𝟎𝟎𝟑. Join the crew

Kenna tomó su arco y un carcaj de flechas del cobertizo y a paso rápido se dirigió a la entrada de la mansión. Todas las salidas posibles; puertas y ventanas habían sido bloqueadas. Alguien había activado el sistema de seguridad que los padres de Kaya habían puesto para que los piratas no entraran a la mansión, lo irónico de la situación es que los piratas lo activaron para que nadie pudiera salir de esta.

Kenna aún no podía creer lo que había pasado ¿Todos esos años vivieron con piratas en la casa?  seguramente Sham y Buchi estaban metidos en eso también. Puede que ni Klahador, ni los empleados de servicio le agradaran, pero piratas que buscaran la fortuna de su prima, eso ya era otra cosa. Solo esperaba que Kaya estuviera bien, estaba con Nami, así que por lo menos no estaba sola.

Al llegar a la entrada se encontró con Zoro y con Luffy.

—¡Kenna! —La saludó Luffy con una sonrisa.

—¡Luffy! Que alivio que estés bien, ¿Dónde habías estado?

—En el bosque, unos marinos querían llevarme —Contó con indiferencia—. Zoro me ayudó a acabar con ellos y venimos juntos a la mansión.

—Pero el bosque queda del otro lado de la mansión ¿Qué no venías para la entrada? —Le preguntó extrañada a Zoro.

Este comenzó a jugar con el mango de sus katanas nervioso.

—Pues...

—Zoro se perdió y terminó encontrándome —Dijo Luffy antes de que Zoro lo contara.

—¡Pero si incluso te indiqué la dirección correcta antes de salir! —Se río Kenna—. Además, no era tan difícil.

—¡Eso es porque tu vives aquí! —Replicó el espadachín avergonzado.

La castaña negó con una sonrisa ¿Cómo era posible que se hubiera perdido?

—Oye Kenna —La llamó Luffy, haciendo que la castaña desviara su atención hacia él— Vi el vendaje en la mano de Zoro, al preguntarle me dijo que tú lo hiciste y necesitamos una médica ¡Únete a mi tripulación!

Kenna se quedó perpleja ¿Médica? ¿Unirse a su tripulación?

—No soy médica, solo usé plantas curativas —Explicó negando con la cabeza.

—Bueno, pero hiciste un gran trabajo y probablemente te necesitemos —Dijo él con una sonrisa— Solo piénsalo, ahora ¿Cómo entraremos?

Sacudió las palabras de Luffy de su mente, en ese momento tenían que enfocarse en salvar a Kaya.

—Necesitamos el control de mando, pero supongo que Klahador lo tiene y tendríamos que —

Antes de que ella terminara de hablar, Zoro levantó la reja lo suficiente como para que pudieran entrar agachados y Luffy colocó una de las estatuas para que no se cayera.

—O podemos hacer eso.

Luffy cerró las puertas cuando los tres estuvieron adentro. La mansión era apenas alumbrada por las antorchas de las paredes.

—Separémonos —Propuso Luffy.

Y así lo hicieron. Kenna subió las gradas hacia el segundo piso y escuchó un tintineo proveniente del pasillo. Cargó el arco pegando su espalda contra la pared y pudo ver a Sham vistiendo un ridículo atuendo de gato. Soltó la flecha, insertándola en el hombro de la chica, provocando que ella soltara un sonoro quejido.

—Pensé que los gatitos eran los animales más silenciosos —Se burló con una sonrisa.

—¡Hija de puta! —Maldijo entre dientes.

Con una mueca sacó la flecha de su hombro y en un rápido movimiento desenvainó una katana y lanzó una estocada.

—Además de silenciosos, pensé que eran agiles ¿O eres tú la única que no lo es? —Volvió a burlarse, esquivando el golpe, provocando que la espada de Sham quedara incrustada en la pared

Sham soltó un gruñido y furiosa volvió a abalanzarse contra Kenna. La castaña tomó una escoba que se encontraba recostada en la pared y con agilidad desvió el golpe.

—¿Así que también eres miembro de los gatos combatientes?

—Gatos negros —Gruñó Sham sin dejar de lanzar golpes, los cuales Kenna esquivaba con la escoba.

Le sorprendía lo resistente que el instrumento de limpieza estaba siendo, aunque no creía que durara mucho.

¿Sabes? Disfrutaré tanto matándote —Habló Sham con una sonrisa cínica entre tajo y parada—. Todos estos años, contigo complicando las cosas con esos "remedios" que le dabas a Kaya.

Kenna frunció el ceño ¿Qué tenían que ver los remedios?

Sham lanzó otra estocada que logró romper la escoba y hacerle un corte a Kenna en la mejilla.

Kenna maldijo pasando sus nudillos por la herida, un simple corté, nada muy grave.

Sham sonrío triunfante y lanzó otra estocada, la castaña se agachó para esquivarla. Estando en el suelo lanzó una patada al abdomen de Sham, haciéndola caer de espaldas.

Rápidamente tomó una flecha del carcaj y antes de que Sham pudiera levantarse lanzó la flecha a su pierna provocando que soltara un fuerte alarido.

