Decimoprimer Capítulo.

Dedicado a:

angelica74ramirez
kookiiparkim



11.


Jimin se quedó estático sobre el lugar, observando con los ojos abiertos de tope el cuerpo inerte que yacía en el suelo. Escuchaba una voz al fondo, sin embargo, él siquiera podía moverse. Todo había ocurrido demasiado rápido, y volvió en sí cuando sintió su cuerpo ser removido con fuerza por las manos del militar que le llamaba.

—¡Debemos irnos, Park! —le bramó el militar. Jimin parpadeó varias veces tratando de asimilar la situación y Jungkook al no recibir respuesta por el joven en estado de conmoción, decidió cargarlo sobre su hombro.

Jimin no se removió, sólo veía ahora el mundo boca abajo, observando las escaleras y el estacionamiento pocos minutos después. Luego al ser tirado sin delicadeza en la parte trasera de la camioneta, fue cuando un fuerte escalofrío se apoderó de su cuerpo, y solo en ese momento, se permitió volver a respirar con mayor regularidad. Giró su rostro para ver a Jungkook que se había sentado a su costado, quien lucía bastante enojado y alterado.

—¿Realmente iba a dejar que él me llevará? —le preguntó Jimin cuando Hoseok encendió la camioneta y salía del depósito, comenzando a manejar rápidamente en dirección al almacén. Jungkook frunció aún más su entrecejo y volteó a ver al joven que lucía bastante pálido.

—Fue una distracción para poderle disparar sin que le rebanara el cuello, niño. Antes debería agradecerme que le he salvado —respondió sacando de una mochila una botella de agua y beberla antes de extendérsela a Jimin—. Tiene el rostro lleno de sangre, debería limpiarse.

Jimin asintió, tomando la botella en sus manos y observando cómo Ji Chang le extendía un trozo de tela, le aceptó. Se encargó de mojar la tela para luego comenzar a frotarla sobre su rostro, sorprendiéndose de la cantidad de sangre que se removía de su rostro.

Cuando arribaron al almacén, todo lucía bastante tranquilo, incluso más de lo que esperaban los militares y Jimin. Sin embargo, la mirada de preocupación que expresó el teniente Wang y el coronel Ma Dongseok, fueron suficientes para entender que algo sí estaba ocurriendo.

—El general Woo ha empeorado —informó Jackson al momento en que comenzaron todos a dirigirse al pequeño cuarto adaptado para la recuperación del líder—. Ha estado sudando mucho y tiene fiebre —le comentó específicamente a Jimin que asintió un poco más tranquilo.

—Tengo lo necesario en esta mochila —respondió Jimin a la información que le fue expresada. La puerta del cuarto estaba abierta y de inmediato Jimin enfocó su atención en el cuerpo sobre la mesa, cubierto por varias colchas.

Se acercó y tomó la temperatura del militar, luego mientras asentía dejó la mochila sobre una de las sillas, abriéndola y comenzando a buscar el antibiótico y una jeringa. Encargándose de preparar el medicamento como era necesario, luego se encargó de inyectarlo en el cuerpo del militar bajo la atenta mirada de cinco militares.

—¿Eso será suficiente? —le preguntó el coronel Ma Donseok, cruzándose de brazos.

—Lo será —respondió Jimin—. Combatirá la infección, he traído más que suficientes. Solo hay que tenerlo bajo observación, todavía no comprendo muy bien el proceso de transformación pero si aún no se ha levantado como uno de ellos eso es bueno.

En ese preciso momento el general comenzó a abrir paulatinamente sus ojos y el primero en sacar su arma fue el coronel, esperando no tener que usarla. El general giró su rostro para ver directamente a Jimin, y el de cabello blondo al ver que tenía los ojos normales, sonrió.

—No se ha convertido —respondió, dejando salir un largo suspiro al sentir como el peso que sentía sobre su espalda se desvanecía—. Bienvenido, general Woo —le saludó Jimin. El general todavía débil levantó su mano izquierda y la puso sobre la de Jimin.

—G-Gracias —murmuró este. Jimin se sintió bastante aliviado y feliz de que él hombre que le había dado una segunda oportunidad, también haya tenido la suya propia y pudiese seguir viviendo.

Taehyung y Haneul estuvieron bastante agradecidos con Jimin cuando este les extendió los paquetes de chocolates. Le agradeció a Jongsun por haber cuidado de su hermano, y le dio un paquete de tampones, lo cual ella le agradeció con un gran abrazo. Finalmente al hombre que los observaba desde una esquina, le extendió un energizarte y este simplemente asintió en agradecimiento.

Esa tarde prefirió no enfrentar a Taehyung y en vez de eso, decidió darse una larga ducha, cambiarse por la ropa que había lavado y acostarse sobre la colcha. Realmente no había descansado nada y sumándole a la travesía de exploración que tuvieron, le dejaron profundo sobre el colchón. Sin embargo, antes de cerrar sus ojos se dijo a sí mismo que debía hablar con Taehyung de lo que estaba ocurriendo con Hoseok.


