Sexagésimo primer Capítulo.

61.



Cuando todos se bajaron del vehículo, a excepción de Jimin y Yoongi, el adulto se acercó al niño para explicarle lo que debían hacer. Giró para ver al niño asustado que veía hacia las ventanas la cantidad de muertos que entraban al lugar mientras los hombres luchaban allí afuera para derribarlos. Jimin dejó salir un suspiro, realmente no podía quedarse allí sin hacer nada.

—Yoongi, necesito que te quedes aquí adentro del vehículo. ¿De acuerdo? —le preguntó Jimin, mientras acomodaba la catana sobre su espalda y comenzaba a buscar dentro de las sillas del auto algún arma con la cual un niño pudiese defenderse. Al encontrar una pequeña navaja, no dudó en extendérsela al pobre infante que temblaba—. Necesito que hagas silencio y te escondas aquí. Si uno de esos muertos llega a romper alguna ventana, no dudes en atravesarle la cabeza con esto —le indicó, esperando que las pequeñas manos tomaran el artefacto—. Volveré por ti.

Decidió salir y cerrar la puerta sin mirar los ojos asustados del niño, mientras Yoongi se mantuviera en silencio y escondido, las probabilidades de que algún caminante le asechara era mínima y más cuando dentro de la comunidad se escuchaban gritos de desesperación de las personas tratando de huir. Prácticamente el foco de atracción para los caminantes estaba dentro de aquellas puertas destruidas.

Jimin desenfundó su catana cuando traspasó las puertas derribadas sobre el asfalto, y de inmediato se encargó de degollar a tres caminantes que habían entrado detrás del grupo de hombres de Iaksok. La ansiedad del joven le hizo tener aún mayor precisión en sus movimientos, comenzando a eliminar uno por uno los muertos que se le acercaban en búsqueda de alimento. Cada vez que se adentraba más en las calles de la comunidad, sintió la opresión en su pecho desde que le arrebataron a Jade de sus brazos, aumentarse.

Varias personas de la comunidad estaban inertes sobre el césped, el cual había estado cuidado y podado, adornado de bellas flores. Mientras algunos caminantes comían sus entrañas y manchaban el pastizal verde con la sangre y fluidos corporales de estos. Jimin sin pensarlo dos veces se acercó a la escena, eliminando a los caminantes y por último atravesaba el cráneo de la persona que había muerto hacía poco tiempo.

Siguió su camino directamente a un lugar, mientras que a su paso trataba de ayudar a las personas que corrían despavoridas, alejándose de los muertos que iban a atacarlos. Sin embargo, la mayoría de las veces llegaba muy tarde y esas personas ya estaban infectadas. Jimin se sentía bastante abrumado, sin embargo, no sentía algún atisbo de tristeza. Suponía que se debía al hecho de que su mente se encontraba más pendiente en su hija, que en otra persona. No obstante, siguió tratando de ayudar a las personas mientras se dirigía al hogar de Joohyun.

Al llegar al porche de la casa de ella, pasó saliva al darse cuenta de que la puerta estaba abierta. Inhaló profundamente antes de adentrarse, sin perder enfoque en sus sentidos por si sentía la presencia de algún caminante. Mantuvo la espada en posición de ataque a cada paso que daba, adentrándose en el pasillo. Inspeccionó el primer piso, y no encontró nada, sin embargo, sí había un poco de desorden de cerámicas arrojadas al suelo hacia las escaleras. Jimin decidió subir las escaleras meticuloso en cada uno de sus pasos, tratando que la madera bajo sus botas no resonara para evitar llamar la atención de alguna amenaza.

Revisó cada una de las habitaciones y a cada paso que daba, se dio cuenta de algunas manchas sobre el suelo de forma errática, llevándolo directamente al cuarto principal. Él visualizó la puerta medio abierta de la estancia, y aun así tomando valentía a lo que pudiese enfrentarse, no pudo soportar ver la escena frente a sus ojos.

Los ojos completamente obscuros, idos y sin vida, le observaban atentos, y dejándose llevar por sus nuevos instintos de necesidad de carne, se abalanzó sobre Jimin. El joven, aún aturdido al ver las heridas de mordidas sobre el cuerpo de alguien que fue muy importante para él, mantuvo su espada hacia adelante y con bastante dolor, atravesó la cabeza de Joohyun. Viéndola deshacerse sobre el suelo, y dando un último aliento de lo que podía llamarse vida.

