Sexagésimo Capítulo.

60.





Yoongi se aferraba a la camiseta de Jimin para no perderse en el camino. Se sentía aturdido por la pelea en la que se desempeñaba el adulto contra varios hombres y trataba de cerrar sus ojos cuando Jimin atravesaba los cuerpos de estos con su espada. Su labio inferior temblaba con fuerza, en cualquier momento rompería en llanto por el temor de la situación. Extrañaba a su mamá. Y Jimin se dio cuenta de ello, pero no podía desconcentrarse mientras consolaba al niño.

—No te alejes de mí —le ordenó Jimin, esperando que el niño agobiado no hiciera alguna locura y se perdiera a través de los pasillos mientras seguían a Jungkook, quien se mantenía al frente del camino—. Y por más que quieras, no vayas a gritar —Yoongi ni siquiera pudo asentir en afirmación. Se encontraba bastante temeroso al ver los cuerpos llenos de sangre sobre el suelo mientras a cada paso que daban, el teniente Jeon se deshacía de varias personas.

—T-tengo miedo —murmuró temblando, mientras se aferraba al borde posterior de la camiseta de Jimin. Sin embargo, el adulto que reconocía como alguien dulce, atento y amigable, se había esfumado por completo. Dejando delante de él a alguien serio y sin atisbo de expresión por la cantidad de personas asesinadas. Ya no tenía una expresión dulce, era todo lo contrario. Incluso Yoongi pensaba que había aumentado años en cuestión de días. Al verlo tan reacio a ponerle atención, simplemente decidió callarse.

De repente, se escuchó otra fuerte explosión. Yoongi dejó salir un sorpresivo grito, aferrándose aún más al cuerpo del mayor. Los gritos, las maldiciones, y las demandas, se escuchaban a lo largo de las escaleras del almacén. Jimin sabía que debía haber muchas personas heridas, y eso les daba un pase para poder escabullirse a lo largo del recinto para encontrar con suerte algún indicio del lugar en donde estaba Jade.

Visualizó entre la obscuridad el cuerpo del militar, quien no dejaba que se les acercara ningún hombre a ellos. Sin embargo, era imposible que varios no se escabulleran y pelearan contra Jimin, y a este no le importaba hacerlo. Pero sí le importaba el darse cuenta de las heridas que comenzaban a notarse a través de la camiseta del teniente. Quería acercarse y revisarlo, no obstante, no tenían tiempo. Aun así, en varias ocasiones se puso adelante para enfrentar a unas cuantas personas para que Jungkook no tuviese que llevar toda la carga sobre sus hombros.

—Manténgase atrás, maldita sea —había farfullado en algún momento el militar mientras recargaba el arma que yacía entre sus manos—. No puedo concentrarme si toma la delantera. Maldición.

Jimin se quedó callado. Se estaban resguardando detrás de unas columnas, tomando aliento y quizás un poco de tranquilidad después de minutos de combate. Últimamente la cantidad de personas que iban en su búsqueda iba disminuyendo. Aquello era lo único que les confirmaba que todos estaban concentrados en el ataque exterior y en las propias explosiones dentro de las instalaciones.

—Está herido. No puedo dejar que haga todo por usted mismo, Jeon —contestó Jimin, verificando los roces de bala que tenía el teniente en sus brazos, y varias heridas con cuchillo. Pasó saliva antes de verificarse a sí mismo, dándose cuenta de que estaba casi igual de herido que su compañero. Pero quizás no las había sentido por la adrenalina—. Debo ayudarlo.

Jimin iba a seguir insistiendo, hasta que Jungkook terminó de cargar sus armas antes de presionarlo contra el muro y observarle desesperado. Sus ojos estaban bastante obscuros, su ceño fruncido y sus labios apretados en una fina línea. El hombre de cabello blondo se quedó en silencio, sintiendo cómo Yoongi se removía a uno de sus costados, incómodo por estar en aquella situación.

—Si algo le sucede, Park... —murmuró, dejando que la frase se la llevara el viento como si se tratara de una hoja. Cerró los ojos, antes de bajar su rostro y apoyar su frente contra la ajena. Jimin pasó saliva, sintiéndose extrañamente nervioso por la cercanía. Quizás no le estaba diciendo nada, pero sabía a qué quería llevar la objeción del militar. Segundos después, Jungkook se alejó—. Debemos seguir. Necesitamos hallar a Jade y largarnos de este lugar.

