Decimosegundo Capítulo.

Dedicado a:

-Rosi_Sakura-

Mari_Kookmin7w7

LaClairUwU

JKookieKook



12.


Taehyung lo estaba ignorando, lo sabía Jimin cuando siquiera quiso recibirle una galleta que él había dejado para su hermano. Su hermano al estar en crecimiento comía bastante y ver que no le aceptaba más comida le advirtió que realmente se encontraba de mal humor. Lo último que necesitaba Jimin es que no estuviera su apoyo moral en lo que sería por el momento la clase más difícil para él; la clase del teniente Jeon Jungkook.

Cuando los llevaron a la parte trasera del almacén, les dieron unas armas con silenciadores y Jungkook se sentó frente a las personas que participarían. Jongsun, Haneul, Jisoo, otro chico que reconocía como Minho y los hermanos Park. Los cuales eran las únicas personas que no sabían manejar un arma. Jungkook les mostró un arma similar a la de ellos y comenzó a explicar sus funciones.

Jimin estaba bastante perdido en la explicación y siquiera podía preguntarle a su hermano que le ignoraba. En ese momento, escuchó cómo Jungkook le nombraba con el adjetivo que tanto detestaba.

—Dígame niño de cabello decolorado, ¿dónde está el seguro del arma? —preguntó, elevando una ceja y Jimin trató de encontrarlo en el arma, la cual era completamente diferente a la que le había entregado el día de ayer. Maldijo mentalmente por haberse ofuscado en sus mismos pensamientos, hasta que sintió un leve toque sobre su pierna y volteó a su lado izquierdo para ver las manos de Jisoo mostrándole el área del arma.

—Eh... aquí está —respondió Jimin levantando esta y mostrando la zona exacta con su dedo índice. Jungkook se levantó de su puesto y caminó hasta llegar frente a Jimin.

—Ya que conoce tan bien las armas de fuego, usted será el primero en disparar, niño —respondió Jungkook, cruzándose de brazos y Jimin se levantó, siguiéndolo a una parte obscura del almacén. Las otras personas los acompañaron y al ver varios objetos sobre unos taburetes supo que le pondría a prueba—. Dispare a la lata de allí —le señaló un punto alto, y Jimin de inmediato bufó. La lata era tan pequeña que podría siquiera mirarla con sus propios ojos.

—Mmm, la verdad no creo que pueda —respondió Jimin, Jungkook se volteó a verlo de mala manera, como siempre y le arrebató el arma.

—Si no lo intenta, ¿cómo cree que no puede hacerlo? —le preguntó mientras se posicionaba para disparar—. Debe tomar el arma de esta manera y apoyarla sobre su otra mano para que la fuerza del disparo no llegue a lastimarle la muñeca—comenzó a explicar y Jimin asintió observándolo con detenimiento—. Ahora lo que tiene que hacer es enfocar bien su objetivo, generalmente podría cerrar un ojo para poder ver bien la dirección del caño de la pistola y cuando tenga más experiencia puede hacerlo sin siquiera titubear —y finalmente disparó, derribando la pequeña lata que estaba a varios metros—. Hay que tener precisión, por eso hay latas vacías. Si no hay una buena puntería se puede fallar en el disparo directo a la cabeza de los muertos —esta vez lo dijo de forma sonora para que todos los presentes escucharan—. Ahora su turno —y le volvió a extender el arma a Jimin.

Jimin como era de esperarse falló, y se sentó a uno de los costados viendo cómo los demás lo intentaban, algunos acertando mejor de lo que lo hizo Jimin, porque su disparo había dado a la pared a metros de su objetivo.

—No te sientas mal —le dijo Jisoo sentándose a su lado—. Yo también fallé —rio por su propio comentario y Jimin le sonrió observando a la bella chica—. ¿Quieres uno? —le preguntó extendiéndole una caja de chicles y Jimin asintió.

—Gracias, simplemente siento bastante presión. Es decir, tengo que cuidar a mi hermano menor, debo aprender a tener puntería o no podré hacerlo —respondió encogiéndose de hombros y llevando el chicle a la boca. En ese momento Taehyung tomó la pistola y apuntó a la lata, aunque no pudo darle, pudo rozarla y varios en el lugar aplaudieron—. Bien, al parecer mi hermano menor es quien tiene que cuidarme —Jisoo le sonrió.