Jimin se arrodilló al instante a su lado, observando la cantidad de heridas sobre su cuerpo. Sabía que ella debió haberse defendido, incluso debió haber ayudado a las personas de la comunidad para salvarlos, incluso cuando su propia vida había estado en riesgo.

—Lo siento tanto —murmuró Jimin, sintiendo sus lágrimas asomarse en sus ojos. Soltó la catana sobre el asfalto, antes de tomar el cuerpo de la joven y dejarlo sobre la cama. Para después cubrirla con las sábanas—. Voy a matarlos a todos. Lo voy a hacer, lo prometo —concluyó luego de un tiempo, recordándose que debía salir de allí para poder ayudar a los demás. Dejó un casto beso sobre la frente fría de la mujer y luego llevó sus dedos hacia los párpados, para cerrar los ojos ajenos.

La vio por última vez, antes de retirarse del lugar. La ira que sentía iba acumulándose cada vez más, hasta que su vista y sus sentidos se nublaron lo suficiente para que las siguientes acciones que cometió, pareciesen un sueño. Destripó, degolló y derribó a todos los caminantes que veía, e incluso se enfrentó con varios hombres del grupo adverso que seguían allí, eliminando a los restantes miembros de la comunidad que aún quedaban.

Alguno de ellos lo hirió, Jimin lo percibió muy superficialmente, sin embargo, estaba tan cegado en su propia ira y ganas de venganza, que poco le importó. Ese mismo hombre terminó degollado sobre el asfalto, mientras que Jimin seguía su camino hacia las casas en donde estaban las ancianas que le visitaban diariamente a la enfermería, y al ver que ya estaban muertas, enfureció incluso aún más.

Sabía que no había salida de aquella situación. Las personas que pertenecieron alguna vez a esa prometedora comunidad estaban muertas, los muros estaban destruidos y la muerte rondaba en cada esquina, sin mencionar que había incluso viviendas en cenizas. Más Jimin no soltó ninguna lágrima, él creía que ya no tenía más después de todo el sufrimiento que había tenido durante el último tiempo.

Cuando llegó a lo que alguna vez fue su hogar, esta se encontraba con la puerta abierta y saqueada. Pasó saliva antes de concentrarse en la vivienda que quedaba al lado de la suya, y maldijo entre dientes al ver a la madre de Yoongi sobre su propio jardín mientras dos caminantes se alimentaban de sus entrañas. Jimin dejó salir un suspiro antes de acercarse y despojar con su catana las cabezas de ambos muertos, para luego atravesar el cráneo de la señora que siempre solía llevarle galletas.

De repente, escuchó unos sonidos en el pórtico de su hogar y de inmediato giró para cerciorarse de quién o qué se trataba. Al darse cuenta que era Jungkook con una mochila sobre su espalda, no dudó en acercarse y menos al fijarse en las heridas que tenía el militar en su cuerpo.

—Jeon —murmuró Jimin, acercándose preocupado. El militar seguía con una mirada escéptica, sin embargo, cambió radicalmente al ver la sangre salir de un brazo del joven—. Tengo que curarlo.

—Yo soy el que menos importa ahora —respondió Jungkook, observando más de cerca la herida abierta de Jimin—. Usted está peor que yo. Vamos a buscar a Hoseok, él estaba tomando cosas de la enfermería mientras yo buscaba alimento.

—¿Y dónde están los otros? —preguntó Jimin—. ¿No encontraron a alguien con vida? —Jungkook negó de inmediato.

—Estaba con Seokjin, me dijo que debía buscar a su esposa. Ya estaba convertida cuando llegamos a su vivienda —respondió Jungkook, haciendo una mueca con sus labios, aún tratando de no demostrar lo malherido que se encontraba—. Se quedó con ella, y me dijo que me fuera.

Jimin se quedó en silencio, estaba a punto de reprocharle que debían volver por Seokjin, sin embargo, comprendía que él deseaba quedarse solo en ese momento. Su esposa Nayeon estaba embarazada. No solo la había perdido a ella, sino también a su futuro bebé.

—Dejó que ella lo mordiera —siguió hablando el militar, al notar la incertidumbre en el rostro de Jimin. Lo conocía tan bien, por tal motivo sabía que él volvería a buscarlo. No debía dejar que eso sucediera y observara la imagen tan desgarradora que incluso él, la persona menos sentimental del mundo no había visto. No quiso ver el momento cuando Seokjin dejó que su esposa lo mordiera para morir de una vez por todas.

