08 || Unforgettable

Stiles se movía de un lado a otro en la cama, no podía evitarlo, cada vez que cerraba los ojos los mismos ojos oceánicos y cabellera cobriza aparecían en su mente. Al principio era genial, la veía sonreír, reírse de sus chistes, la podía tocar, la podía besar, la podía sostener entre sus brazos y todo se sentía tan real. Pero después, la veía irse, la veía en los brazos de otro chico y eso también se sentía muy real.

Nunca se imagino a Gwen estando con alguien más y que sea real de verdad le duele, ¿tan rápido lo olvidó? ¿Lo verá como solía verlo a él? Sabe que es un poco hipócrita de su parte, ya que el también tenía una especie de relación con Malia, aunque eso probablemente terminó cuando la chica se enteró lo de Peter.

Ahora Malia estaba en sus pensamientos. Su intención nunca fue herir a la chica. Él solo quería hacerla sentir bienvenida y ayudarla, las cosas se le salieron de las manos y antes de que pudiera darse cuenta, la chica lo estaba besando y después ya tenían algo así como una relación, aunque nunca lo dijeran como tal. Él sabía que estaba mal, estaba mal porque seguía amando a Gwen, no estaba ni cerca de superarla y agregar otra chica a la fórmula no fue la mejor decisión. Por eso ahora se encontraba sólo, había lastimado a una chica que de verdad le importa y el amor de su vida estaba con otro.

Mientras se removía en la cama, recordó la primera vez que durmió con Gwen. Era tan fácil. Con el simple hecho de sentir el calor de su cuerpo, Stiles podía caer dormido de cualquier forma. Con Malia fue un poco más difícil encontrar una posición cómoda para dormir, estaba tan acostumbrado a el cuerpo de la cobriza que el cambio fue difícil, pero eventualmente encontraron la forma de dormir bastante cómodos, debía admitirlo.

Suspiró. Le gustaba estar con Malia, era tan fácil y la chica era divertida y Stiles solo quería ayudarla. Pero Gwen... El simple hecho de mirarla a los ojos se sentía como en casa y Stiles sabía que no encontraría eso en nadie más.

🌒  🌒  🌒

Los chicos pusieron las tres computadoras sobre la mesa del comedor en la casa de Scott.

— ¿Con tres basta? —le preguntó Kira a él Alfa.

— Depende de cuántas cámaras tengan, pero supongo que sí —contestó en su lugar Stiles.

— ¿Realmente vamos a hacerlo? —preguntó él menor de todos los presentes, Liam.

— Sí, lo haremos. Ésta noche.

— Pero ¿no es algo peligroso? —claramente el menor no estaba acostumbrado a los planes extremadamente riesgosos que siempre se les ocurrían. Nadie podía culparlo por el terror en su rostro.

— Sip, es terriblemente peligroso y raya con la idiotez —contestó Stiles.

— ¿Ya hicieron algo así antes?

— ¿Algo peligroso o alguna idiotez? —Gwen arqueó una ceja—. Porque hemos ambas.

Liam bajó la cabeza.

— No tienes que participar si no quieres —le aseguró su Alfa.

— No tengo miedo —se apresuró a decir el Beta. No quería que Scott y los demás lo tacharan de cobarde o algo así

— Entonces estás rayando la idiotez —Stiles lo tomó del hombro y le guiñó un ojo.

— Felicidades —se mofó la cobriza.

— Si lo hacemos, no sabemos lo que nos espera, ¿entienden? —les advirtió Stiles a todos, poniéndose serio de repente.

— ¿Cómo sabemos que algo realmente va a suceder? —preguntó Kira.

— La cinta que tenía Garret exigía confirmación visual —le explicó Scott.

— Simón dijo lo mismo. El Benefactor no le iba a pagar a menos que tuviera pruebas de su muerte —completó el chico Stilinski.

— Entonces, me pregunto, ¿qué pasa si matas a alguien de la lista negra, pero no puedes enviarles pruebas?

— No te pagan.

— Y eso, ¿cómo va a acercarnos al Benefactor? —preguntó otra vez Liam.

— Aún debe saber si el blanco está muerto o no —le aclaró Gwen.

— Sobre todo si es de los que encabezan la lista —Stiles miró a Scott.

