Trigesimoctavo Capítulo.
🎃Especial Halloween 1/2.🎃
38.
Que Jeon Jungkook estuviese enfermo significaba una gran ventaja para Jimin, puesto que el militar al estar agotado y bajo los efectos de la medicina se la pasaba la mayoría del tiempo durmiendo, le daba mucha paz y descanso mental al más joven. Quién pasaba su tiempo jugando con Jade, revisando los cuartos de la vivienda para ver qué podía encontrar y comerse las golosinas que había encontrado en uno de los gabinetes de la cocina. También al ver la decisión de la niña en levantarse poco a poco, decidió ayudarla a que pudiese mantener el equilibrio por unos cuantos segundos, estaba tan ansioso que Jade finalmente pudiera caminar.
El día en que el militar se recuperó completamente, fue cuando el idilio del joven comenzó a desvanecerse. Y todo por una razón; Jung Haein había golpeado la puerta principal durante la mañana de la última semana de invierno, al parecer en búsqueda de Jimin.
Jungkook se había percatado de la identidad del individuo cuando le observó en el reducido espacio que quedaba entre las tablas del ventanal. Se levantó tan rápido que Jimin ni siquiera sabía qué iba a hacer, hasta que le vio sacar el arma y abrir la puerta para apuntarle directamente a Haein en la cabeza.
—Tiene tres segundos para largarse o de lo contrario le vuelo los sesos; uno... dos... —musitó. De inmediato le interrumpió Jimin, quién lo había tomado de los hombros y alejado del umbral de la puerta—. Pero ¿qué hace, Park? Largo. —masculló el militar con el entrecejo fruncido, sin importarle que el hombre al frente del umbral estuviese mostrando sus manos libres de armas, en son de paz.
—Hoy no morirá nadie. Él está aquí por mí. Largo —le respondió Jimin. El militar observó al hombre con bastante intriga, sin embargo, no se alejó del portón. Jimin se acercó al hombre y se mantuvo con los brazos cruzados.
—Me alegro haberlo encontrado, he estado buscándolo en todas las casas del vecindario —dijo el hombre, guardando las manos entre sus bolsillos delanteros del pantalón, sonriéndole como si tuviese la suficiente confianza de hacerlo. Eso inquietó aún más a Jimin—. Pensará que debo estar loco por buscarlo pero quería agradecerle, las pastillas que me ha dado ha podido lograr calmar el dolor de mi hermana, y bueno... —musitó, rascándose la nuca con nerviosismo—. Mi grupo quería darle esto a usted, aunque ahora me doy cuenta de que no está completamente solo. Eso me alegra, una buena persona no puede estar sola en un mundo como este —concluyó, extendiéndole una bolsa grande.
Jimin parpadeó varias veces antes de asimilar que el hombre le estaba dando un obsequio, así que aceptó la bolsa y la abrió dándose cuenta de que había varias botellas de agua y comida perecedera. El joven duró un tiempo en comprender la situación, antes de volver a elevar la mirada y encontrar aquellos ojos amables que le observaban detallistas.
—Gracias —respondió Jimin. El hombre asintió con una amplia sonrisa, y finalmente dio media vuelta y volvió al hogar en el que se estaba quedando con su grupo. Jimin solo entonces sonrió extrañado por aquel comportamiento, para luego entrar a la casa. Encontrándose a un malhumorado Jungkook, cómo la mayoría de las veces.
—¿Acaso tengo que estar pendiente a la puerta ahora para aceptarle a usted citas clandestinas con idiotas? —le preguntó. Jimin bufó simplemente, pasando de largo para dejar las latas de comida sobre el mesón de la cocina. Escuchando los pasos firmes del militar siguiéndolo.
—A veces pienso que los Homo sapiens no evolucionaron del todo, lo confirmo gracias a usted —contestó simplemente Jimin, haciendo enojar a Jungkook—. Ese amable hombre nos ha traído comida y agua, creo que debería dejar a un lado su idiotez.
—¿Y a cambio de qué? —le preguntó retórico, sosteniéndose del borde del mesón. Jimin frunció su entrecejo e hizo contacto visual con el militar.
—Le he entregado una medicina que le ha servido a su hermana. Simplemente lo ha hecho por agradecimiento. Eso se llama empatía, Jeon, por si no conocía esa capacidad —le respondió defensivo, comenzando a organizar las latas de comida y agua.
—Nada es gratis en esta vida, Park. Muy bien que su amiguito nos haya dado todo esto pero ¿a qué precio? —le preguntó antes de retirarse de la cocina, dejando a Jimin pensativo.
Esa noche, Jungkook decidió armar la cuna de Jade, había estado guardada por mucho tiempo pero ahora que al parecer se iban a quedar por varios días, decidió hacerlo. Estaba cansado que la niña en medio de la noche gateara y le buscara las orejas para jalarlas o las hebras de su cabello para llenarlas de saliva.
