé que todos estamos deseando celebrar Halloween. Pero os pido que los disfraces sean políticamente correctos. Por ejemplo, en vez de ir de enfermera sexi, podéis probar con algo como sanitario unisex.

—Ni siquiera sé si iré—Dijo la castaña mientras apoyaba su espalda en el respaldo de la silla.

—¿Por qué no?—Preguntó Eli.

—No tengo ganas—Melody miró fugazmente a Kyler que tenía su mirada clavada en ella.

—Luego soy yo el aguafiestas—Dijo Demitri haciendo que la castaña sonriera levemente.

—Deberías venir. No será lo mismo sin ti—Melody miró a Miguel que le sonreía tímidamente y asintió.

—Está bien—Pero debo buscar un disfraz.




(...)




MELODY INTERRUMPIÓ EN EL GIMNASIO SUBIDA A SU SKATE y se acercó a Eli y Demitri que estaban en un rincón del lugar sin hacer nada.

—Que hay perdedores—Saludó animadamente. Los dos chicos le sonrieron en forma de saludo ya que estaban acostumbradas al apodo que la chica había sacado del libro de It.

—¿Qué se supone que eres?—Preguntó Demitri—. ¿Una skater que fue atropellada por un camión?

—Yo iba a decir una skater con mala suerte pero si—Melody sonrió.

Llevaba una camiseta larga y blanca rota con sangre falsa y unos calcetines negros que le llegaban hasta la rodilla también rotos. Debajo de la camiseta llevaba un top deportivo y unos pantalones cortos. Su pelo estaba recogido en una coleta mal hecha haciendo que algunos mechones cayeran por su cara y en el cuello llevaba una herida con más sangre falsa.

—Mola el disfraz de nigromante—Alagó la chica.

—Gracias a Dios que tengo una amiga tan friki como yo—Ambos rieron.

—Y... ¿un doctor?—Preguntó señalando a Eli.

—Cirujano plástico. Arreglo labios—Melody suspiró y asintió.

—De esqueleto. Un clásico—La castaña se giró para encontrarse con Miguel—. Me gusta.

—Gracias, a mí el tuyo de brujo también—Melody soltó una risita al ver la cara ofendida de Demitri.

—¿De brujo? Por favor, soy un nigromante. Díselo Melody.

—Es un nigromante—Apoyó la chica mientras sonreía por la cara de confusión de Miguel.

—¿Un qué?

—¿No has visto The amulet?—Preguntaron Melody y Demitri a la vez.

—¿Y tú vas de doctor normal o...?

—Cirujano plástico. Arreglo labios—Repitió Eli y Miguel asintió.

—Genial. Déjame adivinar...—Dijo el chico esqueleto mirando hacia Melody—. ¿Una skater con mala suerte?

—¿Ves? Él me entiende—Le dijo la castaña a Demitri para luego reír—. Iré a por algo de comer—Anunció antes de dirigirse hacia la mesa de comida.

—Ya tardabas—Murmuró Demitri.

—¡Te he oído!—Gritó la chica y continuó con su camino.

Una vez llegó a la mesa se encontró con una chica que había visto algunas veces por el instituto.

—Hola—Saludó.

—Hola.

—Eres Aisha, ¿verdad?—La chica asintió con una sonrisa—. Me llamo Melody.

—Lo sé, casi todos lo saben—La castaña sonrió apenada.

—Una pena que no sea por cosas buenas.

—Sinceramente, yo no me creo todas las cosas que dicen sobre ti. Y mucha gente tampoco, simplemente están asustados por lo que les puede hacer Yasmine—Melody sonrió mientras tomaba una gominola con forma de cerebro.

—Gracias. Por cierto, me gusta tu disfraz de sodio—Aisha sonrió con timidez.

—Gracias. Sin el cloruro no tiene mucho sentido pero bueno...—Melody rió.

—Sal común, tiene gracia. ¿Quién iba a ser tu cloruro?

—Sam, pero decidió ir de animadora con sus nuevas amigas—La sonrisa de Melody decayó y se mordió el labio.

