𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍. going all in
𝐂𝐀𝐓𝐎𝐑𝐂𝐄. ❛ yendo a por todas ❜
IR A POR TODAS.
Esa había sido la lección del día, y Melody se lo estaba tomando muy en serio. Por eso se había comprado dos raciones de patatas, hay que arriesgarse en la vida, ¿no?
Lo que la castaña disfrutaba aún más que los entrenamientos eran las salidas que hacían todos los Cobra Kais a sitios simplemente a pasar el rato.
Y pasar el rato era lo que Peters necesitaba en ese momento. Después de enterarse de que el señor Kreese sería el nuevo sensei del dojo junto a Johnny, un sabor amargo apareció en su boca, indicándole que algo no iba bien. Pero Lawrence le había dicho que no se preocupara, que todo estaba bien. Así que intentaba distraerse de aquella sensación que la mantenía alerta.
—Dios, Yasmine tiene el mismo bikini que yo—Señaló Moon mirando la nueva publicación de la rubia.
—Dile que se quede en Francia—Añadió Aisha con molestia.
—Ey, no seas mala—Habló Melody ganándose la atención de las otras tres chicas—. Pobres franceses—Todas rieron y Peters se levantó, dirigiéndose a la barra de la cafetería para pedir más patatas. Sí que estaba yendo a por todas.
Al volver a su mesa, sus ojos se posaron en la espalda de un concentrado Miguel, que trabajaba en algo en su ordenador.
Se acercó sigilosamente por detrás y, después de dejar sus patatas en un lugar seguro, le tapó los ojos con sus manos.
Escuchó la suave risa del latino y eso la hizo sonreír—Cuidado al meterse con el campeón del torneo, Peters. Puedes salir muy mal parada—Las manos de Melody pasaron de sus ojos a su cabeza y la zarandeó levemente.
—¿Cómo sabías que era yo?—Miguel se encogió de hombros y luego sonrió burlonamente.
—Porque soy un mago muy poderoso capaz de leer mentes, pero también podemos decir que es porque tu silla es la única que está vacía—Ambos rieron y Peters se dejó caer el la silla que estaba enfrente del chico mientras comía una de sus patatas.
—¿Qué estás haciendo?—Preguntó con curiosidad pero sin mirar la pantalla del ordenador del pelinegro. El chico vaciló y abrió la boca para hablar pero luego la cerró—. No tienes que enseñármelo si no quieres, solo tengo curiosidad.
—Estoy yendo a por todas, como dijo el sensei.
—¡Yo también!—Exclamó ella como una niña pequeña emocionada.
—Estoy casi seguro de que no se refería a ir a por todas las patatas de la cafetería—Melody le dio un suave empujón en el hombro mientras fingía fastidio—. Estoy yendo a por todas con Sam.
La castaña se paralizó al escuchar aquello, sin embargo no habían sido las palabras las que la habían congelado, había sido aquella sensación en su estómago.
Una punzada de celos.
—Crees que no debería hacerlo, ¿verdad?
Melody se aclaró la garganta y meditó su respuesta—No es eso, es que... ¿estás seguro de lo que sientes por ella?
El chico asintió, aunque la castaña pudo ver la inseguridad en sus ojos.
—Vale, pues respóndeme a esta pregunta—Miguel asintió de nuevo, preparándose para responder, sin embargo, aquella pregunta le pilló totalmente desprevenido—: ¿la quieres o simplemente te sientes mal por cómo te comportaste y quieres que te perdone?
La boca del latino se abrió un poco, mientras pensaba la respuesta y Peters ladeó su cabeza con una suave sonrisa.
—Si de verdad la quisieras, ¿no crees que la respuesta estaría muy clara?—Ella suspiró, al ver cómo su amigo miraba fijamente la pantalla de su ordenador—. Mira, te comportaste como un idiota, y espero que tengas eso asumido, porque si no vamos mal. Y sinceramente, yo creo que más que buscar de nuevo la relación con Samantha, solo buscas su perdón porque sabes que aquel idiota que quería vencer a Robby a toda costa no es quien eres en realidad—Miguel mantuvo su mirada en los orbes color café de la chica durante unos segundos—. ¿Qué pasa?
—Nada—El chico sacudió su cabeza mientras volvía a fijar su vista en el ordenador.
—No puedo decirte mucho más porque no estoy en tu cabeza o en tu corazón, pero confío en que harás lo correcto—Melody puso su mano sobre la del pelinegro inconscientemente y al darse cuenta, la apartó intentando no sonrojarse. ¿Desde cuando se comportaba así con él?
