02 || Taking lives away


Mientras tanto en Beacon Hills...

— Son las dos de la mañana, me despierto y ella está acostada junto a mí —relata Stiles a su mejor amigo mientras suben las escaleras en la Preparatoria Beacon Hills—, solo se mete, pasó como 5 veces en la semana.

— ¿Y luego que sucede? —pregunta Scott, que iba atrás de su amigo.

— Esto —Stiles se detiene para levantarse la camiseta y mostrarle a Scott las marcas en su espalda. El Alfa lo mira boquiabierto.

— Dios...

— Sip, justo encima —los chicos continúan subiendo las escaleras hasta aquel llegan al segundo piso—. Luego de eso, pasamos el resto de la noche besándonos y acurrucados.

— Eso suena bien —Scott se encoge de hombros.

— Sí, pero siempre soy la cuchara pequeña. Siempre.

— Esto significa que están juntos, ¿no? ¿Están saliendo?

— No lo sé...

— Aún no la olvidas, ¿verdad? —Scott ve a su amigo con algo de pena, aunque también entiende a la perfección su situación.

Stiles se detiene en el pasillo—. Todos los días le escribo, ¿sabes? —Scott lo ve incrédulo y Stiles suspira—. Nunca contesta, a veces pienso que tal vez cambio de número o no sé... Mantengo la esperanza de que algún día lo haga.

— ¿Y si nunca lo hace? —Stiles se encoge de hombros, su mirada se ha vuelto triste y el Alfa se siente mal por mencionar a la chica, pero tenían que tener esas conversación algún día—. Amigo, ya han pasado 4 meses, te dijo que no la esperaras.

— Lo sé, Scott, lo sé. Pero todo me recuerda a ella, no puedo evitarlo y te juro que lo he tratado...

— Te entiendo, amigo, de verdad, pero creo que lo mejor para ti es tratar de seguir adelante.

Stiles suelta otro suspiro—. Suena más fácil de lo que es —Scott asiente de acuerdo.

🌒 🌒  🌒

Algunos días pasan y con ello la impaciencia de Niklaus Mikaelson aumenta. Quiere sangre, quiere hacer pedazos a los Guerrera y a las brujas, quiere venganza. Quiere que sus enemigos paguen por arrebatarle a su hija y por tomar control de su territorio. Quiere venganza y la quiere ahora. Ya ha esperado meses por ello.

Cuándo le plantea aquella inquietud a Gwendolyn, la chica acepta sin siquiera dudarlo. Cuatro meses atrás seguramente Scott le hubiera ayudado a buscar otra alternativa, pero ahora tantas cosas se habían roto y vuelto tan oscuras en ella que no podía incluso pensar en que haría su antiguo Alfa. Sacude su cabeza para evitar pensar en cualquier cosa relacionada con Beacon Hills.

Elijah toca la puerta de su habitación y le pide que le hable a Isaac y se reúnan con ellos en el comedor de la mansión porqué necesitan de su ayuda. No da más detalles, pero sabe que después de meses en inercia por fin van a atacar. Lo puede sentir.

En el comedor ya se encuentran Hayley y Niklaus, uno en cada extremo de la mesa, sin dirigirse ni una palabra ni mirarse.
Gwen y Isaac toman asiento y miran atentos a los mayores.

— Estamos reuniendo los 12 anillos originales, cuatro de ellos los tienen los hermanos Guerrera, uno en Oliver, uno en Francesca, tres con su seguridad personal y el resto esparcido entre sus lacayos —empieza a explicar Elijah—. Ahora, cada anillo se distingue por su entorno, cohibidos como aquellos que los llevan.

— Si creen que pueden conseguir la estaca, vendrán por ella cuando esté débil —hablo Niklaus—. Cada anillo que recuperemos me hará más fuerte —Isaac rodó los ojos—, pero aún así estaré en desventaja.

— Así que cualquier esperanza de éxito depende de nuestro trabajo juntos —Elijah habló mirándo a todos en la habitación. Luego se concentró solo el Hayley y Klaus—. Ustedes dos ya no pueden darse el lujo de separarse en esquinas diferentes.

El silencio se hace presente en el comedor durante varios segundos, con la mirada de Hayley penetrando sobre el padre de su hija, hasta que por fin es él híbrido quien habla, levantándose de su asiento.

— Esta es nuestra lucha. ¿Estás lista para la batalla, Hayley?

Gwen puede ver la oscuridad en la mirada de Hayley y ya sabe de antemano que dirá—. Sólo prométeme que Francesca no saldrá con vida.

— Su cabeza te será entregada en bandeja de plata, pequeña loba —una sonrisa traviesa se implanta en el rostro de Klaus.

— Me haré cargo de la última pieza del rompecabezas —murmura Elijah antes de salir de la habitación.

Los dos híbridos también dejan el comedor, quedando solo Isaac y Gwen, uno de ellos con determinación y el otro con cierto duda sobre este enfrentamiento.

Gwen repara en la expresión de Isaac y hace que la mire—. No tienes que hacer esto si no quieres, tampoco tienes que matar a nadie, solo ayúdanos a derribarlos y nosotros nos encargamos de lo demás —Isaac asintió, aún no muy convencido—. Hayley es mi familia, Isaac, la tengo que apoyar pero tú no estás obligado a nada.

