𝟎𝟎𝟏. Kaya's birthday


Kenna se encontraba recogiendo hiervas de su huerto cuando escuchó un pequeño alboroto en la parte trasera de la mansión.

Debía ser Usopp, el amigo de su prima, siempre causaba todo un alboroto al visitarla. A Klahador, el mayordomo y todo el personal de la mansión no le agradaban sus visitas, pero al chico le importaba lo más mínimo y de una forma u otra siempre estaba ahí.

—Es un placer conocerlos, espero que se queden a cenar —Escuchó decir a Kaya.

¿Así que no era solo Usopp esta vez? Decidió acercarse para ver quienes eran las personas que habían entrado a la mansión.

Klahador no se escuchaba muy contento por la invitación de Kaya, aun así, ella logró convencerlo, debido a que era su cumpleaños.

Como lo supuso, se trataba de Usopp, pero tres personas lo acompañaban; una chica con pelo naranja, un chico con pelo verde y tres espadas y otro con un sombrero de paja.

—¡Muy bien! ¿Cuándo comemos? —Preguntó emocionado el chico con el sombrero de paja.

—No lo harán, no con esa ropa —Dijo Klahadore con una mueca.

—¡Kenna! —La saludó su prima con una sonrisa al notar su presencia—. Chicos, está es mi prima Kenna —La presentó.

El chico del sombrero de paja le sonrió y saludo con la mano, Kenna le sonrió de regreso. Los otros dos no se inmutaron.

—Sham, por favor, lleva a Usopp y sus amigos a las suites de huéspedes —Le pidió Klahador a una de las chicas de servicio—. Ahí podrán ducharse y cambiarse.

—Pónganse algo lindo, es una ocasión especial, Kaya no cumple años todos los días —Añadió Kenna.

La nombrada le sonrió.

—Un baño no me vendría mal —Dijo la pelinaranja.

Sham se llevó a todos hacia las suites, dejando a Klahador, Kaya y Kenna en el jardín.

—Yo cuidaré de Kaya, Klahador, puedes retirarte—Le dijo Kenna con una inocente sonrisa, tomando a Kaya del brazo.

El mayordomo asintió de mala gana y le dedicó una pequeña reverencia a Kaya, diciéndole que por cualquier cosa lo llamara.

Kenna rodó los ojos.

—Te trata como si fueras de cristal, no te deja en paz ni un segundo —Se quejó la castaña.

—Solo quiere cuidarme —Lo defendió Kaya—. Han sido meses difíciles.

Los padres de Kaya habían muerto hace unos años, fue un golpe muy duro para ella. Kenna ya vivía en la mansión cuando esto sucedió y siempre estuvo ahí para apoyar a su prima, al igual que ella había apoyado a Kenna por muchos años.

Poco tiempo después de la muerte de los padres de Kaya, ella enfermó gravemente, empeorando toda la situación. Klahador la estuvo cuidando todo el tiempo de buena manera desde la muerte de sus padres, pero cuando Kaya se enfermó empezó a tratarla como si se tratara de una muñequita de porcelana.

Kenna también protegía a su prima y sabía que debía tener cierto cuidado, pero Klahador no la dejaba hacer nada.

—¿Qué te pondrás esta noche? —Preguntó Kenna, intentando distraerla del tema.

—Aún no lo sé, cualquier cosa.

—Claro que no ¡Es tu cumpleaños dieciocho, debes usar algo especial! Vamos, te ayudaré a elegir algo lindo.

Kaya asintió con un pequeño brillo de emoción en sus ojos, acción que hizo a Kenna sonreír.

—¿Qué hay de este? —Preguntó, sacando del armario de Kaya un vestido largo de color amarillo con un moño en la cintura.

Antes de que su prima pudiera responderle, la puerta se abrió.

—Hola —Susurró la voz de un hombre, provocando que Kaya soltara una risita.

Ese acto por parte de su prima le hizo saber a Kenna que se trataba de Usopp.

—Uno de estos días Klahador descubrirá que usas los pasillos del servicio para colarte —Le dijo la rubia sonriendo.

—¿Y qué si lo hace? Entraré de otra forma.

Los ojos de Kaya brillaban al verlo.

—Lamento interrumpir, pero ¿No deberías estarte preparando Usopp? —Intervino Kenna, de brazos cruzados al ver que el moreno ni siquiera había tomado una ducha.

—Solo quería darle a Kaya su regalo de cumpleaños —Levantó ambas manos en señal de paz—. Feliz cumpleaños Kaya —Le extendió una cajita, haciendo más grande la sonrisa de la rubia.

Okey, otra vez soy el mal tercio aquí, pensó Kenna.