—Bueno, si para la próxima fiesta no encuentras un cloruro, esta skater se ofrece voluntaria—Melody sonrió al ver cómo se le iluminaba la cara a Aisha.

—¿De verdad?—La castaña asintió.

—Aunque el sodio es más guay. Te mata en silencio—Ambas chicas rieron—. Bueno iré a buscar a mis amigos, ¿nos vemos?—Aisha asintió con una sonrisa y Melody se alejó.

Los tres amigos estaban en la mesa de bebidas con un vaso en la mano de cada uno.

—Hola chicos, ¿a quién miráis?—Melody siguió la línea visual de los chicos y asintió—A las khaleesis. ¿Por qué no las sacáis a bailar?

—Eso mismo me pregunto yo—Suspiró Miguel.

—Para el carro. Tenemos tiempo—Aseguró Demitri pero segundos después unos chicos se acercaron a ellas y se las llevaron a la pista de baile.

—¡Mierda!—Exclamó Miguel—. Nos las han quitado.

—Eso os pasa por cagones—Los tres chicos miraron a Melody—. Solo digo que si yo me viera así de bien—dijo señalando a las chicas que iban vestidas de animadoras—, ya estaría bailando con cualquier chico que tuviera los huevos de pedírmelo.

Un silencio se formó entre los cuatro amigos.

—Tengo que ir al baño—Dijo Eli.

—Si, yo también. El ponche está empezando a hacer efecto—Demitri y Eli se fueron y Miguel se quedó al lado de Melody.

—Puedes ir con ellos. Sé cuidarme sola—El pelinegro asintió y siguió a sus otros dos amigos.

Melody se quedó observando a la gente mientras bailaba hasta que reconoció una voz detrás suya.

—¿No bailas?—Se giró encontrándose con Liam que le sonreía tiernamente haciendo que su corazón diera un pequeño salto.

—No me apetece—Respondió la chica con una mueca.

—¿No te apetece o no tienes a la pareja adecuada?—Preguntó el de rizos inclinándose hacia delante.

—¿Puedo decir ambas?—Los dos rieron y Meldoy se encogió de hombros—. Pienso quedarme al margen. Al menos esta noche.

—¿Incluso si algún Marty Mcfly de rizos se atreva a sacarte a bailar?—La castaña miró al chico con la cabeza inclinada hacia un lado sonriendo levemente por la referencia que Liam había hecho sobre su disfraz.

—En ese caso puede que me lo piense.

El ruloso le tendió una mano y Peters la tomó intentando que el rubor que había cubierto sus mejillas no se notara.

Melody notó la mirada asesina de Yamine en cuanto ambos comenzaron a bailar sin soltar sus manos, y la verdad es que no le importaba. En aquel momento podía decir todo lo que quisiera ya que Peters estaba disfrutando de aquel momento como nunca.

Pero la felicidad no puede durar para siempre, así que la sonrisa de Melody fue sustituida por una expresión confusa cuando la mayoría de adolescentes en el gimnasio recibían un mensaje y comenzaban a reírse.

Liam sacó su teléfono con el ceño fruncido y su cara cambió de una confusa a una de preocupación. Le enseñó la pantalla a su compañera de baile mostrándole un vídeo de Aisha comiendo con un filtro de cerdo y la frase "¡No se separa de su comedero!"

Aunque el de rizos había esperado que la chica reaccionara como él, todos sabían que su reacción natural sería cabrearse, y más aún cuando se dio cuenta de que había sido la rubia diabólica la que había mandado aquel estúpido vídeo.

Melody se acercó al grupo de animadoras con paso firme mientras Liam la seguía de cerca.

—¿Crees que esto es gracioso?—Le preguntó a la chica rubia.

—Bueno, todos se están riendo así que, sí—Contestó Yasmine y la castaña esbozó una sonrisa amarga.

—Ya. ¿Sabes? Creo que tienes envidia de Aisha.

—¿Eso crees?—La rubia miró a sus amigos que comenzaron a reír. Todos menos Sam que tenía la mirada clavada en el suelo.