—Taehyung es bastante bueno, incluso en la clase de combate es uno de los mejores. Siempre dice que estuvo preparado desde que nació —respondió de forma jocosa la chica y Jimin se quedó allí observándola. Era realmente guapa y Jimin al ver que luego ella se dio cuenta que la estaba detallando, miró rápidamente sus manos con las mejillas sonrojadas—. Pero tú puedes mejorar, yo sé que sí, ¿qué tal las clases con el teniente Jung? Se ve mucho más paciente que el coronel Ma Dongseok.

—Sí, es bastante paciente. Creo que he mejorado en combate, y realmente espero mejorar pronto en este tema de armas, ¿cómo te ha ido a ti? —le preguntó sonriéndole, afrontando de nuevo verla a los ojos. Jimin siempre había sido bastante tímido, y más con las chicas.

—Realmente creo que sigo en el grupo porque me llevo muy bien con el general Woo porque era mi vecino. Antes era modelo, no soy útil en algo con exactitud, en cambio tú eres médico. Eso es sorprendente —le halagó y Jimin volvió a sonrojarse.

—No soy médico, solo estudiante de medicina. Me faltaba aún un año, el más importante de todos —respondió encogiéndose de hombros. Jisoo frunció su entrecejo y negó con la cabeza.

—No digas eso, eres médico y punto. Quien te diga lo contrario le golpearé con la experiencia que he adquirido en mi clase de combate —respondió de forma tan dulce que hizo reír enternecido a Jimin—. Ánimo Jimin, para mí tú eres el miembro más importante del grupo, sólo falta que tú lo creas.

(...)

El general Woo avanzaba en su recuperación de forma rápida y eso aliviaba a todos los miembros del grupo, bueno, a unos cuantos. Jimin se había encargado de comenzar las curaciones y cuando Jisoo le preguntó si podría aprender, él no se rehusó, realmente gustaba pasar tiempo con ella y ahora que su hermano siquiera le dirigía la palabra, sentía una amistad emergiendo entre ellos dos.

—Podemos utilizar tanto alcohol como agua oxigenada —le indicó Jimin, comenzando a curar la zona de la mutilación con gasas, la chica a su lado asentía a cada información—. En este caso por haberle quemado la zona no se necesitó puntos aunque puede haber el caso en que se necesiten, pero el general se ha recuperado bastante bien.

—Porque soy un viejo bastante fuerte —respondió el general observando cómo le era curado su brazo y ambos jóvenes le sonrieron—. Me queda mucha fuerza antes de partir, ténganlo por seguro.

—De eso me estoy dando cuenta, señor Woo. Créame que estoy sorprendido de su recuperación, cuando menos espere ya podrá recomponerse como nuevo —le respondió Jimin—. Si le duele, por favor dígame —le indico cuando comenzó a limpiar contundentemente la zona y luego le vendó la herida.

En ese momento el coronel, el Mayor Ji Chang y los tres tenientes entraron a la habitación. Jimin observó a Jisoo, dándole a entender con su mirada que era mejor que ella se retirará y asintió. Levantándose y retirándose no sin antes despedirse del general. En ese momento cuando cerraron la puerta para tener mayor privacidad, los militares saludaron al general.

—Vengo para expresar algo que necesito clarificar, por eso necesito que Park esté aquí —habló el mayor Ji Chang—. Debemos poder encontrar una respuesta de cuánto dura el virus en apoderarse del cuerpo de un ser humano —Jimin asintió—. No sé si lo ha pensado, joven Park, pero si usted tiene algún pensamiento respecto a eso, realmente quisiera saberlo —Jimin terminó de hacer la curación y se reincorporó de la silla, sin alejarse del general Woo.