—Esta vez no tengo alitas que ofrecerte—Bromeó el chico y Peters rió.
—Con una ración de patatas me conformo—La chica le sonrió una última vez antes de volver a su sitio junto a las otras tres chicas.
Tomó un par de patatas a la vez y alzó la mirada, para encontrarse con Tory mirándola fijamente—¿Qué pasa?—Preguntó con el ceño fruncido.
—¿Te gusta?—Con esa pregunta de la rubia, Melody tenía tres pares de ojos sobre ella, esperando una respuesta.
—¿Miguel? No, no, claro que no. ¿Por qué lo preguntas?—Respondió la castaña con una sonrisa, que idea tan disparatada.
Tory se encogió de hombros—Porque siempre estáis juntos y...—La rubia iba a mencionar sus miraditas y cómo los amigos no se miran así pero eso no era muy favorable para el interés que había despertado en ella por el pelinegro—no sé.
—Eso es porque somos vecinos y básicamente pasamos casi todo el día juntos, entrenando, en el insti, etcétera—Justificó Peters.
—Oh, está bien.
Melody clavó sus ojos en el pelinegro disimuladamente y observó cómo seguía trabajando en su ordenador.
Suspiró, ¿le gustaba Miguel? No, sin duda, aquella era una idea muy alocada.
Aunque no se había dado cuenta de que también lo eran los sentimientos.
(...)
EL MENSAJE SOS DE LIAM HABÍA SIDO SUFICIENTE PARA QUE MELODY SALIERA DISPARADA hacia la casa de los Larusso donde se encontraba Demetri después de la pelea del centro comercial.
El ruloso le había mandado un vídeo que él mismo había grabado ya que —palabras textuales— él solo paseaba pacíficamente en busca de un batido de fresa cuando se encontró con cinco Cobra Kais perseguir a Demetri y acabar vencidos por Sam y Robby.
Así que, Peters se levantó alarmada —como la mamá osa que es cuando atacan a sus amigos— y se dirigió a aquella mansión en la parte rica de la ciudad.
Llamó al timbre una vez y luego su pié comenzó a dar golpes impacientes contra el felpudo de "bienvenidos" que estaba delante de la entrada a aquella casa. Pero se sorprendió al ver quién le estaba abriendo la puerta.
—¿Robby?
Keene miró a su amiga sorprendido por su inesperada apariencia en su nuevo hogar.
—¿Qué haces aquí?
—Es una larga historia—Se excusó el castaño un poco avergonzado—. ¿Qué haces tú aquí?
—Centro comercial... Liam... Eli...—Melody comenzó a balbucear cosas sin sentido y luego respiró hondo—. ¿Está bien?
Antes de que Robby pudiera responder, tres figuras aparecieron detrás suya, llamando la atención de la castaña.
Al localizar a su amigo sano y salvo suspiró, y pasó al lado de Keene para envolver a Demetri entre sus brazos.
—Lo siento mucho—Murmuró sobre el hombro de su mejor amigo y luego se apartó, dándole una mirada asesina, que confundió al chico—. Como te vuelva a pasar algo así y no me avises te mato—Su expresión cambió a una llena de preocupación—. ¿Estás bien?
—Físicamente un poco adolorido—Admitió y Melody le dedicó una sonrisa triste al saber que le había dolido más que Eli lo tratara de aquella manera que los golpes.
—Lo siento, de verdad. Puedo intentar hablar con él si quieres—El chico negó con la cabeza y Peters suspiró—. Siento haber aparecido así—Le dijo a Sam y a su padre, que se habían limitado a observar aquella escena—, simplemente estaba preocupada por lo que esos idiotas pudieran haber hecho.
—Creí que estabas en Cobra Kai—Habló Daniel.
—Y lo estoy, pero eso no significa que tenga que llevarme mal con los de Miyagi-Do o estar de acuerdo con todas las acciones de mis compañeros. La rivalidad se la dejo a usted y a Johnny—Informó la castaña con seguridad, haciendo que Robby la mirara con fascinación y Samantha con los ojos entrecerrados al ver cómo Keene la estaba observando.
—¿Cómo es que siempre te las arreglas para hacer lo correcto?—Melody ignoró por completo la molestia en el tono de la chica Larusso y se encogió de hombros.
—No siempre lo hago, simplemente me dejo llevar por mis instintos, que haga lo acertado o no es otra cosa—Respondió con facilidad y Sam miró hacia otro lado, sintiendo un poco de celos por la habilidad de Peters para actuar de la forma adecuada.
La castaña se giró hacia Robby—¿Podemos hablar un momento antes de irme?—El chico asintió y Peters se despidió de todos antes de salir al jardín junto a su amigo.