—Sí, porque ella puede comer lo que le dé la gana sin tener que ver en un espejo si su abdomen ha aumentado de tamaño. Y eso te jode. Te molesta tanto que decides usar tu poder para que se sienta mal con su propio cuerpo cuando eres tú la que se siente mal consigo misma—En ese momento solo le escuchaba la música de fondo en el gimnasio ya que todos se habían quedado en silencio al escuchar a Melody—. Y si eso es lo que significa ser popular yo paso. Prefiero ser una pringada y no tener que hacer que los demás se sientan insuficientes debido a mis inseguridades—La castaña miró a Sam que aún tenía la mirada clavada en el suelo y se giró hacia el chico de rizos—. Me voy a casa—Murmuró antes de salir del gimnasio para ir a buscar a sus amigos.

Estaba recorriendo los pasillos cuando escuchó unas voces.

—Le hemos dado lo suyo a Rea.

¿Rea? Ella había oído ese nombre antes, pero no se acordaba en donde.

Vió cómo Kyler y sus amigos salían del vestuario y, para su mala suerte, se fijaron en ella.

—Vaya, vaya, vaya. ¿Vienes a por lo que no me dejaste darte el otro día, muñeca?—Dijo el asiático acercándose a ella.

—Creí que tenías novia—Dijo Melody intentando ocultar el miedo que sentía, porque estaba aterrorizada. No había nadie más en aquellos pasillos a parte de ella y el grupo de matones.

—No te preocupes. Nadie dirá nada, ¿verdad chicos?—La castaña tragó saliva en cuanto sintió los dedos de Kyler rozar su mandíbula y apartó la cara bruscamente.

—¡Eh!—El grupo de chicos se dió la vuelta y Melody soltó un suspiro al ver a su vecino, Johnny Lawrence—. Largaos de aquí—Los chicos no tardaron en salir corriendo mientras murmuraban cosas cómo "es el sintecho que nos atacó la otra noche".

—Gracias—Murmuró la chica y el hombre asintió con la cabeza—. ¿Fue a ellos a los que le pegaste?

—Si, se estaban metiendo con Miguel, eso no me importó mucho pero le dieron a mi coche, así que les tuve que dejar claro con quién no meterse—Melody iba a reírse pero abrió mucho los ojos al darse cuenta.

Ya sabía dónde había oído aquel apodo. Miguel era Rea.

Entró corriendo al vestuario del que habían salido los chicos seguida de Johnny.

—¿Miguel?—Llamó pero la única respuesta que hubo fue un tipo de gruñido.

Melody siguió el sonido para saber de dónde venía y se acercó rápidamente a Miguel que estaba tirado en el suelo con sangre resbalando por la frente y con muchas más heridas.

Miró hacia Johnny sin saber qué hacer y el hombre tomó al chico en brazos.

—¿Vienes o no?—Le dijo a la chica al ver que no se movía y esta asintió.

Melody subió en el asiento de atrás junto a Miguel que parecía inconsciente.

—Sé que estarás harto de mis preguntas pero, ¿qué hacías en el instituto?—Preguntó la castaña.

—Buscaba nuevos alumnos para mi dojo—Melody abrió los ojos sorprendida.

—Espera, ¿tú eres el sensei de Miguel?—Johnny asintió lentamente.

—Lo era—Corrigió—. Después de lo que ha pasado esta noche me he dado cuenta de que esto fue un error—La castaña suspiró y cuando iba a decir algo Miguel comenzó a moverse.

—Hey tranquilo—El chico soltó un gemido de dolor cuando intentó incorporarse.

—No me lleves a casa—Pidió mientras Johnny aparcaba el coche.

—Ya es tarde chaval—El rubio cogió a Miguel cómo lo había hecho antes y llamó al timbre de su casa.

Los gritos de Carmen llegaron a los oídos de Melody en cuestión de segundos. El hombre dejó a Miguel en el sofá mientras la castaña observaba todo desde fuera.

—No quiero que te vuelvas a acercar a mi hijo, ¿me oyes?—Escuchó cómo le decía Carmen a Johnny y este asintió.