—Entonces.... supongo que.... —balbuceó Jimin, tratando de idear algún plan. Algo que prácticamente no iba a funcionar. Simplemente todo estaba destruido, él mismo lo sabía. Sabía que debían irse de una vez por todas de la comunidad que ahora era un foco de caminantes por todos lados, y si seguían allí, en cualquier momento les atacarían.

Jungkook dejó salir un suspiro antes de bajar los escalones y tomar la mano de Jimin para que este le siguiera. No necesitó arrastrarlo hacia sí mismo, porque Jimin tomó la misma iniciativa de aferrarse a su cuerpo. Ambos estaban agotados por lo que había ocurrido las últimas horas, ambos sabían que necesitaban salir de allí y encontrar un lugar en dónde descansar antes de buscar como fuese a su hija.

Se encontraron a Hoseok en la entrada junto con Kwan. Ambos tenían varias mochilas con provisiones y al verlos siguieron su camino fuera de lo que alguna vez fue una comunidad segura. Subieron al carro e inmediatamente Jimin le preguntó a Yoongi si se encontraba bien. Este salió del compartimiento entre las sillas traseras y delanteras con lágrimas en sus ojos por el temor que tuvo al estar solo, y se lanzó a los brazos del mayor.

—¿D-dónde está mi mamá? —le preguntó luego de que Kwan encendiera el vehículo para irse de aquel lugar de una vez por todas. Jimin dejó salir un profundo suspiro, pensando cómo podría decirle a un niño de la edad de Yoongi que su madre había muerto—. ¿Señor Park? —volvió a cuestionar, después de que Jimin se quedara en silencio.

—Yoongi. Tu mamá está en el cielo ahora —respondió Jimin, aferrando al niño entre sus brazos—. Yo voy a cuidar de ti, ¿de acuerdo? —bajó su rostro para divisar el del niño resguardado sobre su pecho, y al ver que su semblante se arrugó aún más, dándole paso a más lágrimas, sabía que el niño comprendió todo con claridad.

—¿Mi ma-mami está muerta? —preguntó, parpadeando rápidamente para disipar sus lágrimas.

Jimin se quedó en silencio. Durante las prácticas en el hospital nunca tuvo que avisarle a alguna persona que su pariente había muerto, y estar allí en esa situación con un niño, le hacía sentir bastante impotente. No sabía qué decir exactamente, así que simplemente asintió y le abrazó con más fuerza, dejando que Yoongi se deshiciera en lágrimas.

(...)

Pudieron encontrar una pequeña vivienda unas horas después en el camino. Estaba lo suficiente resguardada para poder dormir y alimentarse sin sentirse que estaban en peligro inminente. Yoongi ya se había dormido en una esquina, después de haber llorado en los brazos de Jimin, y este se quedó a su lado mientras digería un enlatado de garbanzos. Jungkook y Hoseok por su parte salieron para seguir entrando las provisiones que encontraron, dejando que Kwan descansara y sollozara por haber perdido a sus seres queridos.

El ambiente dejó de estar demasiado húmedo como días anteriores, lo que significaba que la temperatura estaba bajando y por consiguiente llegaría el otoño. Jungkook por su parte le importaba poco, simplemente estaba de mal humor, más de lo usual mientras cargaba a sus espaldas dos grandes mochilas. Y por un momento se quedó visualizando a su mejor amigo alejado del vehículo, fumando un cigarro mientras veía el sol escondiéndose entre las montañas.

Maldijo entre dientes antes de dejar las provisiones en el suelo y se acercó a Hoseok, extendiendo su mano para recibir el cigarro entre sus dedos. Su amigo se lo ofreció y este caló profundamente el artefacto antes de devolvérselo: —Esto es una maldita mierda.

Hoseok sonrió de soslayo, sin embargo, su gesto carecía alguna emoción además de amargura. Sus ojos ya no demostraban el particular brillo amigable que le caracterizaba, desde aquel día en que salió del almacén en donde estuvo cautivo, él cambió. Jungkook lo sabía, podía darse cuenta hasta incluso en la mirada perdida ajena.

—Debe ser jodido ver que tu esfuerzo por construir la comunidad se fue al caño más cercano, Jung. Lo siento —dijo Jungkook, después de dejar que el humo saliera de sus labios. Hoseok se encogió de hombros antes de volver a tomar el cigarro y calarlo. No parecía bastante afectado por la situación.

—No realmente —respondió Hoseok de forma seca, inclinándose contra el muro de la pequeña vivienda.