Jimin por su parte no le había dicho nada y ambos lo preferían así. Quizás su relación había avanzado un paso, pero retrocedía dos cuando alguno abría la boca y estaba en desacuerdo con algo que el otro pensaba. Esa noche ambos durmieron dándose la espalda, y poco a poco, Jungkook se acercó para entrar en calor. Jimin le ignoró y no dijo nada.
A veces era mejor quedarse en silencio e ignorar el comportamiento del otro.
Pero otra cosa era sentir de nuevo los brazos de Jungkook rodeándolo, invadiendo por completo su espacio personal. Jimin se alejó molesto, sin importar que la colcha no fuese lo suficiente grande y tuviese que dormir prácticamente en el suelo. No iba a soportar lo mismo que había pasado en la finca, ni de broma.
Cerró los ojos intentando volver a conciliar el sueño, no obstante, allí estaba de nuevo Jungkook abrazándolo por la espalda cómo si fuese una almohada. Atrayéndolo de vuelta a la colcha, sin soltarlo en ningún momento. Sabía que el militar debía estar dormido, pero aun así le era bastante incómodo, cuando muy bien le había advertido la última vez que no volviera a sobrepasarse con él. Sin embargo, se quedó quieto y dejó a Jungkook abrazarlo, diciéndose a sí mismo que lo hacía para no pelear, no obstante, muy dentro de él sabía que era porque extrañaba sentir un poco de afecto por parte de alguien más. Decidiendo dormir entre los brazos del hombre, a quien soportaba por supervivencia.
Jimin se sintió extraño, se removió levemente al sentirse ofuscado y también al percibir algo presionado contra él. Abrió sus ojos, tratando de enfocarse en la realidad y qué razón le había despertado, cuando allí estaba. De nuevo, lo que más había temido. Una erección matutina ajena presionando contra su espalda baja, ahogó un grito de sorpresa, tratando de alejarse del cuerpo de Jungkook de inmediato, sin embargo, las manos del militar lo sostuvieron de las caderas manteniéndolo en el mismo lugar mientras hacía un leve vaivén.
No otra vez. De nuevo el militar se estaba frotando contra su trasero, Jimin dejó salir un grito y se removió, tratando de zafarse del agarre. Esperaba que el militar se despertara, para poderse liberar, no obstante, entre forcejeos terminó boca abajo y al militar sobre él de una forma tan incómoda que hizo jadear al joven.
—Shhh... Jade se despertará —masculló somnoliento el militar contra su oído, volviendo a aferrarse a las caderas y frotarse contra el cuerpo del más joven—. Vamos... —se quejó cuando Jimin se resistió y se removió bajo su cuerpo, mientras recobraba sus cinco sentidos y se daba cuenta que no era un sueño.
Jungkook se estaba restregando cómo un perro en el trasero de Jimin. Un hombre y no solo un hombre, al hombre que no soportaba. Pero le hacía sentir tan bien, decidiendo cerrar sus ojos mientras seguía rozando su miembro erecto contra el cuerpo del más joven, hasta que Jimin finalmente se quedó quieto, y se dejó llevar. Comenzando también a restregar su propia erección mañanera contra el colchón.
Jimin se sentía mal, realmente no entendía porqué simplemente no golpeaba a Jungkook para que dejara de hacer eso, y en vez de eso comenzó a frotarse al compás del militar contra la tela. Solo se escuchaban las respiraciones pesadas de ambos, y el joven trataba de ignorar el cálido aliento del hombre golpear contra su oído cuando simulaba una embestida con fuerza. Al tomar consciencia de lo que realmente estaba sucediendo, se reincorporó empujando al militar y salió corriendo hacia el baño para encerrarse.
Inhaló y exhaló tratando de recomponerse, esperando encontrar una respuesta a lo que estaba sucediendo. Bajó su mirada encontrando su erección desatendida, y sin importar adentró su mano derecha para comenzar a acariciarla con fuerza, mordiendo sus labios para que nadie pudiese escuchar. Nunca había pensado llegarse a sentir excitado por un hombre, menos al sentir la erección de uno restregándose en su trasero. Estaba tan mal, pero Jimin sabía que se debía a la frustración que lo estaba llevando al borde. Igual que a Jungkook.
Cuando finalizó, lavó sus manos antes de salir y hacer como si nada hubiese sucedido. Sin embargo, Jungkook ya no estaba allí en la colcha y tampoco estaba en la vivienda. También había huido, y Jimin agradeció aquello. Probablemente no podrían verse a la cara en un largo tiempo, incluso se ignorarían el doble de lo que hacían.
Jimin había terminado de darle de comer a Jade cuando la acostó en la cuna, ya era demasiado tarde, y aún el militar no había regresado a dónde hubiese huido. No se había llevado el camión, pero sí la moto que había encontrado a unas cuadras de la propiedad. El joven sólo esperaba que se encontrara bien, y se acostó entre la colcha esperando que el hombre llegara en algún momento.