—Lo siento, no debí involucrarme—Dijo el hombre antes de salir por la puerta del apartamento.

—¡No! ¡Cobra Kai nunca muere!—Gritó Miguel desde el sofá.

Una vez que Carmen cerró la puerta, Johnny se dirigió a su apartamento y Melody hizo lo mismo.

La nota que había en el plato de las llaves le indicaba que su madre aún no había vuelto de trabajar. Así que Melody se tiró en el sofá intentando borrar la imagen de Miguel con múltiples heridas de su cabeza.

Se levantó con dificultad y se puso el pijama para tirarse en su cama con una cosa clara.

Estaba harta de Kyler y de sentirse impotente cuando él se acercaba a ella.



(...)



MELODY CAMINABA POR LOS PASILLOS DEL PISO DE ARRIBA DEL INSTITUTO. Muchos susurraban mientras ella pasaba debido a lo que le había dicho a Yasmine la noche anterior.

Pero su mente estaba en otro lado, en otro chico más bien.

Se sentía culpable por lo de Miguel. ¿Debería hacerlo? No. ¿Lo hacía igualmente? Si.

Algo le decía que Kyler la había tomado con él por más de una razón, y esperaba con todas sus fuerzas que no fuera ella.

Sacudió la cabeza intentando evadir esos pensamientos y vió cómo Aisha y Sam hablaban y cómo la primera se iba para que segundos más tarde llegara Kyler junto a su novia.

Su ritmo cardíaco se aceleró de la misma forma que lo había hecho el día del baile debido al miedo. Miguel no era lo único en lo que ella pensaba, también pensaba en lo que podría haber pasado si el señor Lawrence no estuviera en el instituto en ese mismo instante.

Decidió salir de allí antes de tener que encontrarse con aquel chico de nuevo.

—¡Melody!—La castaña se giró encontrándose a Aisha—. Quería hablar contigo. El día del baile te fuiste rápido.

Las imágenes de aquella noche pasaron por su mente como un torbellino.

—Si... Estaba cansada. Pero dime, ¿qué pasa?—Preguntó mientras colocaba un mechón rebelde detrás de su oreja.

—Quería agradecerte... que me defendieras el otro día. Nunca nadie lo había hecho—Melody sonrió tiernamente y enganchó su brazo con el de la chica que tenía en frente.

—No me las des. De ahora en adelante lo haré siempre. Además, tenía muchas ganas de echarle todo en cara a Yasmine—Ambas rieron y caminaron juntas hacia la siguiente clase bajo la mirada apenada de Samantha Larrusso.




(...)




ENTONCES... ¿NO MÁS KARATE?

Demitri, Melody, Eli y Miguel estaban en la biblioteca mientras hacían deberes de cosas distintas.

—Eso parece—Dijo Miguel con desilusión.

—Tal vez sea mejor así. Empezabas a tener más confianza.

—¿Y eso no es bueno?—Le preguntó Miguel a Demitri con el ceño fruncido.

—No. ¿De qué sirve la confianza si te pegan puñetazos y te tiran la mochila a la basura?—Demitri miró a su amiga que estaba sumergida en su libro de texto—. Que raro que Melody no juzgue mi pesimismo hoy—Murmuró y la castaña levantó la cabeza con confusión.

—¿Qué?

—Yo conozco esa mirada. Te sientes culpable—Dijo Demitri apuntando a la chica con el boli y esta bajó la vista hacia su libro mientras Miguel la miraba alarmado.

—Melody, lo que pasó no fue tu culpa—Aseguró el pelinegro.

—Lo sé. Fue de ese estúpido feto malformado.

—Alguien se levantó peleona hoy—Melody fulminó a Demitri con la mirada.

—A mí me pareció genial que te enfrentaras a Kyler—Dijo Eli casi en un susurro.

—¿Te has vuelto loco? A ver, una pregunta. ¿Cuál es el poder de todos los que hay?—Preguntó Demitri.

—Superfuerza—Respondió Miguel.

—Supervelocidad—Contestó Melody.

—Mal. Invisibilidad. Y seguido de cerca sería la supervelocidad para huír rápido.

