04 || The game
Los chicos tardan un día entero en llegar a Beacon Hills, obviamente hicieron algunas paradas en el camino, pero gracias a que ambos adolescentes manejan realmente rápido, ya se encuentran en Beacon Hills a la media noche. Una vez que entran al pueblo, los vampiros que iban escoltandolos se separan de ellos.
La nostalgia y los recuerdos no tardan mucho en atacarlos. Es como si todo el pueblo estuviera repleto de los fantasmas de su pasado. Un pasado que, por lo menos para Gwen, se ve muy lejano y duele.
Llegan a la nueva casa que ha rentado su padre al mismo tiempo que la camioneta de Chris Argent se asoma frente a la acera, llenando de curiosidad a ambos adolescentes sobre el porque el cazador estaba fuera de casa a media noche. Su confusión aumenta aún más cuando de la camioneta no solo baja Chris Argent, sino que es acompañado por un pelinegro alto de ojos verdes, a quién Gwen obviamente reconoce como Dashiell Argent, su primo.
— Dash, ¿qué haces aquí? —es lo primero que dice Gwen cuando baja del vehículo—. ¿Y qué hacían fuera a esta hora?
— Chris necesitaba refuerzos y yo quería saber si las chicas americanas eran tan lindas como dicen —contestó él francés, a lo que Gwen rodó los ojos.
— Tú amigo Scott necesitaba ayuda con su nuevo Beta —contestó su otra pregunta Chris.
— ¿Scott mordió a alguien? —tanto Isaac como Gwen estaban incrédulos.
— Eso si que va a ser interesante —se mofó el rubio.
El mayor de todos soltó un gran suspiro y Gwen supo que lo que se venía no era bueno—. Y ese no es nuestro mayor problema... Alguien está pagando por matar criaturas sobrenaturales.
🌒 🌒 🌒
Los dos cazadores ayudaron a los recién llegados con su equipaje y entraron a la casa.
Comparada con la mansión de los Mikaelson, donde podías incluso perderte entre los pasillos, aquella casa era miniatura, pero aún así era lo suficientemente grande para los cuatro y parecía acogedora. Aunque la chica hizo la nota mental de no acostumbrarse mucho a aquello.
Cuándo escogió entre una de las dos habitaciones desocupadas, llegó a su memoria el recuerdo de Allison y ella peleando por una habitación cuando se mudaron a él antiguo departamento; enseguida suprimió ese recuerdo y simplemente eligió aquella cuya ventana tenía una vista directa a la Luna.
Lo primero que desempaco fue la urna de Allison, asegurándose de colocarla en un lugar donde estuviera segura.
— Por ahora, esta es nuestra nueva casa, Alli. Te hubiera gustado, se parece un poco a la casa que teníamos cuando yo recién llegué —susurró antes de alejarse de la urna.
Esa noche le fue muy difícil conciliar el sueño.
Los recuerdos de una vida que ahora parecía ajena la atacaban aún más, aunque por lo menos el cielo nocturno de Beacon Hills lograba calmarla un poco.
🌒 🌒 🌒
Stiles tomaba cinta conforme pegaba cada una de las fotos en su pizarra, reuniendo toda la información que hasta ahora tenían.
— Los Walcott fueron los primeros, al menos los primeros sobre los que sabemos —pego las fotos de la familia asesinada—. Cuatro asesinatos, Sean, su hermano y sus padres. Los mató un asesino profesional llamado el Mudo. El arma usada fue una hacha militar. Pero Peter Hale mató al Mudo, tras su intento de volar a Derek con una mina Claymore.
Stiles conectó todo con cinta a la foto de el Mudo y después tomó la foto del siguiente asesinado.
— El siguiente fue Demarco. Llevó un barril de cerveza a la fiesta de Lydia en la casa del lago y lo decapitaron afuera de su auto.
Stiles terminó de pegar la foto y tomó la siguiente y más reciente.
— Y luego, anoche, Carrie Hudson de 23 años.
Stiles pegó la foto y después tomó la lista negra, que había sido descifrada por Lydia.
