Sexto Capítulo.
06.
Jimin estaba seguro de que el militar de la cicatriz en el rostro, Ma Dongseok, no estaba tomando en serio los golpes que trataba de propinarle. Al parecer, podía determinar sus próximos movimientos antes de que Jimin siquiera supiera cuál dar y terminaba golpeando el aire. Era bastante patético. Aquel era el tercer día desde que se habían unido al grupo del general Woo, y Jimin estaba seguro de quien más se había desempeñado era su hermano menor, el cual era más bajo y escuálido que él.
—Te dije que debías jugar conmigo antes Jef Dam*, al menos ese juego me enseñó algo que no esperaba que fuera tan importante después —le había dicho Taehyung en el descanso mientras compartían botella de agua, sentados en el suelo de un pequeño salón que quedaba en la parte superior del almacén. Al igual que ellos se encontraban cinco personas; las hermanas Jongsun, Haneul, y Lee el hombre de fuerte mirada, que habían estado con ellos desde Busan, un joven fornido que prefería que le llamasen Kyle y una mujer que llamaba la atención más que todos; Jisoo. Las demás personas que conformaban el grupo de Woo estaban siendo capacitadas en combate en otro horario, y con otro de los militares.
Entre todos, Park Jimin era el peor estudiante y desempeñó que había. Sabía que el coronel Dongseok lo sabía, pero era tan discreto que parecía no importarle. Sin embargo, pasando más días y no poder propinarle un solo golpe, se sentía bastante avergonzado, el de cabello rubio pensaba en eso todas las noches cuando su hermano unía la colchoneta a la suya y se recostaba sobre su hombro.
—Bueno, nunca pensé que fuera necesario gastar mi tiempo en videojuegos que propagaran la violencia —respondió Jimin encogiéndose de hombros mientras tomaba un sorbo de agua—. Después de Kyle, eres el mejor, te felicito Taehyung, en cambio bueno... creo que a todos les doy pena, supongo que Dongseok no ha dicho nada sobre mi desempeño porque al parecer soy importante por ser el único con conocimientos de medicina —Taehyung le sonrió y chocó sus hombros en forma comprensiva.
—Estarás bien, estaremos bien. El único problema era Jeon y ni siquiera nos determina, eso es bastante bueno —respondió su hermano antes de que Dongseok entrara de nuevo a la estancia en compañía del teniente Jung. Todos en la estancia se levantaron de sus lugares, esperando alguna indicación.
—Park, venga aquí —le llamó Dongseok con tono firme, Jimin dubitativo se acercó con pasos inseguros, no sabría qué sucedería, sin embargo, la sonrisa comprensiva de parte del teniente le alivió bastante—. He decidido ponerlo a cargo de sus clases de defensa solo con el teniente Jung Hoseok, él es mucho más hábil en combate que todos, y tiene más paciencia que yo. Estoy seguro de que aprenderá más rápido con él que conmigo.
—¿Y Taehyung? —preguntó Jimin volteando a ver a su hermano que hablaba animadamente con Jisoo. Otra cosa que también era mejor su hermano era en socializar, de eso también estaba seguro.
—Su hermano estará bien, Jimin, acompáñeme por favor —intervino Hoseok hacia Jimin y el de cabellos rubios asintió. Le señaló la puerta y juntos salieron, no antes de que Jimin le diese una mirada rápida de chequeo y saliera detrás del cuerpo de Hoseok.
—Cuando yo comencé el servicio militar era el peor en combate —comenzó a hablar Hoseok, caminando a lo largo de un estrecho camino que pasaba por varias compuertas—. Pensé que debía rendirme, y dejar que todos se burlaran del débil Hoseok, pero allí conocí a Jungkook. Desde siempre fue mucho más fuerte y hábil, él me ayudaba a escabullir en las madrugadas para que practicara con él y cuando menos imaginé, resulté ser mejor que él en combate cuerpo a cuerpo. Por eso cuando Dongseok comentó a los tenientes de su situación, fui el primero en ofrecerme a enseñarle, lo ideal sería Jungkook... pero no es nuevo para usted que no es de su agrado —Hoseok abrió una pequeña puerta al otro extremo del otro salón que había sido designado para entrenamiento de combate, alcanzando a ver la expresión de disgusto al solo escuchar el nombre de Jeon—. Después de usted, Jimin.