—Supongo que esa es mi señal para irme. No tarden mucho, en serio Usopp, como no tomes una ducha no te dejaré entrar al comedor —Lo reprendió, apuntándolo con un dedo

Este asintió con una sonrisa y rodó los ojos.

—Kennie, el vestido es hermoso, lo usaré esta noche —Le agradeció Kaya, antes de que saliera de la habitación.

Kenna asintió, dedicándole una pequeña sonrisa para dejarla con Usopp, le alegraba ver a su prima así de feliz. Sabía que se gustaban, aunque ambos lo negaran.

En camino hacia su habitación, pasó enfrente del vestidor que le habían asignado a los invitados y escuchó la voz de la chica quejándose de no encontrar nada. Miró el reloj que se encontraba en la pared, tenía tiempo.

—¿Necesitan ayuda? —Preguntó entrando en la habitación.

—Nami la necesita con urgencia —Le respondió el chico con el sombrero de paja señalando a la pelinaranja.

Esta lo fulminó con la mirada.

—No es nada, es solo que no he encontrado que ponerme —Le aclaró.

—Déjame ayudarte con eso —Ofreció Kenna y antes de que pudiera replicar, comenzó a buscar entre las diferentes prendas— ¿Los demás ya saben que van a usar?

—Yo si —Le respondió el chico del sombrero, que tiempo atrás había elegido un chaleco negro.

—¿Qué hay de ti? —Preguntó, volteándose hacia el peliverde, este seguía cargando sus espadas ¿Acaso se había bañado con ellas?

Él se encogió de hombros— No he buscado aún.

Kenna encontró una camisa de manga larga de seda café que pensó podría quedarle bien, se la tiró y la prenda pareció convencerlo.

—Creo que este vestido se te verá hermoso —Le extendió un vestido rojo a Nami.

Al probárselo y ver su reflejo, asintió convencida.

—¿Qué les parece? —Les preguntó.

—Te ves muy linda —Respondió Kenna honestamente.

Ella asintió agradecida, pero seguía expectante a ver que diría el chico del sombrero.

—Luffy ha criticado todos los vestidos —Explicó.

—Claro que no, simplemente dijo que te veías igual —La corrigió el peliverde.

—¡Exacto!

—¿Qué? —Preguntó Luffy distraído, al ver que la atención estaba puesta sobre él—. A, el vestido— Se quedó un rato observando a Nami— Luces como Nami, pero arreglada.

—Supongo que es lo mejor que podré obtener —Suspiro dándose por vencida.

—Son hombres, no puedes esperar mucho de ellos en cuanto a la moda —Se encogió de hombros Kenna.

Nami asintió de acuerdo con ella.

—¿Qué harás con tu cabello? —Preguntó la castaña.

—No pensaba hacer nada.

—¿Nada? —Preguntó incrédula—. ¡Peinarnos es uno de los privilegios que tenemos como mujeres! Claro que para arreglarnos tardamos mucho más que los hombres, pero al final vale la pena.

—No soy muy buena con los peinados.

—Puedo ayudarte si quieres —Se ofreció, sacando un peine de uno de los cajones.

Después de unos quince minutos, Kenna terminó con el peinado de Nami. Le había hecho un recogido, dejándo algunos mechones sueltos al frente. También le había puesto un gancho con una flor blanca en la parte de atrás.

En lo que la peinaba, el peliverde y Luffy habían ido a cambiarse.

Posicionó a Nami frente a un espejo de cuerpo completo y colocó un espejo pequeño detrás de su peinado, permitiéndole ver el reflejo en el espejo grande.

—Wow, es hermoso —Sonrío, viendo su reflejo— ¿Dónde aprendiste a peinar así?

—Mi mamá y yo solíamos hacernos peinados todo el tiempo —La nostalgia la invadió al volver a esos recuerdos—. Bueno, si ya no necesitan mi ayuda, iré a prepararme.

Nami le agradeció otra vez antes de que saliera de la habitación.

Una vez lista, Kenna bajó hacia el living para la cena. Se había puesto un vestido azul largo de manga larga, con un pequeño escote en V y había dejado su cabello suelto con una diadema de perlas blancas. Los cuatro invitados ya se encontraban ahí cuando llegó

Nami hablaba con Merry, un viejo amigo de sus tíos, Zoro se encontraba en un rincón con una copa y Usopp y Luffy no se separaban de la comida que Sham les ofrecía.

Se acercó a estos últimos.

Klahador carraspeo al inicio de las escaleras, captando la atención de todos.

—Me complace presentarles a la señorita Kaya.