Pero no lo hizo.
Jimin se quedó dormido en medio de la madrugada y despertaba repetidas veces durante la noche para percatarse si el militar había regresado, no obstante, no sucedió. Ni durante el siguiente día, ni durante la tarde, ni tampoco la siguiente noche.
Al tercer día de su ausencia, Jimin se preocupó. Realmente no sabía a dónde ir a buscarlo, tampoco podía llevar a Jade con él para ponerla en peligro y menos dejarla sola. Le desesperaba saber que tenía que quedarse allí a soportar la espera de Jungkook, pero ¿y si nunca volvía? ¿Si se había cansado de la situación y había huido? ¿O si ahora estaba muerto? Jimin tembló con tales pensamientos.
Al siguiente día, alguien golpeó a su puerta cuando ya estaba obscureciendo, vio por la rejilla de seguridad a Haein y dubitativo le abrió la puerta. Encontrándose no solo a aquel hombre sino a Jungkook siendo arrastrado prácticamente por él. Jimin se angustió por completo, y se acercó para tratar de mantener a Jungkook sobre sus pies.
—¿Qué ha sucedido? —le preguntó Jimin a Haein, antes de entrar con ayuda del hombre a Jungkook y dejarlo sobre uno de los sofás.
—Unos integrantes de mi grupo lo ha encontrado casi inconsciente dentro de un bar a unas cuantas calles de aquí. Es un milagro que ningún caminante lo haya mordido —le dijo Haein. Jimin comenzó a revisar desesperadamente el cuerpo de Jungkook, hasta le abrió la boca y revisó si tenía toda la caja dental—. Al verlo lo reconocí de inmediato, así que no he dudado en traerlo acá. Aunque debo decir que aún borracho ha golpeado a más de un hombre de mi grupo, creo que no le gusta que le digan qué hacer.
—Muchas gracias por traerlo, yo... no sabía qué hacer. No había vuelto en días, pensé que había muerto —murmuró Jimin, bastante nervioso. En ese momento, Jade se removió de su cuna y comenzó a sollozar.
—Oh, lamento haber hecho ruido. No sabía que había una bebé acá, ¿es su hija? —le preguntó. Jimin asintió ahora nervioso por el hecho de que ahora el desconocido que parecía ser muy amable pero no lo suficiente para tenerle confianza e invitarlo a tomar una copa de Soju, supiera de la existencia de Jade.
—Bien. Gracias por haber traído a Jeon, pero realmente necesito que se vaya —respondió Jimin, viendo al hombre que ahora dejaba de sonreír, viéndose bastante decepcionado—. Usted parece ser muy gentil, pero no confío en nadie más que en este borracho.
—Lo comprendo, supongo que no han encontrado buenas personas en el camino. Es justificable —dijo Haein, asintiendo mientras caminaba hacia la puerta y Jimin le seguía. De repente, se detuvo y se quedó viendo a Jimin—. Usted parece ser una buena persona. Y realmente quiero que no le suceda nada, mi grupo es confiable, son buenas personas. Estoy seguro de que su bebé y usted podrán estar a salvo con nosotros —Jimin, mantuvo la compostura y el contacto visual—. Puede considerarlo, nos iremos en unos días hacia el oeste, se dice que hay un buen lugar en dónde quedarse. Una comunidad.
—¿Una comunidad? —preguntó Jimin desconcertado. Giró para ver al militar que dormitaba sobre el sillón y a Jade tratando de levantarse dentro de la cuna—. Yo... tendría que discutirlo con mi compañero —el hombre negó de inmediato.
—La propuesta es para usted y su bebé, su compañero les ha dado una buena paliza a varios de los míos y no lo quieren dentro. Usted debería considerarlo —le respondió el hombre. Jimin sintió algo extraño en su pecho al escuchar aquellas palabras—. Iremos a un lugar en dónde su bebé crecerá a salvo y usted pueda descansar sin estar preocupado de ser atacado por muertos y vivos —Jimin se quedó callado—. Puede avisarme su decisión cuando quiera, en tres días partiremos. Y en serio espero que nos acompañe.
El hombre hizo una leve venia y salió de la vivienda, dejando a Jimin desconcertado al frente de la puerta. Aquella propuesta era bastante llamativa para él; el tener seguridad, tanto para Jade como para sí mismo.
A cambio, debía dejar a Jeon Jungkook.
Jk dijo: "qlo dormido no tiene dueño."🌚
¡Comienza el especial de Halloween! Les agradecería que votaran y comentaran, si llego a ver que les ha gustado estos pequeños especiales, los realizaría más a menudo. Subiré el siguiente capítulo más tarde.
Preguntas;¿qué creen acerca del momento subido de tono del kookmin? ¿Jm será capaz de dejar a Jk para poder irse al otro grupo? ¿se nos viene el salseo? Todo esto y más en el siguiente cap del especial de Halloween.
Besos.
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