— Si quiere confirmación visual...

— Tendrá que venir a buscarla él mismo.

🌒  🌒  🌒

Scott ya se encontraba en la cama, con los botones de la camisa abiertos y mirando a todos lados. Si acaso estaba muriendo de nervios, no lo dejaba ver mucho. Al contrario de Liam, que daba vueltas de un lado a otro en la habitación, comenzando a desesperar a Gwen y poniendo a Kira más nerviosa.

— ¿Están totalmente seguros de esto? —les preguntó el menor.

— Creo que Liam está nervioso. Tendrían que decirle que todo va a estar bien —la voz de la kitsune temblaba ligeramente al igual que sus manos, con las que se encontraba jugando, en señal de que realmente se refería a ella.

Scott la miró a los ojos antes de hablar—. Todo va a estar bien.

— Ya hicieron esto antes, ¿no? —preguntó él menor a Kira y su mamá.

— Ví como lo hacían —dijo Noshiko.

Liam rió nervioso—. ¿Con eso basta?

— No.

— Mamá, no inspiras confianza —a Gwen le pareció bastante tierna la forma en que Kira sostenía la mano de Scott y sonrió con nostalgia.

— Bien. Esta es una idea terrible.

— ¿Quiere que te dejemos fuera? —todos se sorprendieron ante el tono que uso Kira con su mamá.

Noshiko pareció ceder—. Pon tu mano en su corazón —le indicó a su hija.

Kira asintió y comenzó a acercar su mano al pecho de él Alfa, hasta que éste la detuvo cuando estaba a punto de tocarlo.

— Espera. ¿Qué pasa mientras estoy inconsciente? ¿Voy a sentir algo? —él chico miró a Noshiko y después a Gwen.

La cobriza sólo se encogió de hombros—. No me veas a mi, cuando muero no siento nada —enseguida la chica frunció el ceño ante lo raro que se escuchó decir eso.

— Quizá te parezca que estás soñando —contestó en cambio Noshiko.

— ¿Sueños buenos o pesadillas?

— Supongo que eso depende de ti.

Scott volvió a recostarse y Kira puso su mano en su pecho, de esta enseguida comenzaron a salir rayos de electricidad y Scott arqueó la espalda mientras quedaba sin aire antes de cerrar los ojos, inmóvil.

🌒  🌒  🌒

Melissa entró a la morgue secándose las lágrimas y se detuvo cuando vio el cuerpo inerte de su hijo.

— Aún detesto este plan —fue lo primero que dijo—. Esto es espeluznante, parece muerto —su voz se cortó.

— Dame tu mano —le pidió Noshiko. Melissa miró a Stiles con duda.

— Está bien —él chico le aseguró.

Melissa le dió su mano a Noshiko y ella la puso sobre el pecho del Scott, Melissa respingo ante lo frío de su piel—. Espera —los latidos leves y pausados se comenzaron a sentir debajo de su palma.

— ¿Eso mantiene vivo a un hombre lobo?

— Es suficiente para un Alfa.

— ¿Cuánto tiempo tenemos?

— 45 minutos.

— ¿Qué pasa después?

— Lo devuelvo de la misma manera —le dijo Kira a la mamá de Scott.

— No, ¿qué pasa si permanece más de 45 minutos así? —entonces todos permanecieron en silencio, mirándose uno a otro.

— ¿Nadie le dijo?

— ¿Qué? ¿Qué pasa después de los 45 minutos? —preguntó otra vez.

— Muere.

— Y por eso les dije que tenía que ser yo —reprochó Gwendolyn—. Por lo menos tendríamos la certeza de que de cualquier forma no me voy a morir —Stiles, Liam y Kira la miraron mal—. ¿Qué? Es la verdad.

Stiles bufó—. No vamos a tener esa discusión otra vez. Ya te dijimos, sí vales tanto en la lista es porque saben que eres inmortal. No nos creerían.

Gwen bufó, pero no dijo nada más.

🌒  🌒  🌒

“Scott McCall muerto. Se solicita pago” escribió él mayor de los Argent en la computadora.

— ¿Así hablas como asesino? —los dos Argent miraron a Stiles con el ceño fruncido.

— Dije que está muerto, ¿qué más quieres?