—Más o menos transcurrió media hora desde la mordida que fue hecha en el brazo del general hasta que fue amputado el brazo —comenzó a caminar al otro costado de la mesa para tomar como ejemplo el brazo intacto del jefe del grupo—. La mordida fue hecha aquí, a la altura de la muñeca de su mano —señaló Jimin acordándose del lugar exacto que había visto esa noche—. Entre veinte y veinticinco minutos después la infección pudo llegar hasta a esta altura —señaló ahora el antebrazo—. Por eso corte allí, suponiendo más o menos cuánto demoraría, aunque la verdad fue suerte. Esto es como un virus, ¿verdad? Entonces, también influye mucho el sistema inmunológico de cada uno de nosotros —expresó, viendo esta vez a todos los presentes que parecían atentos pero no comprendían todo lo que quería decir—. Me refiero a sus defensas, el sistema inmunológico del general combatió lo suficiente para que el virus no se apoderara de forma tan rápida.

—¿Entonces si tenemos buen sistema inmunológico podemos contrarrestar el virus? —preguntó el teniente Wang cruzándose de brazos y observando a Jimin. Jimin de inmediato negó.

—Puede combatirlo, haciendo un efecto tardío en apoderarse del cerebro, porque este virus afecta el cerebro, ¿verdad mayor Ji Chang? —el nombrado asintió—. Si el general Woo no hubiese tenido un sistema inmunológico lo suficiente bueno, probablemente la amputación no hubiese hecho la diferencia y ya no estaría con nosotros.

—Jimin, sé que no sabe con exactitud nada del virus además de que afecta el cerebro como todos lo sabemos aquí, ¿pero usted cuánto tiempo creería que el virus se apodera del cerebro? Una suposición —le preguntó esta vez Hoseok.

—Es bastante relativo, dependería creo yo, de la zona en donde esté la mordida. Si es el caso de un brazo creería que tendrían cuarenta minutos antes de que llegue al cerebro, si es una pierna probablemente sería un efecto más tardío pero si es... no sé en el cuello o en el tórax no se podría hacer nada, la infección llegaría sí o sí porque no se podría hacer amputación—respondió, analizando esta vez al señor Woo que escuchaba atentamente sus palabras—. Pero como ustedes mismos lo han dicho, no sé nada del virus y no podía asegurarles. Porque realmente el general Woo está aquí no porque yo haya sabido en donde estaba el virus, simplemente decidí de forma rápida amputarle todo el brazo para poderle salvar la vida, aún sin saber si podía salvarse —los presentes asintieron.

—Bien, entonces Jimin por favor venga conmigo. Los tenientes Jackson y Jung van a relevarlo en su cuidado —le dijo el coronel Ma Donseok y Jimin frunció su entrecejo—. Hoy evaluaremos el desempeño en combate, por lo que lo necesito allí —Jimin abrió sus ojos sorprendido y de inmediato buscó con la mirada a Jung Hoseok, quien le sonrió de forma tranquilizadora.

—No podré estar allí Jimin, pero demuestre que ha mejorado —le dijo y Jimin al ver que el coronel y el teniente Jeon salían, no tuvo tiempo de pensar antes de despedirse de su paciente y seguir a los militares.

Jimin presentía que le iban a dar una buena paliza, realmente esperaba que no le pusieran algún mastodonte, porque incluso Lim estaba en aquella clase, sólo de pensar que podía ser su contrincante le hizo pasar saliva con fuerza. Aquel hombre le miraba con enojo cada vez que lo encontraba en algún lado. Sin embargo, debía ser fuerte, en esa clase estaba Jisoo y aunque Jimin no quería admitirlo, quería lucirse frente a ella. Caminaron hasta el salón en donde el grupo de combate solía entrenar, y al ver a Taehyung hablando animadamente con Jisoo, él se acercó para saludar. De inmediato su hermano al verlo se retiró y Jimin dejó salir un largo suspiro.

—¿Está enojado contigo? —le preguntó Jisoo a Jimin, este asintió de inmediato—. No te preocupes, a esa edad suelen enojarse hasta con el aire. Mi hermano solía ser así —explicó esta vez tornando su mirada en una melancólica—. Pero eso ya no importa, él ya no está acá. Y bien, Jimin, ¿listo para que te patee el trasero?

—¿Tendré que luchar con las mujeres? —preguntó sorprendido. No quería golpear a nadie y menos a una mujer, sin embargo, sólo de pensar que tendría que pelear contra Jongsun, sabía que ella le ganaría en un abrir y cerrar de ojos—. Estaría jodido.

