You're beautiful❁
Colaboración con Phantoms_4ever 💖
—𖧷—
—Gee amor, despierta bebé, ya estás tarde para la grabación del panel del Comic Con.
Frank intentaba por los medios más amorosos despertar a su esposo, acariciando de forma suave su cabello enmarañado que estaba bajo varias mantas.
—Frankie no, quiero dormir otro ratito más.
Gerard nunca había sido un hombre muy madrugador, incluso estando en MyChem, siempre debían batallar con él para que estuviera listo para las entrevistas y sesiones de fotos cuando eran muy temprano.
—Aparte Frankie, ayer nos dormimos tarde con el maratón de las películas de Halloween, déjame descansar 15 minutitos más —dijo Gerard mientras se cubría aún más con las sábanas.
—Está bien amor pero solo 15 minutos, mira que debes cambiarte para el panel —Gerard le contestó algo con murmullos inentendibles.
Frank sabía que debía volver a intentar levantarlo porque él por si solo no lo haría, así que dejando un beso en la frente de su esposo bajó a la cocina a preparar un café para que por lo menos le diera un poco más de ánimos a Gerard.
Cuando Frank llegó a la planta baja se sorprendió al ver a Bandit con su pijama de unicornios que le había regalado el tío Mikey en su cumpleaños, sentada en los muebles con Lois en su regazo, su pequeña mano acariciaba su cabeza mientras la cachorra dejaba pequeñas lamidas en sus manos.
—Princesa ¿Qué haces despierta tan temprano? —le preguntó mientras se acercaba a ella.
—Buenos días pa, no podía dormir... Es que uhmm tenía mucha hambre y bajé corriendo esperando que tú o papi Gee estuvieran despiertos para que me hicieran unos waffles con syrup y banano como me gustan, desde anoche los estoy deseando —finalizó haciendo un tierno puchero.
—Bueno B, que te parece si te lavas los dientes y las manos, yo te espero en la cocina para que hagamos juntos esos waffles, Gee tiene una entrevista ahora pero más tarde seguro los come con nosotros —respondió Frank a su hija mientras acomodaba los mechones castaños de su cabello detrás de las orejas.
Bandit no necesitó más respuesta que esa para salir corriendo con Lois siguiendo sus pasos hasta la planta superior para hacer lo que su papá le había indicado.
Entretanto, Frank sonreía pensando en lo afortunado que era con su pequeña familia, había sido duro pero no se arrepentiría nunca, su relación con Gerard fue complicada, al comienzo no eran más que un par de muchachos tontos y hormonales metiéndose mano cada vez que podían, robándose besos y escapándose en cualquier momento de los demás miembros de la banda.
Sin embargo llegó un punto en el que todo se hizo público y fue una situación difícil de manejar, intentaron alejarse por un tiempo, pero eso no duró mucho por que su atracción no sólo era física, Frank sentía que nadie lo entendía o comprendía como Gerard lo hacía y Gee siempre sentía que Frankie tenía el poder de calmarlo y guiarlo cuando se sentía perdido, simplemente para ellos el uno era el complemento del otro.
Así pues, después de tantas cosas que pasaron, problemas y rupturas, decidieron casarse y tres años después llegó la princesa Bandit a ellos. Ambos deseaban con tanta fuerza poder tener un bebé y gracias a Linds la mejor amiga de Gerard, la niña pudo ser concebida y ahora era oficialmente una Iero Way.
Perdido en sus pensamientos Frank preparó rápidamente el café para Gerard, mientras Bandit llegaba a la cocina con su fiel compañera.
—Listo papá, ya podemos hacer esos waffles, Lois me dijo que también quiere uno para ella —dijo Bandit mientras se sentaba en las butacas altas de la cocina.
—Si claro, Lois seguro quiere uno de esos deliciosos waffles, pero me tienen que esperar un momentito, le llevaré este café a papá Gee y enseguida vengo a preparar el desayuno, ¿si princesa?
—Sip —respondió la niña y Frank le dio un beso en la mejilla.
Al ingresar a la habitación Frank se sorprendió de ver la cama vacía, con las mil mantas de Gerard revueltas pero no había rastros de su esposo. Pensaba que debía hacer hasta lo imposible para lograr que se levantara de la cama.
—¿Cariño?
Le llamó y escuchó la leve respuesta de Gee desde el baño que tenían en la habitación.
—Ya estoy despierto Frankie pero por favor no me hagas bañarme, solo será una conferencia por zoom o meet o como se llame y no me van a ver —comentó Gerard mientras salía del baño luego de haber lavado sus dientes y su cara para estar al menos presentable.
Al llegar a donde estaba Frank apoyó su cabeza en su hombro, enterneciendolo, Frank suspiró y comenzó a acariciar el cabello castaño con algunas canas de Gerard, estaba recogido en un moño rosa que originalmente pertenecía a B pero que Gee robó a medida que le iba creciendo el cabello y le molestaba tenerlo sobre el rostro en algunas ocasiones.
—Bueno amor está bien, pero ¿qué tal sí quitamos este moño y dejamos tu cabello suelto? Para que te veas algo más organizado y no como si literal te paraste de la cama y te fuiste a hacer la conferencia —dijo Frank sonriente mientras soltaba delicadamente el cabello de Gerard, peinándolo con sus dedos y acomodándolo a los lados de su rostro—. Ahora si Gee estás listo, ve al estudio y yo estaré con Bandit en la cocina preparando el desayuno para los tres.