En lo alto de la hoja se podía leer la contraseña que liberó el que creían era el primer tercio de la lista: Allison.
Stiles comenzó a tachar con rojo las personas de aquella lista que ya habían sido asesinada: Sean Walcott, David Walcott, Michael Walcott, Cristina Walcott, Demarco Montana y Carrie Hudson.
Sólo cinco nombres restaban de la lista: Lydia Martin, Scott McCall, Derek Hale, Kira Yukimura, Kayleen Bettcher y Elías Town
Stiles escribe en su pizarra demás datos, como que las cifras deberán sumar 117 millones de dólares, también añadé que estos fueron robados de la bóveda de los Hale, para pagar por los asesinatos.
Por último, dibuja en el centro una silueta con un signo de interrogación, para representar su mayor duda. ¿Quién es el Benefactor?
🌒 🌒 🌒
Gwen no quería. Era lo que menos quería. Prácticamente la habían obligado a ello.
Extrañamente, estando ahí, frente a las puertas de la Preparatoria Beacon Hills, se sentía más aterrorizada que hace unos días cuando peleaba contra los Guerrera.
— Todo va a estar bien —Isaac posó una mano sobre su hombro—. Estamos juntos en esto.
Gwen trago saliva y asintió.
Se sentía como cuando volvieron a la escuela después del desastre de Kate, pero al menos en ese momento tenía a Allison para ayudarla a superarlo. Necesitaba a su hermana mayor en ese momento. En realidad, la necesitaba siempre.
Al menos tenía a Isaac y a Dash, no es que este último fuera mucho apoyo, pero algo es algo.
Gwen se sacudió todo el nerviosismo y por fin los tres adolescentes se adentraron a la preparatoria.
Cómo era de esperarse, llamaron la atención en cuanto entraron. Ya sea por los que reconocieron a Gwen y Isaac o por la gran cantidad de chicos nuevos que no podían evitar mirar a los tres chicos tan atractivos que acababan de entrar. De la forma que fuera, ya estaban en la boca de todos.
Gwen podía escuchar los susurros sobre su persona, no esperaba menos cuando estuvo 4 meses fuera, pero le estaba costando alejar esas voces de su mente. Definitivamente no quería escuchar acerca de lo cambiada que se veía o de lo trágica que debió ser para ella la muerte de su hermana.
La mirada de las personas y lo que pudieran decir eran lo de menos, realmente no pertubaban a la ojiazul -no tanto al menos-, lo que realmente detonaba su ansiedad era el momento -inevitable- en que se encontrara con sus viejos amigos.
A la primera que vio fue a Kira, charlando con su papá al lado de los casilleros, este sostenía un jersey de lacrosse y pudo escuchar algo acerca de que Kira estaba en el equipo, lo que la hizo sonreír. Kira la arrebató a su papá el jersey y cuando se volvió, su mirada cayó en los tres adolescentes que pasaban a su lado, más específicamente en la chica de en medio. Kira sólo se quedó pasmada.
🌒 🌒 🌒
Gwen sentía que habían pasado años desde que estuvo en una clase con el entrenador Finstock y no recordaba lo divertidas que eran. Aunque había una cierta tensión en sus hombros, pues Stiles y Scott se encontraban tan solo unos asientos frente a ella, por suerte no hasta el momento había logrado no llamar la atención para que ni ellos ni el entrenador se fijaran en ella.
Stiles se encontraba con un montón de fotos de una chica asesinada sobre su banco y definitivamente le trajo recuerdos de mucho mejores tiempos.
El entrenador comenzó a pasearse entre las bancas, quejándose del poco financiamiento de la escuela para los equipos deportivos, se detuvo al lado de Stiles y su rostro fue bastante cómico cuando vio las fotografías que el castaño tenía encima de su banca.
— Sabes, Stilinski, si pudiera calificar cuánto me perturbas, te daría la nota más alta —Gwen soltó una pequeña risita. No sabía cuánto extrañaba eso hasta ese momento.
— Gracias, entrenador.