Jimin entró rápidamente a un salón bastante amplio a lo que esperaba, encontrando allí tirada una soga y colchonetas. Hoseok se detuvo a un metro de distancia y le vio a los ojos.
—Jeon no es mala persona, es solo que... no quiere involucrarse con nadie, él piensa que todos aquí morirán —siguió hablando, cruzándose de brazos a la altura de su pecho—. Además, usted debe mentalizarse a la idea de que, aunque esta clase sea conmigo, la clase de tiro, será con él —los ojos de Jimin se abrieron sorprendidos, aquellas clases no demorarían en comenzar y el solo pensar que tendría por mentor al hombre que le ignoraba o si terminaban en el mismo salón, levantaba una ceja demostrando que no debía acercársele o lo asesinaría allí mismo—. El mejor en armas es él, tiene una excelente puntería, y Woo, quiere que ustedes, los civiles, aprendan todas las habilidades necesarias.
—Y... ¿el teniente Wang y el Mayor Ji Chang? —preguntó Jimin. Hacía unos días se les explicó a las personas que no pertenecían a la fuerza militar, los rangos de cada uno, y esperaba en serio no haberse equivocado con los cargos nombrados.
—El Mayor Ji Chang, es quién tiene más conocimiento a lo que nos estamos enfrentando, había seguido desde hacía meses aquella compañía que al parecer no atentaría contra nadie, y mire cómo se ha vuelto ahora nuestro país —respondió—. Él se encargará de explicarles algunos concejos, y bueno, tampoco estará explicándoles armas porque le encanta encargarse del inventario de provisiones. Y, por otro lado, el teniente Jackson Wang, será el encargado de enseñarles cómo escabullirse sin salir heridos, en serio, él es el mejor en eso. Entonces, Jimin, ¿comenzamos ahora? —preguntó.
Jimin terminó sobre una colchoneta sudando, agotado y con la respiración agitada. Hoseok se acercó hacia él ofreciéndole una botella de agua haciendo que Jimin se quejara al solo reincorporarse de la colchoneta, estaba más que claro que su físico no era para nada bueno, y se lamentó el no haber asistido al gimnasio de la universidad durante todos los semestres que asistió.
—Necesito que tenga más resistencia, Jimin —comenzó a hablar Hoseok, sin siquiera demostrar agitación después del entrenamiento—. Cuando quiera puede venir acá; saltar la cuerda, hacer abdominales e incluso allí en la esquina hay unas pesas, aunque no creo que pueda todavía hacer un circuito con ellas —sentenció.
—Soy muy débil, ¿verdad? —preguntó después de tomar un largo sorbo de agua, su respiración seguía agitada y las gotas de sudor seguían cayendo sobre sus mejillas sonrojadas.
—Simplemente usted no estaba preparado para un mundo así. El General Woo me ha comentado que era estudiante de medicina, eso le hace una persona muy importante en el grupo. Lo que quiero es que, al ser el único médico, sepa cómo cuidarse si la situación lo llegase a requerir, es decir, nosotros los militares estaremos siempre al frente protegiendo a quienes no lo son, pero si llega a pasar algo que llegue a salirse de nuestras manos, necesitamos que cada uno de ustedes sepa cómo defenderse y cómo asesinar a uno de ellos, por cierto, ¿a cuántos muertos ha matado? —le preguntó, abriendo una botella de agua para sí mismo y tomar un sorbo.
—A ninguno —respondió con sinceridad Jimin, esperando que Hoseok no llegase a reaccionar de mala manera, aunque eso lo dudaba, Hoseok siempre se había comportado de forma amable con todos. Hoseok levantó una ceja, en forma interrogativa—. No tuve la necesidad de hacerlo realmente —se encogió de hombros y terminó de beber la botella de agua.