Kenna se agachó a su nivel y le pegó un puñetazo en la mandíbula, dejándola inconsciente.

—Imbécil —Murmuró sobándose sus nudillos. Ni siquiera podía recordar la cantidad de perfectas vajillas que Sham había roto al intentar lavarlas, ahora entendía porque la limpieza se le daba tan mal.

—¡Kenna! —Gritó alguien con emoción a sus espaldas.

Reconoció la voz de inmediato y sintió un inmenso alivio. Corrió hacia Kaya y ambas se unieron en un abrazo.

—Estás bien —Suspiró Kenna aliviada.

—Lo estoy, gracias a ti —La sonrió Kaya.

—¿Gracias a mí? — La miró extrañada.

—Todos estos años Klahador estuvo envenenándome con ese té y esa sopa, era un tipo veneno que al principio funcionaba calmándote y luego empeoraba los síntomas. Los remedios que tú me dabas contrarrestaban los efectos de ese veneno —Algunas lágrimas comenzaron a caer por su rostro—. Si no fuera por ti no se en que estado estaría, ni siquiera sé si seguiría aquí —Su voz se rompió al pronunciar lo último.

Kenna la abrazó de nuevo y más fuerte, sintiendo como las lágrimas comenzaban a caer. Nunca se había alegrado tanto de haber preparado esos remedios, a pesar de las quejas de Klahador, que ahora entendía porque surgían.

Al abrir los ojos pudo ver a Nami, Usopp y Luffy que miraban la escena con una sonrisa y el chico del sombrero de paja solo se convencía cada vez más de lo mucho que quería a esa chica en su tripulación. Todos bajaron al vestíbulo, Kaya agarrada del brazo de Usopp.

En este encontraron a Zoro abriendo las puertas, dejando que la luz entrara a la mansión. En el centro del salón se encontraban Buchy y Sham atados, Zoro había encontrado a la última aún inconsciente en el pasillo y decidió traerla. Cuando pasaron enfrente de ellos Sham les gruñó enseñando los dientes.

Kenna le guiñó un ojo.

—Perdón por el desorden —Se disculpó Zoro—. Creo que necesitas nuevos empleados.

—La verdad, no quiero empleados por ahora —Negó Kaya.

—Lástima que no cobraremos recompensa —Se lamentó el espadachín.

—No, la marina ya sabe que estamos aquí —Informó Nami—. Tenemos que irnos ya.

—¿A dónde iremos? Ni siquiera tenemos barco —Dijo Luffy.

—Si, si tienen —Le sonrió Kaya.

Todos la voltearon a ver extrañados.

Luffy colocó sus manos en su cintura y le sonrió triunfante a Nami, esta puso los ojos en blanco.

Todos se dirigieron al astillero y pararon enfrente de una carabela con cabeza de cabra, el nuevo barco de la tripulación de Luffy.

—Sé parece a tu amigo el abogado —Observó Luffy.

—Merry se hizo cargo del astillero cuando mis papas murieron —Explicó Kaya con nostalgia—. Fue su colega más querido, mi más antiguo compañero.

—Su recuerdo perdurará, bautizo este barco como el Going Merry —Anunció Luffy.

Kaya le sonrió agradecida.

—Es suyo ahora, su nuevo hogar.

—Gracias Kaya —Le agradeció Luffy que lanzó un grito de felicidad y corrió a abrazar a sus compañeros— ¡Lo logramos!

—Debes ir por tus cosas Kennie —Le dijo Kaya.

Kenna la miró extrañada ¿Sus cosas?

—¿Iras con ellos no? Luffy me dijo que te ofreció unirte a su tripulación.

—Oh, no, es decir si —Negó Kenna—. Pero no te preocupes, no iré, no pienso dejarte sola.

—Claro que irás, Kennie —Kaya tomó a su prima de las manos—, Tu sueño siempre fue salir de esta isla e investigar diferentes plantas y hiervas, es tu oportunidad para hacerlo.

Es verdad que Kenna siempre había querido salir y estudiar nuevas plantas, también había sido el sueño de su madre. Pero no podría dejar a Kaya sola, en especial con los recientes acontecimientos.

—Pero no puedo dejarte so—

—Claro que puedes —La interrumpió—. Ya soy mayor de edad, soy la nueva dueña del astillero y no me malinterpretes, te estaré eternamente agradecida porque hayas pausado tu vida por quedarte ayudándome estos tres años.

—Kaya, no pausé mi vida.

—Creo que ya es tiempo de valerme por mí misma —Continuó, ignorando el comentario de su prima—. Ya no estoy enferma y puedo hacerlo, quiero hacerlo.

Kenna se giró a ver a la tripulación de Luffy.

—¿Ustedes están seguros? Sé de plantas curativas, pero no soy médica especializada.

Zoro se quitó el vendaje improvisado que Kenna le había hecho en la mano y le enseñó su palma, la herida estaba curada, solo quedaban unas cuantas cicatrices.

—La herida ya está cicatrizada y lograste curarla estando en un pozo.

Luffy asintió de acuerdo.