— Guarda esas fotos.
Entonces Stiles tomo el palo de lacrosse que el coach sostenía y se lo quedó viendo de una manera bastante perturbadora.
El coach tiraba del palo de lacrosse pero Stiles se reusaba a soltarlo, alternaba miradas con el y las fotografías.
Cuándo por fin el entrenador se libera del agarre de Stiles, el castaño y el Alfa se miran, ambos consternados.
— Está en el equipo de lacrosse —escucha Gwen que Stiles dice.
La clase transcurre por unos minutos más sin muchas cosas fuera de lo usual. Hasta que, unos momentos antes de que el timbre que anunciaba el fin de clase sonara, la mirada el entrenador se centra en los rostros de su fila, al final cayendo en ella y su rostro refleja bastante sorpresa, tal vez por lo extraño que le resulta ver a la chica devuelta, o quizás porque no se había percatado de su presencia en toda la clase, o quizás sea el hecho de que no está pegada a Stiles y a Scott como en el pasado.
Y Gwen no puede evitar cuando aquel comentario sale de su boca.
— Argent, ¿por qué tan callada? Con razón no te vi en toda la clase —Gwen enseguida quiere salir corriendo. Todas las miradas se posan en ella de inmediato. La cobriza observa como los dos chicos más adelante de ella primero se congelan en sus asientos y después se vuelven hacia donde la mirada del entrenador se dirige, atónitos.
No hace contacto visual con ninguno, demasiado aterrada de aquello, pero puede sentir su mirada encima de ella. Casi podría decir que su piel quema ante ella.
Siente que por fin puede respirar cuando el timbre suena y no lo piensa dos veces antes de salir prácticamente corriendo del aula.
🌒 🌒 🌒
Scott, Stiles y Kira se encontraban en la oficina de el entrenador, dónde todos los equipos de lacrosse que proporcionaba la escuela se encontraban guardados. Revisaban uno por uno, pero no encontraron el que buscaban.
— Esto no tiene sentido —dijo el Alfa, harto de la situación—. Casi todos juegan con su propio equipo.
— Tal vez en lugar de buscar un palo de lacrosse con una daga oculta, deberíamos hacer que cancelen el juego —sugirió Kira.
Scott enseguida desechó la idea—. El juego es la mejor manera de atraparlo en el acto.
— ¿Qué tal si lo atrapamos pero con las manos bañadas en sangre de otra persona a la que acaba de apuñalar? —dijo el humano, con su característico sarcasmo—. Que, por cierto, podría ser cualquiera de ustedes dos.
— O Liam, no tenemos la lista completa y él podría estar ahí.
O Gwendolyn, pensó Stiles, pero prefirió guardarse el comentario.
— No sabemos nada de esa lista. Como la hacen, como se actualiza, digo, ¿quién ha hecho un censo de criaturas sobrenaturales?
— ¿Cómo saben de mí? —preguntó Kira.
— Saben de todos.
Stiles suspiró—. Kira tiene razón, deberíamos hacer que cancelen el juego.
— No tengo miedo —Stiles lo miró incrédulo, con ambas manos en su cintura, en pose de jarrón.
— Yo tampoco —dijo Kira firmemente, y ahora Stiles los miraba a manos como si les hubiera salido una segunda cabeza.
— ¡Yo estoy aterrorizado! Y ni siquiera estoy en la lista —se exaltó el castaño, interrumpiendo el pequeño momento que sus amigos estaban teniendo—. Chicos, son asesinos profesionales. Es su profesión —recalcó—. Uno de ellos tiene un cable thermo-cut que corta cabezas. ¿Quién sabe que más tienen? —Stiles soltó un suspiro y agachó la cabeza—. ¿Y podríamos por favor hablar del hecho de que Gwen regresó?
— También Isaac —añadió Scott.
— ¿Hablo con ustedes? —les preguntó Kira a los chicos, ambos negaron.
— Salió corriendo en cuanto la vimos —Stiles jugaba comenzó a jugar con sus dedos, su voz sonaba más apagada que hace un momento.