Kaya comenzó a bajar las gradas del brazo de Klahador, lucía el vestido que habían elegido hace unas horas. Kenna no pudo evitar sonreír al verla, se veía hermosa y no era la única que lo pensaba ya que Usopp la miraba embobado.

—Podrías tratar de disimular un poco sabes, parece que se te cae la baba —Le susurró burlona.

Este la miró molesto y le dio un golpe con el codo en las costillas.

—Cállate —Dijo entre dientes, nervioso porque alguien lo escuchara.

La castaña rio, molestar a Usopp y a su prima era su actividad favorita.

Una vez Kaya terminó de bajar, Kenna se acercó hacia ella, rodeándola en un abrazo.

—¡Estás hermosa! Te dije que ese vestido te quedaría muy bien —La alagó—. No puedo creer que mi primita cumple dieciocho años —Fingió limpiarse las lágrimas provocando que Kaya riera.

—Te recuerdo que soy mayor que tú —Se cruzó de brazos.

Kenna rodó los ojos con una sonrisa.

—Solo por unos meses.

Cuando Kaya fue a hablar con Nami, Kenna tomó una copa y se sentó en uno de los sillones, descansando de los tacones, si bien la estaban matando a ella le encantaban. El dulce sabor de la sidra de naranja le recorrió la garganta al tomar un sorbo de la bebida, debía admitir que Buchi se había esforzado.

Notó que Zoro y Klahador mantenían una charla no muy animada en un rincón de la habitación por lo tensó que se encontraba el de lentes.

Que bien le quedaba esa camisa a Zoro ¿Siempre se había visto así de bien? Pensó.

—Cierra la boca o se te caerá la baba.

Volteó para encontrarse con Kaya que la miraba con una sonrisa burlona, levantando ambas cejas seguidamente.

—¿De qué estás hablando? —Preguntó, fingiendo demencia.

—Kennie, te lo estás comiendo con la mirada.

—Por favor, pasemos al comedor —Exclamó Klahador antes de que Kenna pudiera replicar.

—¡SI! —Gritó Luffy emocionado, como si le hubieran dicho que ganó un millón de berries.

Una vez todos estuvieron sentados en el comedor, Sham comenzó a traer una gran cantidad de platillos. Kenna estaba sentada al lado de Nami, a un costado de Kaya que se encontraba en la punta de la mesa.

Luffy engullía los platos como si no hubiera comido en una semana y Zoro se había emocionado con las botellas de alcohol, pidiendo una tras otra.

—Hoy quisiera probar el pescado —Le pidió Kaya a Sham cuando esta pasó con una bandeja de ese platillo.

—Lo siento señorita Kaya, pero eso no será posible —Intervino Klahador.

—¿Ni un pedacito? —Intentó negociar.

—Ciertos alimentos pueden afectar su salud, mire Buchi le preparó su sopa especial —Señaló el platillo que Buchi traía entre manos.

Kaya suspiro rendida.

La sopa era espesa y tenía un color azul muy extraño.

—Kaya, es tu cumpleaños, deberías poder comer lo que quieras —Le dijo Nami, Kenna asintió de acuerdo.

—Por la enfermedad de Kaya, me veo en la responsabilidad de controlar su dieta —Volvió a intervenir Klahador.

—¿También habla por ella? —Lo retó Nami con la mirada.

Klahador tensó su mandíbula, mirando enfadado a la pelinaranja.

—¡Yo comeré su pescado! —Ofreció Luffy, con comida en la boca.

—De hecho, preparé un pastel para Kaya. Buchi ¿Podrías traerlo? Está en la cocina —Le pidió Kenna con amabilidad, tratando de cortar la tensión que se había producido en el comedor.

El mencionado asintió rodando los ojos, el personal de Kaya es tan amable, pensó Kenna.

—Y no contiene ningún ingrediente que le pueda hacer daño a Kaya —Añadió antes de darle la oportunidad al mayordomo de replicar—. Fui muy cuidadosa con los ingredientes.

Kaya esbozó una sonrisa con ilusión en sus ojos.

Klahador hizo una mueca molesta, pero al fin, se quedó callado.

Buchi trajo el pastel con dieciocho velas encendidas.

—¡Feliz cumpleaños a ti! —Comenzaron a cantar todos.

Kaya sopló las velas muy feliz y todos aplaudieron.

—Kennie, está delicioso, muchas gracias —Le agradeció Kaya—. ¿En serio no tiene azúcar.

Negó— No tiene azúcar ni harinas, los sustituí por otros ingredientes.

—¿Puedo tener otro pedazo? —Preguntó Luffy, ya era la tercera vez que repetía.