—Ayudaste a Zoro a pesar de que sea un desconocido y todos estos años le salvaste la vida a Kaya. No creo que exista una mejor médica para mi tripulación que tú.

—Vamos, no nos dejes en manos de gasas y alcohol para curarnos —Le pidió Nami con una pequeña sonrisa.

Lo que le sacó a la castaña una pequeña sonrisa.

—Además, yo cuidaré de Kaya —Habló Usopp.

—¡Pero si tu vienes con nosotros! —Replicó el de sombrero de paja.

—¿Qué? —Preguntó confundido— No... No puedo.

—Necesito un buen tirador, justo como Yasopp. Y vi lo que hiciste, defendiste a tus amigos, es el tipo de persona que necesito en mi tripulación.

—Pero, no puedo dejar la aldea Syrup y Kaya...

—Usopp —Se acercó la nombrada a él, tomando sus manos gentilmente—. Has sido un gran amigo, pero como le dije a Kenna, creo que ya es hora de que empiece a cuidarme sola.

Kenna se acercó hacia donde estaba Luffy, seguida de Nami y Zoro para poder escuchar la conversación.

—¿No necesitas ayuda con el astillero? —Preguntó él, buscando excusas para quedarse.

—El astillero era el sueño de mis padres, pienso que yo podría hacer algo diferente, como estudiar medicina —Sonrió un poco ante la idea.

—Entonces...supongo que este es el adiós.

Ambos se miraron con tristeza.

—Algún día nos volveremos a ver —Aseguró Kaya con una sonrisa—. Y cuando eso pase, quiero que me cuentes las verdaderas aventuras del capitán Usopp.

Sus labios se unieron en un beso.

Kenna no pudo evitar sonreír emocionada, tapó su boca con su mano y algunas lágrimas salieron de sus ojos ¡Al fin!

—¿Estás llorando? —Le susurró Zoro, en un tono burlón.

—No —Negó ella, volténado la cara para limpiarse las lágrimas, provocando que el espadachín riera. En su defensa era una escena muy conmovedora y había apoyado a la pareja desde los diez años.

Luffy era el único que miraba a Kaya y Usopp con el ceño fruncido.

—¿Si saben que el capitán soy yo verdad?

Kenna colocó una mano en su hombro.

—Déjalos tener su momento.

Al separarse ambos se vieron con una tímida sonrisa.

—Okay ¡Al fin! —Dije Kenna unos segundos después, al ver que ya habían terminado—. Pero ya es mi turno —Apartó a Usopp, este protestó, pero a Kenna le importó lo más mínimo y rodeó a Kaya con sus brazos. Su prima correspondió abrazándola fuertemente, ninguna quería una despedida.

—Te extrañaré tanto —Siendo inevitable, las lágrimas comenzaron a salir por tercera vez en el día, al paso que iba Kenna se deshidrataría, pero ¿Cuándo sería la próxima vez que vería Kaya?

—Ve a seguir tus sueños Kennie —Le sonrío Kaya.

Kenna se encontraba en la despensa del barco guardando todas sus hiervas y plantas en pequeños tarritos y organizándolos en orden alfabético. Su prima siempre le había dicho que su sistema de orden era una exageración, pero a ella le resultaba más fácil encontrar todo de esa forma.

Una vez terminó, sonrió satisfecha observando su alrededor. Aunque aún estaba triste por la despedida de Kaya, debía de admitir que estaba muy emocionada por las aventuras que les esperaban y por los cientos de plantas y hiervas que podría estudiar.

Tomó la última caja, en la que se encontraban sus preciadas vajillas y se dirigió hacia la cocina para guardarlas. Al entrar se encontró a Usopp, sobre los muebles de la cocina con una caja de palomitas.

—¿Cómo va todo cuñada? —Le sonrió un animado Usopp, llevándose algunas palomitas a la boca.

Kenna rodó los ojos con una pequeña sonrisa y depositó la caja que traía en la mesa, comenzando a desempacar sus tazas y teteras

Usopp se asomó a ver lo que había dentro de la caja.

—Pobre del que quiebre esas tacitas —Murmuró riendo, pero no lo suficientemente bajo como para que Kenna no escuchara.

—Por lo menos me aseguraré que ese pobre imbécil no seas tú —Le respondió ella, sacando también unas pequeñas cajas de madera en las que planeaba meter cada juego de teteras y tazas —. No me voy a arriesgar a que te pongas a jugar de tirador y las quiebres, como ya ha pasado.

La sonrisa de Usopp se borró al recordar cuando eso pasó y como él terminó con una flecha en el culo.

—Eso fue un accidente y te las pagué —Señaló.

—Más bien tu novia me las pagó —Lo corrigió, refiriéndose a Kaya—. Y no es un accidente cuando te dicen que no hagas algo, igual lo haces y lo esperado pasa.

Usopp puso los ojos en blanco y levantó ambas manos en señal de paz.

—El punto es que fueron pagadas y según dices ya no podré romperlas.

No saben lo mucho que estoy disfrutando de escribir esta historia.

Btw, ya me siguen en TikTok? Creo que varios de los lectores vienen de ahí, pero si aún no la han visto, se las dejo por acá.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top