Jimin asintió y dejando que Yoongi se aferrara al borde de su camiseta sucia y deshecha, comenzó a caminar detrás del militar. Quizás pasaron minutos o incluso horas, él no podría saberlo con exactitud. Solo estaba consciente de seguir, defenderse, escuchar el pálpito acelerado de su corazón y los gritos que a veces dejaba salir el pobre niño a sus espaldas.

Revisaron habitación por habitación a lo largo de su recorrido, sin encontrar nada en concreto. Ni siquiera una pista que pudiesen llevarlos a saber el paradero de Jade. A cada intento fallido y al solo ver el lugar vacío, hacía que la adrenalina y la preocupación se apoderaran de sus propias acciones. Maldijo varias veces. Estuvo a punto de golpear sus puños contra una de las paredes de la frustración. No había nada, además de enfrentamientos que aunque salían con vida, múltiples heridas eran dejadas sobre su cuerpo.

El lugar cada vez estaba más obscuro y la vista se nublaba con el polvo que había comenzado a desprenderse por las columnas destrozadas por los artefactos usados por los miembros de la comunidad Iaksok. Jimin apenas podía ver sus pies con claridad y el cabello largo azabache de Jungkook amarrado con un pedazo de tela.

De repente, escuchó otro fuerte estruendo y cuando menos lo esperó alguien cayó sobre su cuerpo. Ni siquiera alcanzó a desenfundar su espada, así que comenzó a forcejear. El hombre sobre su cuerpo le propinó varios golpes, y Jimin apenas pudo llevar sus antebrazos hacia su rostro para bloquear la tenacidad de estos sobre su cara. Cuando dejó de sentir los golpes, suspiró aliviado tomando su catana, dispuesto a asesinar a su contrincante. Estaba convencido que quién lo había ayudado había sido el militar, sin embargo, se dio cuenta que había sido Haein, quien luego sacó su arma y disparó hacia dos hombres que enfrentaban a Jungkook cuerpo a cuerpo.

Jungkook cuando se percató de la presencia de Haein no dudó en acercarse y empujarlo con fuerza contra la pared, alejándole de Jimin. Se notaba lo furioso que se encontraba al solo darse cuenta de que estaba allí. Y bueno, no era nada nuevo el entender que al teniente Jeon nunca le había agradado aquel hombre. Sin embargo, no tenían tiempo para discutir. Así que, Jimin se acercó cuando Jungkook comenzó a golpear con puños el rostro de Haein y le hizo caer al suelo antes de inclinarse y seguir golpeándolo.

—¡Sabía que usted era un maldito hijo de puta desde que lo vi! —exclamó. Jimin rodó los ojos exasperado, antes de acercarse con todas las intenciones de alejarlo del cuerpo que trataba de protegerse de los golpes—. ¡Si esto es una maldita trampa, lo voy a despellejar ahora mismo! —bramó, sacando de los bolsillos del hombre un cuchillo.

—¡Jeon, deténgase! —le advirtió Jimin. El escándalo que estaban haciendo no podía ser escuchado por el ruido de los disparos y el enfrentamiento que había allí afuera. No obstante, no les aseguraba que en cualquier momento alguien llegase a pasar por ese lugar y tomarlos desprevenidos.

Jimin tomó a Jungkook del brazo derecho antes de que este comenzara a herir con el arma blanca al hombre que siquiera podía salir debajo de la masa muscular del militar. Y Jungkook en respuesta lo empujó para que no se entrometiera. El hombre de cabello rubio cayó sobre el asfalto sucio, incluso casi encima de Yoongi, quien temeroso se había escondido a sus espaldas.

—¡Abra la maldita boca y dígame dónde está mi hija o juro que lo torturaré hasta que me ruegue que lo asesine! —exclamó Jungkook, frunciendo su entrecejo, mientras gruñía y prácticamente mostraba sus dientes en forma de advertencia—. ¡Dígame dónde está! —concluyó, comenzando a golpear a Haein incluso más fuerte, logrando que este perdiera el aliento.

Jimin después de reincorporarse, se acercó de nuevo esperando que Jungkook pudiera calmarse. Porque de lo contrario aquel hombre en el suelo muerto no les serviría para nada, además de lamentos. Tomó del hombro al teniente para alejarlo y observarle en forma de advertencia, sin embargo, la mirada del hombre que le había acompañado en años había cambiado radicalmente a una bastante obscura y sin límites. Jimin pasó saliva y solo entonces el hombre que trataba de respirar sobre el asfalto habló.