—¿Sobrevivió allí afuera durante más de una semana solo? —preguntó bastante conmocionado—. ¿Acaso eso es posible? ¿Y si hubiese tenido que matar a uno de ellos, sabría usted siquiera cómo hacerlo? —preguntó.
—Estuve durante un tiempo con un joven de Ghana... él me dijo cómo matarlos, pero él no sobrevivió... yo —comenzó a balbucear Jimin, sintiendo la culpa alojándose sobre su pecho—. Yo escapé cuando una horda de caminantes nos encontró caminando, yendo al centro... él los combatió y yo solo me quedé estático allí, no sabía que hacer... tuve tanto miedo, ni siquiera le pude ayudar cuando lo comenzaron a atacar. Aún recuerdo sus gritos de tormento.
—Se debe sentir culpable, pero Jimin, usted tuvo que escapar... tenía que sobrevivir. Debe tener eso en mente —respondió— ¿Caminantes? ¿Usted les llama así? Es un nombre bastante peculiar, aquí les llamamos muertos, come cerebros o bestias por así decirlo.
—Realmente soy un cobarde, Taehyung me contó que usted le salvó de una horda... usted volvió por él, en serio le agradezco por eso —musitó Jimin, comenzando a jugar con sus dedos. Nunca había tenido una conversación tan larga con alguien además de su hermano desde que comenzó todo aquello, y menos con uno de los militares—. Y respecto al nombre que les he puesto a ellos, yo... no sé, ¿cómo es posible que un muerto reviva? —levantó su rostro para ver directamente los ojos de Hoseok, quien yacía parado al lado de la colchoneta, inclinado contra la pared y le escuchaba atentamente—. De pronto siguen siendo personas... pero no se dan cuenta de sus acciones, a veces creo que puede haber una cura y cuando exista, quizás todas las personas infectadas podrán salvarse —sentenció con convicción y Hoseok le sonrió.
—Esperemos que la cura llegue pronto —respondió—. Aunque no creo que vuelvan a ser personas, ya están muertos, Jimin.
Jimin le sonrió levemente para poder ocultar lo afectado que se encontró al escuchar aquellas palabras. Él aún seguía teniendo la esperanza que todo llegase a mejorar, que algún día todo esto llegaría a acabar de raíz y que su madre, sí llegase a encontrarla estuviese bien. Él era bastante iluso e ingenuo al seguir considerando aquel futuro en su imaginación, pero lo único que le mantenía en pie era tener esperanza de que todo mejorara.
(...)
El Mayor Ji Chang, lo solía reconocer Jimin como el hombre de actitud más calmada de todos los militares, algo bastante inusual al considerar que era la mano derecha y amigo directo del coronel Ma Dongseok. Su actitud llegaba hasta relajar un poco a los presentes que yacían sentados en forma de circulo frente al militar que yacía sentado relajado en un asiento. Ese día les había traído unos pequeños pastelillos que él mismo había guardado entre las provisiones que habían traído hacía días. Jimin miraba a su hermano empecinado y contento por comer el pastelillo de chocolate y sonriéndole le entregó el suyo, logrando ensanchar la sonrisa de su hermano.
—No soy muy bueno en las presentaciones, y bueno, la mayoría sabe mi nombre y mi rango, creería que eso es suficiente —comenzó a hablar—. Alguno de ustedes ni siquiera sabe siquiera qué ha sucedido realmente y cómo llegamos a esta situación. Para algunos fue en un parpadeo que todo cambió y por sentido de supervivencia se dieron cuenta que no debían acercarse a los muertos. Otros alcanzaron a escuchar información de los noticieros y otros leyeron en redes sociales antes de que el internet dejara de funcionar por la inactividad de las compañías electrónicas —inhaló profundamente, reclinándose contra el espaldar de la silla y se arregló el cabello con sus dedos. Jimin pudo darse cuenta de que Haneul no podía despegar sus ojos del militar y sonrió al darse cuenta lo atenta que estaba a sus palabras—. Lo que les voy a contar aquí y ahora es la realidad. Muchos se preguntarán cómo sucedió esto y yo sé los voy a aclarar.