— Estuvo un poco seco, pudiste decir algo como “Objetivo neutralizado”, “El cuervo vuela a media noche” eso siempre está genial —Chris rodó los ojos.

— Ves muchas películas —dijo la cobriza, escondiendo la sonrisa que amenazaba con formarse en su rostro.

Un ruido proviniente de la computadora les aviso que ya tenían una respuesta. Se quiere confirmación visual.
Stiles se iba a apresurar a escribir pero se detuvo y le dió lugar al mayor, que con un gesto le indico que escribiera él.

— Escribe esto: “Imposible enviar confirmación visual. La policía viene a reclamar el cuerpo en 40 minutos” —Stiles escribió todo con rapidez y enseguida tuvieron una respuesta.

Se requiere de confirmación visual para realizar el pago.

— Dile que uno de los primeros en la lista está muerto. Yo lo maté y si la transferencia de dinero no se completa en 40 minutos... —él mayor le arrebató la computadora de las manos a Stiles y él escribió: “Iré a buscarte”.

🌒  🌒  🌒

— Estoy aquí, ¿lista? —preguntó su papá a Gwen por el teléfono—. Intenten ahora.

Gwen miró a los demás y asintió hacia Stiles, quien apretó un botón y enseguida obtuvieron la vista de todas las cámaras del hospital en las tres laptops.

Mientras los chicos esperaban algún monitoreaban cualquier movimiento en las cámaras, Gwen notó que Stiles se alejó un momento para hacer una llamada y maldijo cuando no fue atendido. La chica supuso que estaba llamando a Malia, Lydia le había contado casi cada detalle de como fue que surgió algo entre ellos cuando ella se fue, además de que pudo notar como la coyote veía a su ex novio y mentiría si dijera que no estaba celosa o le dolía pero sabía que ella fue la que terminó con él chico y le dijo que no la esperara, así que simplemente sacudía esos pensamientos de su cabeza. Ella en cualquier momento se volvería a ir y Stiles merecía ser felíz con alguien que si estuviera para él.

Cuándo Stiles volvió con ellos, una de las cámaras comenzó a fallar.

— ¿Se supone que eso debe verse así? —les preguntó Liam. La cámara se apagó y marcó fuera de señal, mientras las demás comenzaban a fallar también.

— No.

— ¿De dónde es eso? —preguntó Kira.

— La azotea, alguien va a tener que ir a revisar —les dijo Stiles.

— Yo iré.

— Puede que no sea sólo una falla —le advirtió Stiles a Kira.

— Por eso llevaré esto —la kitsune les mostró su katana y él chico asintió.

Liam, que estaba bastante inquieto por los nervios enseguida salió detrás de ella—. Voy contigo.

Sólo quedaron Stiles y Gwen en la habitación—. ¡Bien, y los dos regresan de inmediato! —les gritó Stiles, pero probablemente los chicos ya estaban muy lejos para escucharlo. Stiles suspiró—. Niños.

Gwen de verdad esperaba que los chicos volvieran rápido, pues era algo incómodo estar sola con Stiles. La única vez que estuvieron solos desde que regresó fue cuando estaban atrapados en la escuela por el virus y Gwen fue infectada, pero debido a la adrenalina del momento y la preocupación que sentían, la incomodidad entre ellos no era tan palpable como ahora. Ninguno sabía que decir.

O al menos, la ojiazul no sabía que decir, pues él chico Stilinski incluso tuvo que morderse el labio para evitar decir lo único que rondaba por su mente, aunque eventualmente no aguanto más las palabras y simplemente lo dijo.

— Así que... ¿dónde está tu amigo? —rompió el silencio. A Gwen le pareció raro como hizo énfasis en la palabra amigo, pero prefirió ignorarlo.

— ¿Isaac? Está con Lydia en la casa del lago, están buscando algo que conecte a Meredith con la casa —contestó la cobriza sin mirarlo.

— No me refería a él.

— ¿Dash? Está con ellos también, ¿pero por qué querrías saber dónde está mi primo? —el ceño de Gwen se encontraba fruncido y está si se volvió para ver a Stiles.

Stiles bufó—. Tampoco me refería a Dash.

— ¿Entonces de que hablas?

— Habló del chico con él que estabas anoche, que se veía algo mayor, por cierto —Stiles resopló mientras Gwen lo miraba aún confundida.