—Con la supervelocidad no hace falta huír. Puedes hacer que tu cuerpo vibre lo suficientemente rápido para que tus células se vuelvan invisibles para el ojo humano—Dijo la chica aún con la vista clavada en su libro y notó como sus amigos la miraban, perplejos—. ¿Qué? Me gustan los cómics de Flash.

—Ahí tienes razón. Esa es una buena forma de huír—Coincidió Demitri pero cuando Melody iba a reprocharle que esconderse no es huír alguien la interrumpió.

—¿Huír de qué?—Preguntó Kyler mientras aparecía junto a su amigo el gordito.

—De quién—Corrigió su compañero—. A ver si hablas bien y estás atento en clase.

Los cuatro amigos comenzaron a recoger sus cosas rápidamente.

—Ya nos íbamos—Aseguró Demitri.

—¿A dónde vas?—Preguntó el asiático cogiendo a Eli mientras analizaba su cara—. Mirad que orco. ¡Qué asco! ¿Quién querrá besar esta mierda?

—Alguien que aspire a algo mejor que lo que sea que seas tú—Escupió Melody con rabia.

«¿Podemos pegarle con la silla? Quiero pegarle con la silla.»

—¿Has oído eso? ¡El del labio raro tiene novia! ¿Qué estabas diciendo, preciosa?—Kyler empujó a Eli a un lado y se acercó a la chica.

—No sé por qué tienes novia si vas coqueteando con cualquier chica que te encuentras—El asiático comenzó a reír junto con su amigo.

—Tú sabes bien que no eres una chica cualquiera—Susurró a centímetros de la cara de Melody haciendo que esta retrocediera varios pasos chocándose con Miguel—. ¿No te gusta que te llame preciosa delante de tu noviecito? ¿Qué pasa? ¿Te pones celoso?—Kyler volvió a agarrar a Eli.

—Déjalo en paz Kyler—Dijo Miguel y el asiático volvió a apartar a Eli.

—¿Qué has dicho?—Preguntó acercándose lentamente—. ¿No has tenido suficiente, Rea?—El amigo de Kyler golpeó a Miguel en el brazo con un libro—Lárgate—Dijo el asiático mientras empujaba a Miguel haciendo que se chocara con Melody de nuevo.

—Esto no te hará falta—Kyler tomó la mochila de Demitri.

—No, a la papelera no. Acabo de tirar...—Demitri no fué capaz de acabar la frase ya que Kyler tiró la mochila al cubo— un yogur.

—Pues más sabrosa—El chico sacó su mochila cubierta de yogur con una mueca de asco mientras los dos abusones reían.

La campana había sonado indicando el final de clases y Melody se alejó de sus amigos con un leve "adiós".

—¿A qué ha venido eso?—Preguntó Miguel con un tono preocupado mientras intentaba alcanzar a la castaña por los pasillos.

—No sé de qué me hablas.

—De lo que acaba de pasar con Kyler—Melody abrió su taquilla para dejar los libros y coger su skate—. Lo que dijiste sobre que coqueteaba con otras chicas mientras tenía novia.

La castaña cerró la puerta de su taquilla de golpe haciendo que el chico se sobresaltara.

—Sé que Sam te parece muy guapa pero acabas de llegar. Hay muchas cosas que no sabes—Melody dió la vuelta dispuesta a irse pero Miguel no se daba por vencido.

—Pero, ¿estás bien? Parecías asustada—Dijo mientras seguía a la chica hasta el exterior del instituto.

—¡No quiero hablar de ello!—Gritó dándose la vuelta de golpe haciendo que el pelinegro casi se chocara con ella—. Al menos... no ahora. Nos vemos mañana—Susurró antes de poner el skate en el suelo y patinar hacia su casa.

Si no fuera porque la madre del chico estaba allí para recogerlo y asegurarse de que no fuera a karate, Miguel hubiera corrido detrás de Melody hasta asegurarse de que la chica estaba bien.







SEGUNDO CAPÍTULO!

¿Opiniones sobre Melody? Me gustaría saber qué opinais de nuestra pequeña guerrera.



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