— ¿Y por qué regresaron? Es decir, han pasado meses desde que supimos algo de ellos —Kira suspiró.
— Argent los llamó.
— ¿Tú sabías? —ahora Stiles miraba con reproche a su mejor amigo.
— Le pregunté por ellos cuando nos ayudó con Liam, pero dijo que hace meses se habían ido de Francia —comenzó a explicar el Alfa—. Dijo que la llamó pero Gwen no contestaba. Ya saben cómo es ella, no creí que regresara.
— Bueno, que Gwen esté aquí no es malo, ¿no? Yo de verdad la extraño y creo que nos vendría bien su ayuda.
— Gwen nos alejó a todos de su vida, Kira, no creo que sea tan fácil volver a acercarnos —a Stiles le costaba decirlo, pero era la realidad.
— Por lo menos hay que intentarlo.
🌒 🌒 🌒
El último encuentro de Gwen se da con Lydia, es la penúltima hora y se encuentra sacando algunas cosas de su casillero, Dash está a su lado porque ambos tienen la hora libre y Isaac está en clase.
Mientras Dash le cuenta sobre lo incompetente que su maestro de francés es y como no tiene ni idea de lo que realmente dice, Gwen siente un olor ya bastante familiar y no tarda en ver a Lydia en el pasillo hablando con la que reconoce como Malia, la chica que conoció en Eichen House.
Dash se da cuenta que su prima le ha dejado de prestar atención y sigue su mirada hasta que cae en ambas chicas.
— ¿Por qué...
— ¡Yo sólo oigo voces en mi cabeza! —se interrumpido por la voz de Lydia, que hace eco en el pasillo. Los demás de alrededor la miran raro y Gwen sólo quiere decirles que se metan en sus asuntos.
La rubia fresa da media vuelta y se aleja de Malia, ve de reojo a ambos chicos mirándola pero no les presta atención, hasta que su cerebro procesa a quien realmente acaba de ver y entonces se detiene por completo y mira a la chica, Gwen no puede descifrar la expresión en su rostro.
Lydia parece tener intenciones de acercarse, por un momento incluso se ve determinada a ello, pero no lo hace. Simplemente sonríe levemente y sigue su camino.
— ¿Quién era la pelirroja? —le pregunta Dash a la chica a su lado cuando Lydia ya ha desaparecido de su vista.
— Es mi mejor amiga... O era, no lo sé —dice pero luego se corrige.
— Es linda, también la otra, la morena. Definitivamente amo este lugar.
Gwen le dedica a Dash una mirada de ¿es en serio? y cierra su casillero después de hacerle saber a él pelinegro que es un idiota.
🌒 🌒 🌒
Debido a la insistencia de Isaac y Dash por asistir al juego de esa noche, ahí se encontraban los tres, buscando un lugar en las gradas del campo para ver el juego.
— Deberíamos estar con papá en la bóveda de los Hale, ayudándolo —resopla la chica cuando por fin encuentran un lugar.
— Gwenny, relájate, hay que disfrutar un poco, el tío Chris tiene todo controlado —Dash rodeó los hombros de su prima con un brazo .
Más alejado de ellos, el chico Stilinski los observaba desde la banca, cuando Scott se percata de aquello, toma a Stiles del hombro para sacarlo de su transe.
— ¿Quién es ese tipo? —bufa mirando de reojo a los tres chicos que ahora se ríen en las gradas, su mirada se enfoca en el francés que rodea a Gwen con su brazo.
— Es el sobrino de Argent, se llama Dashier o algo así, creo —contestó Scott, Stiles paso del desagrado a la vergüenza a penas su mejor amigo dijo aquello—. ¿Estás seguro de que no te afecta que Gwen haya regresado?
Stiles resopló—. Totalmente —la mirada de Scott se volvió más severa—. Bueno, tal vez un poco, ¿sí? No lo sé... Es... Es raro, verla ahí, que después de tanto tiempo esté tan cerca pero ahora todo es diferente. Hace un año Gwen hubiera estado aquí —señaló el lugar a su lado—, deseándome suerte antes del partido. Todo cambio, ella cambio. Y ahora está Malia también... Simplemente no sé que hacer.