— ¿Qué? —la chica analizó sus palabras por unos segundos—. ¿Cómo sabes... —se detuvo y miró a Stiles acusadoramente—. ¿Me estás espiando?

— ¡No! ¡No te estoy espiando! ¿Por quién me tomas?

— ¿Entonces cómo sabe que estaba con un chico anoche?

— ¡No lo negaste! —gritó Stiles ofendido.

— ¿Por qué lo negaría sí es la verdad? Dime cómo lo sabes —le exigió.

Stiles suspiró pesadamente—. Yo... Me quedé algo preocupado anoche y quise ir a ver cómo estabas pero...

— Me viste con él en la entrada y te fuiste —lo cortó Gwen, deduciendo cómo fueron las cosas.

— Parecían bastante cercanos —comentó el chico, fingiendo que era solo un comentario casual, pero Gwendolyn sabía las intenciones detrás de ese tono que usó.

La chica rodó los ojos—. No es mi novio, si es lo que piensas. Y si lo fuera no es asunto tuyo —no era su intención sonar tan dura, pero le parecía incoherente que Stiles se viera ofendido cuando el salía con Malia.

Stiles la miró indignado—. Tal vez no sea del todo mi asunto, pero me sorprende lo poco que te costó olvidarme —soltó.

— ¿Perdona? No puedo creer que seas tan cínico. ¡Stiles tu sales con Malia! —Gwen explotó—. ¡¿Cómo te atreves siquiera a insinuar que te olvidé cuando tú también sales con alguien?!

— ¡O sea que si sales con él! —Gwen rodó los ojos—. Y yo no fui él que terminó la relación, Gwen, fuiste tú —él rostro del chico ya estaba rojo y la vena en su cuello comenzaba a marcarse—. Tú fuiste la que me dijo que siguiera adelante. No pensé que tú seguirías adelante tan fácil.

— ¡No salgo con él! ¿Y qué te hace pensar que ya te olvidé?

— Gwen, los ví. Vi como se abrazaban y él te besó. Tampoco respondiste alguno de los miles de mensajes que te mandé todo este tiempo y actúas tan indiferente —Stiles pasó saliva—. Y por si no lo has notado, Malia me odia ahora.

— Si tanto te interesa saber, es mi amigo y nos acostamos un par de veces —eso pareció dolerle a Stiles pero enseguida regreso a su postura enfadada—, pero no estoy con él, no tiene importancia.

— Para mí si la tiene. Estuve 4 meses sin saber absolutamente nada de ti. Y sí, tuve algo con Malia que ni siquiera yo sé cómo empezó, pero eso no significa que no haya pensado en ti a cada segundo —los ojos de Stiles se cristalizaron y golpeó la mesa—. Odio verte con alguien más. Odio tu maldita indiferencia y odio no poder seguir adelante como tú...

— Yo no seguí adelante —los ojos de Gwen también se cristalizaron pero parpadeo para ahuyentar las lágrimas—. Stiles es imposible que pueda olvidarte. Todo lo que quiero es que seas felíz y estés a salvo. Eso nunca lo tendrás conmigo.

— ¿Cómo estás tan segura? —de un momento a otro, Stiles se había acercado peligrosamente a ella y Gwen sabía que si se acercaba más ella iba a ceder, pero por alguna razón sus pies se sentían pegados al suelo.

Stiles tomó su mejilla, aquel tacto tan cálido después de meses quemó en toda su piel. Gwendolyn estaba conteniendo la respiración y ni siquiera lo sabía. Stiles cada vez se acercaba más y cada vez sentían más la respiración del otro. Anhelaban el contacto de sus labios.

Pero el parpadeo de las luces de la habitación los trajo a la realidad. Gwen se alejó abruptamente del chico y se enfocó en las computadoras, que mostraban que ninguna de las cámaras tenía señal.

— La luz está fallando en todo el edificio, deberíamos buscar a mi papá —dijo Gwen, en su mejor intento de actuar como si nada hubiera pasado.

Salieron del cuarto y caminaron por algunos pasillos hasta que se encontraron con el mayor de los Argent, que al sentir su presencia se volvió rápidamente con el arma en alto, sobresaltando a Stiles. Cuando vio a ambos chicos suspiró y bajó esta.