Kaya alternaba entre el pastel y la horrible sopa por una bastante insistente petición de Klahador. Pero a ella no le importaba, estaba bastante feliz con el hecho de poder comer el pastel.

—Luffy ¿No hay algo que querías decirle a Kaya? —Dijo de pronto el de rastas.

—¡Si! —Respondió tomando un trago de agua—. Usopp me dijo que eres la dueña del astillero.

—De hecho, mis padres lo fundaron y Merry lo ha estado administrando desde... —Su mirada se ensombreció un poco—. Bueno, desde la muerte de mis padres.

Kenna acarició su muñeca, en señal de apoyo.

—Pero eso está a punto de cambiar —Continuo más animada—. Hoy a medianoche, me convertiré en la única propietaria —Compartió una sonrisa con Usopp.

—Bueno, eso es genial, porque queremos comprarte un barco —Continúo diciendo el chico del sombrero de paja.

—Ya veo, Usopp me comentó que eran marineros.

—No, no somos marineros, somos piratas.

Usopp escupió su bebida, Nami lo fulminó con la mirada y el peliverde solo se dedicó a darle otro sorbo a su trago.

—¿Piratas? —Kaya los miró confundida.

Kenna se mordió el labio y dio otro trago a su bebida, tratando de aguantar la risa. Klahador los echaría en unos segundos.

—Si, no llevamos en esto mucho tiempo. Pero ya vencimos a un payaso malvado, asaltamos una base de la marina y derrotamos a un capitán que tenía un hacha como mano —Enumeró Luffy sus aventuras.

La expresión de estupefacción que tenía Klahador era para enmarcarla.

—Suena como tus aventuras Usopp —Le dijo Kaya al moreno con una sonrisa.

—Si, eso es... Loco—Dijo él pasándose la mano por la cara nervioso.

—¡Y recién empezamos! —Luffy se paró en la mesa, provocando la mirada perpleja de la mayoría de los presentes.

—¿Qué haces? ¡Bájate de ahí ahora mismo! —Exigió un furioso Klahador.

Kenna apoyó su codo en la mesa y recargó su barbilla en la palma de su mano, esto solo se ponía cada vez mejor.

—Ser pirata ha sido mi sueño desde que era un niño y por fin lo estoy haciendo realidad —Continuó con su copa en mano, como si estuviera haciendo un discurso, muy seguro de si mismo.

Nami deseaba que la tierra la tragase y Kaya lo miraba, prestándole toda su atención.

—Nos dirigimos a la Gran Ruta, donde más aventuras nos esperan —Comenzó a caminar por la mesa hacia Kaya— Y al final del viaje, encontraré el tesoro supremo, el one piece. Y me convertiré en el rey de los piratas.

—¿Hablas en serio? —Le preguntó la rubia, creyendo en sus palabras.

Luffy le extendió su copa a Klahador que de mala gana la tomó y el chico con sombrero agarró a Kaya de los hombros.

—Kaya, tienes un hermoso barco, una carabela cuyo mascarón es una oveja. Y me habló, ese es el barco que cumplirá nuestros sueños. Prometo que cuidaremos de él, será un miembro más de nuestra tripulación. Porque un barco también es un hogar.

—¡Ya fue suficiente! Debí suponer que Usopp traería gentuza a nuestra casa —Exclamó Klahador enfadado.

—Klahador, está bien, yo —Empezó a tranquilizarlo Kaya, pero no pudo terminar comenzando a toser.

—Miren, ya alteraron a la señorita Kaya, todos ustedes ¡Fuera de esta casa!—Gritó señalándo a todo el grupo de Luffy y Usopp.

—No hable por Kaya, ella es quien decide quien entra y quien sale —Le dije Kenna, enfadada de que hablara por su prima.

—Usted mejor no diga nada ¡Nunca debí dejar que Kaya probara ese pastel, seguro eso la afectó también!

Kenna sintió una punzada de culpabilidad ¿Habría sido el pastel? No, había sido muy cuidadosa con todos los ingredientes, nunca pondría en juego la salud de Kaya

Kaya negaba, al ver como Klahador echaba a los invitados y peleaba con su prima. Intentaba hablar pero la tos no se detenía.

—Es tarde —Tosió—. Que pasen la noche aquí —Logró decir a duras penas.









Ya tenía un par de capítulos de este fic escritos en primera persona, pero se me ocurrió la gran idea de pasar el prólogo a tercera persona. Me gustó bastante escribirlo y me encantó cómo quedó así que quise probar hacer toda la historia en tercera persona. Y acá me tienen, acabando de cabar mi propia tumba, teniendo que pasar los capítulos que ya tenía escritos a tercera persona 🤡

En fin, eso es todo.
Les ama,
Isa 💞

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