Scott suspiró, quisiera ayudar a su amigo pero realmente no sabía cómo hacerlo. Él también desearía que algunas cosas no hubieran cambiado en los últimos meses, extraña esos tiempos, pero también sabe que todo lo que pasaron los ayudo a crecer.
— Las cosas no volverán a ser como antes, amigo. A mi También me gustaría poder volver el tiempo atrás, pero no sé puede —Scott tragó saliva—. No sé tú, pero yo quiero recuperar a una de mis mejores amigas y estoy dispuesto a aceptarla como sea que haya cambiado, tú tienes que pensar si todavía la amas lo suficiente como para aprender a amar esta nueva versión de ella —la mirada de ambos chicos se dirige por un instante a la chica de mechones morados—. Y hagas lo que hagas, no juegues con los sentimientos de ninguna, Stiles.
El chico pálido asiente ante las palabras de su amigo y ambos se hunden en un cómodo silencio que se ve interrumpiendo cuando el entrenador anuncia quienes estarán en el campo. Scott se alarma cuando escucha el nombre de Liam.
— ¡Vamos! ¡Vamos, andando! —Scott lo intenta detener—. McCall, te dije que muevas tu trasero al campo.
— Entrenador, aún tiene la pierna lastimada, no creo que deba jugar —dice el menor, refiriéndose a Liam
— Dijo que estaba bien.
— Como capitán, sugiero que deje a Liam fuera del juego —habla más firme, pero solo logra que el entrenador estalle en carcajadas.
— Y, como Presidente de los Estados Unidos, veto esa sugerencia.
— ¿Y si se lastima? —ambos llevaron su mirada a Liam.
Justo en ese momento, Brett -un jugador del equipo contrario, que cabe mencionar es la antigua escuela del jóven Beta- le lanzó la bola a este, que, con sus nuevos reflejos adquiridos y su claro determinación por no dejarse humillar por los idiotas de su antigua escuela, atrapó la bola de inmediato.
Aquello definitivamente no favoreció el argumento de Scott—. Él juega —fue la última palabra del entrenador antes de que el silbato que daba por iniciado el partido sonara. — ¡Vamos, Liam! ¡Stilinski! ¡McCall!
El partido no inicio bien para el equipo de la preparatoria Beacon Hills. Entre un Liam muy enojado y los nervios de Scott, Stiles y Kira, no podían concentrarse mucho en el partido.
Desde las gradas, Gwen presentía que algo más iba a suceder esa noche y los latidos algo acelerados en el corazón de Scott se lo indicaban.
— Creo que va a pasar algo malo —susurró Gwen a Isaac y a Dash.
— ¿Escuchaste algo?
— En la mañana escuché a Scott y Stiles decir que el asesino está en el equipo —Isaac la miró con ambas cejas alzadas y luego soltó una risita—. No estaba espiando, lo dijeron en la clase —Gwendolyn rodó los que ojos.
— Claro, lo que tú digas.
Gwen gruñó—. Cómo sea, hay que estar alertas —ambos chicos asintieron.
— ¿No se supone que solo estábamos aquí por Kate? —a veces, Gwen odiaba a Isaac por saber exactamente en dónde pegarle.
— Protegemos a los que no pueden protegerse —contestó a cambio la chica—. Además, nuestros nombres pueden estar en esa lista, junto con los de más personas inocentes.
Gwen no dijo nada más, pero su mejor amigo bien sabía que el instinto de la chica siempre le iba a dictar que protegiera y ayudará a sus amigos, por más que quiera alejarlos y construya barreras a su alrededor, su lealtad y entrega hacia sus seres queridos nunca iba a desaparecer.
Él chico al que reconocen como el Beta de Scott, es derribado por dos jugadores del equipo contrario. El menor enseguida se levanta y se quita el casco, dispuesto a lanzarse a sus agresores, pero Scott y Stiles lo detienen.