— Se cortó la luz en todo el edificio. Perdimos todas las cámaras —le informó su hija.

— Quédense con Scott y mándenme un mensaje si ven o oyen algo —Chris revisó su reloj, cada vez quedaba menos tiempo.

Ambos chicos asintieron y regresaron corriendo hacia la morgue dónde estaba el cuerpo de Scott.

🌒  🌒  🌒

Stiles se movía de un lado a otro mientras llamaba a el cazador—. Vamos, Argent, contesta el teléfono —seguía mandándole a buzón—. Vamos, Argent, contesta el teléfono, ¿por qué no contestas?

— ¿Puedes dejar de caminar en círculos? Me desespe...

Gwen no terminó aquella oración porque la puerta fue abierta y su papá fue arrojado al suelo de la habitación frente a ellos.

— Chicos, corran —les dijo entre jadeos—. Salgan de aquí.

Entonces Kate entró y la ojiazul le gruñó en cuanto la vio, sacando sus garras y colmillos, se posó delante de Stiles mientras su padre se levantaba.

— Salgan del camino —les dijo a ambos adolescentes—. Me voy a llevar el cuerpo.

— ¿Por qué? ¿Confirmación visual?

— No te preocupes, guapo, no soy el Benefactor —en cuánto Kate empezó a avanzar hacia ellos, Gwen se acercó más a ella y le volvió a gruñir, advirtiéndole que no se acercara más.

— Entonces ¿para que quieres con el cuerpo? —le preguntó Chris a su hermana.

— Desearía poder decirte.

Chris se acercó e intentó golpear a la mujer jaguar, y aunque esta evitó el ataque, no predijo cuando el mayor apuntó un arma contra su cuello.

Kate resopló—. Siempre olvidó que llevas dos.

— ¡Retrocede!

— ¿Estás seguro de que puedes apretar rápido el gatillo?

— No quiero hacerlo.

— No vas a matarme.

— Tal vez él no lo haga pero si se te ocurre acercarte al cuerpo yo misma te corto la garganta con mis dientes —masculló Gwen, que seguía delante de Stiles y dónde se encontraba el cuerpo de Scott, protegiéndolos.

Kate soltó una risa falsa—. Quiero ver que lo hagas —dijo para provocar a la Beta.

— ¡No vamos a dejar que te lleves su cuerpo! —le advirtió Chris, aún con el arma presionada cada vez más en el cuello de la rubia.

— Bueno, obviamente, tienen mucho que hablar —dijo Stiles en un intento -claramente fallido- de aligerar la tensión del ambiente—. Así que... Vi una máquina expendedora afuera —sólo se ganó una mala mirada de Gwendolyn.

Chris seguía forcejeando con Kate—. Escúchame, Kate. Tenemos un plan.

— Y si matar a Scott era parte de él, eres peor que yo.

— Él dice la verdad. Estamos intentando llegar a él Benefactor —apoyó Gwen a su padre.

— Por si no lo sabes, tú también estás en la lista, y vales más que la mayoría —masculló él mayor.

— ¡Por eso estoy aquí!

— ¡Entonces hazte a un lado y déjanos seguir con el plan! —Kate lo miró con rabia unos segundos y después miró el reloj en su muñeca. El tiempo se acababa—. Llévate a los Berserkers y vete. Kate, por favor. Tenemos un plan —ahora el tono del mayor sonaba más suplicante.

Kate se safó del agarré de su hermano y sin decir nada más se fue. Kira apareció un minuto antes de que el tiempo se acabará, justo a tiempo para despertar a Scott.

Él Alfa tomó una gran bocanada de aire cuando recuperó la consciencia y todos suspiraron con alivio, la kitsune se acercó a él chico y le dió un casto beso en los labios.

— ¿Qué pasó? ¿Funcionó? —preguntó Scott cuando se separaron, ya menos aturdido. La expresión de Kira pasó de felicidad a decepción.

La kitsune pasó su mirada a los dos Argent y a Stiles, pero ninguno hablo, sus rostros de derrota lo decían todo.

Entonces Liam entró a la morgue, con una expresión que solo traía más malas noticias.

— ¿Qué? —le preguntó Kira.

— Es tu madre, está herida.



























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