—Pero trabajaste todos estos años para crear esa comunidad —objetó Jungkook antes de arrebatarle la pequeña colilla de cigarro y terminar de fumar lo poco que quedaba de este. Frunció su entrecejo al notar la indiferencia de Hoseok, y dejó de verlo para comenzar a observar la vista a su alrededor.

Incluso aún cuando era verano, todo lucía bastante lúgubre. El paisaje carecía de vida, realmente era el fin del mundo. No había nada para evitarlo, solo tratar de sobrevivir con lo poco que tenían y quizás con suerte lograrían encontrar a Jade. De solo pensar en la pequeña, hizo que Jungkook tirara la colilla al suelo y la deshiciera con la suela de su bota con rudeza.

Debía encontrarla sin importar lo que costara.

—Pero la razón por la que lo hice ya no está aquí. Había hecho esta comunidad para Taehyung, para mantenerlo seguro y.... él ya no está conmigo —contestó Hoseok con la voz inestable.

Jungkook asintió levemente, recargándose a un costado. Dejó salir un suspiro de frustración antes de llevar las manos hacia su rostro y refregarse con rudeza. Trataba de aparentar que no estaba preocupado, sin embargo, por dentro sentía que sus emociones lo consumirían. Sabía que necesitaba descansar, alimentarse e hidratarse, pero solo quería tomar un arma y el vehículo, para ir en búsqueda de Jade.

—Tú todavía tienes dos razones para seguir en pie. Yo ya no tengo a nadie —murmuró su mejor amigo—. No deberías estar aquí conmigo. Deberías estar adentro con la persona que amas, dándole consuelo y descansar. Les ayudaré a recuperar a la niña, eso es lo único que puedo hacer ahora que todo se acabó para mí.

Jungkook se quedó analizando las palabras de Hoseok, iba a refutar cierta frase acerca de sus sentimientos hacia Jimin que este mencionó, sin embargo, no lo hizo. No cuando se dio cuenta que Hoseok no estaba mintiendo. Porque era así, realmente se sentía de esa manera hacia ese pequeño hombre que estuvo a su lado sin importar lo pedante, grosero e insoportable que era.

—Y por experiencia propia, dile lo que sientes —concluyó Hoseok—. No sabes qué pasará el día de mañana. Quizás sea muy tarde cuando decidas hacerlo.

Jungkook simplemente se quedó en silencio antes de tomar las mochilas y entrar a la vivienda para estar con Jimin. El teniente Jeon no era alguien que podía expresarse y si lo hacía, no se desenvolvía de la mejor manera. No obstante, lo que sí pudo hacer fue quedarse sentado a un lado de su compañero, abrazándolo y expresándole con miradas que todo estaría bien.

Cuando bien sabía que no podía prometer nada. Pero quizás, estaba destinado que encontraran a Jade y pudiesen resguardarse a salvo en algún otro lugar. Incluso estaba ahora incluido el mocoso que estaba dormido sobre una cobija a unos pocos centímetros. Jungkook bufó al pensar la ironía de la vida en querer dejarle niños que biológicamente no tuvo ningún aporte, pero que sabía que eventualmente se encariñaría... solo un poco. Solo Jade podía ser esa excepción.

—Déjeme curar sus heridas, Jeon —murmuró Jimin, deshaciendo el enlace de brazos y piernas que habían formado en aquella esquina de la sala. Y Jungkook se dejó suturar y curar, para luego tratar de hacer lo mismo con las heridas de Jimin.

No sin después darle un profundo beso y acostarse a dormir con él, abrazándolo con miedo a llegar a perderlo en cualquier momento. Últimamente la suerte de su grupo iba en caída, y no soportaría más desgracias en aquel mundo lleno de destrucción.

ME DUELES NEKRÓS. ME DUELES QUE VAYAS A ACABAR. VAMO'A LLORAR. Le tengo tanto cariño a esta historia )):

Pregunticas;; ¿será que encontrarán a Jade y podrán encontrar algún otro lugar para vivir? ¿Yoongi segundo hijo del Kookmin? Ahque, este pobre jk está de padre putativo de todos los mocosos xd.

Quisiera dejar este apartado, por si tienen alguna duda de los anteriores capítulos que no haya aclarado (excepto porqué Jade es inmune, eso lo explicaré en los prox caps). Todo para dejar claro cualquier duda e inquietud, ya que no habrá segunda temporada.

¡Gracias por sus votos y comentarios! ¡Gracias por su apoyo! Espero que todo esté bien en sus vidas. Les mando muchos abracitos. 🖤

Besos.

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