Isaac niega y después de tragar saliva dice—. No me cae bien Niklaus, pero los Guerrera son unos idiotas presumidos, cualquier oportunidad para patearles el trasero la tomaré.

Gwendolyn deja salir una gran carcajada y ambos se unen en un abrazo. Si algo tienen en común es que ya se mueren por patear traseros.

🌒  🌒  🌒

Los dos lobos y la híbrida se encontraban escondidos en uno de los pasillo de la mansión, esperando pacientemente a que los Guerrera entraran a la mansión.

— Están llegando —aviso Gwen cuando comenzó a escuchar más latidos además de los de Hayley y Isaac. Contó al menos 10, tal vez habían más, pero sabía que ellos tres podían darles pelea perfectamente.

— Déjenme a mí a Oliver —les advierte Hayley a los adolescentes antes de desaparecer por otro pasillo. Lo siguiente que oyen son jadeos y después hay dos latidos menos.

Gwen mira a Isaac para asegurarse de que esté listo y él asiente, dejando ver sus ojos ya dorados. Gwen siente sus colmillos y sus garras crecer y cuando abre sus ojos el azul metálico brilla en ellos. Uno creería que al tener ojos azules de nacimiento estos no cambian cuando se transforma, pero si hay una distinción notoria, sus ojos de lobo brillan de una manera diferente, más sombría y le dan un aspecto mucho más frío a su mirada.

Más lobos entran por el balcón y ambos adolescentes corren hacia ellos. Isaac toma a un primero y luchan hasta que el rubio lo noquea, Gwen busca entre los presentes quien tiene el anillo y cuando localiza uno en la mano de un lacayo, sonríe maliciosa antes de acercarse a él por detrás, este comienza a forcejear con ella y la intenta tomar de las piernas para derribarla, pero Gwen aplica presión sobre el brazo que rodea su cuello, siente algunos rasguños y más forcejeos pero eventualmente se detienen en absoluto. Gwen suelta al chico y su cuerpo cae frente a ella, no sabe si está muerto o vivo pero tampoco le importa mucho. Se agacha y retira el anillo de su dedo para guardarlo en su bolsillo.

Una chica se abalanza sobre ella, pero antes de que siquiera la toque Gwen ya la sostiene por el cuello y en un movimiento rápido sus garras se deslizan por su garganta. Otro cuerpo sin vida cae frente a ella.

Algunos lobos comienzan a huir cuando Hayley le quita el anillo a Oliver. Se encargan del resto entre los tres, Isaac solo los noquea y los deja malheridos, mientras que las chicas Labonair en su mayoría no tienen piedad, sobre todo Hayley. Puedes palpar la irá detrás de todas sus acciones a la perfección.

Elijah regresa a la mansión repleta de cuerpos inertes y luce impecable, nadie imaginaria la cantidad de hombres que mató esa noche. Hayley le pregunta por Francesca y cuando el vampiro original le informa que huyó mientras el acababa con los demás, la híbrida no tarda mucho en ir tras ella. Gwen quisiera acompañarla, pero sabe que es algo que ella debe y quiere hacer sola.

🌒  🌒  🌒

Cuándo Hayley regresa con el último anillo, Gwendolyn comienza a sentir todo el cansancio provocado por todo lo vivido. Arrastra los pies hasta su habitación y entra a su cuarto de baño para comenzar a despojarse de sus prendas mientras la tina se llena.

Sus manos, brazos e incluso su rostro estaban cubiertos de sangre, de la cual la mayoría no era suya, por lo que cuando estuvo dentro de la tina el agua se tiñó levemente de rojo.

Esa noche quitó 4 vidas. No eran las primeras y sabe que tampoco serán las últimas, pero para su alma se sentía exactamente como la primera vez. Sentía esa gran oscuridad que la cubría cada vez más.

No puede evitar pensar en sus viejos amigos, en su padre, Scott, Stiles, Lydia, ¿qué pensarían se la vieran así? ¿Qué pensarían si la hubieran visto como hace un rato? Desgarrando las gargantas de aquellos lobos, tomando vidas ajenas, cubierta con sangre que no era suya. Definitivamente esa no era la Gwen que ellos querían.

Y ese era uno de los dolores más profundos con los que cargaba, que nunca podría ser la misma de antes. Incluso si arreglara el desastre en que se había convertido, nunca sería lo suficiente para que ellos la aceptaran como antes. Nunca podría volver. Nunca podría mirarlos a la cara después de convertirse en todo lo contrario a lo que la manada representaba.

Le reconforta saber que todo tuvo un propósito, no mató a esas personas al azar. Lo hizo por Hayley, por Klaus, por Elijah, por Hope, su sobrina. Y confiaba ciegamente en que cuando por fin derramará la sangre de la culpable de todos sus demonios, estaría en paz.

Sí tan solo Gwen hubiera escuchado a Hayley tan rota cuando regreso de matar a Francesca, tal vez hubiera entendido que arrebatar una vida, incluso si es por venganza, incluso aunque lo desees tanto, nunca va a aliviar el vacío que lleva dentro.

Esa noche Niklaus no toca su puerta y lo agradece, porque está muy cansada física y emocionalmente para atender las necesidades del híbrido.

Gwen llora en silencio por el vacío en su alma e ignora las llamadas tan urgentes de Chris Argent.

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