— Él chico de verdad tiene coraje —comenta Dash.
Isaac se encoge de hombros—. Significa que será fuerte.
— Y peligroso —completa la chica.
Stiles se lleva la pelota y le lanza un pase limpio a Kira, Gwen no lo va a admitir, pero siente muchas ganas de gritarle que hizo un buen trabajo. Sólo sacude la cabeza y aleja el pensamiento.
Kira esquiva a cualquiera en su camino y tira perfectamente, metiendo la bola en la portería. Gwen se alegra por ella y también quiere gritarle al entrenador cuando saca a Kira del campo por no pasar la pelota. ¿Qué sabe él de trabajo en equipo?
Las cosas se ponen un poco tensas en el partido. El joven Beta y otro chico del equipo se lanzan contra uno del equipo contrario, los tres terminan en el suelo. Liam y el chico de la otra escuela gritan de dolor.
Scott y Stiles enseguida se acercan a Liam y lo ayudan a levantarse.
— ¿Qué tan fuerte le pegaste? —pregunta el Alfa a su Beta.
— No le pegué, él me pegó a mi —baja la mirada a su brazo, donde un hueso está fuera de su lugar.
Scott se quita los guantes y toma su brazo, mirando a todos lados para asegurarse de que nadie les presta atención—. Cierra tus ojos —Liam le hace caso y Scott procede a enderezar su brazo.
Se llevan a él otro chico fuera del campo y Scott escucha como la daga de Garret es regresada a su lugar, entonces se alarma.
— ¿Estás herido? ¿Garret te cortó? —comienza a inspeccionar al menor frente a él.
— No. Estoy bien.
— Entonces falló.
— ¿A qué te refieres?
— Eres tú Liam, está detrás de ti.
🌒 🌒 🌒
— Hablé con el entrenador, estoy fuera el resto del partido —informo Liam a Scott y Kira.
— ¿Qué vas a hacer? —pregunta la kitsune al chico a su lado.
— No lo sé. Aún hay algo mal, nos estamos perdiendo algo.
— Chicos —Stiles se acercó a ellos—, Lydia descifró otro tercio de la lista.
— ¿Estoy en ella? —pregunta el menor de todos.
— No, pero alguien más sí está.
🌒 🌒 🌒
— Algo no anda bien —dijo Gwen a los otros chicos cuando vio a Scott salir del campo.
— ¿Lo seguimos? —preguntó Isaac.
— ¡Sí! Por fin algo de acción —exclamó Dash, extrañamente emocionado, ganándose una mala mirada de los otros dos chicos.
— Tú te quedas aquí vigilando a los demás —él francés gruñó pero no alcanzaron a escuchar su queja.
Los dos corrieron hacia donde el Alfa se había ido. Siguieron su aroma hasta los vestidores de hombres y al llegar se encontraron con un cuerpo tirado en la entrada.
Escucharon voces provinientes de adentro.
— Ahora te tengo a ti, tengo a un Alfa.
Había una chica con un cable thermo-cut alrededor del cuello de Scott, mientras este tomaba el cable intentando liberarse de su agarre.
Gwen se acercó y tomó a la chica por el cabello, tirando de este hacia atrás para que aflojara su agarre en Scott, que se volvió hacia ella. Cuándo la chica soltó a Scott por completo, este la tomó por el cuello y la levantó, para después estrellarla contra la pared. La chica cayó inconsciente enseguida.
— Esa fue muy poca resistencia para una chica que se atrevió a atacar a un Alfa así —comentó Isaac, que se encontraba al lado del cuerpo de Brett, comprobando que estuviera bien. Los otros dos rieron.
— ¿Él está bien? —preguntó la chica al rubio, refiriéndose a el Beta que se encontraba en el suelo, su amigo asintió.
Stiles irrumpió en la escena y enseguida la sorpresa cubrió su rostro, no sabía si era por la chica en el suelo o por los dos Betas que se encontraban con su mejor amigo, tal vez era las dos.
— Creo que será mejor que llames a tu papá.
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