Despertó en la madrugada cuando percibió que alguien lo estaba observando. Se sobresaltó sobre la colcha a ver a Jungkook sentado en una pequeña banca cerca de donde estaba durmiendo. Este estaba fumando un cigarro entre la obscuridad mientras que al parecer todos los de la unidad se encontraban durmiendo a excepción de él. Jungkook antes de hablar dio una profunda calada a su cigarro y en un susurro masculló: —duérmase.

Jimin frunció su entrecejo por aquella intervención, ¿realmente le estaba diciendo que se durmiera cuándo lo observaba entre la obscuridad? Ni en broma dormiría bajo el escrutinio del militar. Finalmente, pensando que quería solo molestarlo, decidió voltear su cuerpo y darle la espalda, quedando en frente de su hermano que dormía con la boca abierta. Realmente trató de ignorar la mirada que recaía sobre su cuerpo y tratando de cerrar los ojos para conciliar el sueño, finalmente lo hizo. Solo para ser despertado de nuevo por Hoseok.

—Jimin, despierte —le removió y Jimin parpadeó varias veces tratando de asimilar la situación, sentándose sobre la colcha y frotándose los ojos con sus manos—. El general Woo ha despertado de nuevo, necesitamos que se quede con él —Jimin asintió y se levantó. Antes de ello fue directamente al baño con su mochila para lavarse los dientes y el rostro.

Finalmente sintiéndose mejor, decidió salir acompañado de Hoseok dirigiéndose al pequeño cuarto donde se encontraba el jefe del grupo. Al entrar lo primero que observó fue al que reconocía como Lim, sentado en una esquina hablando con el general que lucía aún bastante decaído.

—Buenos días —saludaron Hoseok y Jimin, por su parte Jimin se sintió bastante incómodo al reconocer al hombre como quien había tratado de sobrepasarse con Haneul, una adolescente de diecisiete años. Decidió ignorarlo y dirigirse directamente a la mesa en donde reposaba el cuerpo del general.

—¿Cómo se siente, general Woo? —le preguntó el joven de cabello blondo, posando el dorso de su mano sobre la frente del hombre que lucía bastante pálido—. Ya no tiene fiebre, eso es algo bueno.

—Siento escalofríos —fue lo único que pudo articular el militar. Jimin asintió viendo que solo dos cobijas tapaban al militar—. Siento ganas de vomitar —el joven asintió a la información dada y levantando su mirada, observó a Hoseok, quien estaba atento a cada una de sus palabras.

—Necesito una botella de agua y galletas de soda, señor Jung —dijo Jimin al teniente que asintió—. De paso, si es posible que haya una cobija más le ayudaría mucho al estado del general —de inmediato el teniente asintió y salió de la estancia, cerrando la puerta a sus espaldas.

—Así que, ¿es el médico del grupo? —le preguntó desde la esquina la persona con la que menos pensaba tener una conversación, le había ganado ese puesto al mismo Jeon Jungkook. Jimin asintió sin más, y como si el destino jugase en su contra, el hombre siguió hablando como si al joven realmente le importara mantener una conversación—. Le agradezco por salvarle la vida a mi tío, ¿quién pensaría que mutilando una parte del cuerpo podría evitar el virus? —preguntó y Jimin se abstuvo de girar los ojos en señal de desagrado.

Ahora comprendía porqué Jongsun no había querido decirle nada al general Woo acerca de lo que sucedió con Haneul y Lim. El general siendo familiar de aquel pedante hombre que parecía querer ofuscar ahora el espacio personal de Jimin, significaba que Lim podía tener ventajas a la hora de decidir qué hacer con él.

—¿Acaso es mudo? Porque he visto como habla con ese hermanito suyo —se jactó el hombre. De inmediato Jimin se alertó cuándo mencionó a Taehyung, y sin importarle estar solo, con una daga en su bolsillo, se giró para quedar frente al hombre que estaba solo a un metro de distancia.

—Yo sé la clase de pervertido que es usted, y créame, usted llega a ponerle siquiera un dedo o mirar a mi hermano y juro que le corto las bolas. Por lo que sé ayuda a bajar el virus de pederasta —respondió con el entrecejo fruncido, el hombre extendió una sonrisa de mofa. En ese preciso momento les interrumpió el sonido de la puerta, dejando ver a Hoseok con dos mantas más, la botella de agua y las galletas.

—Fue muy agradable conocerlo, doctor —musitó Lim, refiriéndose con sarcasmo a la profesión de Jimin—. Espero que cuide bien de mi tío, porque de lo contrario, no le beneficiaría a usted en nada su muerte —pasó a un lado de Hoseok, que ajeno a la conversación, frunció el entrecejo por la clara amenaza expresada por parte de Lim—. Sigan trabajando —sentenció y salió del cuarto.