—Supongo que querrás saber qué hago aquí—Melody asintió, dejando el skate en el suelo y cruzándose de brazos—. Mi madre se fue a México con un tipo y, aunque él prometió pagar, no lo hizo. Los Larusso me ofrecieron una cama para que no tuviera que vivir a oscuras o sin agua.
Peters lo miró con los ojos muy abiertos y Keene suspiró.
—No te lo dije porque no quería que te preocuparas.
—¿Por qué no avisaste a tu padre?—Preguntó ella con cautela, sabiendo que era un tema sensible—. Es tu padre, después de todo.
—Las cosas no han estado bien desde el torneo, cuando le dijo a Miguel que me lesionara más el hombro.
—Él no le dijo nada, fue Miguel el que tomó esa decisión—Defendió Melody.
—Y aún así eres su amiga, de verdad que no lo entiendo—Murmuró el castaño con fastidio y la chica alzó sus cejas, sorprendida.
—Soy su amiga porque sé que es mucho mejor persona que el idiota que actuaba por celos ya que sacó tu cercanía a Sam de contexto. Lo máximo que se podía sacar—Se justificó la castaña, pero luego frunció el ceño mentalmente, ¿por qué demonios se estaba justificando ante Robby?
—En fin, luego también está lo del Valley Fest.
—Eso me lo perdonaste a mí, ¿por qué no a él?—Robby la observó en silencio.
—No es lo mismo.
—Sí lo es, Robby. Es tu padre, lo quieras o no. Y está dispuesto a cambiar por ti. Joder, lo está haciendo por mí y solo soy la vecina molesta—Melody bufó, cerrando los párpados a la vez. No le apetecía discutir con él—. No voy a meterme más en vuestra relación, pero deberías dejar de apartar a las personas que se preocupan por ti por una vez en tu vida. Nos vemos, Swayze—Añadió para dejarle saber a su amigo que no estaba enfadada con él.
Esa vez decidió caminar, en vez de subirse a su skate. Tenía mucho que asimilar.
Eli pegando a Demetri a posta y por culpa de una estúpida reseña, Robby ocultándole sus problemas económicos —cosa que le había molestado un poco, ¿acaso no confiaba en ella lo suficiente y lo había disfrazado con la excusa de la preocupación? Algo le decía en los ojos de Robby cada vez que hablaban que había algo más que no le estaba contando, ¿pero qué era?—, y aquellas sensaciones extrañas al hablar con Miguel.
La pequeña descarga eléctrica recorriendo sus dedos en cuanto su mano entró en contacto con la del pelinegro y el nudo que se había formado en su estómago en cuanto su amigo nombró a Samantha. No obstante, lo que más le sorprendía era una emoción que intentaba enviar a lo más profundo de su ser y enterrarla dentro de cincuenta cajas para que no viera la luz. Y era la esperanza de que el chico no sintiera nada más por Larusso y que ella tuviera razón.
¿Pero por qué esperaba eso? ¿Por qué su cuerpo reaccionaba de aquella manera cuando él estaba cerca? ¿Por qué se había vuelto todo tan diferente entre ellos sin ni siquiera haber cambiado?
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el gran ruido de un avión pasando encima suyo, también arruinando la calma nocturna en la que aquella calle desierta estaba sometida.
Era el último vuelo de Burbank, así que debían ser las once menos veinticuatro de la noche.
Continuó caminando intentando ahuyentar la marea de pensamientos y preguntas que, sin siquiera darse cuenta, se habían vuelto todos sobre Miguel.
Pero frenó en seco al distinguir dos siluetas en el parque abandonado.
De repente, todas las incógnitas tuvieron sentido, dudas que ni siquiera sabía que tenía se habían disipado y la conversación que había tenido unas horas antes se reproducía en bucle en su cabeza.
—¿Te gusta?
—¿Miguel? No, no, claro que no.
Dos palabras y un profundo significado, acompañados de una negación.
La pregunta de Tory resonaba en su cerebro mientras veía sus labios unidos a los de Miguel.
La manos del chico estaban, una en el cuello de la rubia y la otra en su cintura, atrayéndola más a él mientras sus bocas se movían al compás.
Y allí lo sintió.
Sintió cómo su corazón se partía en pedazos.
«Como dijo Stiles Stilinsky, uno es casualidad dos es coincidencia y tres es patrón. Big M, esto significa que...»
Le gustaba Miguel. Le gustaba con locura.
Y en ese momento no era capaz de despegar sus ojos del beso que aquellos dos adolescentes compartían, completamente ajenos a su presencia.