—Creo que esta vez será solo entre hombres y solo entre mujeres, pero por lo que he escuchado es que luego el combate será neutral —respondió ella clarificando con una sonrisa. Jimin le devolvió la sonrisa y solo entonces la voz del coronel acaparó su atención. A un lado de él estaba Jungkook observando con atención a cada uno de los presentes. Jimin quería gritar, lo que menos quería es ser pateado y en frente del hombre que le hacía sentir inservible.

La primera pelea fue entre Jisoo y Haneul, Haneul aunque se defendió no fue lo suficientemente fuerte para que Jisoo no la derribara, de inmediato le tocó enfrentar luego a Jongsun, y bueno, realmente a Jimin le dolió el fuerte golpe que recibió Jisoo sobre su vientre cuando fue derrotada por su contrincante. Luego las batallas fueron entre los hombres, y agradecía realmente que Minho al solo tener veinte años de dio una fuerte paliza a Lim, incluso Jimin comenzó a gritar alentando a Minho para que siguiera golpeándolo, y Jongsun le siguió el juego.

Cuando fue el turno de Jimin, realmente no quería hacerlo porque a quien habían elegido como su contrincante fue su propio hermano, quien luciendo desinteresado se dirigió a la zona de combate. Por su lado, el joven de cabello blondo no estaría dispuesto a golpear a Taehyung, sin embargo, cuando su hermano comenzó a propinarle varios puños, tuvo que defenderse como podía sin llegar a lastimar a Taehyung. Incluso escuchó varias risas al fondo, sabía que una de ellas era de Jeon Jungkook, ni siquiera tenía que preguntar para saber que estaba disfrutando del espectáculo.

Cuando menos lo esperó Jimin, su hermano le hizo un hincapié haciéndolo caer con fuerza sobre su espalda, el hermano mayor jadeó por el dolor y cuando su hermano se inclinó para seguir golpeándolo, Jimin puso sus antebrazos sobre su cara para proteger aquella zona.

—¡¿Qué te pasa Taehyung?! —exclamó Jimin, los golpes recibidos por los practicantes de los otros grupos de combate fueron casi superficiales, sin embargo, su hermano quería hasta jalarle el cabello.

—¡Eres el peor hermano, Jimin! —exclamó este, sin dejar de golpear con todas sus fuerzas y comenzando a jalar de los cabellos a su hermano. Ahora las carcajadas se escuchaban con mayor frecuencia. Jimin sabía que su hermano estaba enfadado con él pero no comprendía por qué—. ¡Siempre queriendo llamar la atención!

En ese momento, alguien se apiadó de él y separó a Taehyung de su cuerpo, ese ángel fue el coronel, que tratando de calmar al joven que quería volver a lanzarse sobre su hermano, le sostuvo ahora con fuerza. Jimin se sentó sobre su lugar y quien le ayudó a reincorporarse fue Haneul porque Jungkook quien estaba solo a unos centímetros le observaba con burla en sus ojos con las claras intenciones de no ayudarle.

—¡Siempre me quitas lo que yo quiero, te odio! —exclamó de nuevo Taehyung y finalmente, se deshizo del agarre de su cuerpo, para escabullirse a la salida.

—Uh, te ha rasguñado como un gato —expresó Jongsun cuando su hermana ayudó a Jimin—. Creo que debería devolverte los tampones, porque las heridas que te ha dejado las necesitan —Haneul carcajeó por el comentario de su hermana, y decidieron sacar juntas del cuarto a Jimin para llevarlo a curarle las heridas.

A Jimin no sabía que le dolía más, los golpes o que su hermano le había dicho que le odiaba. Y sin importar que le dijesen los demás, terminó llorado mientras las hermanas limpiaban sus heridas con agua oxigenada.

**

Hoseok dale unas buenas nalgadas a ese niñato para que respete a su hermano, digo qué-

¿Cuándo Jungkook dejará de burlarse de Jimin? ¿Qué creen de Jimin forjando nuevas amistades? Todo esto y más en el próximo capítulo.

¡Quiero agradecerles por el apoyo y los mensajes que he recibido por esta historia! Realmente leer sus comentarios y sus mensajitos me ha ayudado a no desanimarme a seguir esta novela.

Besos.

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