Jimin vio cómo Hoseok dejó salir un largo suspiro, tratando de controlarse. Suponía que le quería partir la cara, sin embargo, lo más probable es que no lo hacía por el hecho de que era familiar del jefe del grupo. Hoseok le extendió la botella y las galletas para luego él encargarse de extender las cobijas sobre el cuerpo del militar que había perdido la consciencia durante unos instantes y volvía solo unos pocos segundos.

Durante todo el día Jimin se quedó a su lado, dándole de alimentar e hidratándolo. Cuando ya era tarde, decidió que era hora de descansar puesto que su clase de combate era en la madrugada y luego tendría su primera clase de armas con el teniente Jeon, y vaya que necesitaba energías para poder soportar el genio de bestia que se cargaba aquel teniente.


(...)


Jimin terminó de nuevo exhausto sobre una de las colchonetas mientras que Hoseok le ofrecía una botella de agua. Ese día por fin pudo haberle propinado un golpe a Hoseok en el entrenamiento, estaba seguro de que fue por la molestia de tener la incertidumbre de que este estaba aprovechándose de su hermano. Sin embargo, no volvió a ver ningún indicio que le llevara a confirmarlo, incluso se aseguraba que Taehyung estuviese a su lado todo el tiempo si fuese posible.

—Creo que dentro de poco podrá propinarme más de un golpe, eso es un buen inicio —dijo Hoseok, sentándose a uno de sus costados y bebiendo un largo sorbo de la bebida—. Verá que mejorará con el tiempo, pude ver la frustración en sus movimientos... pronto lo logrará —Jimin asintió, no solo se había comportado así por Taehyung, muy en lo profundo de él se sentía frustrado por ser tan débil y no haberse defendido de aquel hombre que le había tocado.

—Es solo que... no quiero ser débil —confesó Jimin bajando su rostro hacia la botella. Aunque estuviese enojado con Hoseok, algo había en aquel militar que le producía la suficiente confianza para confesarle algo tan personal—. Quiero ser lo suficientemente bueno para proteger a Taehyung, y poder protegerme.

—El teniente Jeon me comentó lo que sucedió mientras nosotros estábamos cerciorándonos del estacionamiento, lamento lo que usted tuvo que pasar —intervino Hoseok dejando salir un largo suspiro—. Él no me contó todo con detalles pero presiento que dijo o hizo algo que debió herirlo a usted, y aunque no me incumbe, créame que lo ha hecho para poder salvarlo.

—Me había entregado a ese hombre —murmuró Jimin, tomando un sorbo de agua, parpadeando lo suficiente para apaciguar las lágrimas que amenazaban con salir—. Tuve tanto miedo y de pronto lo único que sentí fue la sangre de ese hombre.

—Él no lo hubiese entregado, como le dije, lo hizo para que su captor se hubiese distraído. Créame que el teniente Jeon no es tan desalmado como luce —le explicó, acercándose más a Jimin que comenzó a sollozar—. Está cansado, debe ir a descansar antes de la siguiente clase.

—Es solo que... incluso el teniente Jeon, alguien que me detesta ha podido defenderme, soy alguien que no le importa. Y yo no he podido defenderme, simplemente reúno todas las características que me advierten que no lograré sobrevivir en un mundo como este por mucho tiempo —dijo, comenzando a sollozar aún más fuerte y cuando sintió que los brazos ajenos le rodearon para darle conforte, no le importó y devolvió el abrazo. Necesitaba consuelo en ese preciso momento.

—Le ayudaré a mejorar, Jimin. Tendremos entrenamiento todas las mañanas para que su rendimiento aumente considerablemente, ¿de acuerdo? Y mientras yo esté aquí, le prometo que cuidaré de usted —respondió el militar, sin dejar de abrazarlo y Jimin se aferró al traje militar—. Prometo cuidarlo a usted y a Taehyung.

En ese preciso momento un sonido les hizo sobresaltarse y se separaron al instante, volteando a ver en dirección a la puerta en donde les observaba un Taehyung adormilado bastante molesto.

—Los están buscando para desayunar, pero si les he interrumpido mejor me voy —Taehyung infló sus mofletes y enojado salió del cuarto para cerrar con rudeza la puerta.

Jimin se limpió las lágrimas y se incorporó extendiéndole la mano a Hoseok, quien aceptó y decidieron juntos bajar las escaleras a la primera planta para comer algo que necesitaban con urgencia para recuperar las energías gastadas en el entrenamiento. Aunque Jimin no quisiera admitirlo, realmente agradecía que Hoseok le importara tanto su hermano como a él.


**

No pues, ahora los mejores amigos.

Quiero agradecer a las chicas que han recomendado esta historia en grupos Jikook, es muy bello de su parte uwu.

¿Cómo creen que Jimin se desenvolverá en la clase de Jungkook? Atentas al próximo capítulo. De paso quiero decirles que me encanta que por cualquier momento kookmin se enloquezcan bc jk es una mierda y jm lo detesta jajaja.

Besos.

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