Jimin se acomodó sobre el asiento y trató de ignorar el sonido de Taehyung comiendo a sus espaldas, giró a verlo de reojo y se dio cuenta que no estaba prestando mucha atención a la charla.
—La compañía Zontános, reconocida en el continente asiático como una de las mejores en la industria farmacológica, había estado durante años desarrollando un proyecto en donde se esperaba que el ser humano pudiese contrarrestar y ser inmune a enfermedades mortales como el VIH, el cáncer, entre otras. Esa información llegó directamente al gobierno surcoreano y aceptaron que se siguiera produciendo ese gran proyecto que, si llegaba a salir exitoso, el reconocimiento para Corea del Sur sería muy importante —comenzó a hablar después de tomar agua de una de las botellas que yacía a un lado de la silla de metal. Jimin sintió como su hermano se recargó levemente contra su hombro y al ver que iba a dormirse, lo removió—. Cómo se dan cuenta, el experimento terminó bastante mal... fue probado en varios pacientes con estas enfermedades y estos se convirtieron en lo que vemos ahora en las calles... pasó tan rápido en el mismo día que fue difícil contenerlo. Al segundo día ya era una catástrofe y la noticia por redes sociales se expandió rápidamente. Sin embargo, no lo suficiente para que varios infectados hayan logrado salir con facilidad del país y contagiado a China, Japón y la última noticia que tuve fue que ya se encontraba en más de quince países. Por tal motivo también se cerraron los vuelos, y no ha habido escapatoria —Jimin volvió a mover su hombro para que Taehyung dejase de dormir y se reincorporará—. No obstante, hace pocos días hemos recibido noticias del equipo ubicado cerca al paralelo 38, en donde han tratado de llegar a un acuerdo con los norcoreanos de dejar pasar la frontera y poder sobrevivir. Al parecer aquello es un hecho, por muy sorprendente que llegue a sonar.
—¿Ya acabó? —preguntó Taehyung en un murmuro a su hermano que negó de inmediato—. Bien, entonces dormiré otro rato.
En ese momento se abrió la puerta del salón en donde Jeon Jungkook entró rápidamente y se acercó para hablar directamente con Ji Chang. Algunos aprovecharon para conversar con el compañero de al lado acerca de la información proporcionada, pero no Jimin, Jimin trató de escuchar lo que pudiese, pero solo pudo percibir susurros.
—La charla está cancelada, grupo. Se ha presentado una emergencia, vuelvan cada uno a los dormitorios correspondientes y quédense allí —dijo después de un momento Ji Chang, levantándose precipitadamente de la silla—. Hoy ha salido un grupo de expedición para traer provisiones, al parecer han sido emboscados por una horda —sentenció retirándose del lugar junto a Jungkook con rapidez.
Solo en ese momento fue cuando Taehyung abrió sus ojos sorprendido, logrando acaparar la atención de Jimin. Su labio inferior comenzó a temblar levemente, pero lo suficiente para que su hermano mayor se percatara.
—¿Qué pasa, Taehyung? —le preguntó con el entrecejo fruncido.
—El señor Jung salió esta mañana con el grupo de expedición... —trastabilló con sus palabras y su cuerpo comenzó a temblar—. ¿T-tú crees que él está...? —ni siquiera pudo terminar de articular la pregunta cuando Jimin le abrazó.
—Él estará bien, Tae. Tranquilo. —le aseguró. Esperando que su promesa no fuera en vano.
*Jef Dam: videojuego de lucha callejera.
**
¿Creen que a Hoseok le haya pasado algo? 🤔 esperemos que no 😔.
Espero que con este capítulo puedan comprender más cómo ocurrió la pandemia en esta historia. A lo largo de los capítulos, se contarán más detalles.
Si les esta gustando la historia no duden en dejar su bello voto y comentario 💕
Besos.
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