Apretó los ojos con fuerza, forzándose a ella misma a no seguir mirando aquella imagen que acababa de revelar una caja de sentimientos en su interior. Una caja que llevaba tratando de esconder desde que había comenzado a acompañar al pelinegro a sus entrenamientos, pero que poco a poco iba haciéndose paso hacia la superficie.
Solo que lo había hecho demasiado tarde.
Sacudió su cabeza, intentando calmar el dolor que comenzaba a llenar su pecho y puso el skate en el suelo para alejarse lo más rápido de allí.
Miguel se separó inmediatamente al oír el sonido de las ruedas del skate rodando en el pavimento.
—¿Qué pasa?—Le preguntó Tory confundida.
El latino se quedó un poco confuso durante unos segundos pero luego negó con la cabeza—Nada. Me pareció haber oído algo—Susurró con sus ojos clavados en la oscuridad de aquella calle.
(...)
EL PORTAZO QUE DIO PETERS NADA MÁS ENTRAR AL APARTAMENTO PROVOCÓ QUE JOHNNY SE SOBRESALTARA.
La chica recorrió el espacio desde la entrada a su habitación con grandes zancadas y luego volvió a hacerse presente el sonido de la puerta cerrarse fuertemente.
Se tiró en su cama, quedando boca arriba y las preguntas volvieron a acumularse en su cerebro.
¿Por qué se tuvo que dar cuenta en ese momento? ¿Por qué cuando él estaba besando a otra? ¿Habría cambiado algo que se hubiera dado cuenta antes?
Gruñó mientras se tapaba la cara con frustración al sentir aquel dolor que parecía arder dentro de su pecho. Como un fuego que parecía no querer apagarse.
Dio media vuelta, quedando acostada boca arriba y luego cogió su almohada para gritar fuertemente contra ella e intentar descargar sus sentimientos en aquel alarido. Pero no funcionó.
Cinco segundos fué lo que tardó en escuchar unos pasos apresurados desde la sala para que después la puerta de su cuarto se abriera, mostrando a Johnny con una expresión preocupada.
—¿Te has roto algo?—Preguntó mientras sus ojos escaneaban la anatomía de la chica. Su nariz se arrugó al ver su cabello despeinado caer por su cara cuando ella alzó su cabeza en dirección a él.
—No tienes que fingir que te preocupas—Dijo con su voz amortiguada por la almohada, después de que su cabeza se volviera a hundir en el relleno de esta.
—No estoy fingiendo—Melody apartó los mechones de color chocolate que caían por su rostro, revelando una mirada sorprendida—. ¿Qué? Tu madre aún me sigue dando miedo. Y le prometí que iba a cuidarte, si te rompes algo es mi culpa—Peters rió suavemente, pero su sonrisa decayó al recordar lo que acababa de presenciar.
Johnny vaciló antes de sentarse en la cama de la chica, junto a ella—¿Está todo bien?
Melody asintió y comenzó a jugar nerviosamente con sus dedos mientras se incorporaba, sentándose como un indio. Lawrence alzó una ceja, cuestionando la veracidad de aquellas palabras y la chica suspiró—No quiero hablar de ello.
Antes de que el rubio pudiera decir algo más, el móvil de la castaña sonó, llamando la atención de los dos.
La joven lo leyó y luego miró a Johnny antes de preguntar:—¿Puedo ir a dormir a casa de Moon? Ha pasado algo y necesita mi apoyo.
—¿Así que vas a ir a trenzarle el pelo y a llorar viendo películas mientras coméis helado?—Preguntó burlonamente y Melody lo miró con una ceja alzada—. Sí, puedes ir. Pero no te infles a helado—La castaña le lanzó una almohada fuertemente con una pequeña en sus labios.
Johnny abandonó la habitación mientras se reía y Peters volvió a leer el mensaje de su amiga.
LUNÁTICA🌙:
Hawk y yo lo hemos dejado, ¿podemos vernos esta noche? Necesito a una amiga y, la verdad, eres la única que tengo en estos momentos.
Su amiga la necesitaba, así que tragó saliva y comenzó a preparar su mochila mientras se hacía una pregunta una y otra vez.
¿Cómo podía intentar arreglar un corazón roto si el suyo estaba hecho añicos?
AAAA CORTO PERO INTENSO
Melody ven que te doy un abrazo, luego una colleja por ser tan cortita y luego otro abrazo
No sé si algunos pillaréis la referencia en el contacto de Moon, pero si lo hiciste te amo JAJAJAJ
En fin, eso es todo el drama por hoy, pero no os preocupéis que se viene más salseo aún :)
NO MERCY!
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