—Yo... los estuve buscando. El doctor se la ha llevado con unos cuantos hombres. Quizás fueron a Seúl... por lo que tengo entendido tienen un laboratorio allí o algo por el estilo —respondió, mientras tosía y se alejaba del espacio en donde se encontraba Jungkook.

—¿Y dónde mierda está Goong? —preguntó Jungkook aún más enojado de lo que estaba al escuchar que Jade ya no se encontraba en aquel lugar—. ¡No me sirven unas malditas suposiciones! ¡Necesito saber dónde está exactamente mi hija o juro que le voy a quitar dedo por dedo y se los haré tragar! —bramó. Jimin por su parte sintió bastante incertidumbre al escuchar que posiblemente se habían llevado a Jade lejos de ellos, y aunque antes estuviese en desacuerdo de que Jungkook utilizase la fuerza bruta para sacar información, en ese momento su lado razonable se fue al caño.

Se acercó tentativamente y presionó la punta filosa de su espada contra el cuello de Haein, mientras su corazón palpitaba y sus manos sudaban. Pero no sentía remordimiento. Solo estaba buscando a su hija, necesitaba información y si el hombre sobre el asfalto no llegaba a cooperar, no le sería difícil atravesarle la garganta de una vez por todas.

—Esperen... esperen —chilló Haein en el suelo. Se notaba lo nervioso que se encontraba, y Jimin tuvo que empujar levemente con su mano libre a Yoongi para que no viera lo que estaba dispuesto a hacer—. No sé dónde está Goong. No lo he visto desde que comenzó el enfrentamiento, pero no lo vi irse. Y yo-yo no estoy mintiendo respecto a la niña. Ella... ya no está aquí —confesó, esperando que tanto Jimin como Jungkook tuvieran clemencia de él.

Jimin trató de mantener la compostura, quizás lo mejor que podía hacer era tratar de escabullirse del lugar para salvar a Yoongi, sin embargo, no quería irse hasta confirmar que su niña ya no se encontraba en el almacén. Giró para ver a Jungkook, quien aún seguía observando de manera condescendiente a Haein, hasta que una nueva explosión se sintió dentro de la edificación, logrando que los cimientos del lugar se movieran, al igual que las personas dentro de allí. El lugar no demoraría en caer.

—Debemos irnos —decidió Jungkook, después de considerar todas las opciones. Jimin frunció su entrecejo, claramente molesto por la decisión que había tomado su compañero—. Ahora.

—¿Está bromeando? —preguntó Jimin con incredulidad en su voz. Realmente no podía creer que habían llegado a desestabilizar aquel lugar, para simplemente irse—. Debo matar a Goong, debo hacerlo —aclaró, frunciendo sus labios.

—Este lugar se destruirá, Park —respondió simplemente el teniente Jeon, dejando salir un suspiro. Claramente no estaba conforme con la decisión que había tomado, no obstante, sabía que era la más viable para que pudieran sobrevivir—. Jade ya no está aquí. Y cada instante que pasa, será crucial para ella —Jimin se cruzó de brazos sobre el lugar, y Jungkook gruñó al ver lo obstinado que se encontraba.

—No puedo irme de aquí sin matar al maldito que asesinó a mi hermano —contestó Jimin con un tono más bajo, e ignorando los sollozos de temor del niño aferrado a la parte trasera de su camiseta. Jungkook se acercó rápidamente, visualizando de reojo que Haein no se moviera de aquel lugar y finalmente se acercó al hombre persistente.

Jungkook dejó salir un suspiro antes de invadir el espacio personal de Jimin, tomando los hombros ajenos e inclinó su rostro hacia abajo para poder hacer contacto visual. Sintió una opresión en su pecho al ver lo tristes, enojados y agotados ojos de Jimin, sin embargo, quedarse allí solo les aseguraría una inminente muerte.

—Cuando encontremos a nuestra hija, prometo que buscaremos a ese hijo de puta y usted podrá tener la venganza que tanto necesita —respondió Jungkook honesto—. Pero si seguimos aquí, no podremos encontrarla.

Jimin se quedó callado por un momento, hasta que Yoongi gritó por un nuevo estruendo dentro del edificio y los cimientos temblaron de forma más brusca esa vez. Por tal motivo, Jimin aun bastante indeciso asintió en dirección hacia Jungkook. Este antes de girarse y retomar camino fuera del almacén, miró de mala forma a Haein, quien seguía en el suelo sin demostrar algún indicio de que se levantaría a atacarlos: —Juro que si nos sigue o nos ataca por la espalda, no repetiré amenazas sino las ejecutaré —Jungkook quería volver a golpearlo, pero definitivamente el tiempo que tenían para salir de ese edifico sin que se les cayera encima, era limitado.