Gee asintió despacio con un puchero. Antes de salir de la habitación abrazó a Frank por el cuello, dejando un pequeño beso en sus labios. Frank lo abrazó con una mano por la cintura, apegándolo a él. Gerard se sonrojó un poco al sentir la tibieza del cuerpo contrario, negó suavemente y se alejó de él.
Frank se quedó quieto en su lugar un instante, acariciándose los labios, pensando en Gerard, sabía que los cómics, todo el proceso de su creación y lo que conllevaba ello era la pasión de su esposo pero le causaba gracia su apatía a las conferencias virtuales, pues ésta residía en que Gee no era muy amante de la tecnología y debido a la situación actual con la pandemia y el distanciamiento social no se podría llevar a cabo el Comic Con como normalmente se hacía, lo que lo obligó a hacer todo desde casa sin embargo sabía que él se las podría arreglar sólo sin su ayuda.
Ya en la cocina comenzó a preparar los waffles con Bandit, mientras la niña movía con unas varillas la mezcla pre elaborada en un tazón, Frank cortaba trozos de banano y fresas para acompañar.
Bandit le estaba contando entusiasmada acerca de un sueño que había tenido la noche anterior, en donde Lois en conjunto a muchos otros perritos siendo superhéroes salvaban la ciudad de el villano señor gato, Frank sonreía feliz, escuchándola con atención a la vez que pensaba que esa mente tan creativa sólo podría ser producto de su Gerard, ella era idéntica a él, y eso le enorgullecía demasiado.
Con el desayuno prácticamente listo Frank se dirigió al estudio a ver cómo iba Gerard, talvez necesitaba ayuda con la computadora o con la conexión, pero gratamente se sorprendió al ver que Gerard ya tenía todo instalado e incluso ya se encontraba hablando.
Le dio mucha ternura verlo con sus mejillas completamente rosadas y una sonrisa tímida pintada en sus labios, estaba comentando algo sobre que estaba en sus pantalones de pijama y que no quería que hicieran bromas al respecto, todo por querer mostrar a Super Pickle, el regalo que la abuela Elena le había dado después de la cirugía donde extirparon sus amígdalas.
Para él era una historia preciosa y no se cansaba de escucharla nunca por que los ojos de Gerard siempre brillaban al recordar cualquier momento vivido con su abuela, se notaba claramente la felicidad que eso representó en su pasado, así que se apoyó al marco de la puerta para escucharle con atención, hasta que unas pequeñas manos jalando su camisa le hicieron salir de la burbuja en la que estaba con esa imagen etérea de su Gerard, hablando de esa manera tan tierna.
Frank, Bandit y Lois volvieron a la cocina para desayunar puesto que a Gee aún le faltaba por terminar la conferencia, a Frankie se le ocurrió que era una buena idea que la niña dibujase al Team de Perritos Superhéroes para mostrárselo luego a papá Gee, ella asintió contenta, acabando su desayuno más rápido para poder ir a darse una ducha y luego entretenerse con una hoja de papel y los plumones que el tío Ray le había enviado a inicios de cuarentena.
En soledad Frank, recogió la mesa y lavó los platos, luego supervisó que Bandit hubiese hecho lo que él le había dicho, la encontró en su habitación, sentada en la mesita de té, completamente vestida, un lazo en su cabello, estaba muy concentrada haciendo trazos que apenas notó cuando él asomó su cabeza, Lois estaba echada en la alfombra a su lado.
Su vida era perfecta, lo sabía y lo agradecía.
Tenía todo lo que siempre quiso, una familia, amor y felicidad.
—¿Porqué sonríes así? —la voz de Gerard le hizo sobresaltarse un poco.
Sus pasos le habían llevado al estudio de Gee, pero éste volvía de la cocina, así que mientras subía las cortas escaleras pudo apreciar con perfección como Frank sonreía amplio, le notaba tan contento.
—Sonrío porque soy feliz —respondió girándose.
Frank abrazó a Gerard por la cintura y juntó sus frentes. Gerard inmediatamente colocó sus manos sobre su cuello.
—Yo también soy muy muy feliz.
—¿Sabes por que más?
—Mmm, dime.
—Porque tengo al esposo más bonito de todo el mundo —dijo siendo cursi—. Tú eres hermoso.
—¡Frankie!
El nombrado rió travieso, cerró sus ojos y se dejó llevar por el magnetismo atrayente que les impulsaba a unir siempre sus labios, movimientos pausados, llenos de calma y amor. Sus labios se tocaban con parsimonia, disfrutándose.
Llevaban toda una vida amándose, no necesitaban ya acelerar movimientos o ser bruscos con sus acciones o muestras de afecto, puesto que sabían que tendrían mucho más tiempo juntos para hacerlo, e incluso eran creyentes que en la eternidad serían siendo compañeros inseparables.
Separaron sus labios pero mantuvieron unidas sus narices mientras sus manos, en donde yacían sus anillos de casados, se amarraban. Se murmuraban palabras de amor y cariño, y miradas llenas de ternura.
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