Por tal motivo, tomó de la mano a Jimin para halarlo y llevarlo directamente hacia las escaleras y bajar hacia la primera planta. No le sorprendió ver que todo el lugar estuviera practicamente en llamas. Había varias personas muertas sobre el asfalto con escombros encima e inclusos unos comenzaron a convertirse en caminantes. Jimin por su parte decidió tomar a Yoongi entre sus brazos mientras caminaban a lo largo de los nuevos obstáculos de la salida, y dejaba que Jungkook se encargara de algunos hombres adversarios que los identificaban entre el humo y los cimientos destruidos.

Finalmente, después de lo que pareciese ser una eternidad para Jimin, pudieron salir por la parte trasera del almacén, en donde solo encontraron unas cuantas personas del grupo contrincante convertidas en caminantes. Luego, se escabulleron a lo largo del bosque. Jimin sentía que el corazón se le iba a salir del pecho al solo pensar que no había conseguido nada al ir a aquel lugar. Pensar en que Jade estaba en un lugar que no tenía siquiera idea en dónde quedaba, le producía demasiada ansiedad y ganas de llorar. Solo podía pensar en la carita asustada de su bebé, custodiada por aquellos hombres. La bilis le subió por la garganta, y se detuvo para vomitar dentro de la maleza. Así que Jungkook tuvo que ayudarle a recomponerse.

Estaba tan ido de la realidad que no se dio cuenta cuándo se reunieron con Hoseok, Seokjin y las demás personas que les ayudaron a escapar. Simplemente había escuchado de fondo cómo Hoseok le avisaba a Jungkook que debían volver a la comunidad pronto porque había visto varios vehículos salir en dirección hacia Iaksok, mientras que el teniente Jeon no dejaba de apoyar a Jimin sobre su cuerpo y aferraba la pequeña mano de Yoongi para que no se perdiera a lo largo del camino.

Cuando se subieron al vehículo, el cual estaba escondido entre la maleza. Jungkook no se apartó en ningún momento de Jimin, incluso lo mantuvo sobre su regazo, tratando de darle algún soporte. Sentía mucha impotencia el no haber cumplido con su palabra, sin mencionar que sentía su propia desesperación por saber que Jade no estaba aún a salvo. Y cuando pensó que las cosas no podían ponerse peores, fue cuando llegaron a la comunidad y encontraron las puertas destruidas, el panel de control en llamas y cientos de caminantes adentrándose en las murallas que alguna vez fueron seguras para la protección de una nueva visión que se había tratado de lograr en un mundo de destrucción.

Sin embargo, aquel mundo lleno de muerte nunca iba a recuperarse. No había una opción para mantenerse a salvo por mucho tiempo. Jungkook lo sabía, pero debía mantener lo poco que le quedaba de energía en tratar de cumplir lo que alguna vez le prometió a aquel hombre que se aferraba a su camiseta como si fuese el único pilar que lograría darle estabilidad, aun cuando las cosas estuviesen destruidas.

—No voy a dejar que le hagan daño —le murmuró Jungkook a Jimin, antes de dejar un casto beso sobre los labios húmedos de lágrimas. Después acarició su mejilla rápidamente, antes de salir del vehículo y dejarlo allí, para comenzar a eliminar cualquier amenaza dentro de lo que alguna vez consideró un hogar.

Ya que estamos en la recta final, debo admitir que el personaje de jk ha sido mi favorito 🖤. ¿Cuál ha sido su personaje favorito y por qué?

Bueno, ya que algunxs no supieron lo que ocurrió; me eliminaron la cuenta por más de dos semanas. No es que hubiese abandonado la historia o la borré. Por eso no había actualizado, sin mencionar que ya había escrito este cap y se perdió en borradores ):

En fin. Les dejo unas pregunticas; ¿encontrarán a Jade? ¿podrán salvar la comunidad? Lo averiguaremos pronto, ahr.

Gracias por seguir leyendo y apoyando esta historia. Realmente agradezco sus votos y comentarios. Significa mucho para mí. Recuerden que mi cuenta secundaria es HoseoksVenom por si wattpad se la fuma otra vez.

Besos.

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